“El Carlanco es un cuento que me acompañó en toda mi infancia, entre tantos otros relatos… Me lo contaba mi abuelo Roque -que actualmente vive y tiene 88 años- y creo que fue el inicio de mi relación con los relatos fantásticos y también con la actuación y la teatralidad. La imagen de mi abuelo contándome El Carlanco constituía un espectáculo teatral desde mi imaginario. La forma de “decir” que tenía mi abuelo fue fundamental para mí, creo que de tan chiquita aprendí lo que es el tono, el ritmo y la musicalidad de un texto.Pienso que se puede encontrar teatralidad en casi todos los textos y objetos plásticos. La teatralidad la entiendo como una forma de “mirar” y no únicamente como una estructura específica. Me recuerdo con dos colitas y moños amarillos, sentada frente a mi “lala” -como le decía a mi abuelo- esperando que pronuncie la frase: “Yo soy el Carlanco, que montes y peñas arranco”. Esa sensación de miedo y atracción al pensar a un Carlanco feroz me fascinaba. Claro, como todo cuento con estructura tradicional termina bien y eso me generaba tranquilidad, entonces quería escucharlo una y otra vez. Siempre le preguntaba a mi abuelo: ¿El Carlanco es malo? Y mi abuelo me decía: “es un poco malo”…Después se arrepentía, me parece, o tenía miedo que yo esté asustada y me decía: “no, no es malo, a veces está un poco aburrido y no sabe qué hacer”. A lo largo de los años El Carlanco se fue transformando para mí en un antihéroe: “dicen que es malo pero en realidad está un poco aburrido”, interesante la contradicción maldad-aburrimiento. Hace unos años mi abuelo me regaló un libro de Autores Españoles y Argentinos que él usaba en su escuela secundaria y ojeándolo encuentro “El Carlanco”. No lo podía creer. Siempre pensé que el relato era de origen italiano y que, como tantos otros cuentos que él me contaba éste pertenecía a la literatura italiana. Para mi mayor asombro parece que está fábula la escribió Cecilia de Fáber quien nació en Sevilla, en 1796 y firmaba como Fernán Caballero porque en esa época se les estaba vedado firmar a las mujeres..Por último, me gustaría trasmitirles la satisfacción que es leerle y/o contarles cuentos a los hijos porque mientras se leen o inventan en el momento se reconstruye la niña o el niño que fuimos a los cuales le leyeron o contaron cuentos y se construye en los hijos de uno la idea de historia que es tan importante para poder sostenerse a lo largo de la vida. Sin historia reconocida y conciente no se puede armar un presente y menos construir un futuro. Eso sí, como dice Gianni Rodari: “que todo cuento que se le relate a un niño tenga un atisbo de felicidad”. ¡Que disfruten la obra!”
Texto de Cecilia Propato tomado del programa de mano
Muyy buena respuesta!!! Excelente diría yo! Tengo 39 años y mi abuelo me contaba la misma historia exactamente!! El carlanco para mi fue un pilar de mi infancia. Y ahora a mi hijo, mi padre, su abuelo, tambien le está en señando esa historia. Incluso una vez mi abuelo, en una visita a un boliche del pueblo, me dejó graficada para siempre la imagen del carlanco, cuando contandome q el dueño del boliche habia logrado cazar y cortarle la cabeza a un Carlanco, me mostró embalsamada en la pared, la cabeza de un carnero enorme con los cuernos y la barba mas grandes que jamas haya visto. De ahi se afirmaba la descripcion que mi abuelo afirmaba en sus cuentos: el carlanco tiene los cuernos del diablo y una barba larga y blanca.
Hoy me apareció en la mente la palabra Carlanco a raíz del grupo musical Marlango, cuya etimología parece que no existe. Asociación libre por el sonido. Siempre pensé que era un invento de mi papá, que era uruguayo de orígenes gallegos y que a lo sumo la cosa se extendería hasta allí,pero parece que es más amplia. Eso de la escritora Cecilia de Fáber me hace suponer que todo va más allá.Gracias por las versiones.
