Romanos 5:12 dice: "Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.".
2 Pedro 3:9 dice: "El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.".
A partir de la entrada del pecado en el mundo los seres humanos nos hemos apartado del ideal de Dios, hemos transgredido su ley y por ello es inevitable arrastrar las consecuencias del pecado “Porque la paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23).
En la medida que nos alejamos de los mandatos de Dios es inevitable que vengan los efectos del sufrimiento a nuestra vida. Muchas enfermedades, muertes y tragedias son consecuencias directas de tomar decisiones equivocadas; “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” (Gálatas 6:7).
Otro ámbito del sufrimiento, tiene que ver con las malas decisiones que las personas toman afectando a otros.
Es decir, el egoísmo humano daña a los demás. En cada uno de nosotros esta el evitar dañar a otros o hacerlo intencionalmente.
En este aspecto es importante recordar que: “Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala” (Eclesiastés 12:14).
Dios no va a tolerar el mal y la opresión por siempre y todos deberemos dar cuenta de nuestros actos (ver Salmo 37 y Malaquías 4).
Dios permite que suframos como un medio de aprendizaje, es decir, a veces solo en el sufrimiento nos damos cuenta de nuestros errores y aprendemos de ellos: “Sin embargo, en una o en dos maneras habla Dios; pero el hombre no entiende. También sobre su cama es castigado. Con dolor fuerte en todos sus huesos. He aquí, todas estas cosas hace Dios, dos y tres veces con el hombre, para apartar su alma del sepulcro, y para iluminarlo con la luz de los vivientes.” (Job 33:14, 19, 29, 30).
2 Corintios 7:10 dice: "Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte.".
Este versículo nos enseña algo muy importante sobre el sufrimiento. Dios lo permite para que nos arrepintamos de nuestro mal proceder, aceptando su gran sacrificio y así llegar a ser salvos.
1 Pedro 1:6-9 dice: "En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.".
Dios dirige a sus hijos por senderos que ellos desconocen; pero no olvida ni desecha a los que depositan su confianza en él. Permitió que Job fuese atribulado pero no le abandonó. Consintió en que el amado Juan fuese desterrado a la solitaria isla de Patmos, pero el Hijo de Dios le visitó allí, y pudo ver escenas de gloria inmortal.
En la vida cristiana hay otro aspecto por el cual Dios permite el sufrimiento: “El cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. Pero si somos atribulados, es para vuestra consolación y salvación; o si somos consolados, es para vuestra consolación y salvación, la cual se opera en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también padecemos.” (2 Co. 1:4, 6).
Al pasar por el sufrimiento aprendemos a tener empatía por el dolor ajeno y damos un testimonio de fidelidad y compromiso que lleva salvación y refrigerio a quienes lo necesitan.
Romanos 8:18 dice: "Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.".
Si experimentamos el sufrimiento como medio de perfeccionar nuestro carácter y acercarnos más a Dios saldremos victoriosos, y todo lo que padecimos aquí nos parecerá insignificante cuando Cristo vuelva.
Cuando nuestros primeros padres, Adán y Eva, decidieron desobedecer a Dios e independizarse de Él, rechazaron a Dios como gobernante y quisieron gobernarse a sí mismos, sin que Dios interviniera. Es como si en una familia los niños les desobedecieran a sus padres y quisieran vivir solos sin la autoridad de lo padres. ¿Estarían capacitados esos niños para vivir solos?
Lo mismo ocurre con el ser humano sin la gobernación de nuestro Padre celestial; como no estamos capacitados para gobernarnos a nosotros mismos, todo va de mal en peor y Dios ha permitido que lo hagamos durante mucho tiempo para que quede demostrado el hecho de quién tiene el derecho a gobernar. Sólo el tiempo pondría a cada uno en su lugar.
Dios pronto pondrá fin a la rebelión y gobernará eternamente. Por eso ahora es el tiempo de posicionarse a favor de Su gobernación.
La vida en este mundo posee una finalidad: experimentar, aprender, evolucionar.
El dolor se hace necesario muchas veces para que el ser no se adormezca en la comodidad y en la quietud, otras veces es necesario para comprender lo que el otro siente (empatía), otras tantas se necesita para "saldar deudas" de vidas pasadas.
