El nombre de la novela es sugerente desde varios aspectos:
- En primer lugar, la niebla simboliza la carencia de límites exactos entre la ficción y la realidad (recuerda que el personaje increpa a su autor y se rebela contra su propia muerte, ya predestinada por este pequeño dios que es el narrador)
- Desde otro punto de vista, refleja la confusión y el estado constante del protagonista de no encontrarle ningún sentido a las cosas que vive. La falta de claridad, de sustancia, es patente en su propio carácter desde un comienzo.
- Desde un punto de vista religioso, estos límites no tan claros para el personaje se traspasan por metonimia al propio lector, que indirectamente siente increpada sus creencias religiosas, al aludir de forma solapada al dios cristiano, que decide sobre la vida y la muerte de los seres humanos. Recuerda que Unamuno era un ateo acérrimo. Siendo así, esta "niebla" que no deja claros los límites entre el personaje y su autor, pasa a oscurecer también los límites entre la ficcionalidad de la novela y la realidad del lector.
Todo lo desconocido, lo peligroso, lo aterrador, puede esconderse detrás de esta niebla, que no ciega la vista, pero tampoco deja ver qué hay más allá.
Niebla es una obra de madurez en la que convergen los intereses esenciales del autor. El principal, el rechazo vital a una muerte que signifique el final de la existencia, de la vida personal. También, la ruptura con un patrón determinado de novela procedente de la época del realismo.
Una de las escenas más importantes muestra la confrontación entre el protagonista, Augusto Pérez, con el propio autor, Miguel de Unamuno, revelando el tema de la imposible inmortalidad y la infructuosa lucha del hombre ante tal trágico destino.
Desde el punto de vista del género literario, Niebla es la primera obra que Unamuno califica de nivola, género creado por él y que pretendía constituirse como alternativa a la novela realista en vigor a finales del siglo XIX.
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El nombre de la novela es sugerente desde varios aspectos:
- En primer lugar, la niebla simboliza la carencia de límites exactos entre la ficción y la realidad (recuerda que el personaje increpa a su autor y se rebela contra su propia muerte, ya predestinada por este pequeño dios que es el narrador)
- Desde otro punto de vista, refleja la confusión y el estado constante del protagonista de no encontrarle ningún sentido a las cosas que vive. La falta de claridad, de sustancia, es patente en su propio carácter desde un comienzo.
- Desde un punto de vista religioso, estos límites no tan claros para el personaje se traspasan por metonimia al propio lector, que indirectamente siente increpada sus creencias religiosas, al aludir de forma solapada al dios cristiano, que decide sobre la vida y la muerte de los seres humanos. Recuerda que Unamuno era un ateo acérrimo. Siendo así, esta "niebla" que no deja claros los límites entre el personaje y su autor, pasa a oscurecer también los límites entre la ficcionalidad de la novela y la realidad del lector.
Todo lo desconocido, lo peligroso, lo aterrador, puede esconderse detrás de esta niebla, que no ciega la vista, pero tampoco deja ver qué hay más allá.
http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/Lit...
Niebla es una obra de madurez en la que convergen los intereses esenciales del autor. El principal, el rechazo vital a una muerte que signifique el final de la existencia, de la vida personal. También, la ruptura con un patrón determinado de novela procedente de la época del realismo.
Una de las escenas más importantes muestra la confrontación entre el protagonista, Augusto Pérez, con el propio autor, Miguel de Unamuno, revelando el tema de la imposible inmortalidad y la infructuosa lucha del hombre ante tal trágico destino.
Desde el punto de vista del género literario, Niebla es la primera obra que Unamuno califica de nivola, género creado por él y que pretendía constituirse como alternativa a la novela realista en vigor a finales del siglo XIX.
porque asi fue su vida