El dogmatismo es aquella corriente filosófica contrapuesta al escepticismo y al idealismo, que haciendo derivar el pensamiento del ser presupone la supremacía del objeto respecto al sujeto, de la realidad de las ideas, de la naturaleza del espíritu. Dios mismo es concebido eminentemente en la naturaleza, e identificado por tanto como un todo que contiene hasta lo último (panteísmo). No se trata de un simple materialismo, puesto que Dios es naturaleza, por tanto unidad indisoluble, también visto como una unidad complementaria: la naturaleza soltando manifestación concreta y tangible del Dios, que sin embargo vive exclusivamente en ella, siendo esencial para conforme a objeto convertido de si igual, que está al objeto. El tema en hecho se forma solamente como tales en la conexión con un objeto. Y el objeto en su vuelta es siempre solo objeto de un tema. De él alcanza la correspondencia entre las estructuras íntimas de la verdad, y eso del intelecto. El mayor exponente del dogmatismo se considera Spinoza. Se encuentra otra vez también en el estoicismo.
De modo general, el dogmatismo es una especie de fundamentalismo intelectual. Los dogmas expresan verdades ciertas, indudables que no son sujetas a cualquier tipo de revisión o crítica. Así lo expresa el filósofo alemán Immanuel Kant (1724 - 1804) en su obra Crítica a la Razón Pura, el significado filosóficamente peyorativo de tiempo. Dogmatismo es una actitud natural y espontánea que tenemos desde que somos niños. Y nuestra creencia de que el mundo que existe es exactamente de la forma que lo percibimos.
El escepticismo es una corriente filosófica basada en la duda.
A diferencia de los cínicos, su doctrina no está basada tanto en la negación de la filosofía como en la negación de la existencia de un saber objetivo, necesario y universal. Los escépticos creían que todo es tan subjetivo que sólo es posible emitir opiniones.
El dogmatismo es aquella corriente filosófica contrapuesta al escepticismo y al idealismo, que haciendo derivar el pensamiento del ser presupone la supremacía del objeto respecto al sujeto, de la realidad de las ideas, de la naturaleza del espíritu. Dios mismo es concebido eminentemente en la naturaleza, e identificado por tanto como un todo que contiene hasta lo último (panteísmo). No se trata de un simple materialismo, puesto que Dios es naturaleza, por tanto unidad indisoluble, también visto como una unidad complementaria: la naturaleza soltando manifestación concreta y tangible del Dios, que sin embargo vive exclusivamente en ella, siendo esencial para conforme a objeto convertido de si igual, que está al objeto. El tema en hecho se forma solamente como tales en la conexión con un objeto. Y el objeto en su vuelta es siempre solo objeto de un tema. De él alcanza la correspondencia entre las estructuras íntimas de la verdad, y eso del intelecto. El mayor exponente del dogmatismo se considera Spinoza. Se encuentra otra vez también en el estoicismo.
De modo general, el dogmatismo es una especie de fundamentalismo intelectual. Los dogmas expresan verdades ciertas, indudables que no son sujetas a cualquier tipo de revisión o crítica. Así lo expresa el filósofo alemán Immanuel Kant (1724 - 1804) en su obra Crítica a la Razón Pura, el significado filosóficamente peyorativo de tiempo. Dogmatismo es una actitud natural y espontánea que tenemos desde que somos niños. Y nuestra creencia de que el mundo que existe es exactamente de la forma que lo percibimos.
El escepticismo es una corriente filosófica basada en la duda.
A diferencia de los cínicos, su doctrina no está basada tanto en la negación de la filosofía como en la negación de la existencia de un saber objetivo, necesario y universal. Los escépticos creían que todo es tan subjetivo que sólo es posible emitir opiniones.
Aunque actualmente con la palabra escéptico muchas veces se hace referencia a una persona que no cree en nada, que es pesimista, al analizar la etimología de esta palabra encontraremos que más que "el que no cree" es "el que duda, que investiga". Los escépticos no creían en una verdad objetiva, porque para ellos todo era subjetivo, dependía del sujeto y no del objeto. Por ejemplo un escéptico diría siento frío pero no hace frío, ya que él sólo puede saber que él tiene frío. A esta postura de no emitir juicios, sino exclusivamente opiniones, se la llamó suspensión de juicio. Esta actitud los llevaría a la paz del alma porque, al no creer en nada, no entraban en conflictos con nadie y no se veían obligados a defender sus opiniones ya que, para ellos, no existían verdades objetivas.