Hay mucho para leer sobre la reencarnación, si te interesa el tema:
Desde un punto de vista científico, hay psiquiatras que han experimentado con la regresión de la memoria por hipnosis:
"Muchas vidas, muchos maestros" de Brian Weiss
"La vida entre las vidas” de Witton
Desde un punto de vista histórico-filosófico, es muy interesante leer la doctrina espírita (Allan Kardec fue su codificador), que a su vez retoma el concepto de reencarnación presente en antiguas doctrinas orientales, el hinduismo, el budismo, también el gnosticismo, la religión celta, los cátaros (cristianos disidentes que fueron exterminados por la iglesia católica), etc.
Actualmente, encontramos noticias de personas (especialmente niños) que dicen recordar de manera conciente sus vidas pasadas, y luego se constata que los lugares y personas que describen existen o han existido.
Desde un punto de vista netamente filosófico, la reencarnación es el único concepto que posibilita una respuesta satisfactoria a preguntas como:
¿Por qué sufrimos? (Karma)
¿Cuál es la finalidad de la existencia? (evolución espiritual)
¿Por qué nacemos en desigualdad de condiciones? (karma)
¿Por qué nacemos con diferentes gustos, inclinaciones, habilidades, caracteres? (experiencias pasadas guardadas en el inconciente)
¿Cómo concebir a un Dios bondadoso y misericordioso? (el infierno no existe)
Por último, desde un punto de vista religioso-cristiano, voy a citar tres partes muy interesantes del evangelio:
1) Mateo 17:
10 Entonces sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por qué dicen pues los escribas que es menester que Elías venga primero? 11 Y respondiendo Jesús, les dijo: á la verdad, Elías vendrá primero, y restituirá todas las cosas. 12 Mas os digo, que ya vino Elías, y no le conocieron; antes hicieron en él todo lo que quisieron: así también el Hijo del hombre padecerá de ellos. 13 Los discípulos entonces entendieron, que les habló de Juan el Bautista.
2) Mateo 11:
13 Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan. 14 Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir.”
3) Juan 3
1 Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos.
2 Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.
3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?
5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua* y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.
8 El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
9 Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto?
10 Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto?
11 De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio.
12 Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?
* Tengamos en cuenta que el agua era el elemento del cual se creía que habían sido hechas todas las cosas:
En Génesis 1:1-6 la Biblia dice: "En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: sea la luz; y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. Y llamó Dios a la luz día, y a las tinieblas llamó noche. Y fue la tarde y la mañana un día. Luego dijo Dios: haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas."
De todos los desafíos lanzados al cristianismo en los tiempos modernos, tal vez el más difícil de explicar es el problema del sufrimiento. ¿Cómo puede un Dios amoroso permitir que continúe el sufrimiento en el mundo que Él creó? Para aquellos que han soportado un gran sufrimiento en ellos mismos, ésta no es una pregunta filosófica, sino una profundamente personal y emocional. ¿Cómo responde la Biblia a este problema? ¿Nos da la Biblia algunos ejemplos de sufrimiento y algunas indicaciones de cómo tratar con él?
La Biblia es sorprendentemente realista cuando se trata del problema de soportar el sufrimiento. Por una razón, la Biblia dedica un libro entero para tratar este problema. Este libro es acerca de un hombre llamado Job. Comienza con una escena en el cielo, que proporciona al lector la información de fondo para el sufrimiento de Job. Él sufre porque Dios contendió con Satanás. Hasta donde sabemos, Job nunca se enteró de esto, y ninguno de sus amigos. Por tanto, no es sorprendente que todos ellos lucharan para explicar los sufrimientos de Job desde la perspectiva de su ignorancia, hasta que finalmente Job descansa solamente en la fidelidad de Dios y la esperanza de su redención. Ni Job ni sus amigos entendieron en su tiempo, las razones para su sufrimiento. De hecho, cuando Job finalmente es confrontado por el Señor, Job se queda callado. La silenciosa respuesta de Job de ninguna manera trivializa el intenso dolor y la pérdida que tan pacientemente había soportado. Más bien, subraya la importancia de confiar en los propósitos de Dios en medio del sufrimiento, aún cuando no sepamos cuáles sean éstos. El sufrimiento, como todas las demás experiencias humanas, está dirigido por la sabia soberanía de Dios. Al final, aprendemos que tal vez nunca sepamos la razón específica para nuestro sufrimiento, pero debemos confiar en nuestro Dios soberano. Esa es la verdadera respuesta al sufrimiento.
