Indirectamente Goya estuvo al Servicio del Rey Carlos III a través de los pedidos que se le hacían en la corte y de distinguidos miembros de la realeza y del gobierno de auel entonces como por ejemplo: Gaspar Melchor de Jovellanos y Juan Agustín Ceán Bermúdez, historiador del arte. De suma importancia fue también su relación con la pequeña corte que el infante don Luis de Borbón se había creado en Arenas de San Pedro (Ávila), junto al músico Luigi Boccherini y otras figuras de la cultura española.
La familia del infante don Luis de Borbón (1783-1783).
Óleo sobre lienzo. 248 x 330 cm.
Fundación Magnani-Rocca (Corte di Mamiano, Italia).
En donde se mira a Goya pintando a la familia del infante, muy al estilo de Vlázquez:
Por otro lado, el ascenso del murciano José Moñino y Redondo, conde de Floridablanca a la cúspide de la gobernación de España y la buena opinión que tenía de la pintura Goya, le proporcionó algunos de sus más importantes encargos: dos retratos del Primer Ministro, entre los que destaca el de 1783. Sin embargo, quizá el más decidido apoyo de Goya fue el de los Duques de Osuna, familia a la que retrató en el afamado Los duques de Osuna y sus hijos, en especial el de la duquesa María Josefa Pimentel, una mujer culta y activa en los círculos ilustrados madrileños. Por esta época estaban decorando su quinta de El Capricho y para tal fin solicitaron a Goya una serie de cuadros de costumbres con características parecidas a las de los modelos para tapices de los Sitios Reales, que fueron entregados en 1787.
En donde Goya pinta a los hijos de los Duques con indecible ternura.
De este modo Goya va ganando prestigio, y los ascensos se suceden. En 1785 es nombrado Teniente Director de Pintura de la Academia de San Fernando (semejante al puesto de subdirector), y en 1789, a sus cuarenta y tres años y tras la subida al trono del nuevo rey Carlos IV y hacer su retrato, Pintor de Cámara del Rey, lo que le capacitaba para ejecutar los retratos oficiales de la familia real a la par que obtenía unas rentas que le permitían darse el lujo de comprarse coche y sus tan deseados «campicos», como reiteradamente le escribía a Martín Zapater, su amigo de siempre.
En donde también Goya aparece autorretratado a la izquierda de la obra pintando a la familia real, al estilo de las Meninas de Velázquez.
El periodo de la Restauración absolutista de Fernando VII supone la persecución de liberales y afrancesados, entre los que Goya tenía sus principales amistades. Juan Meléndez Valdés o Leandro Fernández de Moratín se ven obligados a exiliarse en Francia ante la represión. El propio Goya se encuentra en una difícil situación, por haber servido a José I, por el círculo de ilustrados entre los que se movía y por el proceso que la Inquisición inició contra él en marzo de 1815 a cuenta de La maja desnuda, que consideraba «obscena», del que el pintor se vio finalmente absuelto.
Este panorama político llevó a Goya a reducir los encargos oficiales a las pinturas patrióticas acerca del «Levantamiento del dos de mayo» y a realizar retratos de Fernando VII. Uno con manto real y otro del «Deseado» en campaña, ambos de 1814 y conservados en el Prado, se suman al antedicho encargado por el ayuntamiento de Santander.
Como pintor de camara debe retratar a Fernando VIIU quien le salva de la inquisición por haber realizado laminas inmorales y por haber pintado a la maja desnuda, pero finalmente la relación con el monarca que no es muy estrecha se rompe y esto provoca sus sustitución por el Valenciano Vicente López. Vicente López significa el fin de una época y los intentos por mantenerla sumida en la corriente del Barroco del siglo XVIII con una técnica depurada y virtuosa en extremo, sin embargo carecia por completo de penetración psicológica y bde gracia compositiva, Fernando VII sustituye a Goya por este pintor anquilosado e inofensivo.
