La televisión venezolana, hoy por hoy, no aporta lo que debiera a la cultura nacional. Es más, su influencia es, quizás, negativa.
Patrocinantes, agencias y estaciones parecen olvidar que además del derecho y necesidad de anunciar productos, está el deber de saberlo hacer.
la televisión venezolana, no satisfecha con su esforzada labor hacia el descenso de los más elementales valores de la dignidad humana, consideró más que necesario, imprescindible, programar espectáculos filmados cuya base son el terror y la violencia,
las cuñas comerciales en su gran mayoría, acostumbran a los televidentes venezolanos a gritar, a hablar mal nuestro idioma, y a comprar algunos productos por la razón primordial de que son estímulos del sexo.
El ser humano tiene una tendencia natural hacia lo mejor. La televisión venezolana no estimula esta tendencia,
La televisión venezolana está cometiendo el grave pecado de subestimar al público venezolano
Me llena de tristeza ver que se engañe a un niño, porque lo que la televisión venezolana está diciendo a su pueblo no es toda la verdad de la vida
La televisión tiene una influencia en el hogar mucho mayor que la de cualquier otro medio de comunicación masiva. Su fuerza es terrible. Esa fuerza implica una mayor responsabilidad.
Es hora que la competencia sea para ver quién puede lograr el mayor respeto, el mayor aprecio y el mayor cariño de la comunidad venezolana.
Es, además, económicamente aconsejable hacer los máximos esfuerzos por elevar los niveles de ese «grueso del publico» a quien hoy por hoy se le dan gritos y situaciones equívocas por la televisión
Quienes pagan a la televisión deben hacerse un examen de conciencia y preguntarse en qué lugar queda su responsabilidad para con el país.
De no ser así yo predigo que la televisión venezolana se irá hundiendo cada día más, en su mar de irresponsable vulgaridad con la única consecuencia de provocar la intervención del Estado.
Cuando estemos en manos del Estado habremos perdido la libertad de competencia, la libertad de escogencia entre canales, y con toda probabilidad habremos perdido la libertad de expresión;
¿De quien será entonces la culpa? La respuesta es una sola: de quienes hoy en día pagan y administran la industria de la televisión venezolana.
Algo positivo es que hay mayor cabida para la producción nacional! Se dan oportunidades a nuevos talentos jóvenes y rompe ese vicio de los mismos dinosaurios de siempre en los canales de TV.
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lo bueno aca:
http://www.minci.gob.ve/noticias-ley_resorte/1/925...
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lo malo lo escribo:
La televisión venezolana, hoy por hoy, no aporta lo que debiera a la cultura nacional. Es más, su influencia es, quizás, negativa.
Patrocinantes, agencias y estaciones parecen olvidar que además del derecho y necesidad de anunciar productos, está el deber de saberlo hacer.
la televisión venezolana, no satisfecha con su esforzada labor hacia el descenso de los más elementales valores de la dignidad humana, consideró más que necesario, imprescindible, programar espectáculos filmados cuya base son el terror y la violencia,
las cuñas comerciales en su gran mayoría, acostumbran a los televidentes venezolanos a gritar, a hablar mal nuestro idioma, y a comprar algunos productos por la razón primordial de que son estímulos del sexo.
El ser humano tiene una tendencia natural hacia lo mejor. La televisión venezolana no estimula esta tendencia,
La televisión venezolana está cometiendo el grave pecado de subestimar al público venezolano
Me llena de tristeza ver que se engañe a un niño, porque lo que la televisión venezolana está diciendo a su pueblo no es toda la verdad de la vida
La televisión tiene una influencia en el hogar mucho mayor que la de cualquier otro medio de comunicación masiva. Su fuerza es terrible. Esa fuerza implica una mayor responsabilidad.
Es hora que la competencia sea para ver quién puede lograr el mayor respeto, el mayor aprecio y el mayor cariño de la comunidad venezolana.
Es, además, económicamente aconsejable hacer los máximos esfuerzos por elevar los niveles de ese «grueso del publico» a quien hoy por hoy se le dan gritos y situaciones equívocas por la televisión
Quienes pagan a la televisión deben hacerse un examen de conciencia y preguntarse en qué lugar queda su responsabilidad para con el país.
De no ser así yo predigo que la televisión venezolana se irá hundiendo cada día más, en su mar de irresponsable vulgaridad con la única consecuencia de provocar la intervención del Estado.
Cuando estemos en manos del Estado habremos perdido la libertad de competencia, la libertad de escogencia entre canales, y con toda probabilidad habremos perdido la libertad de expresión;
¿De quien será entonces la culpa? La respuesta es una sola: de quienes hoy en día pagan y administran la industria de la televisión venezolana.
Algo positivo es que hay mayor cabida para la producción nacional! Se dan oportunidades a nuevos talentos jóvenes y rompe ese vicio de los mismos dinosaurios de siempre en los canales de TV.