Otro ejemplo del sufrimiento en la Biblia, es la historia de José en el libro de Génesis. José fue vendido a esclavitud por sus propios hermanos. En Egipto, él fue culpado con falsos cargos y echado en prisión. Como resultado del sufrimiento y perseverancia de José, por la gracia y el poder de Dios, José es luego promovido a gobernador de Egipto, el segundo en importancia después del mismo Faraón. Él se encuentra entonces en la posición de proveer a las naciones del mundo durante un tiempo de hambruna, incluyendo a su propia familia y hermanos que lo habían vendido como esclavo. El mensaje de la historia es resumido en el discurso de José a sus hermanos en Génesis 50:20-21, "Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo. Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos."
Romanos 8:28 contiene algunas palabras de consuelo para aquellos que soportan tribulaciones y sufrimiento: "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados." En su providencia, Dios orquesta cada evento en nuestras vidas – aún el sufrimiento, la tentación y el pecado – para llevar a cabo nuestro beneficio tanto temporal como eterno.
El salmista David soportó mucho sufrimiento en su tiempo, y éste se refleja en muchos de sus poemas reunidos en el libro de Salmos. En el Salmo 22, escuchamos la angustia de David: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor? Dios mío, clamo de día, y no respondes; y de noche, y no hay para mí reposo. Pero tú eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel. En ti esperaron nuestros padres; esperaron, y tú los libraste. Clamaron a ti, y fueron librados; Confiaron en ti, y no fueron avergonzados. Mas yo soy gusano, y no hombre; oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo. Todos los que me ven me escarnecen; estiran la boca, menean la cabeza, diciendo: Se encomendó a Jehová; líbrele él; Sálvele, puesto que en él se complacía."
Permanece siendo un misterio para David, el por qué Dios no interviene y termina su dolor y sufrimiento. Él ve a Dios entronado como El Santo, la alabanza de Israel. Dios vive en el cielo donde todo es bueno, donde no hay lloro ni temor, ni hambre ni odio. ¿Qué sabe Dios de todo lo que soportan los humanos? David sigue quejándose que "Porque perros me han rodeado; me ha cercado cuadrilla de malignos; horadaron mis manos y mis pies. Contar puedo todos mis huesos; entre tanto, ellos me miran y me observan. Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes."
¿Alguna vez le respondió Dios a David? Sí, muchos siglos después, David recibió su respuesta. Casi un milenio después, un descendiente de David llamado Jesús, fue muerto en una colina llamada el Calvario. En la cruz, Jesús soportó el sufrimiento y la vergüenza de su antepasado. Las manos y pies de Cristo fueron perforados. Las vestiduras de Cristo fueron divididas entre sus enemigos. Cristo soportó las miradas y las burlas. De hecho, Cristo pronunció las palabras con las cuales David abre este Salmo: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" Identificándose así con el sufrimiento de David.
Cristo, el eterno Hijo de Dios en quien mora la plenitud de la divinidad de Dios, ha vivido en la tierra como un ser humano y ha soportado el hambre, la sed, la tentación, la vergüenza, la persecución, la desnudez, la aflicción, la traición, la burla, la injusticia y la muerte. Por tanto, Él está en posición de cumplir el anhelo de Job: "No hay entre nosotros árbitro que ponga su mano sobre nosotros dos. Quite sobre de mí su vara y su terror no me espante. Entonces hablaré, y no le temeré; porque en este estado no estoy en mí." (Job 9:33-35).
El teísmo cristiano es, de hecho, la única cosmovisión que puede darle un sentido consistente al problema del mal y del sufrimiento. Los cristianos sirven a un Dios que ha vivido en esta tierra y que ha sufrido el trauma, la tentación, la pérdida, la tortura, el hambre, la sed, la persecución e incluso su ejecución. La cruz de Cristo puede ser considerada como la última manifestación de la justicia de Dios. Cuando nos preguntamos, ¿qué tanto le importa a Dios el problema de la maldad y el sufrimiento? el cristiano puede señalar la cruz y decir, "Tanto así." Cristo experimentó aún el rechazo de Dios, diciendo, "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" Él experimentó el mismo sufrimiento que mucha gente vive hoy en día, sintiéndose aislados del amor y el favor de Dios.
