algo que escribí un día que me acusaron injustamente de divulgar una información que ya era del dominio público.

Por que me quite del chisme.

Era el chisme mi pasión

No podía vivir sin él.

Desde niña lo practique

Sin descanso ni precaución.

De la mañana a la noche

En mi casa y en el trabajo,

Sin demora transmitía

Cuanto rumor recibía.

A veces en forma fiel,

Otras bien adornado;

Sin afán de lastimar

A quien victima resultaba.

Pero un día el destino cruel

Quiso que me convirtiera yo,

De verdugo a condenada,

Sin que pudiera hacer nada.

Un amigo de la infancia,

Un saludo sin malicia,

Unos ojos indiscretos

Y una lengua viperina.

Sin hogar, sin esposo y sin hijos,

En un instante quedé;

Pagando así la crueldad

Con que a veces me ensañé.

Ahora entiendo por fin,

El error que cometí;

Y aunque ya me arrepentí

Nada puedo remediar.

Por eso deje de hablar

De los otros sin pensar,

Aprendiendo a resistir,

Del chisme la tentación.