En mayo de 1823, las tropas del duque de Angulema toman Madrid con objeto de restaurar la monarquía absoluta de Fernando VII y se produce una inmediata represión de los liberales que habían apoyado la constitución de 1812, vigente de nuevo durante el Trienio Liberal. Goya temió los efectos de esta persecución (consta que Leocadia Weiss, su compañera, también) y marchó a refugiarse a casa de un amigo canónigo, José Duaso y Latre. Al año siguiente solicita al rey un permiso para convalecer en el balneario de Plombières que le fue concedido.
El 26 de marzo de 1828 le visitaron en Burdeos su nieto Mariano y su hijo Javier. La emoción quebrantó su ya delicado estado de salud y le obligó a guardar cama, postración de la que ya no se recuperará.Muere el 15 de abril de 1828. Sus restos descansan hoy en la ermita de San Antonio de la Florida de Madrid.
De tal manera que los reinados de tres Reyes: Carlos III, Carlos IV y Fernando VII fueron testigos del ascenso, apogeo y plenitud hasta su exilio y su muerte en Burdeos de la obra de este gran pintor.
Goya fue un gran pintor , tanto que llego a ser contratado pero sin cobrar por los cuatro reyes que fueron pasando por épocas en las cuales Goya vivio ,
de este modo esos cuatro reyes los cuales fueron :
Carlos III,Carlos IV,Jose I y Fernando VII lo vieron ascender en los puestos que le otorgaron ellos mismos
Espero que hos halla gustado mi respuesta , y gracias por leerla.
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Indirectamente Goya estuvo al Servicio del Rey Carlos III a través de los pedidos que se le hacían en la corte y de distinguidos miembros de la realeza y del gobierno de auel entonces como por ejemplo: Gaspar Melchor de Jovellanos y Juan Agustín Ceán Bermúdez, historiador del arte. De suma importancia fue también su relación con la pequeña corte que el infante don Luis de Borbón se había creado en Arenas de San Pedro (Ávila), junto al músico Luigi Boccherini y otras figuras de la cultura española.
La familia del infante don Luis de Borbón (1783-1783).
Óleo sobre lienzo. 248 x 330 cm.
Fundación Magnani-Rocca (Corte di Mamiano, Italia).
En donde se mira a Goya pintando a la familia del infante, muy al estilo de Vlázquez:
http://goya.unizar.es/InfoGoya/Obra/Catalogo/Pintu...
Por otro lado, el ascenso del murciano José Moñino y Redondo, conde de Floridablanca a la cúspide de la gobernación de España y la buena opinión que tenía de la pintura Goya, le proporcionó algunos de sus más importantes encargos: dos retratos del Primer Ministro, entre los que destaca el de 1783. Sin embargo, quizá el más decidido apoyo de Goya fue el de los Duques de Osuna, familia a la que retrató en el afamado Los duques de Osuna y sus hijos, en especial el de la duquesa María Josefa Pimentel, una mujer culta y activa en los círculos ilustrados madrileños. Por esta época estaban decorando su quinta de El Capricho y para tal fin solicitaron a Goya una serie de cuadros de costumbres con características parecidas a las de los modelos para tapices de los Sitios Reales, que fueron entregados en 1787.
La familia del duque de Osuna (1788).
Óleo sobre lienzo. 225 x 174 cm.
Museo del Prado (Madrid, España):
http://goya.unizar.es/InfoGoya/Obra/Catalogo/Pintu...
En donde Goya pinta a los hijos de los Duques con indecible ternura.
De este modo Goya va ganando prestigio, y los ascensos se suceden. En 1785 es nombrado Teniente Director de Pintura de la Academia de San Fernando (semejante al puesto de subdirector), y en 1789, a sus cuarenta y tres años y tras la subida al trono del nuevo rey Carlos IV y hacer su retrato, Pintor de Cámara del Rey, lo que le capacitaba para ejecutar los retratos oficiales de la familia real a la par que obtenía unas rentas que le permitían darse el lujo de comprarse coche y sus tan deseados «campicos», como reiteradamente le escribía a Martín Zapater, su amigo de siempre.
http://www.artehistoria.jcyl.es/genios/cuadros/119...
