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Hola Irene, desde mi punto de vista lo definí como todo acto de descortesía acompañado de actitudes de desinterés a los sentimientos y valor de otras personas. Donde por medio de actos se demuestra no importar los sentimientos ni el bienestar de los seres humanos que nos rodea. Puede aplicar a la flora, medio ambiente y fauna. Me fascina hacer mis propias definiciones gracias por la oportunidad. Bon día per tu

es un acto cruel hacia nuestros semejantes,es no pensar en los demas sino en uno mismo ,es poner nuestros intereses personales por encima de los demas sin importar si sufren o salen lastimados,son aquellas personas que piensan ,que no importa el medio sino los resutados,he visto muchos asi en la vida,son personas sin corazon y con un alto grado de autoestima,es mi criterio personal gp.

despreciar el esfuerzo o las cosas que hacen los demás

Mostrar o demostrar poco respeto hacia tu amigo o conocido.

Agur

La desconsideración es que te la refanfinflen los demás.

No prestar ni la mas mínima atención a lo que quieren o necesitan, ni siquiera al hecho de que existan mas allá de que sirvan tus propias necesidades.

Yo creo que hacer de menos el esfuerzo que han hecho por ti,sin importar los sentimientos que ello produzca.

Pienso que la desconsideración es cuando no valoras alguna cosa, no le das la importancia que realmente tiene... es descortesía, desatención, grosería,desaire,burla.

Algo que no debería existir.

Y es que no nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos, porque lo desconsideramos des del principio pero luego..

Respeto o atención con el que se trata a una persona o cosa.

QUIERES LEER MIS PERSNALES , GRACIAS , NO TENGO QUIEN LAS ESCUCHE.

entre semana cuadno llego de trabajar muy cansada les pido a los ninos que me den chanza 30 minutos de descansar , para continuar con las tareas , dares de cenar y llevarlos a practicar soccer. CUANDO NO ME DEJOR, les dije no les voy ha lelvar ala feria el sabado. ELLOS DECIDIERON NO DARLE IMPORTANCIA , papa nos lleva. asi paso , llamaron al papa y este aseguro llevarlos. llegado el sabado a la hora prevista , no llega el sr. una hora mas tarde los nios ya espernando en la puerta por una hora , el sr llama y dice no voy por que tengo un dolor de cabeza. no me quedo otra que llevarles , y despues de esta por muchas horas , de 1 00pm ha 7 00 pm afuera llegamos cansadisimos , todos , pero los ninos no saben cuando estan cansados , sigen haceindo demandas de quiero esto y aquello , ME SENTI EN UNA POSICION DE DESCONSIDERACION , que no importa lo que haga mis pobres ninos no comprenden lo que significa cansancio, y yo no se si pude haber cumplido la promesa de decirles que yo no los llevaria a la feria , por lo que habia pasado entre semana , a la mejor asi aprenderian , solo que no tengo corazon para hacer eso despues de que el padre como si nada , solo se deslinda de responsabilidades.

mi definicion personal , es falta de respeto y aprecio , por lo que otra persona hace por uno .

El termino desconsideración es empleado por muchas personas para tapar su ineptitud y otras mas para chantajear y vivir a costa de los demás.

Irene sabes que me gusta ser ilustrativo y creo que no va de más una reflexión....Desconsideración=Persona sin dignidad.....Besos

Cuentan que una bella princesa estaba buscando consorte. Aristócratas y adinerados señores habían llegado de todas partes para ofrecer sus maravillosos regalos. Joyas, tierras, ejércitos y tronos conformaban los obsequios para conquistar a tan especial criatura.

Entre los candidatos se encontraba un joven plebeyo, que no tenía más riquezas que amor y perseverancia. Cuando le llegó el momento de hablar, dijo: "Princesa, te he amado toda mi vida. Como soy un hombre pobre y no tengo tesoros para darte, te ofrezco mi sacrificio como prueba de amor. Estaré cien días sentado bajo tu ventana, sin más alimentos que la lluvia y sin más ropas que las que llevo puestas, esa es mi dote..."

La princesa, conmovida por semejante gesto de amor, decidió aceptar: "Tendrás tu oportunidad: Si pasas la prueba, me desposarás". Así pasaron las horas y los días. El pretendiente estuvo sentado, soportando los vientos, la nieve y las noches heladas. Sin pestañar. Con la vista fija en el balcón de su amada, el valiente vasallo siguió firme en su empeño, sin desfallecer un momento. De vez en cuando la cortina de la ventana real dejaba traslucir la esbelta figura de la princesa, la cual, con un noble gesto y una sonrisa, aprobaba la faena.

Todo iba a las mil maravillas. Incluso algunos optimistas habían comenzado a planear los festejos. Al llegar el día noventa y nueve, los pobladores de la zona habían salido a animar al próximo monarca. Todo era alegría y jolgorio, hasta que de pronto, cuando faltaba una hora para cumplirse el plazo, ante la mirada atónita de los asistentes y la perplejidad de la infanta, el joven se levantó y sin dar explicación alguna, se alejó lentamente del lugar.

Unas semanas después, mientras deambulaba por un solitario camino, un niño de la comarca lo alcanzó y le preguntó a quemarropa: "¿Por qué perdiste esa oportunidad?, ¿Por qué te retiraste?"

Con profunda consternación y algunas lágrimas mal disimuladas, contestó en voz baja: "No me ahorró ni un día de sufrimiento, ni siquiera una hora... no merecía mi amor."