Porque somos humanos, una raza joven. Debemos aprender a autorregularnos, a discernir el bien del mal, no por imposición, sino por nuestro propio razonamiento. Muchos afirman que esto es un acto de crueldad absoluta, aduciendo que nada justifica una violación, un asesinato, una tortura. Y tienen razón. Todo esto son remanentes forzosos de nuestro pasado más brutal como una especie silvestre, pero día a día el mundo va mejorando un poquito más. En cada pequeño gesto encontramos la Voluntad Absoluta de Dios trabajando para hacer más dulce el corazón del Hombre: una niña en medio oriente que no obstante haber sufrido heridas de bala en la cabeza, sigue encabezando un movimiento en pro de la educación de las mujeres de su país, un muchacho al que no le importó su corta edad, ya ha generado un método eficiente para detectar una enfermedad mortal en sus estadíos más tempranos, una madre que por Amor a su hijo revolucionó el cuidado del paciente crónicamente enfermo en Europa oriental, un muchacho que abandonó las comodidades de su sociedad clasemediera para tomar al toro por los cuernos y hasta meter las uñas con tal de llevar agua a quienes más lo necesitan ;) Este mundo sigue sufriendo todos los días, pero los buenos somos mayoría, nada más que los malos saben hacer mucho ruido.
Dios permite el sufrimiento de nuestra especie porque un padre sabio sabe que su hijo debe caerse de la bicicleta para aprender a andar en ella.
Te doy un ejemplo, imagina una persona que hizo mal a mucha gente, al renacer lo hará en malas condiciones y deberá sufrir para que sepa como ser siente el daño que ocasionó y también para limpiar su alma de pecados y volver a ser más puro.
Lo que nos parece malo no lo es u es causado por nosotros mismos. Dios solo busca la manera de que volvamos a ser almas radiantes.
Cuando pase está limpieza, nacerá feliz y en un buen hogar.
porque a dios no le interesa lo que el mismo ser humano ocasiona,lo unico que el hizo fue ponernos aqui y que nosotros veamos como nos las areglamos,es como si te tuvieras que hacer cargo de los millones de espermatozoides que mandaste al carajo masturbandote
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Romanos 5:12 dice: "Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.".
2 Pedro 3:9 dice: "El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.".
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A partir de la entrada del pecado en el mundo los seres humanos nos hemos apartado del ideal de Dios, hemos transgredido su ley y por ello es inevitable arrastrar las consecuencias del pecado “Porque la paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23).
En la medida que nos alejamos de los mandatos de Dios es inevitable que vengan los efectos del sufrimiento a nuestra vida. Muchas enfermedades, muertes y tragedias son consecuencias directas de tomar decisiones equivocadas; “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” (Gálatas 6:7).
Otro ámbito del sufrimiento, tiene que ver con las malas decisiones que las personas toman afectando a otros.
Es decir, el egoísmo humano daña a los demás. En cada uno de nosotros esta el evitar dañar a otros o hacerlo intencionalmente.
En este aspecto es importante recordar que: “Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala” (Eclesiastés 12:14).
Dios no va a tolerar el mal y la opresión por siempre y todos deberemos dar cuenta de nuestros actos (ver Salmo 37 y Malaquías 4).
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Pero, ¿Porque permite Dios el sufrimiento?
Dios permite que suframos como un medio de aprendizaje, es decir, a veces solo en el sufrimiento nos damos cuenta de nuestros errores y aprendemos de ellos: “Sin embargo, en una o en dos maneras habla Dios; pero el hombre no entiende. También sobre su cama es castigado. Con dolor fuerte en todos sus huesos. He aquí, todas estas cosas hace Dios, dos y tres veces con el hombre, para apartar su alma del sepulcro, y para iluminarlo con la luz de los vivientes.” (Job 33:14, 19, 29, 30).
2 Corintios 7:10 dice: "Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte.".
Este versículo nos enseña algo muy importante sobre el sufrimiento. Dios lo permite para que nos arrepintamos de nuestro mal proceder, aceptando su gran sacrificio y así llegar a ser salvos.
1 Pedro 1:6-9 dice: "En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.".
Dios dirige a sus hijos por senderos que ellos desconocen; pero no olvida ni desecha a los que depositan su confianza en él. Permitió que Job fuese atribulado pero no le abandonó. Consintió en que el amado Juan fuese desterrado a la solitaria isla de Patmos, pero el Hijo de Dios le visitó allí, y pudo ver escenas de gloria inmortal.