En donde también Goya aparece autorretratado a la izquierda de la obra pintando a la familia real, al estilo de las Meninas de Velázquez.
El periodo de la Restauración absolutista de Fernando VII supone la persecución de liberales y afrancesados, entre los que Goya tenía sus principales amistades. Juan Meléndez Valdés o Leandro Fernández de Moratín se ven obligados a exiliarse en Francia ante la represión. El propio Goya se encuentra en una difícil situación, por haber servido a José I, por el círculo de ilustrados entre los que se movía y por el proceso que la Inquisición inició contra él en marzo de 1815 a cuenta de La maja desnuda, que consideraba «obscena», del que el pintor se vio finalmente absuelto.
Este panorama político llevó a Goya a reducir los encargos oficiales a las pinturas patrióticas acerca del «Levantamiento del dos de mayo» y a realizar retratos de Fernando VII. Uno con manto real y otro del «Deseado» en campaña, ambos de 1814 y conservados en el Prado, se suman al antedicho encargado por el ayuntamiento de Santander.
Como pintor de camara debe retratar a Fernando VIIU quien le salva de la inquisición por haber realizado laminas inmorales y por haber pintado a la maja desnuda, pero finalmente la relación con el monarca que no es muy estrecha se rompe y esto provoca sus sustitución por el Valenciano Vicente López. Vicente López significa el fin de una época y los intentos por mantenerla sumida en la corriente del Barroco del siglo XVIII con una técnica depurada y virtuosa en extremo, sin embargo carecia por completo de penetración psicológica y bde gracia compositiva, Fernando VII sustituye a Goya por este pintor anquilosado e inofensivo.
En mayo de 1823, las tropas del duque de Angulema toman Madrid con objeto de restaurar la monarquía absoluta de Fernando VII y se produce una inmediata represión de los liberales que habían apoyado la constitución de 1812, vigente de nuevo durante el Trienio Liberal. Goya temió los efectos de esta persecución (consta que Leocadia Weiss, su compañera, también) y marchó a refugiarse a casa de un amigo canónigo, José Duaso y Latre. Al año siguiente solicita al rey un permiso para convalecer en el balneario de Plombières que le fue concedido.
El 26 de marzo de 1828 le visitaron en Burdeos su nieto Mariano y su hijo Javier. La emoción quebrantó su ya delicado estado de salud y le obligó a guardar cama, postración de la que ya no se recuperará.Muere el 15 de abril de 1828. Sus restos descansan hoy en la ermita de San Antonio de la Florida de Madrid.
De tal manera que los reinados de tres Reyes: Carlos III, Carlos IV y Fernando VII fueron testigos del ascenso, apogeo y plenitud hasta su exilio y su muerte en Burdeos de la obra de este gran pintor.
Aquí te dejo mi favorita:
«Aún aprendo», Álbum G (Museo del Prado):
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/7/78...
Un viejito sobre dos bastones pero de cara feliz y sonriente tras el rostro barbado porque <<Aún Aprende>>.
Saludos.
Bueno, yo sé que fue el pintor de cámara de la corte de Fernando VII, en 1814...
PARA GASPAR, MELCHOR Y BALTAZAR JEJE... NI IDEA PERO FELIZ DIA DE REYES!!!
Goya fue un gran pintor , tanto que llego a ser contratado pero sin cobrar por los cuatro reyes que fueron pasando por épocas en las cuales Goya vivio ,
de este modo esos cuatro reyes los cuales fueron :
Carlos III,Carlos IV,Jose I y Fernando VII lo vieron ascender en los puestos que le otorgaron ellos mismos
Espero que hos halla gustado mi respuesta , y gracias por leerla.