Mercachifle,,,es cierto que esa frase la dijo Enrique IV y no te voy a escribir toda la explicación histórica porque ya lo hicieron algunos compañeros del chat.
Te voy a poner una estrella ya que me parece una muy buena pregunta como la mayoría de las que formulas.
Se dice que lo dijo Enrique IV (1553-1610) Rey de Francia la verdad nadie estuvo ahí y lo grabo como para comprobar la veracidad de la frase. -Y así como esta frase miles en la historia dicen que dijo pero: ¿en verdad lo habrá dicho?- Lo que si es cierto es que esta frase fue producto del conflicto religioso francés de finales del siglo XVI.
Con esta frase se entiende que el Rey al luchar por toda Francia para ubicarse como monarca y al frente de los Hugonotes solo le hacia falta conquistar Paris y para ello tuvo que convertirse al Catolicismo por lo que Paris bien valía la pena dejar de ser un hugonote y pasar a ser un católico.
Hace unos siglos, Enrique, el furibundo y protestante rey de Navarra, luchaba enfervorecidamente contra los católicos. Por una jugada del destino y los vínculos sucesorios, coincidió que fue elegido para ser futuro rey de Francia. Sólo había un problema: el rey de Francia debía, necesariamente, ser católico, condición sine qua non para ser soberano de la Hermana Mayor de la Iglesia. Haciendo gala de una hipocresía sin límites, abjuró de su religión protestante y pronunció la famosa frase que pasó a la historia: PARÍS BIEN VALE UNA MISA. Es un caso más que ilustra la tendencia de muchos hombres hacia la traición de sus principios y a venderse al mejor postor, si eso conviene a sus intereses.
Lo dijo Enrique IV de Francia, conocido tambien como el Buen Rey o Enrique El Bueno.
Fue uno de los principales líderes hugonotes que asediaban a la monarquía francesa de los últimos Valois. Para frenar la iniciativa protestante, se ofreció a Enrique la mano de Margarita de Valois - la famosa reina Margot - en matrimonio, enlace que no cumplirá sus objetivos. Tras el fallecimiento de Enrique III y merced a su testamento, Enrique IV fue proclamado rey gracias a su conversión al catolicismo - presuntamente pronunció la famosa frase "París bien vale una misa" -. Este gesto recibió el total apoyo del pontífice Sixto IV lo que no agradó en España ya que Felipe II deseaba que el trono francés fuera ocupado por su hija Isabel Clara Eugenia, miembro de la desaparecida dinastía Valois.
Consolidado el poder en Francia, Enrique firmó la paz de Vervins con España (1598) renunciando Felipe II a entrometerse en los asuntos franceses y reconociendo la legitimidad del monarca. Para solucionar el problema religioso promulgó el edicto de Nantes por el que concedía libertad religiosa a los hugonotes, con limitadas restricciones. Desde ese momento, su objetivo fundamental será el desarrollo de la actividad agrícola, la industria y el comercio, produciéndose un espectacular crecimiento que llevará a la colonización del Canadá.
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Mercachifle,,,es cierto que esa frase la dijo Enrique IV y no te voy a escribir toda la explicación histórica porque ya lo hicieron algunos compañeros del chat.
Te voy a poner una estrella ya que me parece una muy buena pregunta como la mayoría de las que formulas.
gracias por tu baño de cultura.
Tanu
Se dice que lo dijo Enrique IV (1553-1610) Rey de Francia la verdad nadie estuvo ahí y lo grabo como para comprobar la veracidad de la frase. -Y así como esta frase miles en la historia dicen que dijo pero: ¿en verdad lo habrá dicho?- Lo que si es cierto es que esta frase fue producto del conflicto religioso francés de finales del siglo XVI.
Con esta frase se entiende que el Rey al luchar por toda Francia para ubicarse como monarca y al frente de los Hugonotes solo le hacia falta conquistar Paris y para ello tuvo que convertirse al Catolicismo por lo que Paris bien valía la pena dejar de ser un hugonote y pasar a ser un católico.
en francés: Paris vaut bien une messe
Fue Enrique IV,
lo dijo porquepara obtener el poder y ascender al trono tuvo que convertirse al catolicismo.
La frase expresa que en el fondo aún era calvinista,
Como no logro hacerse con Paris militarmente, tuvo que ganarla políticamente: con su conversion.
Yo creía que habia sido napoleon bonaparte
Hace unos siglos, Enrique, el furibundo y protestante rey de Navarra, luchaba enfervorecidamente contra los católicos. Por una jugada del destino y los vínculos sucesorios, coincidió que fue elegido para ser futuro rey de Francia. Sólo había un problema: el rey de Francia debía, necesariamente, ser católico, condición sine qua non para ser soberano de la Hermana Mayor de la Iglesia. Haciendo gala de una hipocresía sin límites, abjuró de su religión protestante y pronunció la famosa frase que pasó a la historia: PARÍS BIEN VALE UNA MISA. Es un caso más que ilustra la tendencia de muchos hombres hacia la traición de sus principios y a venderse al mejor postor, si eso conviene a sus intereses.
Lo dijo Enrique IV de Francia, conocido tambien como el Buen Rey o Enrique El Bueno.
Fue uno de los principales líderes hugonotes que asediaban a la monarquía francesa de los últimos Valois. Para frenar la iniciativa protestante, se ofreció a Enrique la mano de Margarita de Valois - la famosa reina Margot - en matrimonio, enlace que no cumplirá sus objetivos. Tras el fallecimiento de Enrique III y merced a su testamento, Enrique IV fue proclamado rey gracias a su conversión al catolicismo - presuntamente pronunció la famosa frase "París bien vale una misa" -. Este gesto recibió el total apoyo del pontífice Sixto IV lo que no agradó en España ya que Felipe II deseaba que el trono francés fuera ocupado por su hija Isabel Clara Eugenia, miembro de la desaparecida dinastía Valois.
Consolidado el poder en Francia, Enrique firmó la paz de Vervins con España (1598) renunciando Felipe II a entrometerse en los asuntos franceses y reconociendo la legitimidad del monarca. Para solucionar el problema religioso promulgó el edicto de Nantes por el que concedía libertad religiosa a los hugonotes, con limitadas restricciones. Desde ese momento, su objetivo fundamental será el desarrollo de la actividad agrícola, la industria y el comercio, produciéndose un espectacular crecimiento que llevará a la colonización del Canadá.