En la vida cristiana hay otro aspecto por el cual Dios permite el sufrimiento: “El cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. Pero si somos atribulados, es para vuestra consolación y salvación; o si somos consolados, es para vuestra consolación y salvación, la cual se opera en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también padecemos.” (2 Co. 1:4, 6).
Al pasar por el sufrimiento aprendemos a tener empatía por el dolor ajeno y damos un testimonio de fidelidad y compromiso que lleva salvación y refrigerio a quienes lo necesitan.
Romanos 8:18 dice: "Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.".
Si experimentamos el sufrimiento como medio de perfeccionar nuestro carácter y acercarnos más a Dios saldremos victoriosos, y todo lo que padecimos aquí nos parecerá insignificante cuando Cristo vuelva.
Cuando nuestros primeros padres, Adán y Eva, decidieron desobedecer a Dios e independizarse de Él, rechazaron a Dios como gobernante y quisieron gobernarse a sí mismos, sin que Dios interviniera. Es como si en una familia los niños les desobedecieran a sus padres y quisieran vivir solos sin la autoridad de lo padres. ¿Estarían capacitados esos niños para vivir solos?
Lo mismo ocurre con el ser humano sin la gobernación de nuestro Padre celestial; como no estamos capacitados para gobernarnos a nosotros mismos, todo va de mal en peor y Dios ha permitido que lo hagamos durante mucho tiempo para que quede demostrado el hecho de quién tiene el derecho a gobernar. Sólo el tiempo pondría a cada uno en su lugar.
Dios pronto pondrá fin a la rebelión y gobernará eternamente. Por eso ahora es el tiempo de posicionarse a favor de Su gobernación.
JW.ORG
Eso mismo me pregunto yo.
Saludos y bendiciones!
Porqué el sufrimientos nos hace más fuerte quizas..
La vida en este mundo posee una finalidad: experimentar, aprender, evolucionar.
El dolor se hace necesario muchas veces para que el ser no se adormezca en la comodidad y en la quietud, otras veces es necesario para comprender lo que el otro siente (empatía), otras tantas se necesita para "saldar deudas" de vidas pasadas.
Hay mucho para leer sobre la reencarnación, si te interesa el tema:
Desde un punto de vista científico, hay psiquiatras que han experimentado con la regresión de la memoria por hipnosis:
"Muchas vidas, muchos maestros" de Brian Weiss
"La vida entre las vidas” de Witton
Desde un punto de vista histórico-filosófico, es muy interesante leer la doctrina espírita (Allan Kardec fue su codificador), que a su vez retoma el concepto de reencarnación presente en antiguas doctrinas orientales, el hinduismo, el budismo, también el gnosticismo, la religión celta, los cátaros (cristianos disidentes que fueron exterminados por la iglesia católica), etc.
Actualmente, encontramos noticias de personas (especialmente niños) que dicen recordar de manera conciente sus vidas pasadas, y luego se constata que los lugares y personas que describen existen o han existido.
Desde un punto de vista netamente filosófico, la reencarnación es el único concepto que posibilita una respuesta satisfactoria a preguntas como:
¿Por qué sufrimos? (Karma)
¿Cuál es la finalidad de la existencia? (evolución espiritual)
¿Por qué nacemos en desigualdad de condiciones? (karma)
¿Por qué nacemos con diferentes gustos, inclinaciones, habilidades, caracteres? (experiencias pasadas guardadas en el inconciente)
¿Cómo concebir a un Dios bondadoso y misericordioso? (el infierno no existe)
Por último, desde un punto de vista religioso-cristiano, voy a citar tres partes muy interesantes del evangelio:
1) Mateo 17:
10 Entonces sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por qué dicen pues los escribas que es menester que Elías venga primero? 11 Y respondiendo Jesús, les dijo: á la verdad, Elías vendrá primero, y restituirá todas las cosas. 12 Mas os digo, que ya vino Elías, y no le conocieron; antes hicieron en él todo lo que quisieron: así también el Hijo del hombre padecerá de ellos. 13 Los discípulos entonces entendieron, que les habló de Juan el Bautista.
2) Mateo 11:
13 Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan. 14 Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir.”
3) Juan 3
1 Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos.
2 Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.
3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?
5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua* y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.
8 El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
9 Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto?
10 Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto?
11 De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio.
12 Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?
