Donde más a fondo se trata este tema es en las obras de Danica Seleskovitch y Marianne Lederer. Estas dos autoras se refieren, sobre todo, a la interpretación consecutiva y a los problemas que plantea la notación de números.
Según Seleskovitch y Lederer, bien se podría pensar que la interpretación de números debería ser algo sencillo, ya que, al contrario de lo que ocurre con otras palabras, éstas sólo tienen un significado, igual en todas las lenguas, que se puede anotar fácilmente con el correspondiente guarismo. El proceso de la interpretación se limita, pues, a la decodificación de lo que se ha escuchado, la recodificación mediante un símbolo y, finalmente, la decodificación de éste en la lengua de llegada (ejemplo: “cinco” --> 5 --> fünf). Por consiguiente, no es necesaria la transcodificación.
Sin embargo, el contenido semántico de los números es menor que el de
otras palabras, por lo que son más difíciles de recordar. Sólo en muy contados casos tienen una connotación especial o un valor semántico adicional (3 ó 7 como números de la suerte, por ejemplo, o el 13 como número de la mala suerte).
Seleskovitch distingue, por un lado, la memoria verbal (mémoire verbale), que retiene la imagen acústica de una palabra que se escucha, y, por otro lado, la memoria del sentido (mémoire du sens). La primera almacena la información sólo durante algunos segundos. En cuanto se puedan obtener unidades semánticas mediante la combinación de imágenes acústicas, dichas unidades pasan a la memoria del sentido, que retiene la información por más tiempo.
Como los números no tienen un sentido propiamente dicho, no pueden ser almacenados de esta forma automática. Para que esto ocurriera, el intérprete tendría que concentrarse en el número y volver a pensarlo. Ello interferiría en el procesamiento analítico del texto llevado a cabo al mismo tiempo.
Por consiguiente, los números se deben anotar inmediatamente en cualquier caso; aun así, se interrumpe el proceso de la asimilación del sentido.
Esto se puede deducir de un experimento con estudiantes de interpretación, a los que se leyó un texto con varios múmeros. El análisis de las notas revela que la toma de notas se volvía más literal al aparecer los números. Sólo un buen rato después recobraba la buena estructuración que había tenido antes de la aparición de los números, lo cual indica una mejor comprensión de lo escuchado en el momento de anotar.
Por otra parte, Seleskovitch sostiene que un único número es más perjudicial para el análisis que toda una serie de ellos. Este fenómeno se debe a que, al haber varias cifras, el intérprete tiene la posibilidad de reaccionar adecuadamente, esto es, redoblar la concentración para anotar correctamente los números y no perder el hilo del discurso.
En lo referente al proceso de aprendizaje de la transmisión correcta de números, Seleskovitch afirma que, al principio, lo importante es captar y transmitir la magnitud aproximada. Refiriéndose a un pasaje de un texto interpretado por un estudiante, elogia la transformación de el 26% en una cuarta parte, el 58% en más de la mitad y 46 de 71 en más de la mitad, también.
Con ello, aboga por no pegarse a la palabra, al menos al empezar, incluso si ello va en detrimento de la exactitud. Esto resulta coherente con lo antedicho, ya que, en los ejemplos, el intérprete demuestra que ha analizado lo oído y al transformar el mero número 56 en más de la mitad, le da un sentido adicional, que, según el razonamiento de la autora, debería ser más fácil de recordar.
No obstante, nos parece que este proceso de análisis es más difícil que la toma de nota automática de los números. Transformar 46 de 71 en más de la mitad, a mi juicio, requiere una concentración más alta todavía e interfiere, por lo menos, en la misma medida en el análisis de la parte no-numérica del texto.
ESPERO PODERTE HABER AYUDADO , TE DEJO LA PAGINA Q MAS ME CONVENCIO
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HOLA!!
ACA ESTA LA INFORMACION SOBRE ELLA:
2.1. Danika Seleskovitch
Donde más a fondo se trata este tema es en las obras de Danica Seleskovitch y Marianne Lederer. Estas dos autoras se refieren, sobre todo, a la interpretación consecutiva y a los problemas que plantea la notación de números.
