Pueden sintetizarse los principales lineamientos del “Sturm und Drang” en los siguientes conceptos:
El rechazo del racionalismo — Especialmente como pauta del comportamiento individual. No se trata de desvalorizar la razón como instrumento del conocimiento humano; sino de exaltar la actitud de la personalidad impulsiva, que actúa guiada por los embates de la pasión antes que por los consejos de la reflexión racional. En realidad, las principales obras representativas de esta corriente, como el “Fausto” de Goethe, se encuentran imbuída de contenidos intelectuales sumamente elaborados, al punto de que muchas veces resulta necesario un estudio detenido y muy detallado para alcanzar a percibir la sutileza de algunos de sus temas.
La valoración de lo misterioso — Como un componente de los hechos que ocurren con prescindencia de la lógica racional, los autores frecuentemente acuden a la fuente de las leyendas y supersticiones populares; que además representan un recurso de extracción nacionalista alemana.
El panteísmo naturalista — Los procesos intensamente místicos estuvieron presentes en alguna etapa de la vida de casi todos los grandes exponentes de esta corriente. Pero, fuertemente influídos por el reformismo religioso alemán, tratan de armonizar los fundamentos de la religión con una permanente invocación de la naturaleza, a la que presentan como un gran organismo viviente, libre y salvaje; incluyendo en ese concepto los componentes espontáneos y hasta instintivos del ser humano, que en último análisis son vistos todos ellos como otras tantas manifestaciones de la voluntad divina.
La exaltación del sentimiento — En contrapartida del rechazo del predominio de los dictados de la razón como determinantes de la conducta humana, el impulso emanado de los sentimientos y de las emociones, especialmente del amor y su pasión, es valorado como factor predominante al que es preciso liberar en sus manifestaciones vitales. Goethe dijo “El mejor hombre, es el que se estremece”.
La exaltación de lo individual — Como una manifestación trasladada desde la concepción de la autonomía individual en lo religioso preconizada por la Reforma Luterana, el impulso creador del artista es visto como una manifestación de la individualidad a través de sus sensaciones, su inspiración, las visiones de la intuición y la influencia del amor. Lo esencial de la poesía consiste en una emancipación del espíritu, una especie de confesión íntima, que bucea en lo más especificamente singular del individuo, como ocurre en el “Werther” de Goethe. No obstante, también ocurre que en la identificación de los personajes con ciertos valores permanentes, esos propios personajes - especialmente el de Fausto y el de Mefistófeles - no solamente constituyen protagonistas individuales, sino que en buena medida son símbolos de caracteres humanos típicos y representativos de complejas concepciones filosóficas universales.
La fuerte vinculación que encierran las expresiones literarias del “Sturm und Drang” con concepciones filosóficas y con las determinantes de la personalidad individual - entre ellas, la cuestión del alcance de los universalia aristotélicos como elementos objetivos o como simple nomina dependiente de la idea, sólo válidos subjetivamente - hizo que estas obras y sus personajes principales y más elaborados hayan sido referentes frecuentes para los ulteriores estudios sobre la psicología y los tipos de personalidad.
Sin duda, fue Johann Wolfgang von Goethe el representante más destacado de lo que se llama “la época de los genios” de la literatura alemana, y el principal exponente de la corriente del “Sturm und Drang”.
Generalmente se considera que la primera expresión del movimiento literario del “Sturm und Drang” sea un drama de carácter histórico escrito por Goethe en 1773; que trata del alzamiento contra el poder político, titulado “Götz von Berlichingen”, nombre de su protagonista, un caballero alemán del Siglo XVI.
Goethe colaboró, asimismo, en un ensayo escrito por Herder, titulado “Sobre el estilo y el arte alemán” publicado en 1773; verdadero manifiesto del “Sturm und Drang”; donde fueron expuestos sus conceptos del impulso creador del artista, como una manifestación de la individualidad a través de sus sensaciones, su inspiración, las visiones de la intuición y la influencia del amor. Para él, lo esencial de la poesía consiste en una emancipación del espíritu, una especie de confesión íntima. Allí se hizo mucho hincapié en que las canciones populares alemanas trasuntaban romanticismo.
La obra más clásica de Goethe en relación a esta corriente literaria, es su novela epistolar “Las tribulaciones del joven Werther”, publicada en el año 1779. Werther es considerada una de las principales expresiones literarias del romanticismo, expone como su tema central un amor frustr
movimiento literario alemán (c. 1765-1785) que surgió como reacción al excesivo valor atribuido por la ilustración al intelecto, la razón y el refinamiento de la civilización. Estimulado por las ideas del filósofo francés Jean-Jacques Rousseau, y bajo la influencia directa de Johann Gottfried von Herder, algunos jóvenes escritores alemanes comenzaron a preocuparse ante todo por la emoción subjetiva y la espontaneidad del acto creativo. Los elementos del Sturm und Drang se aprecian en las obras de Johann Wolfgang von Goethe, especialmente en el drama Götz von Berlichingen (1773), basado en la vida real del caballero homónimo de la reforma modelo de rebeldía libertaria, y en la novela Die Leiden des jungen Werthers (Las tribulaciones del joven Werther, 1774), así como en las obras de Friedrich von Schiller, Die Räuber (Los bandidos, 1781). Este movimiento fue el preludio del romanticismo.
