Tienes de 5 a 6 semanas, a la semana 8 tendrá una medida aproximada de 11 mm de la cabeza a la colita, el largo del fémur (hueso largo de la pierna) varía dependiendo la la genética (si los papás son altos o bajos). Con mi primer hijo el ultrasonido me lo hice a la novena semana, y se veía como los muñequitos de las roscas, y en su pecho se veían los latidos del corazón que parecía como un foquito que se prendía y se apagaba. con mi segundo hijo el ultrasonido fue a mayor edad gestacional y no se distinguía muy bien, pero igual fue algo maravilloso para mi.
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Sólo hay una forma de detener la migraña y esta es: siempre lograr al raíz del problema y este manual Milagro Para El Dolor De Cabeza es exactamente lo que te mostrará porque con eliminar el raíz eliminaras la migraña permanente.
El médico cuenta las semanas de tu embarazo a partir del día en que empezó tu última regla. Es un dato más fiable que la fecha de ovulación (en torno a ella habrás concebido al niño), que varía según la duración del ciclo y no se puede calcular cuando los ciclos son irregulares. Por eso durante la primera semana, no estásembarazada, sino que tienes la regla.
El órgano que albergará al niño, el útero o matriz, es un músculo con un hueco en su interior, la cavidad uterina, que conecta con la vagina a través del cuello o cervix y con los ovarios izquierdo y derecho a través de las trompas de falopio. Ahora tiene el tamaño de un higo fresco (llegará a ser como una sandía grande) y está acolchando sus paredes con una capa de células en la que anida el huevo. Al final de a segunda semana, ovulas, haces el amor y un espermatozoide fecunda al óvulo, que prosigue su camino hacia el útero. La célula resultante de la fusión entre el óvulo y el espermatozoide, mezcla del padre y de la madre, pero distinta a los dos, se llama zigoto. A las 12 horas, continuando su viaje por la trompa, la célula se divide y crea otra igual a sí misma. Y cada 12 horas todas las células vuelven a multiplicarse, formando 4, 8, 16, 32... Dos días más tarde la pelota de células, que ahora se llama mórula, cae en la cavidad uterina, en la que pasa otros cuatro días rodando y creciendo antes de pegarse a su pared.
A partir de la 4ª semana, el blstocito (la célula que finalmente dará lugar a tu bebé) se enraiza en el utero. Es como una verruguita (mide un cuarto de milímetro, como la cabeza de un alfiler), constituida por cientos de células genéticamente iguales, pero que empiezan a diferenciarse (activando unos genes y bloqueando otros) para cumplir tareas distintas: las células de la capa externa forman la placenta, el cordón y las membranas amnióticas, y las del centro crean las estructuras del embrión. Al final de esta semana el disco embrionario se transforma en un cilindro, que se va curvando, mientras el esbozo de la placenta hunde más y más sus capilares en la mucosa uterina.
A partir de la quinta semana, es cuando sueles notar que tu menstruación se retrasa. Las vellosidades placentarias siguen penetrando en la pared del útero y en el tercer día de esta semana contactan con tus capilares sanguíneos. Por primera vez le llega tu sangre. La implantación es la condición a partir de la cual se puede hablar de embarazo, según la OMS. En el embrión, que en estos días multiplica por 10 su talla (hasta 1,2 mm), ya hay tres grupos de células diferenciadas: unas se agrupan para empezar a formar el esqueleto y los músculos; otras construyen los tejidos de los órganos internos; y otras crean los nervios, la piel y el cerebro.
A partir de la semana 6, el embrión mide 3 mm, como un grano de arroz, y su forma cilíndrica cambia: un extremo se engrosa, es la cabeza, y otro se alarga en una cola de tres vértebras (la perderá en una semana) que remata su espina dorsal, formada por finísimas láminas de pre-cartílago. La membrana amniótica se completa alrededor del embrión y la burbuja se llena de líquido. En el vientre de este minúsculo renacuajo sobresale un gran bulto más coloreado que de repente empieza a agitarse: es el corazón, que late.
Entre esta semana y la semana 7 es cuando se suele confirmar la noticia. En tu interior, el embrión es como un guisante, prendido a un cordón más grueso que él, y su cuerpo cambia cada día. En la cabeza aparecen dos manchas oscuras, preludio de los ojos, y cinco hendiduras como pellizquitos en plastilina, que serán los oídos, las fosas nasales y la boca. Los nervios, visibles porque la piel es transparente, se van extendiendo desde la médula espinal. Surgen los brotes de los brazos y, cuatro días después, los de las piernas. Y en el interior las células empiezan a construir los órganos internos. La embriogénesis es un periodo delicado. Si el embrión es defectuoso, se desprenderá y tendrás una regla, con retraso, más abundante de lo habitual.
A partir de la semana 8, el rostro del embrión se está modelando: los ojos se aproximan, brotan las orejas y la naricilla, el mentón se yergue y en la boca abierta, sin labios, surge una diminuta lengua y aparecen las láminas que darán origen a los dientes. En su cuerpo, casi todo cabeza y corazón, los brazos y las piernas se van desarrollando, pero aún son muy cortos, y hay pequeñas vértebras como de plástico jalonando su espalda hasta la rabadilla (las de la cola ya se han reabsorbido). Es como una judía, mide 1,2 cm y pesa 1 gramo.
