¡Hola Steph!e! : Para comprender la INDIFERENCIA, abulia, cinismo, pereza, etc. observemos cómo nuestros padres, profesores, familiares, amigos, etc. nos dijeron y enseñaron la ética de que nosotros no teníamos ningún valor por sí mismos, ni como simples seres humanos ni mucho menos como personas. Y que si queríamos ser alguien en la vida deberíamos obtenerlo fuera de nosotros, en nuestro entorno material, en la forma de riqueza, conocimiento académico, fama social, belleza física, autoridad jerárquica, sacerdocio, etc. Ellos grabaron en nuestra mente que la única forma de llenar nuestro vacío de valor, estima, aprecio, respeto, etc. era extrayéndolos de las cosas, plantas, animales y personas. Y cuando nuestros padres y hermanos quieren extraer felicidad de nosotros para ser ellos mismos, entramos en crisis de autoestima pues ellos nos exigen lo que no tenemos, porque jamás nos lo han dado. O a la inversa, cuando somos nosotros quienes necesitamos obtener de ellos amor, aprecio, estimación, respeto, etc., no pueden dárnoslo porque tampoco los recibieron de padres, profesores, familiares o amigos. En la vida de cualquier persona siempre llega un momento supremo de crisis, en que nos vemos confrontados a renunciar a nuestros valores y creencias, o renunciar a la vida. Para los positivos optimistas que creen moralmente en sí mismos (mas) todo problema es una oportunidad para superarse y cambiar, y para los negativos pesimistas que desconfían hasta de sí mismos, la ética mundana les enseña que toda oportunidad es un problema que los conduce rápidamente al hospital, la cárcel, la iglesia y el cementerio. Mientras unos se convierten en líderes, otros se dejan consumir por los vicios. Lo paradójico es que mientras ambos siempre tuvieron los mismos problemas y retos, unos pocos nunca pierden la Fe en sí, mientras la inmensa mayoría nunca la conocieron. La ausencia total de valores espirituales, de principios morales, de sabiduría eterna es aterradora. La sociedad se compone de zombis robotizados; de entes mecánicos, inconscientes, estúpidos. Y todos vivimos vacíos, huecos, ignorando que somos un maravilloso espíritu eterno que vive porque está acompañado de nuestro propio Padre Celestial. Cuando no tenemos conocimiento acerca de nuestra verdadera identidad espiritual; cuando ignoramos que somos un Espíritu Eterno encarnado dentro de un cuerpo físico; cuando no sabemos que Dios en persona mora dentro de nuestro propio corazón, para acompañarnos y apoyarnos cuando se lo pidamos con fe…la vida no tiene sentido, vivimos con depresión, con crisis de autoestima. Nadie nos ha dicho que podemos pedirle Sabiduría a nuestro Dios –a mi Diosito-; nadie nos ha enseñado que nosotros mismos creamos una energía egocéntrica denominada Ego, que es el resumen de todo lo malo, que es la síntesis de todo lo pecaminoso que hayamos podido crear. Nadie nos ha dado ejemplo de virtud y fe demostrándonos cómo podemos eliminar nuestro egoísmo mediante el arrepentimiento, para conocer a Dios y que Él sea quien nos perdone y revele cómo alcanzar la pureza y la salvación de nuestra alma. Cuando comencemos a eliminar con la ayuda divina nuestra legión egocéntrica –egoísta- de yoes, defectos, vicios, malos hábitos, costumbres degeneradas, codicia, ira, pereza, envidia, gula, soberbia, lujuria, etc., podremos saber que no necesitamos depender de nada externo para ser felices, porque aquí en nuestro corazón está Dios para ayudarnos. En ese momento terminarán nuestras depresiones, angustias, ansiedades y demás problemas de autoestima. ¿De acuerdo Steph!e? ¡Felicidades! Más en: www.gnosis.com
Answers & Comments
Verified answer
¡Hola Steph!e! : Para comprender la INDIFERENCIA, abulia, cinismo, pereza, etc. observemos cómo nuestros padres, profesores, familiares, amigos, etc. nos dijeron y enseñaron la ética de que nosotros no teníamos ningún valor por sí mismos, ni como simples seres humanos ni mucho menos como personas. Y que si queríamos ser alguien en la vida deberíamos obtenerlo fuera de nosotros, en nuestro entorno material, en la forma de riqueza, conocimiento académico, fama social, belleza física, autoridad jerárquica, sacerdocio, etc. Ellos grabaron en nuestra mente que la única forma de llenar nuestro vacío de valor, estima, aprecio, respeto, etc. era extrayéndolos de las cosas, plantas, animales y personas. Y cuando nuestros padres y hermanos quieren extraer felicidad de nosotros para ser ellos mismos, entramos en crisis de autoestima pues ellos nos exigen lo que no tenemos, porque jamás nos lo han dado. O a la inversa, cuando somos nosotros quienes necesitamos obtener de ellos amor, aprecio, estimación, respeto, etc., no pueden dárnoslo porque tampoco los recibieron de padres, profesores, familiares o amigos. En la vida de cualquier persona siempre llega un momento supremo de crisis, en que nos vemos confrontados a renunciar a nuestros valores y creencias, o renunciar a la vida. Para los positivos optimistas que creen moralmente en sí mismos (mas) todo problema es una oportunidad para superarse y cambiar, y para los negativos pesimistas que desconfían hasta de sí mismos, la ética mundana les enseña que toda oportunidad es un problema que los conduce rápidamente al hospital, la cárcel, la iglesia y el cementerio. Mientras unos se convierten en líderes, otros se dejan consumir por los vicios. Lo paradójico es que mientras ambos siempre tuvieron los mismos problemas y retos, unos pocos nunca pierden la Fe en sí, mientras la inmensa mayoría nunca la conocieron. La ausencia total de valores espirituales, de principios morales, de sabiduría eterna es aterradora. La sociedad se compone de zombis robotizados; de entes mecánicos, inconscientes, estúpidos. Y todos vivimos vacíos, huecos, ignorando que somos un maravilloso espíritu eterno que vive porque está acompañado de nuestro propio Padre Celestial. Cuando no tenemos conocimiento acerca de nuestra verdadera identidad espiritual; cuando ignoramos que somos un Espíritu Eterno encarnado dentro de un cuerpo físico; cuando no sabemos que Dios en persona mora dentro de nuestro propio corazón, para acompañarnos y apoyarnos cuando se lo pidamos con fe…la vida no tiene sentido, vivimos con depresión, con crisis de autoestima. Nadie nos ha dicho que podemos pedirle Sabiduría a nuestro Dios –a mi Diosito-; nadie nos ha enseñado que nosotros mismos creamos una energía egocéntrica denominada Ego, que es el resumen de todo lo malo, que es la síntesis de todo lo pecaminoso que hayamos podido crear. Nadie nos ha dado ejemplo de virtud y fe demostrándonos cómo podemos eliminar nuestro egoísmo mediante el arrepentimiento, para conocer a Dios y que Él sea quien nos perdone y revele cómo alcanzar la pureza y la salvación de nuestra alma. Cuando comencemos a eliminar con la ayuda divina nuestra legión egocéntrica –egoísta- de yoes, defectos, vicios, malos hábitos, costumbres degeneradas, codicia, ira, pereza, envidia, gula, soberbia, lujuria, etc., podremos saber que no necesitamos depender de nada externo para ser felices, porque aquí en nuestro corazón está Dios para ayudarnos. En ese momento terminarán nuestras depresiones, angustias, ansiedades y demás problemas de autoestima. ¿De acuerdo Steph!e? ¡Felicidades! Más en: www.gnosis.com