Answers & Comments
Verified answer
con este movimiento a principios del siglo xix
se inaugura el romanticismo en el mundo
Componentes principales del “Sturm und Drang”.
Pueden sintetizarse los principales lineamientos del “Sturm und Drang” en los siguientes conceptos:
El rechazo del racionalismo — Especialmente como pauta del comportamiento individual. No se trata de desvalorizar la razón como instrumento del conocimiento humano; sino de exaltar la actitud de la personalidad impulsiva, que actúa guiada por los embates de la pasión antes que por los consejos de la reflexión racional. En realidad, las principales obras representativas de esta corriente, como el “Fausto” de Goethe, se encuentran imbuída de contenidos intelectuales sumamente elaborados, al punto de que muchas veces resulta necesario un estudio detenido y muy detallado para alcanzar a percibir la sutileza de algunos de sus temas.
La valoración de lo misterioso — Como un componente de los hechos que ocurren con prescindencia de la lógica racional, los autores frecuentemente acuden a la fuente de las leyendas y supersticiones populares; que además representan un recurso de extracción nacionalista alemana.
El panteísmo naturalista — Los procesos intensamente místicos estuvieron presentes en alguna etapa de la vida de casi todos los grandes exponentes de esta corriente. Pero, fuertemente influídos por el reformismo religioso alemán, tratan de armonizar los fundamentos de la religión con una permanente invocación de la naturaleza, a la que presentan como un gran organismo viviente, libre y salvaje; incluyendo en ese concepto los componentes espontáneos y hasta instintivos del ser humano, que en último análisis son vistos todos ellos como otras tantas manifestaciones de la voluntad divina.
La exaltación del sentimiento — En contrapartida del rechazo del predominio de los dictados de la razón como determinantes de la conducta humana, el impulso emanado de los sentimientos y de las emociones, especialmente del amor y su pasión, es valorado como factor predominante al que es preciso liberar en sus manifestaciones vitales. Goethe dijo “El mejor hombre, es el que se estremece”.
La exaltación de lo individual — Como una manifestación trasladada desde la concepción de la autonomía individual en lo religioso preconizada por la Reforma Luterana, el impulso creador del artista es visto como una manifestación de la individualidad a través de sus sensaciones, su inspiración, las visiones de la intuición y la influencia del amor. Lo esencial de la poesía consiste en una emancipación del espíritu, una especie de confesión íntima, que bucea en lo más especificamente singular del individuo, como ocurre en el “Werther” de Goethe. No obstante, también ocurre que en la identificación de los personajes con ciertos valores permanentes, esos propios personajes - especialmente el de Fausto y el de Mefistófeles - no solamente constituyen protagonistas individuales, sino que en buena medida son símbolos de caracteres humanos típicos y representativos de complejas concepciones filosóficas universales.
La fuerte vinculación que encierran las expresiones literarias del “Sturm und Drang” con concepciones filosóficas y con las determinantes de la personalidad individual - entre ellas, la cuestión del alcance de los universalia aristotélicos como elementos objetivos o como simple nomina dependiente de la idea, sólo válidos subjetivamente - hizo que estas obras y sus personajes principales y más elaborados hayan sido referentes frecuentes para los ulteriores estudios sobre la psicología y los tipos de personalidad.
Sin duda, fue Johann Wolfgang von Goethe el representante más destacado de lo que se llama “la época de los genios” de la literatura alemana, y el principal exponente de la corriente del “Sturm und Drang”.
Generalmente se considera que la primera expresión del movimiento literario del “Sturm und Drang” sea un drama de carácter histórico escrito por Goethe en 1773; que trata del alzamiento contra el poder político, titulado “Götz von Berlichingen”, nombre de su protagonista, un caballero alemán del Siglo XVI.
Goethe colaboró, asimismo, en un ensayo escrito por Herder, titulado “Sobre el estilo y el arte alemán” publicado en 1773; verdadero manifiesto del “Sturm und Drang”; donde fueron expuestos sus conceptos del impulso creador del artista, como una manifestación de la individualidad a través de sus sensaciones, su inspiración, las visiones de la intuición y la influencia del amor. Para él, lo esencial de la poesía consiste en una emancipación del espíritu, una especie de confesión íntima. Allí se hizo mucho hincapié en que las canciones populares alemanas trasuntaban romanticismo.
La obra más clásica de Goethe en relación a esta corriente literaria, es su novela epistolar “Las tribulaciones del joven Werther”, publicada en el año 1779. Werther es considerada una de las principales expresiones literarias del romanticismo, expone como su tema central un amor frustr
movimiento literario alemán (c. 1765-1785) que surgió como reacción al excesivo valor atribuido por la ilustración al intelecto, la razón y el refinamiento de la civilización. Estimulado por las ideas del filósofo francés Jean-Jacques Rousseau, y bajo la influencia directa de Johann Gottfried von Herder, algunos jóvenes escritores alemanes comenzaron a preocuparse ante todo por la emoción subjetiva y la espontaneidad del acto creativo. Los elementos del Sturm und Drang se aprecian en las obras de Johann Wolfgang von Goethe, especialmente en el drama Götz von Berlichingen (1773), basado en la vida real del caballero homónimo de la reforma modelo de rebeldía libertaria, y en la novela Die Leiden des jungen Werthers (Las tribulaciones del joven Werther, 1774), así como en las obras de Friedrich von Schiller, Die Räuber (Los bandidos, 1781). Este movimiento fue el preludio del romanticismo.