Los hermanos Tiberio Sempronio Graco y Cayo Sempronio Graco, de la familia de los Gracos fueron los protagonistas políticos y militares de un periodo de la historia de Roma que se extiende desde el año 133 a. C. hasta el 121 a. C. Los hermanos Graco eran hijos del general y estadista Tiberio Sempronio Graco y de Cornelia, de la familia de los Escipiones.
Los hermanos Graco obtuvieron durante este periodo el cargo de tribuno de la plebe, desde cuya magistratura pudieron elaborar y proponer una serie de leyes que iban a favorecer a:
La plebe urbana
Los itálicos que no tenían la ciudadanía romana
Los caballeros (llamada orden ecuestre)
Las leyes iban en detrimento de la clase aristocrática, los llamados optimates palabra que significa "bueno entre los buenos", que constituían la mayoría del Senado. Así pues se organizaron dos partidos con intereses económicos y políticos distintos:
Partido de los populares, encabezado por los hermanos Graco; los populares se aproximaron a los verdaderos problemas que soportaba la República, planteándolos a través de los tribunos de la plebe y con el apoyo de los jefes militares cuyos ejércitos se encontraban en la condición de ciudadanos pobres. Recurrieron a la violencia en múltiples ocasiones, lo mismo que sus opositores. Sus peticiones fueron:
Distribución de tierras a la plebe urbana.
Distribución de tierras a los soldados licenciados.
Asentamiento de los soldados licenciados, en las colonias.
Concesión de la ciudadanía romana a latinos e itálicos.
Derecho de los caballeros a formar parte de los tribunales que juzgaban los delitos o abusos de los magistrados romanos contra los habitantes de las provincias.
Partido de los optimates, constituido por la clase aristocrática o ciudadanos de los primeros órdenes. Tenían grandes intereses que defender, tanto políticos como económicos; los optimates reaccionaron violentamente ante las nuevas leyes presentadas por los populares a través de los hermanos Graco. En el año 121 y después de múltiples revueltas y enfrentamientos entre los dos partidos, el Senado autorizó al cónsul Lucio Opimio para que tomase medidas cualesquiera, dentro o fuera de la ley, para terminar con la política seguida por Cayo Sempronio Graco. Como consecuencia, muchos de los seguidores de Cayo fueron asesinados y el mismo Cayo se suicidó. Tales hechos se consideran muy graves en la historia de Roma pues según la tradición y la ley, se cometía sacrilegio cuando se tocaba a un tribuno de la plebe y se prohibía dar muerte a cualquier ciudadano romano antes de que éste pudiera recurrir al pueblo.
El estado de la agricultura antes de los Gracos La Italia rústica de los agricultores directos (aquellos medianos y pequeños propietarios que en su día proporcionaron los mejores soldados para derrotar a Aníbal), estaba llegando a la ruina porque venía al mercado trigo de las posesiones en el extranjero, trigo de Sicilia, Cerdeña, España y África. Este trigo se ofrecía a precios muy bajos con los que era muy difícil competir. Los precios eran bajos porque el cereal estaba producido a bajo coste, por el trabajo gratuito de los esclavos. Por lo tanto, al no poder competir lo que hacía la mayoría de ellos era vender sus fincas.
Existía todavía en tiempos de los Graco una ley dictaminada en el año 220 a. C. que prohibía a los senadores el uso del comercio como negocio, por lo tanto todo el dinero que éstos pudieran acumular lo venían invirtiendo en la agricultura, en aquellas fincas detalladas en el párrafo anterior, cuyos propietarios no podían competir con los precios del grano que llegaba de fuera. Los senadores ricos compraban más de una finca y sumadas todas ellas se iban convirtiendo en propiedades de latifundios.
Por otro lado, existían otras tierras de labranza que en su origen habían pertenecido a agricultores enemigos de Roma. Roma las había confiscado y después se las había concedido a especuladores con los que estaba en deuda porque en alguna ocasión habían prestado dinero al Estado. Con esta concesión el Estado les podía pagar. Eran las parcelas llamadas ager publicus, adquiridas por derecho de conquista o por expropiación como represalia o castigo.
