Elhorno de Franklin o chimenea de Pensilvania metálico y más seguro que las tradicionales chimeneas;
Un humidificador para estufas y chimeneas;
Uno de los primeros catéteres urinarios flexibles, para tratar los cálculos urinarios de su hermano John;
El cuentakilómetros, en su etapa de trabajo en la Oficina Postal;
Las aletas de nadador,
La armónica de cristal
Los inventos de Benjamín Franklin revelan a un hombre lleno de talentos e intereses. Su curiosidad natural acerca de las cosas y la manera en que funcionan, lo motivaron a tratar de mejorarlas, es por eso que se dice que su trabajo como científico, lo convirtió en inventor.
Franklin padecía deficiencia visual y utilizaba anteojos para leer; se cansó de tener que quitárselos y ponérselos, entonces decidió buscar una manera de hacer que sus anteojos le permitieran ver de cerca y de lejos. Al tener dos pares de lentes cortados a la mitad, colocó una mitad de cada uno de los lentes en un solo marco, lo cual dio como resultado lo que hoy conocemos como lentes bifocales.
Aunque Franklin no es famoso por sus estudios de biociencia, mostró interés por el funcionamiento del cuerpo humano y las maneras de ayudar a mejorarlo. Por ejemplo, su hermano mayor, John, sufría de cálculos renales y para ayudarlo, desarrolló un catéter urinario flexible, el cual fue el primero en ser producido en América.
A lo largo de su vida, viajó ocho veces por el Océano Atlántico, lo cual le permitió aprender de los barcos y su funcionamiento. A principios de 1784, Franklin sugirió que se siguiera el modelo chino de dividir las bodegas de los barcos en compartimentos herméticos, de esa manera, en caso de una fuga de agua en el compartimento, ésta no se expandiera a toda la bodega y provocara el hundimiento del barco.
Todos saben la historia del papalote de Franklin. A pesar de haber hecho descubrimientos y avances importantes, Franklin no inventó la electricidad; sin embargo, inventó el pararrayos, el cual protegía a los edificios y barcos de los daños causados por los relámpagos. En la América colonial, la mayor parte de la gente calentaba sus hogares prendiendo sus chimeneas a pesar de ser peligroso, y de utilizar mucha madera. Franklin pensó que podía haber una mejor manera de hacerlo e inventó la estufa de hierro o "Franklin Stove". Además, fundó el primer cuerpo de bomberos y la primera compañía de seguros contra incendios de la ciudad.
Como administrador de Correos de Filadelfia, tuvo la necesidad de inventar rutas para entregar el correo y para contar la distancia, inventó el odómetro, el cual ataba a su carruaje.
Se retiró del servicio público y los negocios a una edad avanzada y deseaba pasar su tiempo leyendo y estudiando. Sin embargo, por su edad, era difícil para él alcanzar algunos libros de los anaqueles altos, y aunque tenía muchos nietos para ayudarle, inventó una herramienta llamada "brazo largo" para alcanzar los libros. El brazo era un palo de madera, con un gancho en un extremo.
Más tarde, otros inventores, como Thomas A. Edison y Alexander Graham Bell, retomarían los pasos de Franklin para hacer sus contribuciones a la humanidad. Hoy en día, los pensadores curiosos, siguen sus pasos inventando nuevas y mejores maneras de hacer funcionar las cosas.
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El pararrayos
Las lentes bifocales
Elhorno de Franklin o chimenea de Pensilvania metálico y más seguro que las tradicionales chimeneas;
Un humidificador para estufas y chimeneas;
Uno de los primeros catéteres urinarios flexibles, para tratar los cálculos urinarios de su hermano John;
El cuentakilómetros, en su etapa de trabajo en la Oficina Postal;
Las aletas de nadador,
La armónica de cristal
Los inventos de Benjamín Franklin revelan a un hombre lleno de talentos e intereses. Su curiosidad natural acerca de las cosas y la manera en que funcionan, lo motivaron a tratar de mejorarlas, es por eso que se dice que su trabajo como científico, lo convirtió en inventor.
Franklin padecía deficiencia visual y utilizaba anteojos para leer; se cansó de tener que quitárselos y ponérselos, entonces decidió buscar una manera de hacer que sus anteojos le permitieran ver de cerca y de lejos. Al tener dos pares de lentes cortados a la mitad, colocó una mitad de cada uno de los lentes en un solo marco, lo cual dio como resultado lo que hoy conocemos como lentes bifocales.
Aunque Franklin no es famoso por sus estudios de biociencia, mostró interés por el funcionamiento del cuerpo humano y las maneras de ayudar a mejorarlo. Por ejemplo, su hermano mayor, John, sufría de cálculos renales y para ayudarlo, desarrolló un catéter urinario flexible, el cual fue el primero en ser producido en América.
A lo largo de su vida, viajó ocho veces por el Océano Atlántico, lo cual le permitió aprender de los barcos y su funcionamiento. A principios de 1784, Franklin sugirió que se siguiera el modelo chino de dividir las bodegas de los barcos en compartimentos herméticos, de esa manera, en caso de una fuga de agua en el compartimento, ésta no se expandiera a toda la bodega y provocara el hundimiento del barco.
Todos saben la historia del papalote de Franklin. A pesar de haber hecho descubrimientos y avances importantes, Franklin no inventó la electricidad; sin embargo, inventó el pararrayos, el cual protegía a los edificios y barcos de los daños causados por los relámpagos. En la América colonial, la mayor parte de la gente calentaba sus hogares prendiendo sus chimeneas a pesar de ser peligroso, y de utilizar mucha madera. Franklin pensó que podía haber una mejor manera de hacerlo e inventó la estufa de hierro o "Franklin Stove". Además, fundó el primer cuerpo de bomberos y la primera compañía de seguros contra incendios de la ciudad.
Como administrador de Correos de Filadelfia, tuvo la necesidad de inventar rutas para entregar el correo y para contar la distancia, inventó el odómetro, el cual ataba a su carruaje.
Se retiró del servicio público y los negocios a una edad avanzada y deseaba pasar su tiempo leyendo y estudiando. Sin embargo, por su edad, era difícil para él alcanzar algunos libros de los anaqueles altos, y aunque tenía muchos nietos para ayudarle, inventó una herramienta llamada "brazo largo" para alcanzar los libros. El brazo era un palo de madera, con un gancho en un extremo.
Más tarde, otros inventores, como Thomas A. Edison y Alexander Graham Bell, retomarían los pasos de Franklin para hacer sus contribuciones a la humanidad. Hoy en día, los pensadores curiosos, siguen sus pasos inventando nuevas y mejores maneras de hacer funcionar las cosas.
EL NO INVENTO LA ELECTRICIDAD