Ayer fue luna llena, la luna de febrero, la de los lobos. Desde ahora y durante los dos próximos meses el lobo entra en celo y aúlla todas las noches su amor. Entre abril y junio nacerán sus crías, quienes también aprenderán a aullar al blanco satélite. Y cuando en cacerías nuestras, unas veces legales, la mayoría de ellas ilegales, los matemos para satisfacción de ganaderos subvencionados, de cazadores escopeteros, de anodinos gestores medioambientales, de políticos populistas, de urbanitas con el corazón de cemento, los supervivientes seguirán aullando a la luna, más tristes aún si cabe.
Pero, ¿por qué aúllan los lobos?
Para comunicarse, para llamarse, para señalar su territorio, para atraer hembras, para ahuyentar machos, para tranquilizar a sus lobeznos. Para el lobo, lo más importante en el mundo es su manada, su familia, formada por la pareja reproductora, las crías del año y algunos ejemplares jóvenes de años anteriores. El aullido es para ellos una caricia sonora, tan cercana como los lametones de la madre, tan intensa como los olores del grupo. Pero con toda seguridad el aullido también es música. Sólo así se pueden entender sus conciertos nocturnos rompiendo la noche, llenos de sentimiento, entre pausas y sostenidos, individuales o a coro, repletos de vida, quizá también de nostalgia de tiempos mejores, homenaje a los muchos de los suyos caídos en esta desigual guerra sin cuartel por la supervivencia bajo el fuego, las balas, el veneno, la violencia inusitada del odio atávico que los humanos sentimos hacia su especie.
Cuenta una leyenda que una vez la luna se enredó en un árbol y un lobo se puso a jugar con ella, arrancándola de su eterna soledad. Pero el animal se fue y la luna, indignada, le robó su sombra. De ahí que le aúlle por las noches pidiéndole que se la devuelva.
Los lobos aullan para comunicarse con el resto de la manada, se dice que aullan a la luna porque al hacerlo apuntan con su trompa hacia arriba y siempre lo hacen de noche, pero en noches de lluvia tambien lo hacen
Al parecer la claridad que la luna llena brinda anima a los lobos a salir de cacerÃa nocturna. Hay que recordar que los lobos trabajan en equipo y que sus aullidos son una forma de comunicarse.
En un tiempo sin tiempo, cerca de uno de los principios, la luna era siempre redonda y lejana, atada detrás del cielo y colgada de la nada entre vacÃos. Miraba el mundo a sus pies coronada de plata y olvido. Y estaba bien mirando en la distancia. Pero una noche, distraÃda, se acercó demasiado a la Tierra y se le enredaron los dedos en las ramas de un árbol. Cayó de pie sobre la hierba y de repente le salió al paso una sombra oscura: pelo crespo, ojos negros y una sonrisa lobuna. Cabriolas de luz de luna enmarañada de lobo jugando entre arbustos y colinas. Aullidos y risas y rumor de estrellas entre las hojas. Pero todo lo que empieza acaba y el lobo volvió al bosque y la luna al cielo. Cuenta la leyenda que antes de separarse, la luna le robó al lobo su sombra para vestirse de noche el rostro y recordar el aroma de bosque. Y que desde entonces el lobo le aúlla a la luna llena que le devuelva su sombra...
No pero los lobos aullan para comunicarse y buscar a los otros miembros de su manada
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Ayer fue luna llena, la luna de febrero, la de los lobos. Desde ahora y durante los dos próximos meses el lobo entra en celo y aúlla todas las noches su amor. Entre abril y junio nacerán sus crías, quienes también aprenderán a aullar al blanco satélite. Y cuando en cacerías nuestras, unas veces legales, la mayoría de ellas ilegales, los matemos para satisfacción de ganaderos subvencionados, de cazadores escopeteros, de anodinos gestores medioambientales, de políticos populistas, de urbanitas con el corazón de cemento, los supervivientes seguirán aullando a la luna, más tristes aún si cabe.
Pero, ¿por qué aúllan los lobos?
Para comunicarse, para llamarse, para señalar su territorio, para atraer hembras, para ahuyentar machos, para tranquilizar a sus lobeznos. Para el lobo, lo más importante en el mundo es su manada, su familia, formada por la pareja reproductora, las crías del año y algunos ejemplares jóvenes de años anteriores. El aullido es para ellos una caricia sonora, tan cercana como los lametones de la madre, tan intensa como los olores del grupo. Pero con toda seguridad el aullido también es música. Sólo así se pueden entender sus conciertos nocturnos rompiendo la noche, llenos de sentimiento, entre pausas y sostenidos, individuales o a coro, repletos de vida, quizá también de nostalgia de tiempos mejores, homenaje a los muchos de los suyos caídos en esta desigual guerra sin cuartel por la supervivencia bajo el fuego, las balas, el veneno, la violencia inusitada del odio atávico que los humanos sentimos hacia su especie.
Cuenta una leyenda que una vez la luna se enredó en un árbol y un lobo se puso a jugar con ella, arrancándola de su eterna soledad. Pero el animal se fue y la luna, indignada, le robó su sombra. De ahí que le aúlle por las noches pidiéndole que se la devuelva.
Los lobos no aullan a la luna, aullan para comunicarse.
y mi perro aulla cuando se siente solo...
aqui un video de un lobo aullando ^^
http://www.youtube.com/watch?v=937A1ELVyUs
por q alla esta su comadreja xd
Los lobos aullan para comunicarse con el resto de la manada, se dice que aullan a la luna porque al hacerlo apuntan con su trompa hacia arriba y siempre lo hacen de noche, pero en noches de lluvia tambien lo hacen
Al parecer la claridad que la luna llena brinda anima a los lobos a salir de cacerÃa nocturna. Hay que recordar que los lobos trabajan en equipo y que sus aullidos son una forma de comunicarse.
Aunque también es cierto que debido a millones de años de evolución, desde que las mareas que la luna llena produce ayudaban a las bacterias primitivas a reproducirse gracias a que las ponÃa en ambientes propicios, pasando por todos los seres vivos e incluso el ser humano, la influencia de la luna en la naturaleza es innegable.
La Luna y el Lobo
En un tiempo sin tiempo, cerca de uno de los principios, la luna era siempre redonda y lejana, atada detrás del cielo y colgada de la nada entre vacÃos. Miraba el mundo a sus pies coronada de plata y olvido. Y estaba bien mirando en la distancia. Pero una noche, distraÃda, se acercó demasiado a la Tierra y se le enredaron los dedos en las ramas de un árbol. Cayó de pie sobre la hierba y de repente le salió al paso una sombra oscura: pelo crespo, ojos negros y una sonrisa lobuna. Cabriolas de luz de luna enmarañada de lobo jugando entre arbustos y colinas. Aullidos y risas y rumor de estrellas entre las hojas. Pero todo lo que empieza acaba y el lobo volvió al bosque y la luna al cielo. Cuenta la leyenda que antes de separarse, la luna le robó al lobo su sombra para vestirse de noche el rostro y recordar el aroma de bosque. Y que desde entonces el lobo le aúlla a la luna llena que le devuelva su sombra...
No pero los lobos aullan para comunicarse y buscar a los otros miembros de su manada
Viste alguna vez uno aullandole a la luna?
Yo no.
Esos son cuentos de hadas.
ahora si te referÃa a otro tipo de "lobos", puede que existan, aullan por soledad.
Los lobos no le aullan a la luna, lo hacen para comunicarce entre ellos.