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Muy pocos jóvenes hoy día conocen sobre Kent Leroy. Hace unos años se hizo una edición de sus dos grandes producciones en español, llamadas "Canciones románticas cristianas". Este volumen, en realidad es una joya de la música cristiana de principios de los 80.

Aquí te dejo parte de su biografía y su trayectoria:

Hoy día le conoce simplemente por Ken Pennell. Sus papás fueron misioneros en Costa Rica y Ecuador a fines de los 60 y principios de los 70. Siendo un adolescente de secundaria estuvo expuesto a la música en español, como la de Roberto Carlos y Julio Iglesias. Como asistía a iglesias hispanas, muchos de los chicos a los que frecuentaba tocaban guitarra y cantaban en los servicios de adoración. De esa forma, su primera guitarra fue adquirida en Costa Rica, en donde aprendió a tocarla y comenzó a escribir canciones. Era 1969.

Más adelante viajó a Ecuador y Colombia durante un verano, con tan solo 16 años, para cantar y ministrar en iglesias, que era algo que le gustaba en particular. Su primera canción grabada (por una banda ecuatoriana) fue compuesta por él y su hermano en 1970 en Ecuador y lanzada como sencillo. Esa fue en realidad su primera incursión en la industria de la música, y era apenas un estudiante de preparatoria en la Academia Alianza, en Quito.

Más adelante, cuando se casó con Cristina, una chica brasileña, regresaría a Ecuador trabajar como misionero desde mediados de los 70 hasta mediados de los 80, y para la cadena radial HCJB «La Voz de los Andes». Posteriormente, viajaría prácticamente toda Sudamérica, presentándose en la radio y en conciertos cristianos que se realizaban en sedes como palacios presidenciales o pequeños poblados de la selva amazónica.

Su primer álbum, «Quiero decirles que soy feliz» fue grabado en Ecuador en 1979, y fue lanzado por Sparrow en 1980, año en que los Pennell se mudaron a California para trabajar con este sello disquero, y allí permanecieron hasta 1984. En ese lapso fue lanzada su segunda producción en español, Quiero cantar del amor», pero luego de eso, Ken se concentró en trabajar con cantantes cristianos norteamericanos: «Lo que sucedió fue que los álbumes se vendían prácticamente en toda Sudamérica y nunca me pagaron regalías. Nuestros hijos Marcelo y Carlos estaban creciendo, así que tenía una familia que sostener». De modo que, sin la oportunidad de trabajar como músico de tiempo completo, Ken tuvo que buscar otros ingresos.

Saludos desde Bogotá!!

se ke es un gran musico