La ética deontológica de Kant no nos dice cómo ser “buenos”, sino cómo deben ser nuestros actos para ser considerados “morales”. Deben ser actos determinados por el puro respeto a la ley moral, excluyendo todos los motivos materiales y externos que derivan del objeto de deseo. Ejemplo: si haces algo sólo porque piensas que es tu obligación cumplir con la ley moral, estamos hablando de un "acto moral", es decir, actos que se realicen por obligación, no por necesidad. A esto se le denomina "ética de obligación".
También se le suele llamar a la ética kantiana "ética de intención" porque, según él, no son las consecuencias del acto las que son decisivas para determinar si se trata o no de un acto moral, sino la intención con que se realiza dicho acto. La actitud es lo decisivo.
Según Kant, no tiene mérito el comportamiento que viene determinado por un fin, sino los actos que se llevan a cabo porque sabemos que debemos hacerlo, sea cual sea la consecuencia.
Ej: devolver una cartera con dinero que has encontrado solo por miedo al castigo o dar comida a un pobre por el deseo de ir al cielo son actos que no tienen valor para Kant, ya que buscan una recompensa. En cambio, hacerlo porque sabes que es lo correcto es lo que tiene mérito.
Answers & Comments
Verified answer
La ética deontológica de Kant no nos dice cómo ser “buenos”, sino cómo deben ser nuestros actos para ser considerados “morales”. Deben ser actos determinados por el puro respeto a la ley moral, excluyendo todos los motivos materiales y externos que derivan del objeto de deseo. Ejemplo: si haces algo sólo porque piensas que es tu obligación cumplir con la ley moral, estamos hablando de un "acto moral", es decir, actos que se realicen por obligación, no por necesidad. A esto se le denomina "ética de obligación".
También se le suele llamar a la ética kantiana "ética de intención" porque, según él, no son las consecuencias del acto las que son decisivas para determinar si se trata o no de un acto moral, sino la intención con que se realiza dicho acto. La actitud es lo decisivo.
Según Kant, no tiene mérito el comportamiento que viene determinado por un fin, sino los actos que se llevan a cabo porque sabemos que debemos hacerlo, sea cual sea la consecuencia.
Ej: devolver una cartera con dinero que has encontrado solo por miedo al castigo o dar comida a un pobre por el deseo de ir al cielo son actos que no tienen valor para Kant, ya que buscan una recompensa. En cambio, hacerlo porque sabes que es lo correcto es lo que tiene mérito.