* Tengamos en cuenta que el agua era el elemento del cual se creía que habían sido hechas todas las cosas:
En Génesis 1:1-6 la Biblia dice: "En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: sea la luz; y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. Y llamó Dios a la luz día, y a las tinieblas llamó noche. Y fue la tarde y la mañana un día. Luego dijo Dios: haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas."
Saludos!
De todos los desafíos lanzados al cristianismo en los tiempos modernos, tal vez el más difícil de explicar es el problema del sufrimiento. ¿Cómo puede un Dios amoroso permitir que continúe el sufrimiento en el mundo que Él creó? Para aquellos que han soportado un gran sufrimiento en ellos mismos, ésta no es una pregunta filosófica, sino una profundamente personal y emocional. ¿Cómo responde la Biblia a este problema? ¿Nos da la Biblia algunos ejemplos de sufrimiento y algunas indicaciones de cómo tratar con él?
La Biblia es sorprendentemente realista cuando se trata del problema de soportar el sufrimiento. Por una razón, la Biblia dedica un libro entero para tratar este problema. Este libro es acerca de un hombre llamado Job. Comienza con una escena en el cielo, que proporciona al lector la información de fondo para el sufrimiento de Job. Él sufre porque Dios contendió con Satanás. Hasta donde sabemos, Job nunca se enteró de esto, y ninguno de sus amigos. Por tanto, no es sorprendente que todos ellos lucharan para explicar los sufrimientos de Job desde la perspectiva de su ignorancia, hasta que finalmente Job descansa solamente en la fidelidad de Dios y la esperanza de su redención. Ni Job ni sus amigos entendieron en su tiempo, las razones para su sufrimiento. De hecho, cuando Job finalmente es confrontado por el Señor, Job se queda callado. La silenciosa respuesta de Job de ninguna manera trivializa el intenso dolor y la pérdida que tan pacientemente había soportado. Más bien, subraya la importancia de confiar en los propósitos de Dios en medio del sufrimiento, aún cuando no sepamos cuáles sean éstos. El sufrimiento, como todas las demás experiencias humanas, está dirigido por la sabia soberanía de Dios. Al final, aprendemos que tal vez nunca sepamos la razón específica para nuestro sufrimiento, pero debemos confiar en nuestro Dios soberano. Esa es la verdadera respuesta al sufrimiento.
Otro ejemplo del sufrimiento en la Biblia, es la historia de José en el libro de Génesis. José fue vendido a esclavitud por sus propios hermanos. En Egipto, él fue culpado con falsos cargos y echado en prisión. Como resultado del sufrimiento y perseverancia de José, por la gracia y el poder de Dios, José es luego promovido a gobernador de Egipto, el segundo en importancia después del mismo Faraón. Él se encuentra entonces en la posición de proveer a las naciones del mundo durante un tiempo de hambruna, incluyendo a su propia familia y hermanos que lo habían vendido como esclavo. El mensaje de la historia es resumido en el discurso de José a sus hermanos en Génesis 50:20-21, "Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo. Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos."
Romanos 8:28 contiene algunas palabras de consuelo para aquellos que soportan tribulaciones y sufrimiento: "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados." En su providencia, Dios orquesta cada evento en nuestras vidas – aún el sufrimiento, la tentación y el pecado – para llevar a cabo nuestro beneficio tanto temporal como eterno.
El salmista David soportó mucho sufrimiento en su tiempo, y éste se refleja en muchos de sus poemas reunidos en el libro de Salmos. En el Salmo 22, escuchamos la angustia de David: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor? Dios mío, clamo de día, y no respondes; y de noche, y no hay para mí reposo. Pero tú eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel. En ti esperaron nuestros padres; esperaron, y tú los libraste. Clamaron a ti, y fueron librados; Confiaron en ti, y no fueron avergonzados. Mas yo soy gusano, y no hombre; oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo. Todos los que me ven me escarnecen; estiran la boca, menean la cabeza, diciendo: Se encomendó a Jehová; líbrele él; Sálvele, puesto que en él se complacía."
Permanece siendo un misterio para David, el por qué Dios no interviene y termina su dolor y sufrimiento. Él ve a Dios entronado como El Santo, la alabanza de Israel. Dios vive en el cielo donde todo es bueno, donde no hay lloro ni temor, ni hambre ni odio. ¿Qué sabe Dios de todo lo que soportan los humanos? David sigue quejándose que "Porque perros me han rodeado; me ha cercado cuadrilla de malignos; horadaron mis manos y mis pies. Contar puedo todos mis huesos; entre tanto, ellos me miran y me observan. Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes."
