Es un método un poco rudo pero efectivo... si has llegado al punto del brillo que resta elegancia a la prenda y has arruinado la tela misma, arriésgate a lo siguiente: compra lija del no. CERO, es decir con el grano más fino posible, mójala y humedece la tela con agua o vinagre de manera fina y superficial. Haz desplazamientos en redondel sobre las partes afectadas por el brillo muy suavemente y tratando de no hacer énfasis en ninguna parte en especial, solo extiéndelo. Notarás que ya bien seca la superficie la tela ha recuperado el mate original. Esto es debido a que la microfibra compactada por efecto de calor intenso de la plancha fue eliminado con el paso de la lija. Insisto en tener sutileza y apenas rozar la tela con lija para no dañarla. Saludos