¡Que raro! ¡Las "tres flores de la costa" rezumando veneno!
¿Donde estan Inma y l@s otr@s antisemitas?
Aca te copio un articulo publicado en el diario "La Nacion" que espero te ayude.
Generar confusión en el adversario, la táctica de combate del terrorismo.
Por Edward Rothstein
La guerra habitualmente requiere una claridad absoluta de las identidades. ¿Quién es usted y qué posición tiene? ¿Aliado o enemigo? ¿Combatiente o espectador? ¿A quién le profesa lealtad? ¿Por quién está dispuesto a morir y quién es responsable de sus acciones?
El análisis de Edward Rothstein, columnista en The New York Times.
Esta es una de las razones por las que existen los uniformes militares: establecen una identidad en medio de la densa niebla de la guerra. En uniforme, quedan despojadas las diferencias humanas. La lealtad se abstrae en la uniformidad.
Pero las batallas que se están librando ahora en el Líbano representan una nueva modalidad de guerra. Para Hezbollah, confundir la identidad no es un accidente, sino la táctica principal: sin uniformes, sin separación entre milicia y población, sin claridad sobre quién es el principal responsable, para su adversario siempre hay interrogantes. ¿Qué estamos atacando? ¿Un edificio de departamentos o un depósito de armas? ¿Una camioneta rural o un transporte de municiones? ¿A un combatiente o a un civil? ¿Y quién es responsable de los actos de Hezbollah?
La táctica de combate del terrorismo deliberadamente sacrifica inocentes y confunde la inocencia. Sabe que el enemigo tiene principios morales que estará obligado a violar: las víctimas sirven a una causa mayor, confundiendo al enemigo e inspirando bandos leales.
Las cuestiones de identidad también figuran en esas batallas de otro modo. A pesar de sus recurrentes enfrentamientos militares, Israel no ha estado envuelto en una guerra tradicional de Estados-naciones desde 1973, cuando estuvo a punto de perder después del sorpresivo ataque de Egipto. Pero la táctica de combate del terrorismo, con su deliberada confusión de categorías e identidades, no es ahora la excepción, sino la regla.
Esto quizá tenga algo que ver con la naturaleza del propio Medio Oriente. El historiador Bernard Lewis señaló que en Europa casi todos los Estados tienen un nombre asociado con un grupo étnico particular y un lenguaje particular, una conjunción de "nomenclatura lingüística, territorial y étnica".
Esta manera de pensar sobre el Estado fue impuesta en Medio Oriente a través de la colonización imperial, pero, como expresa Lewis en su libro "Las múltiples identidades de Medio Oriente", sólo tres países de allí -Turquía, Arabia Saudita e Irán- tienen cierta similitud con el modelo europeo. (Israel, con los orígenes diversos de su población judía, es un caso más complicado.)
Lewis señala que en Occidente la nación es la categoría de lealtad que guía, en la cual se agrupan las afiliaciones religiosas; pero lo contrario es cierto en gran parte de Medio Oriente. La religión es el principio unificador, y las naciones se agrupan bajo su estandarte. Como indica Lewis, cuesta imaginar a los líderes de naciones budistas de Asia o a las naciones luteranas del norte de Europa reunidas en cónclaves, como hacen los líderes de los países musulmanes, con apenas poco más que su religión que los une.
El entramado social
Las consecuencias son profundas, especialmente cuando Estados-naciones como el Líbano fueron debilitados por décadas de guerras en las que los principios de lealtad se vuelcan no en la identidad nacional, sino en la identificación transnacional con comunidades religiosas que difieren entre sí.
Cada hilo de identidad atraviesa el entramado social, no sólo en una nación sino en otras, y cada una reacciona ante un tirón que trasciende mucho más allá de sus fronteras.
