al final del periodo medieval hubo una mayor atención a la música profana, desarrollándose las llamadas «chansons» («canciones»), composiciones a dos o tres voces que seguían las pautas de los avances melódicos logrados.
A comienzos del s. IX se buscaron nuevas formas más elaboradas, y a la simple melodía sin acompañamiento se añadió otra voz que intervenía simultáneamente en algunas partes del canto. Al estilo resultante se le llamó organum, muy importante en la historia de la música por ser el primer paso de la evolución de la estructura musical conocida como polifonía («varias voces»), el rasgo más característico de la música culta occidental. A finales del siglo XII el organum se escribía con hasta tres y cuatro voces.
Los principales centros de composición del organum hay que situarlos en Francia, en la abadía de San Marcial de Limoges y en la catedral de Notre Dame de París.
El canto sin acompañamiento utilizado en la primitiva liturgia cristiana recibió la influencia de las canciones profanas de su tiempo. De esta forma fue como el canto melódico romano fue asimilado y finalmente el Papa Gregorio I Magno (540-604) consagró su uso litúrgico, estando presente en la iglesia durante los siglos VII al IX. En honor a su primer recopilador llegó a ser conocido como canto gregoriano, y prevaleció sobre otras variedades musicales surgidas en Europa.
Answers & Comments
Verified answer
al final del periodo medieval hubo una mayor atención a la música profana, desarrollándose las llamadas «chansons» («canciones»), composiciones a dos o tres voces que seguían las pautas de los avances melódicos logrados.
A comienzos del s. IX se buscaron nuevas formas más elaboradas, y a la simple melodía sin acompañamiento se añadió otra voz que intervenía simultáneamente en algunas partes del canto. Al estilo resultante se le llamó organum, muy importante en la historia de la música por ser el primer paso de la evolución de la estructura musical conocida como polifonía («varias voces»), el rasgo más característico de la música culta occidental. A finales del siglo XII el organum se escribía con hasta tres y cuatro voces.
Los principales centros de composición del organum hay que situarlos en Francia, en la abadía de San Marcial de Limoges y en la catedral de Notre Dame de París.
El canto sin acompañamiento utilizado en la primitiva liturgia cristiana recibió la influencia de las canciones profanas de su tiempo. De esta forma fue como el canto melódico romano fue asimilado y finalmente el Papa Gregorio I Magno (540-604) consagró su uso litúrgico, estando presente en la iglesia durante los siglos VII al IX. En honor a su primer recopilador llegó a ser conocido como canto gregoriano, y prevaleció sobre otras variedades musicales surgidas en Europa.