"¿Meterse en las peleas de otro? ¡Es mejor agarrar por las orejas a un perro que pasa!" (Proverbios 26,17).
¿Qué pasaría si tomas de las orejas a un perro que pasa, es decir, desconocido? Es muy probable que te muerda... de la misma forma, es muy probable que las cosas no salgan bien si te metes en una pelea ajena, si los que se enfrentan no han pedido tu mediación.
Un perro tomado por las orejas suele reaccionar violentamente. El que se mete en pleito ajeno, cae en dificultades más grandes que las que habÃa previsto.
Proverbios, capÃtulo 26, versÃculo 17. Allà dice: “Como quien agarra por las orejas a un perro es cualquiera que, al pasar, se enfurece por la riña que no es suya”.
Los verdaderos discÃpulos de Jesús hacemos todo lo posible por evitar las peleas. De esa forma demostramos que somos lo suficientemente fuertes como para hacer lo que está bien. La Biblia dice que el discÃpulo de Jesús “no tiene necesidad de pelear, sino de ser amable para con todos” (2 Timoteo 2:24).
Si tu agarras a un perro suelto de las orejas, las consecuencias no serán nada buenas... lo mismo q si te entrometes en una discusión o disputa ajena.. como no te corresponde saldrás perjudicado sin merecerlo. El consejo es que no te entrometas en las discusiones de terceras personas si no estas involucrado.
Viene a decir que, si el asunto no va contigo, debes dejar que los demás se despedacen entre ellos, poerque si no corres el riesgo de que se vuelvan contra tÃ.
Es muy hebreo: que se despedacen los demás pueblos, nosostros nos apoyamos y vamos a lo nuestro...
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¡Hola!
"¿Meterse en las peleas de otro? ¡Es mejor agarrar por las orejas a un perro que pasa!" (Proverbios 26,17).
¿Qué pasaría si tomas de las orejas a un perro que pasa, es decir, desconocido? Es muy probable que te muerda... de la misma forma, es muy probable que las cosas no salgan bien si te metes en una pelea ajena, si los que se enfrentan no han pedido tu mediación.
¡Que Dios te bendiga!
¿Qué deberÃamos hacer si vemos que otras personas se están peleando? ¿DeberÃamos ponernos de parte de alguna de ellas?... La Biblia nos aconseja qué hacer. Busquemos Proverbios, capÃtulo 26, versÃculo 17. Allà dice: “Como quien agarra por las orejas a un perro es cualquiera que, al pasar, se enfurece por la riña que no es suya”.
¿Qué ocurrirÃa si agarraras a un perro por las orejas? Le dolerÃa y querrÃa atacarte, ¿verdad? Cuanto más tratara de soltarse el perro, más fuerte tendrÃas que agarrarlo y más nervioso se pondrÃa. Y si lo dejaras ir, probablemente te morderÃa con fuerza. Pero ¿puedes quedarte agarrándolo por las orejas toda la vida?...
Pues si vemos una pelea y nos metemos en ella, nos buscaremos un problema como ese. Puede que no sepamos quién empezó la pelea ni por qué están peleando. Quizás la persona que está recibiendo golpes robó algo y por eso le están pegando. Si la ayudamos, estaremos ayudando a un ladrón. Y eso no estarÃa bien, ¿verdad?
Por eso, ¿qué debes hacer cuando veas una pelea?... Si es en la escuela, puedes correr a decÃrselo a un maestro. Y si es fuera de la escuela, puedes llamar a tus padres o a un policÃa. Aunque otras personas quieran pelear, nosotros debemos ser pacÃficos.
17 El que pasando se deja llevar de la ira en pleito ajeno
Es como el que toma al perro por las orejas.
Explicacion:
VersÃculo 17
Lo que aquà se condena es, como dice la expresión castellana, meterse en lo que a uno no le importa. El que se interfiere en asuntos ajenos o se mete a intermediario imprudente en pleitos que no le van y en los que no sabe dar un consejo pacificador, se expone a causarse problemas a sà mismo y encender más, en lugar de apagar, la disputa. Es como tomar por las orejas al perro; no al perrillo doméstico, sino al que vagaba suelto por las calles en Palestina.
Se deja llevar.
Un perro tomado por las orejas suele reaccionar violentamente. El que se mete en pleito ajeno, cae en dificultades más grandes que las que habÃa previsto.
Proverbios, capÃtulo 26, versÃculo 17. Allà dice: “Como quien agarra por las orejas a un perro es cualquiera que, al pasar, se enfurece por la riña que no es suya”.
¿Qué ocurrirÃa si agarraras a un perro por las orejas? Le dolerÃa y querrÃa atacarte, ¿verdad? Cuanto más tratara de soltarse el perro, más fuerte tendrÃas que agarrarlo y más nervioso se pondrÃa. Y si lo dejaras ir, probablemente te morderÃa con fuerza. Pero ¿puedes quedarte agarrándolo por las orejas toda la vida?...
Pues si vemos una pelea y nos metemos en ella, nos buscaremos un problema como ese. Puede que no sepamos quién empezó la pelea ni por qué están peleando. Quizás la persona que está recibiendo golpes robó algo y por eso le están pegando. Si la ayudamos, estaremos ayudando a un ladrón. Y eso no estarÃa bien, ¿verdad?
Por eso, ¿qué debes hacer cuando veas una pelea?... Si es en la escuela, puedes correr a decÃrselo a un maestro. Y si es fuera de la escuela, puedes llamar a tus padres o a un policÃa. Aunque otras personas quieran pelear, nosotros debemos ser pacÃficos.
Los verdaderos discÃpulos de Jesús hacemos todo lo posible por evitar las peleas. De esa forma demostramos que somos lo suficientemente fuertes como para hacer lo que está bien. La Biblia dice que el discÃpulo de Jesús “no tiene necesidad de pelear, sino de ser amable para con todos” (2 Timoteo 2:24).
El que pasando se deja llevar de la ira en pleito ajeno, Es como el que toma al perro por las orejas.
si el asunto no va contigo, debes dejar que los demás se despedacen entre ellos, porque si no corres el riesgo de que se vuelvan contra tÃ.
Si tu agarras a un perro suelto de las orejas, las consecuencias no serán nada buenas... lo mismo q si te entrometes en una discusión o disputa ajena.. como no te corresponde saldrás perjudicado sin merecerlo. El consejo es que no te entrometas en las discusiones de terceras personas si no estas involucrado.
Viene a decir que, si el asunto no va contigo, debes dejar que los demás se despedacen entre ellos, poerque si no corres el riesgo de que se vuelvan contra tÃ.
Es muy hebreo: que se despedacen los demás pueblos, nosostros nos apoyamos y vamos a lo nuestro...
El que pasando se deja llevar de la ira en pleito ajeno
Es como el que toma al perro por las orejas.
Espero te sirva.
Tienes la respuesta clara y contundente en la misma biblia.
Rom. 12:19
Amados, no os venguéis vosotros mismos, sino dejad lugar a la ira de Dios, porque Está escrito: MÃa es la venganza; yo pagaré, dice el Señor.