En algunos casos, ese hilo es más poderoso que el más fanático de los nacionalismos. Incluso puede comprometer a "escudos humanos" inocentes en un sacrificio en nombre de la guerra librada por los terroristas, que a menudo es también una guerra que libran unos en nombre de otros, porque está desvinculada del Estado; responde a una autoridad mayor.
Como en el caso actual de Hezbollah, el apoyo pude provenir de diversos socios silenciosos y no tan silenciosos, desde organizaciones "caritativas" de Occidente hasta gobiernos de Medio Oriente.
Lo que complica más las cosas es que los hilos de la creencia que provoca la guerra del terrorismo pueden ponerse tirantes de maneras singulares, de manera que parezcan conectarse con hilos rivales en diversos puntos, apoyándolos o tironeándolos hacia un lado frenéticamente. Las alianzas parecen cambiar, pero sólo debido a que los hilos no son siempre visibles.
Por ejemplo, cuando al principio reaccionó ante los ataques de Hezbollah, Israel recibió asombrosas expresiones de apoyo de naciones que habitualmente lo condenan. Los líderes de Arabia Saudita y otros países árabes temían el creciente poder de Irán y el poder chiita en Medio Oriente. La lealtad sunnita -y hostilidad hacia Hezbollah- aplastó, al menos por un tiempo, la lealtad antiisraelí.
Pero en el Líbano los hilos tienen más nudos. En 1982, Israel invadió el Líbano para eliminar el mini-Estado que la Organización para la Liberación Palestina (OLP) había establecido allí.
Como expresa Vali Nasr en su nuevo libro, " The Shia Revival: How Conflicts Within Islam Will Shape the Future " ("La resurrección chiita: cómo los conflictos dentro del islam moldearán el futuro"), la ocupación del sur del Líbano por parte de la OLP había sido tan traumática para los chiitas que "aclamaron al ejército israelí invasor como liberador". Esos chiitas libaneses posteriormente se opusieron a Israel -algunos combaten ahora en las filas de Hezbollah-, pero también recordaron su ira contra los palestinos sunnitas, incluso después de la retirada israelí del Líbano.
Durante tres años, dice Nasr, la milicia chiita Amal intervino en sangrientos combates contra campos de refugiados palestinos. Esa misma lealtad chiita, sin embargo, no fue suficientemente poderosa para resistir otras diferencias con Hezbollah.
En 1988, los combates entre las principales fuerzas chiitas en el Líbano -Amal y Hezbollah- causaron miles de muertes. Los hilos de la alianza transnacional, por lo tanto, son difíciles de interpretar, puesto que existen muchos otros factores que gravitan en sus posiciones cambiantes, muchos más que los que afectarían a un Estado-nación, que tiende más a la inercia y debe asumir mucha más responsabilidad en el escenario internacional.
Si a esto se suma la confusión de identidades en tiempos de guerra y el deseo de los observadores de simplificar los hechos con modelos conceptuales de afuera, asoman incluso más dificultades. Pero un requisito para librar una guerra contra las tácticas de combate terroristas podría ser tomar con la mayor seriedad la declaración del enemigo sobre sus creencias -por más horrendas y amenazadoras que sean-, ya que es allí donde su identidad está más allá de toda controversia. Y en ese aspecto, lamentablemente, Hezbollah nunca mide sus palabras.
PRIMERO. ESTA GUERRA NO LA EMPEZÃ LIBANO. LA EMPEZÃ ISRAEL. LIBANO, COMO PAÃS, HASTA AHORA NO HA INGRESADO AL CONFLICTO. LOS ÃNICO QUE ESTÃN DEFENDIENDO LIBANO DE LA INVASIÃN ISRAELI SON LOS GRUPOS DE RESISTENCIA.
¿QUE SI TIENE ALGO QUE VER CON LOS PAISES ÃRABES?.... EL OBJETIVO DE ISRAEL ES OCUPAR TODA LA REGION PERO, PARA ELLO, SE TIENE QUE DESHACER PRIMERO DE SUS HABITANTES, ¿NO?... BUENO, ESO ESTà HACIENDO.