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PARA QUE SEPAS QUE ES REALMENTE
“El Carlanco es un cuento que me acompañó en toda mi infancia, entre tantos otros relatos… Me lo contaba mi abuelo Roque -que actualmente vive y tiene 88 años- y creo que fue el inicio de mi relación con los relatos fantásticos y también con la actuación y la teatralidad. La imagen de mi abuelo contándome El Carlanco constituía un espectáculo teatral desde mi imaginario. La forma de “decir” que tenía mi abuelo fue fundamental para mí, creo que de tan chiquita aprendí lo que es el tono, el ritmo y la musicalidad de un texto.Pienso que se puede encontrar teatralidad en casi todos los textos y objetos plásticos. La teatralidad la entiendo como una forma de “mirar” y no únicamente como una estructura específica. Me recuerdo con dos colitas y moños amarillos, sentada frente a mi “lala” -como le decía a mi abuelo- esperando que pronuncie la frase: “Yo soy el Carlanco, que montes y peñas arranco”. Esa sensación de miedo y atracción al pensar a un Carlanco feroz me fascinaba. Claro, como todo cuento con estructura tradicional termina bien y eso me generaba tranquilidad, entonces quería escucharlo una y otra vez. Siempre le preguntaba a mi abuelo: ¿El Carlanco es malo? Y mi abuelo me decía: “es un poco malo”…Después se arrepentía, me parece, o tenía miedo que yo esté asustada y me decía: “no, no es malo, a veces está un poco aburrido y no sabe qué hacer”. A lo largo de los años El Carlanco se fue transformando para mí en un antihéroe: “dicen que es malo pero en realidad está un poco aburrido”, interesante la contradicción maldad-aburrimiento. Hace unos años mi abuelo me regaló un libro de Autores Españoles y Argentinos que él usaba en su escuela secundaria y ojeándolo encuentro “El Carlanco”. No lo podía creer. Siempre pensé que el relato era de origen italiano y que, como tantos otros cuentos que él me contaba éste pertenecía a la literatura italiana. Para mi mayor asombro parece que está fábula la escribió Cecilia de Fáber quien nació en Sevilla, en 1796 y firmaba como Fernán Caballero porque en esa época se les estaba vedado firmar a las mujeres..Por último, me gustaría trasmitirles la satisfacción que es leerle y/o contarles cuentos a los hijos porque mientras se leen o inventan en el momento se reconstruye la niña o el niño que fuimos a los cuales le leyeron o contaron cuentos y se construye en los hijos de uno la idea de historia que es tan importante para poder sostenerse a lo largo de la vida. Sin historia reconocida y conciente no se puede armar un presente y menos construir un futuro. Eso sí, como dice Gianni Rodari: “que todo cuento que se le relate a un niño tenga un atisbo de felicidad”. ¡Que disfruten la obra!”
Texto de Cecilia Propato tomado del programa de mano
Muyy buena respuesta!!! Excelente diría yo! Tengo 39 años y mi abuelo me contaba la misma historia exactamente!! El carlanco para mi fue un pilar de mi infancia. Y ahora a mi hijo, mi padre, su abuelo, tambien le está en señando esa historia. Incluso una vez mi abuelo, en una visita a un boliche del pueblo, me dejó graficada para siempre la imagen del carlanco, cuando contandome q el dueño del boliche habia logrado cazar y cortarle la cabeza a un Carlanco, me mostró embalsamada en la pared, la cabeza de un carnero enorme con los cuernos y la barba mas grandes que jamas haya visto. De ahi se afirmaba la descripcion que mi abuelo afirmaba en sus cuentos: el carlanco tiene los cuernos del diablo y una barba larga y blanca.
Hoy me apareció en la mente la palabra Carlanco a raíz del grupo musical Marlango, cuya etimología parece que no existe. Asociación libre por el sonido. Siempre pensé que era un invento de mi papá, que era uruguayo de orígenes gallegos y que a lo sumo la cosa se extendería hasta allí,pero parece que es más amplia. Eso de la escritora Cecilia de Fáber me hace suponer que todo va más allá.Gracias por las versiones.
No se me ocurre de donde sacó mi madre al Carlanco, pero era el cuco que se podía aparecer si no tomaba la sopa. RJB. 85 Perú
QUE''''''''''?????????????????????????????
Lo siento man, eso no es un monstruo.
El unico monstruo uruguayo es el Goyo Alvarez
y a mi que me importa!! yo soy argentino!!!