Pirrón fue el creador del escepticismo. Un gran viajero que conoció muchas culturas con los ejércitos de Alejandro Magno, cosa que le permitió dudar de las verdades evidentes y tradiciones de su cultura. Se dice que Pirrón llevó al extremo la suspensión de juicio, hasta el punto de sacarse las cuerdas vocales.
Otro importante escéptico fue Sexto Empírico, autor de Esbozos Pirrónicos. En esta obra sostiene que en la vida práctica hay que seguir:
Las señales que aporta la naturaleza
Las necesidades del cuerpo
Las tradiciones y las leyes
Timón continuó la tradición escéptica poniendo en duda las ideas aristotélicas, dudando incluso de los primeros principios de la deducción aristotélica.
Sin embargo, el sistema socrático de hipótesis y deducciones nunca fue puesto en duda por los escépticos, aunque se ganaron fama de desbaratadores y perdieron popularidad al luchar contra los ritos, leyendas y supersticiones arraigadas.
Durante el siglo I a. C. el escepticismo volvió a cobrar importancia paulatinamente hasta Luciano de Samosata y Sexto Empírico, que representan a los últimos escépticos clásicos.
Hasta el Renacimiento, con la figura del creador del género ensayístico, Michel de Montaigne, y concretamente hasta que el médico Francisco Sánchez escribió una obra fundamental, Quod nihil scitur (Que nada se sabe), el escepticismo no fue tomado como una hipótesis válida para indagar en la verdad, de forma tal que constituyó el fundamento primero de Descartes y su duda metódica, con la cual el escepticismo vuelve paulatinamente a cobrar importancia hasta el Siglo de las luces donde impregna todo el pensamiento ilustrado.
A mediados del siglo XIX, el Romanticismo ya domina la sociedad y reclama para sí todo un modo de vida menos analítico, más evocativo donde se pueda mezclar realidad y fantasía.
El escéptico
Escéptico es alguien que profesa duda o está en desacuerdo con lo que generalmente está aceptado como verdad. La palabra "Escéptico" viene del griego skeptikoi, el nombre dado a los seguidores del filósofo griego Pirrón.
Pirrón profesó una doctrina que abandonaba el juicio y creía que no había nada verdadero o falso, bueno o malo, inmundo o sagrado. Pirrón estaba en contra del pensamiento dogmático. Pirrón no dejó nada escri
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El dogmatismo es aquella corriente filosófica contrapuesta al escepticismo y al idealismo, que haciendo derivar el pensamiento del ser presupone la supremacía del objeto respecto al sujeto, de la realidad de las ideas, de la naturaleza del espíritu. Dios mismo es concebido eminentemente en la naturaleza, e identificado por tanto como un todo que contiene hasta lo último (panteísmo). No se trata de un simple materialismo, puesto que Dios es naturaleza, por tanto unidad indisoluble, también visto como una unidad complementaria: la naturaleza soltando manifestación concreta y tangible del Dios, que sin embargo vive exclusivamente en ella, siendo esencial para conforme a objeto convertido de si igual, que está al objeto. El tema en hecho se forma solamente como tales en la conexión con un objeto. Y el objeto en su vuelta es siempre solo objeto de un tema. De él alcanza la correspondencia entre las estructuras íntimas de la verdad, y eso del intelecto. El mayor exponente del dogmatismo se considera Spinoza. Se encuentra otra vez también en el estoicismo.
De modo general, el dogmatismo es una especie de fundamentalismo intelectual. Los dogmas expresan verdades ciertas, indudables que no son sujetas a cualquier tipo de revisión o crítica. Así lo expresa el filósofo alemán Immanuel Kant (1724 - 1804) en su obra Crítica a la Razón Pura, el significado filosóficamente peyorativo de tiempo. Dogmatismo es una actitud natural y espontánea que tenemos desde que somos niños. Y nuestra creencia de que el mundo que existe es exactamente de la forma que lo percibimos.
El escepticismo es una corriente filosófica basada en la duda.
A diferencia de los cínicos, su doctrina no está basada tanto en la negación de la filosofía como en la negación de la existencia de un saber objetivo, necesario y universal. Los escépticos creían que todo es tan subjetivo que sólo es posible emitir opiniones.
