En griego, el idioma en que se escribió el Nuevo Testamento, existen dos vocablos que se han traducido al español como "palabra". Uno es 'logos', y el otro es 'rhema'. Si bien el significado general es "palabra", en griego los dos vocablos mencionados tienen matices diferentes, que el vocablo español no refleja.
—'Logos' es la Palabra de Dios que ha sido dicha una vez. 'Rhema' es la Palabra que ha sido dicha por segunda vez. La Biblia entera es la Palabra (logos) de Dios. Es lo que Dios ya ha hablado en la historia, es la palabra de verdad, una revelación completa, cabal, de la voluntad de Dios para el hombre.
—Pero la Biblia no es el 'rhema' de Dios, porque el 'rhema' es lo que Dios nos habla por segunda vez, por medio del Espíritu Santo, en forma específica a nuestro corazón. El 'logos' es la Palabra objetiva; en cambio el 'rhema' es la Palabra subjetiva. Cuando María recibió la visita del ángel, él le trajo el 'rhema' de Dios. Por eso María pudo decir: "Hágase conmigo conforme tu palabra ('rhema')" (Lc. 1:38). Dios le había hablado a ella específicamente.
—El 'rhema' de Dios no es independiente del 'logos', pues se basa en él. Cuando Dios nos habla de manera específica, el Espíritu Santo usará el 'logos' para hacerlo, y lo hará aplicándolo a nuestra situación presente. Un fragmento del 'logos' se transformará en el 'rhema' para nosotros, y suplirá nuestra necesidad. Cuando el Señor contestó a Satanás en el desierto dijo: "No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra ('rhema') que sale de la boca de Dios" (Mt. 4:4). El Señor había recibido el 'rhema' de Dios, ese era su alimento, por tanto no necesitaba convertir las piedras en pan.
—Son los 'rhemas' de Dios los que nos alientan, nos exhortan, nos edifican. Son las respuestas de Dios, procedentes de su Palabra, que nos llenan el corazón de certidumbre, gozo y paz. Se cuenta el caso de una joven que era muy miedosa, y que no soportaba la oscuridad. Cuando ella se convirtió, vencía su miedo poniendo la Biblia debajo de su cabecera por las noches. Pero un día Dios le habló: "No temas". Y descubrió que en la Biblia aparece 365 veces esa expresión. Entonces ella pensó que era la respuesta de Dios, para vencer el miedo cada día del año. Desde entonces, ella no temió más: había recibido un 'rhema' de Dios.
— ¿Cómo la iglesia es purificada hoy de las impurezas del mundo? "Por el lavamiento del agua por la palabra" ('rhema') (Ef.5:26). ¡Qué importante es! ¡Cuánto necesitamos de los 'rhemas' de Dios!
— Ahora, ¿cómo obtener estos 'rhemas'? Primeramente, debemos estar muy familiarizados con el 'logos'. Tenemos que llenar nuestra mente y nuestro corazón con la Biblia; así, el Espíritu Santo tendrá mucho a qué echar mano para hablarnos en situaciones determinadas. El Espíritu Santo tomará la letra de la Palabra (el 'logos') y la transformará en espíritu, pues la Palabra (el 'rhema') es espíritu y vida, es la Palabra viva de Dios.
—Si nos abrimos a la Palabra de Dios (el 'logos'), para que abunde en nuestro corazón, los rhemas abundarán también en nuestra vida, y así la Palabra de Dios paulatinamente se irá encarnando en nosotros. Es decir, iremos siendo transformados en la misma imagen de nuestro Señor Jesucristo.
Gracias por tan grande aclaración. Cuando estamos comenzando ern la Palabra y los caminos del Señor es muy importante la orientación de aquellos que tienen el conocimiento y la sabiduría que proviene de lo alto. Bendiciones.