LO MISMO TE DOY UNOS DATOS DEL CONFLICTO EN EL LIBANO, PORQUE ESTA GUERRA NO COMENZÃ HACE UNAS SEMANAS:
Sin embargo, los israelÃes no abandonaron todo el territorio libanes, y marcaron una especie de frontera en ese territorio.
El grupo Hezballa continuó con la lucha por ese territorio y, hace unas semanas, capturaron a unos soldados israelÃes patrullando en el sector ocupado perteneciente a Libano, lo que dio excusa a Israel para poner en práctica un plan mucho más elaborado que simplemente rescatar a dos solados.
El año pasado fue asesinado el ex primer ministro libanes Rafik Hariri, y se acusó de este hecho a Siria, para lograr asà la retirada de sus milicias del paÃs, y dejar indefenso a Libano.
Ahora, Israel inició el proceso de ocupación del Libano.
El objetivo a gran escala es ocupar todo el Medio Oriente.
La guerra la empezaron los judios hijos de mil p...... para robarles las tierras a los pobres Libaneses ellos solo se estan defendiendo de estos ladrones y genocidas de niños inocentes ABAJO TODOS LOS JUDIOS
no se si tu pregunta es capciosa, pero serÃa mejor que te informaras antes de hacer ese tipo de preguntas.
la guerra no la empezo el Libano, que es un pueblo muy pacifico, la empezaron los israelitas, que quieren el agua que tiene el Libano. y ademas ampliar sus fronteras para de a poco quedarse con toda la zona. y para colmo el tio Sam (eeuu) esta detras de ellos.
morticia_df... jajajaja que ridicula eres hija mia, asi que Por Edward Rothstein?? por un judio? y que queres que escriba? que se ponga en contra de su misma calaña? cuando busques noticias para copiar, fijate primero quien lo escribio y de donde es y luego copialo si queres.
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¡Que raro! ¡Las "tres flores de la costa" rezumando veneno!
¿Donde estan Inma y l@s otr@s antisemitas?
Aca te copio un articulo publicado en el diario "La Nacion" que espero te ayude.
Generar confusión en el adversario, la táctica de combate del terrorismo.
Por Edward Rothstein
La guerra habitualmente requiere una claridad absoluta de las identidades. ¿Quién es usted y qué posición tiene? ¿Aliado o enemigo? ¿Combatiente o espectador? ¿A quién le profesa lealtad? ¿Por quién está dispuesto a morir y quién es responsable de sus acciones?
El análisis de Edward Rothstein, columnista en The New York Times.
Esta es una de las razones por las que existen los uniformes militares: establecen una identidad en medio de la densa niebla de la guerra. En uniforme, quedan despojadas las diferencias humanas. La lealtad se abstrae en la uniformidad.
Pero las batallas que se están librando ahora en el Líbano representan una nueva modalidad de guerra. Para Hezbollah, confundir la identidad no es un accidente, sino la táctica principal: sin uniformes, sin separación entre milicia y población, sin claridad sobre quién es el principal responsable, para su adversario siempre hay interrogantes. ¿Qué estamos atacando? ¿Un edificio de departamentos o un depósito de armas? ¿Una camioneta rural o un transporte de municiones? ¿A un combatiente o a un civil? ¿Y quién es responsable de los actos de Hezbollah?
La táctica de combate del terrorismo deliberadamente sacrifica inocentes y confunde la inocencia. Sabe que el enemigo tiene principios morales que estará obligado a violar: las víctimas sirven a una causa mayor, confundiendo al enemigo e inspirando bandos leales.
Las cuestiones de identidad también figuran en esas batallas de otro modo. A pesar de sus recurrentes enfrentamientos militares, Israel no ha estado envuelto en una guerra tradicional de Estados-naciones desde 1973, cuando estuvo a punto de perder después del sorpresivo ataque de Egipto. Pero la táctica de combate del terrorismo, con su deliberada confusión de categorías e identidades, no es ahora la excepción, sino la regla.
