Deliciosos pescados, empanadas rellenas y aceite de oliva
La cocina monegasca tiene una importante influencia francesa y también italiana, algo lógico si tenemos en cuenta el emplazamiento geográfico del país. Sin embargo, también es cierto que a los distintos platos inspirados en ambos recetarios, en Mónaco se les da una nueva "vuelta de tuerca" que los hace distintos y especiales. Es muy relevante la presencia de ingredientes tan latinos como el aceite de oliva y el ajo, lo que diferencia mucho a la cocina monegasca de la tradicional francesa. De hecho, por proximidad, la influencia de la zona provenzal francesa es muy grande en Mónaco, y precisamente en la Provenza el uso del aceite de oliva es algo habitual.
Los pescados y los mariscos son habituales en las mesas monegascas, y además son excelentes. Los salmonetes (rougets en francés) están muy bien considerados y es posible consumirlos en muchos lugares, al igual que delicias como la lubina (loup). Sin embargo, el plato de pescado más característico y típico de Mónaco es el stocafi. Se trata de una receta cuyo ingrediente principal es el bacalao, acompañado de salsa de tomate y abundantes especias, que se cocina con vino y coñac. La bullabesa francesa también es un plato que se puede encontrar en muchos restaurantes. La influencia italiana está también muy presente, por ejemplo en recetas como el spaghetti a la monegasca, con la salsa típica del principado a base de aceitunas, tomate, anchoas y especias.
La pastelería salada es toda una tradición en Mónaco. Una de las exquisiteces más consumidas, sobre todo en forma de raciones o tapas (por darles un nombre español) son los barbagium. Son una especie de empanadas o empanadillas fritas y rellenas de queso, calabaza o espinacas, puerro y arroz. Además, también son muy populares las soccas, una especie de pizzas cuya masa está elaborada con harina de garbanzo y que se sirven cubiertas de preparaciones a base de marisco, carne, pescado, verduras... Siempre, por supuesto, cocinados con aceite de oliva. En cuanto a la repostería, el postre más conocido es el fougasse, un pastel elaborado a base de frutos secos (sobre todo nueces y almendras), harina, agua de azahar y anís. Además, los amantes de los vinos encontrarán en Mónaco toda la gran variedad que ofrecen tanto Francia como Italia, además de los mejores caldos españoles y del resto del mundo. Por cercanía, merece la pena probar los vinos provenzales, rosados y blancos, muy afrutados y alegres y perfectos para degustar junto con el pescado.
el plato de pescado más característico y típico de Mónaco es el stocafi. Se trata de una receta cuyo ingrediente principal es el bacalao, acompañado de salsa de tomate y abundantes especias, que se cocina con vino y coñac. La bullabesa francesa también es un plato que se puede encontrar en muchos restaurantes. La influencia italiana está también muy presente, por ejemplo en recetas como el spaghetti a la monegasca, con la salsa típica del principado a base de aceitunas, tomate, anchoas y especias.
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Deliciosos pescados, empanadas rellenas y aceite de oliva
La cocina monegasca tiene una importante influencia francesa y también italiana, algo lógico si tenemos en cuenta el emplazamiento geográfico del país. Sin embargo, también es cierto que a los distintos platos inspirados en ambos recetarios, en Mónaco se les da una nueva "vuelta de tuerca" que los hace distintos y especiales. Es muy relevante la presencia de ingredientes tan latinos como el aceite de oliva y el ajo, lo que diferencia mucho a la cocina monegasca de la tradicional francesa. De hecho, por proximidad, la influencia de la zona provenzal francesa es muy grande en Mónaco, y precisamente en la Provenza el uso del aceite de oliva es algo habitual.
Los pescados y los mariscos son habituales en las mesas monegascas, y además son excelentes. Los salmonetes (rougets en francés) están muy bien considerados y es posible consumirlos en muchos lugares, al igual que delicias como la lubina (loup). Sin embargo, el plato de pescado más característico y típico de Mónaco es el stocafi. Se trata de una receta cuyo ingrediente principal es el bacalao, acompañado de salsa de tomate y abundantes especias, que se cocina con vino y coñac. La bullabesa francesa también es un plato que se puede encontrar en muchos restaurantes. La influencia italiana está también muy presente, por ejemplo en recetas como el spaghetti a la monegasca, con la salsa típica del principado a base de aceitunas, tomate, anchoas y especias.
La pastelería salada es toda una tradición en Mónaco. Una de las exquisiteces más consumidas, sobre todo en forma de raciones o tapas (por darles un nombre español) son los barbagium. Son una especie de empanadas o empanadillas fritas y rellenas de queso, calabaza o espinacas, puerro y arroz. Además, también son muy populares las soccas, una especie de pizzas cuya masa está elaborada con harina de garbanzo y que se sirven cubiertas de preparaciones a base de marisco, carne, pescado, verduras... Siempre, por supuesto, cocinados con aceite de oliva. En cuanto a la repostería, el postre más conocido es el fougasse, un pastel elaborado a base de frutos secos (sobre todo nueces y almendras), harina, agua de azahar y anís. Además, los amantes de los vinos encontrarán en Mónaco toda la gran variedad que ofrecen tanto Francia como Italia, además de los mejores caldos españoles y del resto del mundo. Por cercanía, merece la pena probar los vinos provenzales, rosados y blancos, muy afrutados y alegres y perfectos para degustar junto con el pescado.
Stocafi
el plato de pescado más característico y típico de Mónaco es el stocafi. Se trata de una receta cuyo ingrediente principal es el bacalao, acompañado de salsa de tomate y abundantes especias, que se cocina con vino y coñac. La bullabesa francesa también es un plato que se puede encontrar en muchos restaurantes. La influencia italiana está también muy presente, por ejemplo en recetas como el spaghetti a la monegasca, con la salsa típica del principado a base de aceitunas, tomate, anchoas y especias.