Se llama Libros Deuterocanónicos a siete libros del Antiguo Testamento que fueron añadidos en la Biblia griega (Canon de Alejandría) por un grupo de maestros judíos (Biblia de los Setenta). Los libros deuterocanónicos son:
Libro de Tobit
Libro de Judit
Adiciones griegas al Libro de Ester
Adiciones en griego al Libro de Daniel
Libro primero de los Macabeos
Libro segundo de los Macabeos
Sabiduría
Eclesiástico
Libro de Baruc
La mayor parte de la Biblia judía o Tanaj, se escribió en hebreo, excepto algunas páginas, que se escribieron en arameo. La lista (o canon) de libros bíblicos hebreos inspirados quedó establecida definitivamente en el siglo II, por el consenso de un grupo de sabios rabinos que habían conseguido escapar del asedio de Jerusalén en el año 70 y que habían fundado una escuela en Yamnia. Estos libros se denominan protocanónicos y son los siguientes:
La ley.
Los profetas.
Los escritos.
Este canon significó el rechazo de algunos libros, denominados deuterocanónicos, que un grupo de maestros judíos había incluido en el Canon de Alejandría o Biblia de los Setenta en el siglo II adC.
Los deuterocanónicos son aquellos libros de la Biblia de cuya inspiración se dudó algún tiempo o por parte de alguna iglesia en particular. Estos libros son especialmente siete del AT: TobÃas, Judith, Baruc, SabidurÃa, Eclesiástico (o Sirácida) y 1 y 2 Macabeos. Aún hoy en las Biblias que editan los hermanos separados, faltan estos siete libros deuterocanónicos del AT porque no los consideran inspirados.
Saludos, te recomiendo sacar un tiempo para leer la Biblia, es la gran guÃa y consejera de todo ser humano y asesorarte con tu Iglesia. Pero sobre todo, a practicar el amor que en ella resume.
ESPERO QUE NO TE SEA MUY PESADO Y LARGO LA RESPUESTA, Y SOBRE TODO QUE TE SIRVA DE ALGO.
Libros protocanónicos y deuterocanónicos. –
Los libros protocanónicos
Ya se insinuó que existen un Antiguo Testamento menor, o incompleto, y uno mayor, o completo. Ambos nos fueron transmitidos por los judÃos. El primero, por los judÃos palestinos; el segundo, por los alejandrinos o helenistas.
La distinción de los Libros Sagrados en protocanónicos y deuterocanónicos trae a la mente el recuerdo de controversias que surgieron en la antigüedad a propósito de la canonicidad de ciertos libros de la Biblia. Pero con ella no se intenta establecer una distinción del valor canónico y normativo, ni desde el punto de vista de la dignidad, entre los proto y deuterocanónicos. Bajo este aspecto, todos los Libros Sagrados contenidos en la Biblia tienen el mismo valor y dignidad, pues todos tienen igualmente a Dios por autor. La distinción es legÃtima sólo desde el punto de vista histórico, del tiempo, en cuanto que los libros deuterocanónicos fueron recibidos en el canon de las Sagradas Escrituras sólo más tarde a causa de ciertas dudas surgidas a propósito de su origen divino.
En el Antiguo Testamento: TobÃas, Judit, SabidurÃa, Eclesiástico, Baruc, 1 y 2 Macabeos. Y los siete últimos capÃtulos de Ester: 10,4-16,24, según la Vulgata; asà como los capÃtulos de Daniel 3,24-90; 13; 14.
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Se llama Libros Deuterocanónicos a siete libros del Antiguo Testamento que fueron añadidos en la Biblia griega (Canon de Alejandría) por un grupo de maestros judíos (Biblia de los Setenta). Los libros deuterocanónicos son:
Libro de Tobit
Libro de Judit
Adiciones griegas al Libro de Ester
Adiciones en griego al Libro de Daniel
Libro primero de los Macabeos
Libro segundo de los Macabeos
Sabiduría
Eclesiástico
Libro de Baruc
La mayor parte de la Biblia judía o Tanaj, se escribió en hebreo, excepto algunas páginas, que se escribieron en arameo. La lista (o canon) de libros bíblicos hebreos inspirados quedó establecida definitivamente en el siglo II, por el consenso de un grupo de sabios rabinos que habían conseguido escapar del asedio de Jerusalén en el año 70 y que habían fundado una escuela en Yamnia. Estos libros se denominan protocanónicos y son los siguientes:
La ley.
Los profetas.
Los escritos.
Este canon significó el rechazo de algunos libros, denominados deuterocanónicos, que un grupo de maestros judíos había incluido en el Canon de Alejandría o Biblia de los Setenta en el siglo II adC.
Hasta donde yo sé, los protocanónicos son aquellos libros que fueron y son considerados como inspirados, tanto por los judÃos, como por los católicos y los hermanos separados. Es decir, aquellos libros de la Biblia de los que nunca se dudó que fuesen inspirados. Estos reunen 17 Proféticos: (IsaÃas, JeremÃas, Ezequiel, Daniel, Nahum, Habacuc, Joel, Amós, MalaquÃas, ZacarÃas, Ageo, SofonÃas, AbdÃas, Oseas, Jonás. Miqueas y Lamentaciones) y 5 Sapienciales: Job, los Salmos, los Proverbios, Eclesiastés y el Cantar de los Cantares)
Los deuterocanónicos son aquellos libros de la Biblia de cuya inspiración se dudó algún tiempo o por parte de alguna iglesia en particular. Estos libros son especialmente siete del AT: TobÃas, Judith, Baruc, SabidurÃa, Eclesiástico (o Sirácida) y 1 y 2 Macabeos. Aún hoy en las Biblias que editan los hermanos separados, faltan estos siete libros deuterocanónicos del AT porque no los consideran inspirados.