¿Alguna vez le respondió Dios a David? Sí, muchos siglos después, David recibió su respuesta. Casi un milenio después, un descendiente de David llamado Jesús, fue muerto en una colina llamada el Calvario. En la cruz, Jesús soportó el sufrimiento y la vergüenza de su antepasado. Las manos y pies de Cristo fueron perforados. Las vestiduras de Cristo fueron divididas entre sus enemigos. Cristo soportó las miradas y las burlas. De hecho, Cristo pronunció las palabras con las cuales David abre este Salmo: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" Identificándose así con el sufrimiento de David.
Cristo, el eterno Hijo de Dios en quien mora la plenitud de la divinidad de Dios, ha vivido en la tierra como un ser humano y ha soportado el hambre, la sed, la tentación, la vergüenza, la persecución, la desnudez, la aflicción, la traición, la burla, la injusticia y la muerte. Por tanto, Él está en posición de cumplir el anhelo de Job: "No hay entre nosotros árbitro que ponga su mano sobre nosotros dos. Quite sobre de mí su vara y su terror no me espante. Entonces hablaré, y no le temeré; porque en este estado no estoy en mí." (Job 9:33-35).
El teísmo cristiano es, de hecho, la única cosmovisión que puede darle un sentido consistente al problema del mal y del sufrimiento. Los cristianos sirven a un Dios que ha vivido en esta tierra y que ha sufrido el trauma, la tentación, la pérdida, la tortura, el hambre, la sed, la persecución e incluso su ejecución. La cruz de Cristo puede ser considerada como la última manifestación de la justicia de Dios. Cuando nos preguntamos, ¿qué tanto le importa a Dios el problema de la maldad y el sufrimiento? el cristiano puede señalar la cruz y decir, "Tanto así." Cristo experimentó aún el rechazo de Dios, diciendo, "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" Él experimentó el mismo sufrimiento que mucha gente vive hoy en día, sintiéndose aislados del amor y el favor de Dios.
pq en el futuro esos niños q fueron mas felices ya no tendran esa felicidad y la cosa se invertira
ahora los q sufrian seran felices
D,ios sabe todo.
Porque somos humanos, una raza joven. Debemos aprender a autorregularnos, a discernir el bien del mal, no por imposición, sino por nuestro propio razonamiento. Muchos afirman que esto es un acto de crueldad absoluta, aduciendo que nada justifica una violación, un asesinato, una tortura. Y tienen razón. Todo esto son remanentes forzosos de nuestro pasado más brutal como una especie silvestre, pero día a día el mundo va mejorando un poquito más. En cada pequeño gesto encontramos la Voluntad Absoluta de Dios trabajando para hacer más dulce el corazón del Hombre: una niña en medio oriente que no obstante haber sufrido heridas de bala en la cabeza, sigue encabezando un movimiento en pro de la educación de las mujeres de su país, un muchacho al que no le importó su corta edad, ya ha generado un método eficiente para detectar una enfermedad mortal en sus estadíos más tempranos, una madre que por Amor a su hijo revolucionó el cuidado del paciente crónicamente enfermo en Europa oriental, un muchacho que abandonó las comodidades de su sociedad clasemediera para tomar al toro por los cuernos y hasta meter las uñas con tal de llevar agua a quienes más lo necesitan ;) Este mundo sigue sufriendo todos los días, pero los buenos somos mayoría, nada más que los malos saben hacer mucho ruido.
Dios permite el sufrimiento de nuestra especie porque un padre sabio sabe que su hijo debe caerse de la bicicleta para aprender a andar en ella.
No es bueno juzgar a Dios.
Te doy un ejemplo, imagina una persona que hizo mal a mucha gente, al renacer lo hará en malas condiciones y deberá sufrir para que sepa como ser siente el daño que ocasionó y también para limpiar su alma de pecados y volver a ser más puro.
Lo que nos parece malo no lo es u es causado por nosotros mismos. Dios solo busca la manera de que volvamos a ser almas radiantes.
Cuando pase está limpieza, nacerá feliz y en un buen hogar.
porque a dios no le interesa lo que el mismo ser humano ocasiona,lo unico que el hizo fue ponernos aqui y que nosotros veamos como nos las areglamos,es como si te tuvieras que hacer cargo de los millones de espermatozoides que mandaste al carajo masturbandote