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En griego, el idioma en que se escribió el Nuevo Testamento, existen dos vocablos que se han traducido al español como "palabra". Uno es 'logos', y el otro es 'rhema'. Si bien el significado general es "palabra", en griego los dos vocablos mencionados tienen matices diferentes, que el vocablo español no refleja.
—'Logos' es la Palabra de Dios que ha sido dicha una vez. 'Rhema' es la Palabra que ha sido dicha por segunda vez. La Biblia entera es la Palabra (logos) de Dios. Es lo que Dios ya ha hablado en la historia, es la palabra de verdad, una revelación completa, cabal, de la voluntad de Dios para el hombre.
—Pero la Biblia no es el 'rhema' de Dios, porque el 'rhema' es lo que Dios nos habla por segunda vez, por medio del Espíritu Santo, en forma específica a nuestro corazón. El 'logos' es la Palabra objetiva; en cambio el 'rhema' es la Palabra subjetiva. Cuando María recibió la visita del ángel, él le trajo el 'rhema' de Dios. Por eso María pudo decir: "Hágase conmigo conforme tu palabra ('rhema')" (Lc. 1:38). Dios le había hablado a ella específicamente.
—El 'rhema' de Dios no es independiente del 'logos', pues se basa en él. Cuando Dios nos habla de manera específica, el Espíritu Santo usará el 'logos' para hacerlo, y lo hará aplicándolo a nuestra situación presente. Un fragmento del 'logos' se transformará en el 'rhema' para nosotros, y suplirá nuestra necesidad. Cuando el Señor contestó a Satanás en el desierto dijo: "No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra ('rhema') que sale de la boca de Dios" (Mt. 4:4). El Señor había recibido el 'rhema' de Dios, ese era su alimento, por tanto no necesitaba convertir las piedras en pan.
—Son los 'rhemas' de Dios los que nos alientan, nos exhortan, nos edifican. Son las respuestas de Dios, procedentes de su Palabra, que nos llenan el corazón de certidumbre, gozo y paz. Se cuenta el caso de una joven que era muy miedosa, y que no soportaba la oscuridad. Cuando ella se convirtió, vencía su miedo poniendo la Biblia debajo de su cabecera por las noches. Pero un día Dios le habló: "No temas". Y descubrió que en la Biblia aparece 365 veces esa expresión. Entonces ella pensó que era la respuesta de Dios, para vencer el miedo cada día del año. Desde entonces, ella no temió más: había recibido un 'rhema' de Dios.
— ¿Cómo la iglesia es purificada hoy de las impurezas del mundo? "Por el lavamiento del agua por la palabra" ('rhema') (Ef.5:26). ¡Qué importante es! ¡Cuánto necesitamos de los 'rhemas' de Dios!
— Ahora, ¿cómo obtener estos 'rhemas'? Primeramente, debemos estar muy familiarizados con el 'logos'. Tenemos que llenar nuestra mente y nuestro corazón con la Biblia; así, el Espíritu Santo tendrá mucho a qué echar mano para hablarnos en situaciones determinadas. El Espíritu Santo tomará la letra de la Palabra (el 'logos') y la transformará en espíritu, pues la Palabra (el 'rhema') es espíritu y vida, es la Palabra viva de Dios.
—Si nos abrimos a la Palabra de Dios (el 'logos'), para que abunde en nuestro corazón, los rhemas abundarán también en nuestra vida, y así la Palabra de Dios paulatinamente se irá encarnando en nosotros. Es decir, iremos siendo transformados en la misma imagen de nuestro Señor Jesucristo.
por favor puntos :(
EXCELENTE.!!!!!!!!
Excelente!!, claro y preciso..
Muy bueno! gracias por el esfuerzo, ahì va un Logos, no se si para vos es rhema ojala que si, Isaias 45 abrazo grande!!
Gracias por tan grande aclaración. Cuando estamos comenzando ern la Palabra y los caminos del Señor es muy importante la orientación de aquellos que tienen el conocimiento y la sabiduría que proviene de lo alto. Bendiciones.