El resto de los libros del Antiguo Testamento son el Pentateuco (los 5 primeros: Génesis, Exodo, LevÃtico, Números y Deuteronomio) y 12 Históricos.
Saludos, te recomiendo sacar un tiempo para leer la Biblia, es la gran guÃa y consejera de todo ser humano y asesorarte con tu Iglesia. Pero sobre todo, a practicar el amor que en ella resume.
ESPERO QUE NO TE SEA MUY PESADO Y LARGO LA RESPUESTA, Y SOBRE TODO QUE TE SIRVA DE ALGO.
Libros protocanónicos y deuterocanónicos. –
Los libros protocanónicos
Ya se insinuó que existen un Antiguo Testamento menor, o incompleto, y uno mayor, o completo. Ambos nos fueron transmitidos por los judÃos. El primero, por los judÃos palestinos; el segundo, por los alejandrinos o helenistas.
La actual Biblia judÃa está compuesta por tres divisiones, cuyos tÃtulos combinados forman el nombre completo de las escrituras del judaÃsmo: Hat-Torah, Nebiim, wa-Kethubim, o sea la Ley, los Profetas y los Escritos. Esta es una trÃada muy antigua; se cree que fue establecida hace mucho en la Mishnah, o código judÃo de leyes sagradas no escritas y que fue escrita finalmente alrededor del año 200 d.C. Un agrupamiento semejante es mencionado en las palabras del mismo Cristo en el Nuevo Testamento, en Lc. 24,44: “Todas las cosas que fueron dichas respecto de mà deben ser cumplidas, las que se encuentran escritas en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos”. Si vamos al prólogo del Eclesiástico, que fue fijado en éste cerca del año 132 a.C., encontramos que se mencionan “la Ley, los Profetas y otros que los han sucedido”. La Torah, o ley, consiste de los cinco libros mosaicos: Génesis, Ãxodo, LevÃtico, Números y Deuteronomio. Los Profetas fueron subdivididos por los judÃos en Profetas Anteriores (i.e. los libros profético-históricos: Josué, Jueces, Samuel, [Reyes I y II], y Reyes [Reyes III y IV], y Profetas Posteriores (IsaÃas, JeremÃas, Ezequiel y los doce profetas menores, a los que los hebreos cuentan como un solo libro). Los Escritos, mejor conocidos por un tÃtulo prestado de los Padres Griegos, Hagiographa (escritos sagrados), abarcan todos los libros restantes de la Biblia hebrea. Nombrados en el orden en el que aparecen en el texto hebreo actual, son: Salmos, Proverbios, Job, Cantar de los Cantares, Rut, Lamentaciones, Eclesiastés, Ester, Daniel, Esdras, NehemÃas, o Esdras II, Paralipomenon.
La distinción de los Libros Sagrados en protocanónicos y deuterocanónicos trae a la mente el recuerdo de controversias que surgieron en la antigüedad a propósito de la canonicidad de ciertos libros de la Biblia. Pero con ella no se intenta establecer una distinción del valor canónico y normativo, ni desde el punto de vista de la dignidad, entre los proto y deuterocanónicos. Bajo este aspecto, todos los Libros Sagrados contenidos en la Biblia tienen el mismo valor y dignidad, pues todos tienen igualmente a Dios por autor. La distinción es legÃtima sólo desde el punto de vista histórico, del tiempo, en cuanto que los libros deuterocanónicos fueron recibidos en el canon de las Sagradas Escrituras sólo más tarde a causa de ciertas dudas surgidas a propósito de su origen divino.
Los escritores eclesiásticos griegos suelen designar los libros protocanónicos con el término “homologoúmenoi”, o sea libros “universalmente aceptados”, y los deuterocanónicos con las palabras “antilegómenoi”, es decir, libros “discutidos”, o también con “amfiballómenoi”, a saber, libros “dudosos”[17]. Sin embargo, en el siglo XVI fue Sixto de Siena (+ 1596) el primero que empleó los términos protocanónicos para designar los libros que ya desde un principio fueron recibidos en el canon, pues todos los consideraban como canónicos, y deuterocanónicos, para significar aquellos libros que, si bien gozaban de la misma dignidad y autoridad, sólo en tiempo posterior fueron recibidos en el canon de las Sagradas Escrituras, porque su origen divino fue puesto en tela de juicio por muchos[18].
Los libros deuterocanónicos son siete en el Antiguo Testamento y siete también en el Nuevo Testamento:
En el Antiguo Testamento: TobÃas, Judit, SabidurÃa, Eclesiástico, Baruc, 1 y 2 Macabeos. Y los siete últimos capÃtulos de Ester: 10,4-16,24, según la Vulgata; asà como los capÃtulos de Daniel 3,24-90; 13; 14.
En el Nuevo Testamento: EpÃstola a los Hebreos, epÃst. de Santiago, epÃst. 2 de San Pedro, epÃst. 2-3 de San Juan, epÃst. de San Judas y Apocalipsis. También es bastante frecuente considerar como deuterocanónicos los fragmentos siguientes de los Evangelios: Mc 16,9-20; Lc 22,43-44; Jn 7,53-8,11. Sin embargo, las dudas acerca de estos textos han surgido tan sólo en nuestros dÃas entre los crÃticos, por el hecho de que dichos pasajes faltan en algunos códices y versiones antiguas.
Anda a Seminario Catolico, esos son amantes de los libros deuterocanonicos.
no se