¿Encorvada y sin remedio? Lucas 13:11-13?

usualmente las vidas necesitadas ibán donde Jesús pidiendo ayuda, para tocarlo, para pedirle por algún familiar o criado, etc.

Pero en esta ocasión, Jesús estaba en la sinagoga enseñando.

Allí se leía la Palabra de Dios, se oraba, se escuchaba a los mejores exponentes, a los más sabios. Allí todos los días se reunían los fariseos a discutir y analizar la Palabra de Dios y a implantar más leyes rigurosas que obedecer.

Allí también, en medio de todo eso se encontraba una mujer que quizás llegaba todos los días a adorar, ENCORVADA!

A ella la conocían y a la misma vez la ignoraban, y entraba y salía del lugar tal como entró, ENCORVADA.

Los fariseos estaban más interesados en sus discusiones teológicas que en la necesidad, el dolor y el espíritu de enfermedad que dominaba a esta mujer desde hacía 18 años. Un demonio opresor causaba la enfermedad de esta mujer y su religión no había podido hacer nada para ayudarla.

La pregunta es ¿ocurrirá lo mismo en nuestros templos hoy en día? Mientras se discute teología, estilos de adoración, métodos y tradiciones, los ENCORVADOS entran y salen por años y nadie los liberta de su aflicción.

La verdad es que, los fariseos no tenían poder y autoridad porque también estaban encorvados aunque no se dieran cuenta, estaban encorvados, dominados por un espíritu de religiosidad, de legalismo, de orgullo, de justicia propia, de obras muertas.

Y ¿Cómo un atado puede libertar a otro? ¿Cómo un ciego puede dirigir a otro ciego?

Las sinagogas se llenaban casa sábado, como se llenan los templos los domingos hoy en día, se escuchaba un sermón elocuente o una enseñanza poderosa pero sin gloria de Dios, sin milagros, sin liberación, sin denuncia contra el Diablo y sus opresores, sin discernimiento espiritual.

Hoy por hoy, podemos hacer lo mismo, venir fielmente y religiosamente, cantar y adorar pero ocultando el pecado, las ataduras y aún demonios en medio de nuestra reunión. "La presencia de Dios en su iglesia no cubre el pecado. Un aumento en la adoración no impide el juicio de Dios cuando hay corrupción. Podemos aumentar el volumen de nuestra música, predicar más alto y gritar más tiempo, pero si estamos escondiendo pecado, la gloria de Dios no va a descansar en ese lugar"

En realidad, Satanás no se impresiona con iglesias repletas sin santidad. Mas bien, esa es una de sus mejores estrategias, él puede decir: "Los mantengo en los templos cuando verdaderamente están en mis manos. Será mejor dejarlos que sigan creyendo lo bueno y santos que son mientras mantienen secretos de pecado y mundanalidad en ellos."

Es hora que la iglesia de Dios levante cabeza y se de cuenta de lo dormida y ENCORVADA que está. El crear mega iglesias, hacer que muchos asistan a las reuniones no vale en nada si tienen el corazón vacío y no están recibiendo el verdadero pan espiritual, si solo se están dejando guiar por religiosidad o preceptos que se han establecido sin tener la gracia de Dios en medio de ellos.

Hay que dejar de estar ENCORVADOS, y dejar que Jesús ponga sus manos sobre nosotros y nos sane de esa enfermedad espiritual que actualmente la iglesia está viviendo.

No se trata de cuanto diezmemos, ni de cuantos invitemos a formar parte de nuestra congregación, se trata de dejar que Dios sea obrando en nosotros y no nosotros en nosotros mismos, que sea Dios que sane las almas. Que abramos los ojos y nos demos cuenta que cuanto más dejemos entrar a Dios en medio de nosotros más bendición habrá para todos y almas se convertirán genuinamente!!...

Bendiciones

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