Así que esto más o menos es lo que está ocurriendo en tu interior, por eso deduzco que estarás de unas 6 semanas apróximadamente. Pero claro, esto te lo tiene que confirmar tu ginecólogo. Si no te han dicho nada en concreto cuando te han confirmado tu embarazo, es que en principio todo va bien. Es probable que te sientas cansada y somnolienta, que tus pechos se hinchen y estén muy sensibles, que te sobrevengan náuseas (sobre todo mañaneras) y aversión a ciertos olores o que tengas la nariz congestionada, más necesidad de miccionar y una mayor propensión al estreñimiento y a los gases. Es perfectamente normal, son los síntomas típicos, aunque no todas las embarazadas los sienten o al menos no durante los primeros meses. Otro síntoma que puede alarmarte sin motivo es sentir pequeños pinchazos o molestias en el bajo vientre (no un dolor agudo) coincidiendo con la fecha en que habrías tenido la regla; incluso puedes tener entonces un ligerísimo sangrado vaginal que en este caso no es preocupante, ya que se debe a la implantación del óvulo en la pared del útero.
Acude al ginecólogo si sangras. Salvo el de implantación, cualquier sangrado es indicio de una posible amenaza de aborto. El médico te recomendará reposo y evitar las relaciones sexuales. También si tiene vómitos y náuseas tan persistentes que impiden comer o beber. Suele aplicarse un tratamiento de suero intravenoso para restablecer la pérdida de sustancias necesarias para el buen funcionamiento del organismo y evitar la deshidratación.También si tienes sangrado nasal que no cesa. Se debe a una mayor congestión de los vasos sanguíneos y precisará de un taponamiento y un control médico. O un dolor muy agudo en el bajo vientre. Podría indicar que el embrión ha anidado fuera del útero (embarazo ectópico) y en este caso habrá que eliminarlo mediante tratamiento químico o quirúrgico. O si tienes fiebre de origen desconocido (más de 38ºC). Es señal de alarma en cualquier momento del embarazo, porque el bebé no la tolera bien si se mantiene y porque es síntoma de infección. Hay que buscar la causa, tratarla y vigilar su evolución.
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Tienes de 5 a 6 semanas, a la semana 8 tendrá una medida aproximada de 11 mm de la cabeza a la colita, el largo del fémur (hueso largo de la pierna) varía dependiendo la la genética (si los papás son altos o bajos). Con mi primer hijo el ultrasonido me lo hice a la novena semana, y se veía como los muñequitos de las roscas, y en su pecho se veían los latidos del corazón que parecía como un foquito que se prendía y se apagaba. con mi segundo hijo el ultrasonido fue a mayor edad gestacional y no se distinguía muy bien, pero igual fue algo maravilloso para mi.
Si quieres descubrir la verdad sobre las drogas para la migraña y cómo se puede detener el dolor de cabeza una vez por todas sin tener que gastar un centavo en medicamentos innecesarios entonces este manual Milagro Para El Dolor De Cabezade aquí https://tr.im/1AHgN es lo que necesitas.
Sólo hay una forma de detener la migraña y esta es: siempre lograr al raíz del problema y este manual Milagro Para El Dolor De Cabeza es exactamente lo que te mostrará porque con eliminar el raíz eliminaras la migraña permanente.
Calculo que aproximádamente estás de 6 semanas.
El médico cuenta las semanas de tu embarazo a partir del día en que empezó tu última regla. Es un dato más fiable que la fecha de ovulación (en torno a ella habrás concebido al niño), que varía según la duración del ciclo y no se puede calcular cuando los ciclos son irregulares. Por eso durante la primera semana, no estásembarazada, sino que tienes la regla.
El órgano que albergará al niño, el útero o matriz, es un músculo con un hueco en su interior, la cavidad uterina, que conecta con la vagina a través del cuello o cervix y con los ovarios izquierdo y derecho a través de las trompas de falopio. Ahora tiene el tamaño de un higo fresco (llegará a ser como una sandía grande) y está acolchando sus paredes con una capa de células en la que anida el huevo. Al final de a segunda semana, ovulas, haces el amor y un espermatozoide fecunda al óvulo, que prosigue su camino hacia el útero. La célula resultante de la fusión entre el óvulo y el espermatozoide, mezcla del padre y de la madre, pero distinta a los dos, se llama zigoto. A las 12 horas, continuando su viaje por la trompa, la célula se divide y crea otra igual a sí misma. Y cada 12 horas todas las células vuelven a multiplicarse, formando 4, 8, 16, 32... Dos días más tarde la pelota de células, que ahora se llama mórula, cae en la cavidad uterina, en la que pasa otros cuatro días rodando y creciendo antes de pegarse a su pared.