Esto quizá tenga algo que ver con la naturaleza del propio Medio Oriente. El historiador Bernard Lewis señaló que en Europa casi todos los Estados tienen un nombre asociado con un grupo étnico particular y un lenguaje particular, una conjunción de "nomenclatura lingüística, territorial y étnica".
Esta manera de pensar sobre el Estado fue impuesta en Medio Oriente a través de la colonización imperial, pero, como expresa Lewis en su libro "Las múltiples identidades de Medio Oriente", sólo tres países de allí -Turquía, Arabia Saudita e Irán- tienen cierta similitud con el modelo europeo. (Israel, con los orígenes diversos de su población judía, es un caso más complicado.)
Lewis señala que en Occidente la nación es la categoría de lealtad que guía, en la cual se agrupan las afiliaciones religiosas; pero lo contrario es cierto en gran parte de Medio Oriente. La religión es el principio unificador, y las naciones se agrupan bajo su estandarte. Como indica Lewis, cuesta imaginar a los líderes de naciones budistas de Asia o a las naciones luteranas del norte de Europa reunidas en cónclaves, como hacen los líderes de los países musulmanes, con apenas poco más que su religión que los une.
El entramado social
Las consecuencias son profundas, especialmente cuando Estados-naciones como el Líbano fueron debilitados por décadas de guerras en las que los principios de lealtad se vuelcan no en la identidad nacional, sino en la identificación transnacional con comunidades religiosas que difieren entre sí.
Cada hilo de identidad atraviesa el entramado social, no sólo en una nación sino en otras, y cada una reacciona ante un tirón que trasciende mucho más allá de sus fronteras.
En algunos casos, ese hilo es más poderoso que el más fanático de los nacionalismos. Incluso puede comprometer a "escudos humanos" inocentes en un sacrificio en nombre de la guerra librada por los terroristas, que a menudo es también una guerra que libran unos en nombre de otros, porque está desvinculada del Estado; responde a una autoridad mayor.
Como en el caso actual de Hezbollah, el apoyo pude provenir de diversos socios silenciosos y no tan silenciosos, desde organizaciones "caritativas" de Occidente hasta gobiernos de Medio Oriente.
Lo que complica más las cosas es que los hilos de la creencia que provoca la guerra del terrorismo pueden ponerse tirantes de maneras singulares, de manera que parezcan conectarse con hilos rivales en diversos puntos, apoyándolos o tironeándolos hacia un lado frenéticamente. Las alianzas parecen cambiar, pero sólo debido a que los hilos no son siempre visibles.
Por ejemplo, cuando al principio reaccionó ante los ataques de Hezbollah, Israel recibió asombrosas expresiones de apoyo de naciones que habitualmente lo condenan. Los líderes de Arabia Saudita y otros países árabes temían el creciente poder de Irán y el poder chiita en Medio Oriente. La lealtad sunnita -y hostilidad hacia Hezbollah- aplastó, al menos por un tiempo, la lealtad antiisraelí.
Pero en el Líbano los hilos tienen más nudos. En 1982, Israel invadió el Líbano para eliminar el mini-Estado que la Organización para la Liberación Palestina (OLP) había establecido allí.
Como expresa Vali Nasr en su nuevo libro, " The Shia Revival: How Conflicts Within Islam Will Shape the Future " ("La resurrección chiita: cómo los conflictos dentro del islam moldearán el futuro"), la ocupación del sur del Líbano por parte de la OLP había sido tan traumática para los chiitas que "aclamaron al ejército israelí invasor como liberador". Esos chiitas libaneses posteriormente se opusieron a Israel -algunos combaten ahora en las filas de Hezbollah-, pero también recordaron su ira contra los palestinos sunnitas, incluso después de la retirada israelí del Líbano.
