Puede ser la descripción de cualquiera de nosotros en un momento determinado de nuestras vidas. La niñez, la vejez, la enfermedad, las carencias de todo tipo y todo un cúmulo de circunstancias ante las cuales uno nada puede hacer. Al menos puedes esperar que otros, te ayuden.
Puede ser la descripción de cualquiera de nosotros en un momento determinado de nuestras vidas. La niñez, la vejez, la enfermedad, las carencias de todo tipo y todo un cúmulo de circunstancias ante las cuales uno nada puede hacer. Al menos puedes esperar que otros, te ayuden.
en un momento de mi vida que me diagnosticaron cancer de colon, supe que a pesar de tener caracter fuerte, ante la mala noticia, senti lo debil que soy, y esto creo que en general la gran mayoria de los humanos somos debiles.
Imaginemos a un ateo. Para que llegue a creer en Jesucristo, necesita escuchar el Evangelio; y para esto, es necesario que alguien se lo anuncie (cf Rm 10,14). Ciertamente Dios es quien suscita la conversión y otorga el don de la fe, pero lo hace gracias a las mediaciones.
Puesto que es Dios quien actúa, debemos ser dóciles y humildes. Puesto que somos una mediación necesaria, debemos actuar responsablemente y con creatividad.
Ser instrumentos en las manos de Dios nos llena de alegrÃa y gratitud. Saber que la acción de Dios depende de nosotros, nos impulsa a luchar, cada dÃa, por ser mejores instrumentos.
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Persona muy débil es la que no puede querer que el otro pierda....,o decir..., que ese otro se valga por sí mismo.Saludos,,Orlando,,,
pues estas equivocado...
no se ke kieres decir
Puede ser la descripción de cualquiera de nosotros en un momento determinado de nuestras vidas. La niñez, la vejez, la enfermedad, las carencias de todo tipo y todo un cúmulo de circunstancias ante las cuales uno nada puede hacer. Al menos puedes esperar que otros, te ayuden.
Las sociedades que no tienen en cuenta los derechos humanos suelen producir mucha personas débiles que no pueden valerse por si mismas y todo tipo de pobres y marginados.
Hay quien puede valerse por si mismo para hacer una gran fortuna pero no para encontrar afecto. Y hay médicos que no pueden curarse a si mismos.
Puede ser la descripción de cualquiera de nosotros en un momento determinado de nuestras vidas. La niñez, la vejez, la enfermedad, las carencias de todo tipo y todo un cúmulo de circunstancias ante las cuales uno nada puede hacer. Al menos puedes esperar que otros, te ayuden.
Las sociedades que no tienen en cuenta los derechos humanos suelen producir mucha personas débiles que no pueden valerse por si mismas y todo tipo de pobres y marginados.
Hay quien puede valerse por si mismo para hacer una gran fortuna pero no para encontrar afecto. Y hay médicos que no pueden curarse a si mismos.
en un momento de mi vida que me diagnosticaron cancer de colon, supe que a pesar de tener caracter fuerte, ante la mala noticia, senti lo debil que soy, y esto creo que en general la gran mayoria de los humanos somos debiles.
Después de haber aceptado la doctrina de la expiación y comprendido la gran verdad de que la salvación es por medio de la fe en el Señor Jesús, el corazón con frecuencia se inquieta por un sentimiento de incapacidad respecto a hacer el bien. Muchos suspiran diciendo: “¡Ay de mÃ!: nada puedo hacer.” Y no lo dicen como excusa, sino que lo sienten diariamente como carga pesada. Las palabras de nuestro Señor son totalmente ciertas: “Sin mà nada podéis hacer”. PodrÃa ampliar el texto y recordarte del gran amor con que el Señor nos amó, “aun estando nosotros muertos en pecados”. Estar muerto es aún peor que estar sin fuerzas.
Imaginemos a un ateo. Para que llegue a creer en Jesucristo, necesita escuchar el Evangelio; y para esto, es necesario que alguien se lo anuncie (cf Rm 10,14). Ciertamente Dios es quien suscita la conversión y otorga el don de la fe, pero lo hace gracias a las mediaciones.
Dios, a través de nosotros, quiere defender los derechos humanos y cuidar la naturaleza. Necesita de nuestras manos para acariciar al enfermo, y de nuestro afecto para sanar corazones heridos.
Puesto que es Dios quien actúa, debemos ser dóciles y humildes. Puesto que somos una mediación necesaria, debemos actuar responsablemente y con creatividad.
Ser instrumentos en las manos de Dios nos llena de alegrÃa y gratitud. Saber que la acción de Dios depende de nosotros, nos impulsa a luchar, cada dÃa, por ser mejores instrumentos.
Invalido.