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[...] - ¡ Qué curioso Montag!. Esta mañana lo he oído contar. Un bombero de Seattle sintonizó adrede un Sabueso Mecánico con su propio complejo químico y, después, lo soltó. ¿Qué clase de suicidio llamaría a esto?.

Cinco, seis. siete días.

Y luego Clarisse desapareció. Montag advirtió lo que ocurría aquella tarde, pero era no verla allí. El césped estaba vacío, la calle también, y si bien al principio Montag ni siquiera comprendió que la echaba en falta o que la estaba buscando, la realidad era que cuando llegó al <<Metro>> sentía en su interior débiles impulsos de intranquilidad. Algo ocurría, algo había alterado la rutina. Una rutina sencilla, es cierto, establecida en unos cuantos días. [...]