A partir de la 4ª semana, el blstocito (la célula que finalmente dará lugar a tu bebé) se enraiza en el utero. Es como una verruguita (mide un cuarto de milímetro, como la cabeza de un alfiler), constituida por cientos de células genéticamente iguales, pero que empiezan a diferenciarse (activando unos genes y bloqueando otros) para cumplir tareas distintas: las células de la capa externa forman la placenta, el cordón y las membranas amnióticas, y las del centro crean las estructuras del embrión. Al final de esta semana el disco embrionario se transforma en un cilindro, que se va curvando, mientras el esbozo de la placenta hunde más y más sus capilares en la mucosa uterina.
A partir de la quinta semana, es cuando sueles notar que tu menstruación se retrasa. Las vellosidades placentarias siguen penetrando en la pared del útero y en el tercer día de esta semana contactan con tus capilares sanguíneos. Por primera vez le llega tu sangre. La implantación es la condición a partir de la cual se puede hablar de embarazo, según la OMS. En el embrión, que en estos días multiplica por 10 su talla (hasta 1,2 mm), ya hay tres grupos de células diferenciadas: unas se agrupan para empezar a formar el esqueleto y los músculos; otras construyen los tejidos de los órganos internos; y otras crean los nervios, la piel y el cerebro.
A partir de la semana 6, el embrión mide 3 mm, como un grano de arroz, y su forma cilíndrica cambia: un extremo se engrosa, es la cabeza, y otro se alarga en una cola de tres vértebras (la perderá en una semana) que remata su espina dorsal, formada por finísimas láminas de pre-cartílago. La membrana amniótica se completa alrededor del embrión y la burbuja se llena de líquido. En el vientre de este minúsculo renacuajo sobresale un gran bulto más coloreado que de repente empieza a agitarse: es el corazón, que late.
Entre esta semana y la semana 7 es cuando se suele confirmar la noticia. En tu interior, el embrión es como un guisante, prendido a un cordón más grueso que él, y su cuerpo cambia cada día. En la cabeza aparecen dos manchas oscuras, preludio de los ojos, y cinco hendiduras como pellizquitos en plastilina, que serán los oídos, las fosas nasales y la boca. Los nervios, visibles porque la piel es transparente, se van extendiendo desde la médula espinal. Surgen los brotes de los brazos y, cuatro días después, los de las piernas. Y en el interior las células empiezan a construir los órganos internos. La embriogénesis es un periodo delicado. Si el embrión es defectuoso, se desprenderá y tendrás una regla, con retraso, más abundante de lo habitual.
A partir de la semana 8, el rostro del embrión se está modelando: los ojos se aproximan, brotan las orejas y la naricilla, el mentón se yergue y en la boca abierta, sin labios, surge una diminuta lengua y aparecen las láminas que darán origen a los dientes. En su cuerpo, casi todo cabeza y corazón, los brazos y las piernas se van desarrollando, pero aún son muy cortos, y hay pequeñas vértebras como de plástico jalonando su espalda hasta la rabadilla (las de la cola ya se han reabsorbido). Es como una judía, mide 1,2 cm y pesa 1 gramo.
Así que esto más o menos es lo que está ocurriendo en tu interior, por eso deduzco que estarás de unas 6 semanas apróximadamente. Pero claro, esto te lo tiene que confirmar tu ginecólogo. Si no te han dicho nada en concreto cuando te han confirmado tu embarazo, es que en principio todo va bien. Es probable que te sientas cansada y somnolienta, que tus pechos se hinchen y estén muy sensibles, que te sobrevengan náuseas (sobre todo mañaneras) y aversión a ciertos olores o que tengas la nariz congestionada, más necesidad de miccionar y una mayor propensión al estreñimiento y a los gases. Es perfectamente normal, son los síntomas típicos, aunque no todas las embarazadas los sienten o al menos no durante los primeros meses. Otro síntoma que puede alarmarte sin motivo es sentir pequeños pinchazos o molestias en el bajo vientre (no un dolor agudo) coincidiendo con la fecha en que habrías tenido la regla; incluso puedes tener entonces un ligerísimo sangrado vaginal que en este caso no es preocupante, ya que se debe a la implantación del óvulo en la pared del útero.
Acude al ginecólogo si sangras. Salvo el de implantación, cualquier sangrado es indicio de una posible amenaza de aborto. El médico te recomendará reposo y evitar las relaciones sexuales. También si tiene vómitos y náuseas tan persistentes que impiden comer o beber. Suele aplicarse un tratamiento de suero intravenoso para restablecer la pérdida de sustancias necesarias para el buen funcionamiento del organismo y evitar la deshidratación.También si tienes sangrado nasal que no cesa. Se debe a una mayor congestión de los vasos sanguíneos y precisará de un taponamiento y un control médico. O un dolor muy agudo en el bajo vientre. Podría indicar que el embrión ha anidado fuera del útero (embarazo ectópico) y en este caso habrá que eliminarlo mediante tratamiento químico o quirúrgico. O si tienes fiebre de origen desconocido (más de 38ºC). Es señal de alarma en cualquier momento del embarazo, porque el bebé no la tolera bien si se mantiene y porque es síntoma de infección. Hay que buscar la causa, tratarla y vigilar su evolución.