Así pues los senadores y los especuladores se iban adueñando de las tierras agrícolas de Italia. Pero ni los unos ni los otros eran campesinos, no les gustaba vivir en el campo sino en la ciudad, por lo tanto esos latifundios adquiridos los daban en arriendo a un administrador que, ayudado por esclavos, trataba de sacar el máximo rendimiento al suelo, para sí mismo y para el dueño del terreno.
Crisis social antes de los Gracos [editar]La sociedad romana estaba acostumbrada a los pequeños y libres cultivadores que vendían los productos y generaban riqueza, pero al ir desapareciendo éstos, la sociedad empezó a confiar y a apoyarse cada vez más en los saqueos del exterior (los saqueos en las batallas, que proporcionaban fortuna), y en los esclavos del interior, que iban ll
Como producto de las conquistas romanas sobre el Mediterráneo, muchas familias campesinas se vieron arruinadas, por la devastación propia de la guerra y por largos servicios en el ejército, por un lapso mínimo de siete años, que los hicieron abandonar sus cultivos.Los ricos, invertían en campos, apoderándose de las tierras del pequeño campesinado, que quedaron en manos de unos pocos poderosos, poseedores de grandes extensiones de tierra (latifundios), donde trabajaban gran número de esclavos.Los campesinos, desplazados de su fuente de ingreso emigraron a las ciudades, sobre todo, a Roma, donde comenzaron a trabajar en el sector servicios, para dar satisfacción a la creciente demanda de lujo y diversión de quienes se habían enriquecido merced a las guerras. Los campesinos ya no podían integrar el ejército, pues ahora eran proletarios (o sea, que sólo contaban a su prole o familia en su patrimonio) y, como tales, no eran incorporados.
Para remediar esta situación, en el año 133 a. c., el Tribuno de la plebe, Tiberio Sempronio Graco, realizó un proyecto de ley agraria, que reintegraría a los campesinos parcelas de terrenos públicos. Estos territorios quedaban disponibles al establecer un límite legal, a los terrenos públicos que podían explotar los particulares (500 yugadas cada uno y 250 adicionales por hijo, hasta un total de 1.000). La oposición de los latifundistas fue tenaz y la aprobación de las clases pobres, evidente. La ley fue aprobada, tras expulsar Tiberio a los tribunos, constituyéndose una comisión destinada a llevar a la práctica la reducción de parcelas, integrada por Tiberio Graco, su hermano Cayo y su suegro Apio Claudio. Sin embargo, la oposición se impuso, logrando acabar con la vida de Tiberio, junto a 300 de sus hombres, durante la sesión de la asamblea popular para la designación de nuevos tribunos, donde se había presentado como candidato, situación ilegal ya que no se permitía la reelección.Su hermano, Cayo Graco, quien fue tribuno de la plebe en los años 123 y 122 a. C., ya que logró ser reelecto, continuó con su obra, más por espíritu de vengar la muerte de su hermano, que por la efectiva justicia social, estableciendo nuevas colonias en Italia, dos en forma efectiva: Minervia y Neptunia. Mejoró el servicio militar, el suministro de trigo a Roma por parte del estado y la venta de grano a las ciudades a un precio fijo, con subvención estatal. Para la obtención de fondos aumentó los derechos de aduana y los impuestos a las ricas provincias asiáticas.
Quitó la potestad judicial a los nobles y la entregó a los caballeros y presentó un proyecto para otorgar la ciudadanía romana a todos los habitantes de Italia.Con la oposición del Senado, cuyos privilegios veían peligrar, Graco debió huir al Aventino, donde fue asesinado junto a sus seguidores.
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Los hermanos Tiberio Sempronio Graco y Cayo Sempronio Graco, de la familia de los Gracos fueron los protagonistas políticos y militares de un periodo de la historia de Roma que se extiende desde el año 133 a. C. hasta el 121 a. C. Los hermanos Graco eran hijos del general y estadista Tiberio Sempronio Graco y de Cornelia, de la familia de los Escipiones.
