Padre, perdonalos porque no saben lo que hacen
Crees que implica el significado simple que parece decir que en realidad no sabiamos lo que haciamos o esconde algo mas profundo
Gracias por darme mas de ti para conocernos mejor por dentro
Un abrazo lleno de amor y luz
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En la perfecta sabiduría del amado maestro Jesús, no existe posibilidad alguna de un juicio de pecado por la perversidad de una mente cautivada por la emoción del temor. El hecho enajenante de la repulsión al amor, siendo fuente perfecta de vida y perfección de la naturaleza humana, sólo denota ignorancia y manipulación de parte del elemento social y en contra de las virtudes inalienables del corazón de los hombres. Se nace en la conciencia del amor y, según pasamos por la vida, se nos inculca la emoción del temor en menoscabo de la fe como nuestra fuente de sabiduría en el amor.
Jesús le pide al Señor Padre un perdón incondicional a sus hijos y sus hermanos, "porque no saben lo que hacen". En esa frase se encuentra resumida la razón en grado de pureza de lo que lo motiva a Jesús su nacimiento como Redentor de la humanidad. El no le señala responsabilidad alguna a los hombre al querer sacrificar al Dios humanizado por sus miserias vividas en la emoción del temor. Esa es la emoción que representa todo el desamor como reflejo de las flaquezas del hombre y en favor del poder que nuestros miedos le otorgan a Satanás. Nos reconoce en la pureza de nuestro corazón, más allá de nuestra aparente perversidad emocional.
Creo que en sus palabras demuestra el gran amor que tiene por la humanidad....pienso que esa sencilla frase esconde un mensaje a la vez claro y transparente para cada uno de nosotros:No importa el daño que te hagan perdona ,siempre perdona ,porque quien lo hizo no fue consciente de su actuar....eso pienso yo, bendiciones y lindo dÃa!!
Claro, no creo que la frase vaya mucho mas alla si conocemos bien el contexto.
1.- quienes lo hacian ignoraban quien era Jesus en realidad
2.- Pero era conveniente que fuera asi porque de solo de esa forma podia cumplirse lo escrito por los profetas, imagina que si hubieran sabido no hacen lo que hicieron con el.
entonces auque le mataron ayudaron a complir lo que estaba escrito.
esa es mi humilde opinion...... que dios te bendiga........
Ellos no sabÃan que crucificaban al Hijo de Dios, a Nuestro Señor Jesucristo Dios hecho hombre; si lo hubiesen sabido gran horror habrÃan tenido. Por eso Nuestro Señor pide al Padre que a éstos se le perdone ese pecado y no se les impute porque al que crucificaban no era solo hombre sino también Dios. Por esta ignorancia total de estos hombres pide Nuestro Señor al Padre le sean a éstos perdonados estos pecados contra Su sagrada Persona.
Ciertamente la humanidad no sabe aún que no entiende el lenguaje del Maestro y Señor Jesús El Cristo (no Jesucristo) pues sigue oyendo las enseñanzas de las doctrinas del mundo de las que se dijo: "Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mÃ. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres" y se prueba fácilmente cuando enseñan que solo este pequeño planeta es el único habitado del universo.
En aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús, le preguntó: Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces lo tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces? Jesús le contesta: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Y les propuso esta parábola: Se parece el Reino de los Cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debÃa diez mil talentos. Como no tenÃa con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara asÃ. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo. El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debÃa cien denarios, y, agarrándolo, lo estrangulaba diciendo: Págame lo que me debes. El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo y te lo pagaré. Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debÃa. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: ¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debÃas tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti? Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano. Cuando acabó Jesús estos discursos, partió de Galilea y vino a la región de Judea, al otro lado del Jordán.
Reflexión
Juan Pablo II dio al mundo uno de los más grandes ejemplos de perdón cuando, en 1982, después de que atentaran contra su vida, fue a visitar a Ali Agca para ofrecerle su perdón. Perdonar a quien intentó asesinarle es todo un testimonio del seguimiento de Cristo.
