Cuenta el periodista español Juanjo Pérez (2), que el padre Lira, un sacerdote peruano ya fallecido, era uno de los mayores expertos en folclore andino, fue autor de infinidad de libros y artículos y, sobre todo, del primer diccionario del quechua al castellano. El mencionado personaje vivía en un pueblito cercano al Cusco y hasta allá se dirigió Jiménez del Oso, para entrevistarlo sobre una inquietante afirmación: el padrecito afirmaba haber descubierto el secreto mejor guardado de los incas: una sustancia de origen vegetal capaz de ablandar las piedras.
Pero esta historia empezó mucho antes. Las leyendas de muchos pueblos precolombinos peruanos aseguran que los dioses les habían hecho dos regalos a los nativos para que pudiesen levantar colosales obras arquitectónicas como Sacsayhuaman (3) o Machu Picchu (4). Dichos regalos, según el padre Lira, habrían sido, en primer lugar, la hoja de la coca, un poderoso anestésico que permitía a los obreros resistir el dolor y el agotamiento físico –es de imaginar el esfuerzo que debió haber requerido la construcción de semejantes monumentos— y el segundo habría sido otra planta, de increíbles propiedades que, mezclada con diversos componentes, convertía las rocas más duras en una sustancia pastosa y moldeable.
"Durante catorce años –escribe Juanjo Pérez— el padre Lira estudió la leyenda de los antiguos andinos y, finalmente, consiguió identificar el arbusto de la jotcha como la planta que, tras ser mezclada y tratada con otros vegetales y sustancias, era capaz de convertir la piedra en barro. "Los antiguos indios dominaban la técnica de la masificación –afirma el padre Lira en uno de sus artículos—, reblandeciendo la piedra que reducían a una masa blanda que podían moldear con facilidad".
"El sacerdote –prosigue Pérez— realizó varios experimentos con el arbusto de la jotcha y llegó a conseguir que una sólida roca se ablande hasta casi licuarse. Sin embargo, no logró volver a endurecerla, por lo que consideró su experimento como un fracaso. Pero a pesar de ese parcial fracaso, el padre Lira sí logró demostrar que la técnica del ablandamiento es posible. Así se explicarían los sorprendentes ensamblajes de algunas de las colosales rocas que componen las murallas de Sacsayhuaman u otras fortalezas precolombinas".
Jotcha ou Gotcha:Por volta de 1983, o padre Jorge Lira era um sacerdote católico e um dos mais famosos estudiosos em folclore andino. Autor de numerosos livros y artigos, elaborou o que tal vez foi o primeiro dicionário de ‘quéchua’ ao ‘castelhano’. Porém, não foi por este motivo que ele tornou-se internacionalmente famoso. É que o padre Lira afirmava haver descoberto uma forma de amolecer as pedras...
Existe uma lenda difundida entre muitos dos povos pré-colombianos, segundo a qual os deuses haviam dado um presente aos índios nativos para que pudessem construir obras arquitetônicas colossais, tais como a fortaleza de Sacsayhuamán ou o complexo de Machu-Picchu.
De acordo com o padre Lira, este presente nada mais era que duas plantas com surpreendentes propriedades: A folha de Coca, capaz de anestesiar a dor e ao esgotamento dos trabalhadores, que assim poderiam resistir ao gigantesco esforço físico que tão extraordinárias construções lhes exigiam. A outra planta era uma que, misturada com diversos componentes, converteria as rochas mais duras em pastas facilmente manipuláveis.
Durante quatorze anos o padre Lira estudou a lenda dos antigos povos andinos e, finalmente, conseguiu identificar o arbusto de ‘Jotcha’ como sendo a planta que, uma vez mesclada e tratada com outros vegetais e determinadas sustâncias, era capaz de converter a pedra mais dura em puro barro.
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Cuenta el periodista español Juanjo Pérez (2), que el padre Lira, un sacerdote peruano ya fallecido, era uno de los mayores expertos en folclore andino, fue autor de infinidad de libros y artículos y, sobre todo, del primer diccionario del quechua al castellano. El mencionado personaje vivía en un pueblito cercano al Cusco y hasta allá se dirigió Jiménez del Oso, para entrevistarlo sobre una inquietante afirmación: el padrecito afirmaba haber descubierto el secreto mejor guardado de los incas: una sustancia de origen vegetal capaz de ablandar las piedras.
Pero esta historia empezó mucho antes. Las leyendas de muchos pueblos precolombinos peruanos aseguran que los dioses les habían hecho dos regalos a los nativos para que pudiesen levantar colosales obras arquitectónicas como Sacsayhuaman (3) o Machu Picchu (4). Dichos regalos, según el padre Lira, habrían sido, en primer lugar, la hoja de la coca, un poderoso anestésico que permitía a los obreros resistir el dolor y el agotamiento físico –es de imaginar el esfuerzo que debió haber requerido la construcción de semejantes monumentos— y el segundo habría sido otra planta, de increíbles propiedades que, mezclada con diversos componentes, convertía las rocas más duras en una sustancia pastosa y moldeable.
"Durante catorce años –escribe Juanjo Pérez— el padre Lira estudió la leyenda de los antiguos andinos y, finalmente, consiguió identificar el arbusto de la jotcha como la planta que, tras ser mezclada y tratada con otros vegetales y sustancias, era capaz de convertir la piedra en barro. "Los antiguos indios dominaban la técnica de la masificación –afirma el padre Lira en uno de sus artículos—, reblandeciendo la piedra que reducían a una masa blanda que podían moldear con facilidad".
"El sacerdote –prosigue Pérez— realizó varios experimentos con el arbusto de la jotcha y llegó a conseguir que una sólida roca se ablande hasta casi licuarse. Sin embargo, no logró volver a endurecerla, por lo que consideró su experimento como un fracaso. Pero a pesar de ese parcial fracaso, el padre Lira sí logró demostrar que la técnica del ablandamiento es posible. Así se explicarían los sorprendentes ensamblajes de algunas de las colosales rocas que componen las murallas de Sacsayhuaman u otras fortalezas precolombinas".
Jotcha ou Gotcha:Por volta de 1983, o padre Jorge Lira era um sacerdote católico e um dos mais famosos estudiosos em folclore andino. Autor de numerosos livros y artigos, elaborou o que tal vez foi o primeiro dicionário de ‘quéchua’ ao ‘castelhano’. Porém, não foi por este motivo que ele tornou-se internacionalmente famoso. É que o padre Lira afirmava haver descoberto uma forma de amolecer as pedras...
Existe uma lenda difundida entre muitos dos povos pré-colombianos, segundo a qual os deuses haviam dado um presente aos índios nativos para que pudessem construir obras arquitetônicas colossais, tais como a fortaleza de Sacsayhuamán ou o complexo de Machu-Picchu.
De acordo com o padre Lira, este presente nada mais era que duas plantas com surpreendentes propriedades: A folha de Coca, capaz de anestesiar a dor e ao esgotamento dos trabalhadores, que assim poderiam resistir ao gigantesco esforço físico que tão extraordinárias construções lhes exigiam. A outra planta era uma que, misturada com diversos componentes, converteria as rochas mais duras em pastas facilmente manipuláveis.
Durante quatorze anos o padre Lira estudou a lenda dos antigos povos andinos e, finalmente, conseguiu identificar o arbusto de ‘Jotcha’ como sendo a planta que, uma vez mesclada e tratada com outros vegetais e determinadas sustâncias, era capaz de converter a pedra mais dura em puro barro.