Los hermanos Graco obtuvieron durante este periodo el cargo de tribuno de la plebe, desde cuya magistratura pudieron elaborar y proponer una serie de leyes que iban a favorecer a:
La plebe urbana
Los itálicos que no tenían la ciudadanía romana
Los caballeros (llamada orden ecuestre)
Las leyes iban en detrimento de la clase aristocrática, los llamados optimates palabra que significa "bueno entre los buenos", que constituían la mayoría del Senado. Así pues se organizaron dos partidos con intereses económicos y políticos distintos:
Partido de los populares, encabezado por los hermanos Graco; los populares se aproximaron a los verdaderos problemas que soportaba la República, planteándolos a través de los tribunos de la plebe y con el apoyo de los jefes militares cuyos ejércitos se encontraban en la condición de ciudadanos pobres. Recurrieron a la violencia en múltiples ocasiones, lo mismo que sus opositores. Sus peticiones fueron:
Distribución de tierras a la plebe urbana.
Distribución de tierras a los soldados licenciados.
Asentamiento de los soldados licenciados, en las colonias.
Concesión de la ciudadanía romana a latinos e itálicos.
Derecho de los caballeros a formar parte de los tribunales que juzgaban los delitos o abusos de los magistrados romanos contra los habitantes de las provincias.
Partido de los optimates, constituido por la clase aristocrática o ciudadanos de los primeros órdenes. Tenían grandes intereses que defender, tanto políticos como económicos; los optimates reaccionaron violentamente ante las nuevas leyes presentadas por los populares a través de los hermanos Graco. En el año 121 y después de múltiples revueltas y enfrentamientos entre los dos partidos, el Senado autorizó al cónsul Lucio Opimio para que tomase medidas cualesquiera, dentro o fuera de la ley, para terminar con la política seguida por Cayo Sempronio Graco. Como consecuencia, muchos de los seguidores de Cayo fueron asesinados y el mismo Cayo se suicidó. Tales hechos se consideran muy graves en la historia de Roma pues según la tradición y la ley, se cometía sacrilegio cuando se tocaba a un tribuno de la plebe y se prohibía dar muerte a cualquier ciudadano romano antes de que éste pudiera recurrir al pueblo.
El estado de la agricultura antes de los Gracos La Italia rústica de los agricultores directos (aquellos medianos y pequeños propietarios que en su día proporcionaron los mejores soldados para derrotar a Aníbal), estaba llegando a la ruina porque venía al mercado trigo de las posesiones en el extranjero, trigo de Sicilia, Cerdeña, España y África. Este trigo se ofrecía a precios muy bajos con los que era muy difícil competir. Los precios eran bajos porque el cereal estaba producido a bajo coste, por el trabajo gratuito de los esclavos. Por lo tanto, al no poder competir lo que hacía la mayoría de ellos era vender sus fincas.
Existía todavía en tiempos de los Graco una ley dictaminada en el año 220 a. C. que prohibía a los senadores el uso del comercio como negocio, por lo tanto todo el dinero que éstos pudieran acumular lo venían invirtiendo en la agricultura, en aquellas fincas detalladas en el párrafo anterior, cuyos propietarios no podían competir con los precios del grano que llegaba de fuera. Los senadores ricos compraban más de una finca y sumadas todas ellas se iban convirtiendo en propiedades de latifundios.
Por otro lado, existían otras tierras de labranza que en su origen habían pertenecido a agricultores enemigos de Roma. Roma las había confiscado y después se las había concedido a especuladores con los que estaba en deuda porque en alguna ocasión habían prestado dinero al Estado. Con esta concesión el Estado les podía pagar. Eran las parcelas llamadas ager publicus, adquiridas por derecho de conquista o por expropiación como represalia o castigo.
Así pues los senadores y los especuladores se iban adueñando de las tierras agrícolas de Italia. Pero ni los unos ni los otros eran campesinos, no les gustaba vivir en el campo sino en la ciudad, por lo tanto esos latifundios adquiridos los daban en arriendo a un administrador que, ayudado por esclavos, trataba de sacar el máximo rendimiento al suelo, para sí mismo y para el dueño del terreno.
