el poema nocturno III del colombiano José asuncion silva, va dedicado a una mujer, combina amor y tristeza.
comienza con la palabra "una noche", que significa cualquier noche o pasado.
el yo escritor en la primera parte quiere decir algo que ya paso, que ya no se repite, expresa el significado que tiene para el la mujer y los buenos momentos que paso bajo la luna, "la noche era oscura" la noche puede significar amarguras que tuvo el yo poeta. en la primera parte la mujer lo acompañaba a todos lados.
en la segunda noche, que comienza con "esta noche", ya la acompañante esta muerta y acontinuacion la recuerda. expresa en forma de metáfora que la acompañante se fue de su vida, se va al "infinito negro" para nunca mas volverla a ver, por ultimo el recuerda cuando las sombras estaban juntas y compartian sus experiencias.
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Hola Dani!!
el poema nocturno III del colombiano José asuncion silva, va dedicado a una mujer, combina amor y tristeza.
comienza con la palabra "una noche", que significa cualquier noche o pasado.
el yo escritor en la primera parte quiere decir algo que ya paso, que ya no se repite, expresa el significado que tiene para el la mujer y los buenos momentos que paso bajo la luna, "la noche era oscura" la noche puede significar amarguras que tuvo el yo poeta. en la primera parte la mujer lo acompañaba a todos lados.
en la segunda noche, que comienza con "esta noche", ya la acompañante esta muerta y acontinuacion la recuerda. expresa en forma de metáfora que la acompañante se fue de su vida, se va al "infinito negro" para nunca mas volverla a ver, por ultimo el recuerda cuando las sombras estaban juntas y compartian sus experiencias.
Salu2
Wendy
NOCTURNO III
Una noche
una noche toda llena de perfumes, de murmullos y de música de älas,
Una noche
en que ardían en la sombra nupcial y húmeda, las luciérnagas fantásticas,
a mi lado, lentamente, contra mí ceñida, toda,
muda y pálida
como si un presentimiento de amarguras infinitas,
hasta el fondo más secreto de tus fibras te agitara,
por la senda que atraviesa la llanura florecida
caminabas,
y la luna llena
por los cielos azulosos, infinitos y profundos esparcía su luz blanca,
y tu sombra
fina y lángida
y mi sombra
por los rayos de la luna proyectada
sobre las arenas tristes
de la senda se juntaban.
Y eran una
y eran una
¡y eran una sola sombra larga!
¡y eran una sola sombra larga!
¡y eran una sola sombra larga!
Esta noche
solo, el alma
llena de las infinitas amarguras y agonías de tu muerte,
separado de ti misma, por la sombra, por el tiempo y la distancia,
por el infinito negro,
donde nuestra voz no alcanza,
solo y mudo
por la senda caminaba,
y se oían los ladridos de los perros a la luna,
a la luna pálida
y el chillido
de las ranas,
sentí frío, era el frío que tenían en la alcoba
tus mejillas y tus sienes y tus manos adoradas,
¡entre las blancuras níveas
de las mortüorias sábanas!
Era el frío del sepulcro, era el frío de la muerte,
Era el frío de la nada...
Y mi sombra
por los rayos de la luna proyectada,
iba sola,
iba sola
¡iba sola por la estepa solitaria!
Y tu sombra esbelta y ágil
fina y lánguida,
como en esa noche tibia de la muerta primavera,
como en esa noche llena de perfumes, de murmullos y de músicas de alas,
se acercó y marchó con ella,
se acercó y marchó con ella,
se acercó y marchó con ella... ¡Oh las sombras enlazadas!
¡Oh las sombras que se buscan y se juntan en las noches de negruras y de lágrimas!...