Según Seleskovitch y Lederer, bien se podría pensar que la interpretación de números debería ser algo sencillo, ya que, al contrario de lo que ocurre con otras palabras, éstas sólo tienen un significado, igual en todas las lenguas, que se puede anotar fácilmente con el correspondiente guarismo. El proceso de la interpretación se limita, pues, a la decodificación de lo que se ha escuchado, la recodificación mediante un símbolo y, finalmente, la decodificación de éste en la lengua de llegada (ejemplo: “cinco” --> 5 --> fünf). Por consiguiente, no es necesaria la transcodificación.
Sin embargo, el contenido semántico de los números es menor que el de
otras palabras, por lo que son más difíciles de recordar. Sólo en muy contados casos tienen una connotación especial o un valor semántico adicional (3 ó 7 como números de la suerte, por ejemplo, o el 13 como número de la mala suerte).
Seleskovitch distingue, por un lado, la memoria verbal (mémoire verbale), que retiene la imagen acústica de una palabra que se escucha, y, por otro lado, la memoria del sentido (mémoire du sens). La primera almacena la información sólo durante algunos segundos. En cuanto se puedan obtener unidades semánticas mediante la combinación de imágenes acústicas, dichas unidades pasan a la memoria del sentido, que retiene la información por más tiempo.
Como los números no tienen un sentido propiamente dicho, no pueden ser almacenados de esta forma automática. Para que esto ocurriera, el intérprete tendría que concentrarse en el número y volver a pensarlo. Ello interferiría en el procesamiento analítico del texto llevado a cabo al mismo tiempo.
Por consiguiente, los números se deben anotar inmediatamente en cualquier caso; aun así, se interrumpe el proceso de la asimilación del sentido.
Esto se puede deducir de un experimento con estudiantes de interpretación, a los que se leyó un texto con varios múmeros. El análisis de las notas revela que la toma de notas se volvía más literal al aparecer los números. Sólo un buen rato después recobraba la buena estructuración que había tenido antes de la aparición de los números, lo cual indica una mejor comprensión de lo escuchado en el momento de anotar.
Por otra parte, Seleskovitch sostiene que un único número es más perjudicial para el análisis que toda una serie de ellos. Este fenómeno se debe a que, al haber varias cifras, el intérprete tiene la posibilidad de reaccionar adecuadamente, esto es, redoblar la concentración para anotar correctamente los números y no perder el hilo del discurso.
En lo referente al proceso de aprendizaje de la transmisión correcta de números, Seleskovitch afirma que, al principio, lo importante es captar y transmitir la magnitud aproximada. Refiriéndose a un pasaje de un texto interpretado por un estudiante, elogia la transformación de el 26% en una cuarta parte, el 58% en más de la mitad y 46 de 71 en más de la mitad, también.
Con ello, aboga por no pegarse a la palabra, al menos al empezar, incluso si ello va en detrimento de la exactitud. Esto resulta coherente con lo antedicho, ya que, en los ejemplos, el intérprete demuestra que ha analizado lo oído y al transformar el mero número 56 en más de la mitad, le da un sentido adicional, que, según el razonamiento de la autora, debería ser más fácil de recordar.
No obstante, nos parece que este proceso de análisis es más difícil que la toma de nota automática de los números. Transformar 46 de 71 en más de la mitad, a mi juicio, requiere una concentración más alta todavía e interfiere, por lo menos, en la misma medida en el análisis de la parte no-numérica del texto.
ESPERO PODERTE HABER AYUDADO , TE DEJO LA PAGINA Q MAS ME CONVENCIO
CHAMA FLOWERS (*.*)
BUEN DIA
Danica Seleskovitch (1921-2001) was a famous teacher of expert conference interpreting. She was also famous as a researcher and theorist. She founded the interpretation wing of the Ãcole Supérieure d’Interprètes et de Traducteurs (ESIT) at the University of Paris III and reigned over it for some 20 years.