Crisis social antes de los Gracos [editar]La sociedad romana estaba acostumbrada a los pequeños y libres cultivadores que vendían los productos y generaban riqueza, pero al ir desapareciendo éstos, la sociedad empezó a confiar y a apoyarse cada vez más en los saqueos del exterior (los saqueos en las batallas, que proporcionaban fortuna), y en los esclavos del interior, que iban ll
No te quiero dar un discurso copiado de páginas web, te lo voy a resumir asi
Reformas de Tiberio Graco:
- Ley Agraria: este impulso evitar la concentración de las tierras en manos de pocos
Cayo Graco:
Ley Judicial: ordenaba el reclutamiento de los jueces de los tribunales sólo entre ciudadanos que no perteneciesen al orden senatorial
Ley Frutimentaria: obligaba al Estado a vender a la población romana cereal a un precio uniforme
Ley Colonial: Trasladar gente pobre a otros lugares mas apartados
Esto es lo principal, trataron de favorecer a los sectores mas pobres con sus reformas
Como producto de las conquistas romanas sobre el Mediterráneo, muchas familias campesinas se vieron arruinadas, por la devastación propia de la guerra y por largos servicios en el ejército, por un lapso mínimo de siete años, que los hicieron abandonar sus cultivos.Los ricos, invertían en campos, apoderándose de las tierras del pequeño campesinado, que quedaron en manos de unos pocos poderosos, poseedores de grandes extensiones de tierra (latifundios), donde trabajaban gran número de esclavos.Los campesinos, desplazados de su fuente de ingreso emigraron a las ciudades, sobre todo, a Roma, donde comenzaron a trabajar en el sector servicios, para dar satisfacción a la creciente demanda de lujo y diversión de quienes se habían enriquecido merced a las guerras. Los campesinos ya no podían integrar el ejército, pues ahora eran proletarios (o sea, que sólo contaban a su prole o familia en su patrimonio) y, como tales, no eran incorporados.
Para remediar esta situación, en el año 133 a. c., el Tribuno de la plebe, Tiberio Sempronio Graco, realizó un proyecto de ley agraria, que reintegraría a los campesinos parcelas de terrenos públicos. Estos territorios quedaban disponibles al establecer un límite legal, a los terrenos públicos que podían explotar los particulares (500 yugadas cada uno y 250 adicionales por hijo, hasta un total de 1.000). La oposición de los latifundistas fue tenaz y la aprobación de las clases pobres, evidente. La ley fue aprobada, tras expulsar Tiberio a los tribunos, constituyéndose una comisión destinada a llevar a la práctica la reducción de parcelas, integrada por Tiberio Graco, su hermano Cayo y su suegro Apio Claudio. Sin embargo, la oposición se impuso, logrando acabar con la vida de Tiberio, junto a 300 de sus hombres, durante la sesión de la asamblea popular para la designación de nuevos tribunos, donde se había presentado como candidato, situación ilegal ya que no se permitía la reelección.Su hermano, Cayo Graco, quien fue tribuno de la plebe en los años 123 y 122 a. C., ya que logró ser reelecto, continuó con su obra, más por espíritu de vengar la muerte de su hermano, que por la efectiva justicia social, estableciendo nuevas colonias en Italia, dos en forma efectiva: Minervia y Neptunia. Mejoró el servicio militar, el suministro de trigo a Roma por parte del estado y la venta de grano a las ciudades a un precio fijo, con subvención estatal. Para la obtención de fondos aumentó los derechos de aduana y los impuestos a las ricas provincias asiáticas.
Quitó la potestad judicial a los nobles y la entregó a los caballeros y presentó un proyecto para otorgar la ciudadanía romana a todos los habitantes de Italia.Con la oposición del Senado, cuyos privilegios veían peligrar, Graco debió huir al Aventino, donde fue asesinado junto a sus seguidores.