El dogmatismo es aquella corriente filosófica contrapuesta al escepticismo y al idealismo, que haciendo derivar el pensamiento del ser presupone la supremacía del objeto respecto al sujeto, de la realidad de las ideas, de la naturaleza del espíritu. Dios mismo es concebido eminentemente en la naturaleza, e identificado por tanto como un todo que contiene hasta lo último (panteísmo). No se trata de un simple materialismo, puesto que Dios es naturaleza, por tanto unidad indisoluble, también visto como una unidad complementaria: la naturaleza soltando manifestación concreta y tangible del Dios, que sin embargo vive exclusivamente en ella, siendo esencial para conforme a objeto convertido de si igual, que está al objeto. El tema en hecho se forma solamente como tales en la conexión con un objeto. Y el objeto en su vuelta es siempre solo objeto de un tema. De él alcanza la correspondencia entre las estructuras íntimas de la verdad, y eso del intelecto. El mayor exponente del dogmatismo se considera Spinoza. Se encuentra otra vez también en el estoicismo.
De modo general, el dogmatismo es una especie de fundamentalismo intelectual. Los dogmas expresan verdades ciertas, indudables que no son sujetas a cualquier tipo de revisión o crítica. Así lo expresa el filósofo alemán Immanuel Kant (1724 - 1804) en su obra Crítica a la Razón Pura, el significado filosóficamente peyorativo de tiempo. Dogmatismo es una actitud natural y espontánea que tenemos desde que somos niños. Y nuestra creencia de que el mundo que existe es exactamente de la forma que lo percibimos.
El escepticismo es una corriente filosófica basada en la duda.
A diferencia de los cínicos, su doctrina no está basada tanto en la negación de la filosofía como en la negación de la existencia de un saber objetivo, necesario y universal. Los escépticos creían que todo es tan subjetivo que sólo es posible emitir opiniones.
Aunque actualmente con la palabra escéptico muchas veces se hace referencia a una persona que no cree en nada, que es pesimista, al analizar la etimología de esta palabra encontraremos que más que "el que no cree" es "el que duda, que investiga". Los escépticos no creían en una verdad objetiva, porque para ellos todo era subjetivo, dependía del sujeto y no del objeto. Por ejemplo un escéptico diría siento frío pero no hace frío, ya que él sólo puede saber que él tiene frío. A esta postura de no emitir juicios, sino exclusivamente opiniones, se la llamó suspensión de juicio. Esta actitud los llevaría a la paz del alma porque, al no creer en nada, no entraban en conflictos con nadie y no se veían obligados a defender sus opiniones ya que, para ellos, no existían verdades objetivas.
Pirrón fue el creador del escepticismo. Un gran viajero que conoció muchas culturas con los ejércitos de Alejandro Magno, cosa que le permitió dudar de las verdades evidentes y tradiciones de su cultura. Se dice que Pirrón llevó al extremo la suspensión de juicio, hasta el punto de sacarse las cuerdas vocales.
Otro importante escéptico fue Sexto Empírico, autor de Esbozos Pirrónicos. En esta obra sostiene que en la vida práctica hay que seguir:
Las señales que aporta la naturaleza
Las necesidades del cuerpo
Las tradiciones y las leyes
Timón continuó la tradición escéptica poniendo en duda las ideas aristotélicas, dudando incluso de los primeros principios de la deducción aristotélica.
Sin embargo, el sistema socrático de hipótesis y deducciones nunca fue puesto en duda por los escépticos, aunque se ganaron fama de desbaratadores y perdieron popularidad al luchar contra los ritos, leyendas y supersticiones arraigadas.
Durante el siglo I a. C. el escepticismo volvió a cobrar importancia paulatinamente hasta Luciano de Samosata y Sexto Empírico, que representan a los últimos escépticos clásicos.
Hasta el Renacimiento, con la figura del creador del género ensayístico, Michel de Montaigne, y concretamente hasta que el médico Francisco Sánchez escribió una obra fundamental, Quod nihil scitur (Que nada se sabe), el escepticismo no fue tomado como una hipótesis válida para indagar en la verdad, de forma tal que constituyó el fundamento primero de Descartes y su duda metódica, con la cual el escepticismo vuelve paulatinamente a cobrar importancia hasta el Siglo de las luces donde impregna todo el pensamiento ilustrado.
A mediados del siglo XIX, el Romanticismo ya domina la sociedad y reclama para sí todo un modo de vida menos analítico, más evocativo donde se pueda mezclar realidad y fantasía.
El escéptico
Escéptico es alguien que profesa duda o está en desacuerdo con lo que generalmente está aceptado como verdad. La palabra "Escéptico" viene del griego skeptikoi, el nombre dado a los seguidores del filósofo griego Pirrón.
Pirrón profesó una doctrina que abandonaba el juicio y creía que no había nada verdadero o falso, bueno o malo, inmundo o sagrado. Pirrón estaba en contra del pensamiento dogmático. Pirrón no dejó nada escri