Durante tres años, dice Nasr, la milicia chiita Amal intervino en sangrientos combates contra campos de refugiados palestinos. Esa misma lealtad chiita, sin embargo, no fue suficientemente poderosa para resistir otras diferencias con Hezbollah.
En 1988, los combates entre las principales fuerzas chiitas en el Líbano -Amal y Hezbollah- causaron miles de muertes. Los hilos de la alianza transnacional, por lo tanto, son difíciles de interpretar, puesto que existen muchos otros factores que gravitan en sus posiciones cambiantes, muchos más que los que afectarían a un Estado-nación, que tiende más a la inercia y debe asumir mucha más responsabilidad en el escenario internacional.
Si a esto se suma la confusión de identidades en tiempos de guerra y el deseo de los observadores de simplificar los hechos con modelos conceptuales de afuera, asoman incluso más dificultades. Pero un requisito para librar una guerra contra las tácticas de combate terroristas podría ser tomar con la mayor seriedad la declaración del enemigo sobre sus creencias -por más horrendas y amenazadoras que sean-, ya que es allí donde su identidad está más allá de toda controversia. Y en ese aspecto, lamentablemente, Hezbollah nunca mide sus palabras.
PRIMERO. ESTA GUERRA NO LA EMPEZÃ LIBANO. LA EMPEZÃ ISRAEL. LIBANO, COMO PAÃS, HASTA AHORA NO HA INGRESADO AL CONFLICTO. LOS ÃNICO QUE ESTÃN DEFENDIENDO LIBANO DE LA INVASIÃN ISRAELI SON LOS GRUPOS DE RESISTENCIA.
¿QUE SI TIENE ALGO QUE VER CON LOS PAISES ÃRABES?.... EL OBJETIVO DE ISRAEL ES OCUPAR TODA LA REGION PERO, PARA ELLO, SE TIENE QUE DESHACER PRIMERO DE SUS HABITANTES, ¿NO?... BUENO, ESO ESTà HACIENDO.
LO MISMO TE DOY UNOS DATOS DEL CONFLICTO EN EL LIBANO, PORQUE ESTA GUERRA NO COMENZÃ HACE UNAS SEMANAS:
En la década del 80' Israel invadió Libano, pero fueron expulsados por la resistencia libanesa y el ejercito sirio.
Sin embargo, los israelÃes no abandonaron todo el territorio libanes, y marcaron una especie de frontera en ese territorio.
El grupo Hezballa continuó con la lucha por ese territorio y, hace unas semanas, capturaron a unos soldados israelÃes patrullando en el sector ocupado perteneciente a Libano, lo que dio excusa a Israel para poner en práctica un plan mucho más elaborado que simplemente rescatar a dos solados.
El año pasado fue asesinado el ex primer ministro libanes Rafik Hariri, y se acusó de este hecho a Siria, para lograr asà la retirada de sus milicias del paÃs, y dejar indefenso a Libano.
Ahora, Israel inició el proceso de ocupación del Libano.
El objetivo a gran escala es ocupar todo el Medio Oriente.
La guerra la empezaron los judios hijos de mil p...... para robarles las tierras a los pobres Libaneses ellos solo se estan defendiendo de estos ladrones y genocidas de niños inocentes ABAJO TODOS LOS JUDIOS
no se si tu pregunta es capciosa, pero serÃa mejor que te informaras antes de hacer ese tipo de preguntas.
la guerra no la empezo el Libano, que es un pueblo muy pacifico, la empezaron los israelitas, que quieren el agua que tiene el Libano. y ademas ampliar sus fronteras para de a poco quedarse con toda la zona. y para colmo el tio Sam (eeuu) esta detras de ellos.
morticia_df... jajajaja que ridicula eres hija mia, asi que Por Edward Rothstein?? por un judio? y que queres que escriba? que se ponga en contra de su misma calaña? cuando busques noticias para copiar, fijate primero quien lo escribio y de donde es y luego copialo si queres.