Jesús no pone lÃmites a la hora de olvidar las faltas. Además nos dejó un sacramento, el de la Penitencia, para borrar los pecados que cometiésemos contra Ãl, contra Dios. De ahà sacamos una lección de misericordia y de amor. Dios nos gana a todos en generosidad, y no sólo nos perdona una o dos faltas, sino todos los pecados por graves que éstos sean.
Asà como Dios perdona, asà como el Papa perdonó, igualmente debemos hacer nosotros con todos aquellos que nos perjudican.
Perdonar es vivir la caridad. Aunque sea costoso y se oponga a nuestros sentimientos y pasiones, es la mejor manera de manifestar nuestra correspondencia al amor de Dios.
El perdón es una manera de vivir muy cristiana, y muy necesaria, sobre todo en los ambientes donde reina el odio y la venganza. Dicen que las guerras no se vencen con la fuerza de las armas, sino con el poder del perdón.
ORIGEN DEL SERMÃN DE LAS SIETE PALABRAS
Las siete palabras de Cristo en la cruz fueron recopiladas y analizadas en detalle por vez primera por el monje cisterciense Arnaud de Bonneval (+1156) en el siglo XII. A partir de ese momento las consideraciones teológicas o piadosas de esas palabras se multiplican. Pero fue San Roberto Berlarmino (Doctor de la Iglesia, 1542-1621) quien más impulsó su difusión y práctica al escribir el tratado “Sobre las siete palabras pronunciadas por Cristo en la cruz”. Desde entonces se propagó la costumbre de predicar el tradicional “Sermón de las siete palabras” en la mañana o mediodÃa del Viernes Santo.
Con MarÃa…
escuchamos las siete palabras:
1. ”Padre; perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lc. 23,34).
En la Biblia, con mucha frecuencia escuchamos al pueblo de Dios, Israel, pidiendo venganza contra sus enemigos (Sa1mo 35; 59,11ss; 109,6-20; etc.) Los israelitas pensaban que Dios manifestaba su justicia destruyendo a los adversarios del pueblo.
Jesús, el hijo del carpintero, enseña otro camino: La justicia de Dios se manifiesta en su misericordia. La Salvación se ofrece a través del perdón. Jesús perdona al pecador (Jn 8,lss), al explotador (Lc 19,1ss), al enemigo (Mt 5,43ss). y en la cruz, experimentando el sufrimiento y la humillación de una muerte injusta, intercede ante Dios por sus verdugos. Realiza en su muerte lo que enseñó en su vida .
Sus verdugos son conscientes, mal intencionados y culpables de la muerte de Jesús (Mc 3,6; 15,10; Mt 27,25); pero Jesús los disculpa ante el Padre: No alcanzan a percibir la gravedad de sus actos.
MarÃa está junto a la cruz, y en medio del dolor grande de ver que se tortura y se sacrifica a su hijo, estamos convencidos de que ella se unió a la súplica de perdón que escuchó de labios de su hijo, y también perdonaba a sus verdugos.
Los discÃpulos, después de la Resurrección, comprendieron esta actitud de Jesús y lo imitaron: Ofrecieron sus vidas hasta el martirio (Hechos 7,57ss), disculparon a sus perseguidores (Hechos 3,15-17; 13,27) y oraron por ellos (Hechos 7,60).
Esta actitud que debe caracterizar a los cristianos: reconocer que los violentos aunque estén asesinando, secuestrando, torturando, explotando y masacrando al pueblo, son nuestros hermanos y debemos amarlos. Nuestra lucha es la de Jesús, que “no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva” (Ez. 18,23). y las armas de nuestro combate no son el fusil y la violencia, sino la verdad, la justicia, la Palabra de Dios, la defensa de los débiles, el trabajo por la Paz. (Ef.6,14ss; Mt 5,3ss).
Esconde algo mas profundo.
No sabÃan lo que hacÃan.
Porque fue confuso dios en los textos sagrados: dijo que venia el mesÃas y se apareció el mismo dios como Jesús. ¡Esperaban al mesÃas no a dios!! Los sorprendió.
Con esas palabras Jesús perdonó sin reservas, de corazón, a aquellos que lo condenaron a muerte,presentando falsos testimonios.
Que ejemplo!
Saludos!