Sócrates, filósofo de la antigüedad ateniense y maestro de Platón -entre otros distinguidos discípulos- era conocido como el "tábano de Atenas" por su habilidad para hacer decir a la persona con la que estaba discutiendo cosas que esta no quería, hacerlos caer en la contradicción y dejar en evidencia su ignorancia sobre los temas que discutían, y por supuesto, sobre los que se afirmaban conocedores. Como estas discusiones tenían lugar en el ágora (el mercado, el espacio publico por excelencia en la antigua Atenas) cualquier ciudadano podía encontrarse siendo víctima de Sócrates. Esta característica, junto con el gran número de personas que lo seguían como maestro pero, sobre todo, los rencores políticos que despertaba en un momento especialmente delicado de la historia política de Atenas resultaron en la acusación y condena bajo los cargos de "corrupción de los jóvenes e impiedad".
Alguien con reputación socrática es quien habla a los jóvenes, de manera persuasiva y convincente, sobre cosas que el público considera inapropiadas. Quien lleva los jóvenes por caminos dudosos. Se sugiere del carácter de alguien así el carisma, cierto gusto por la manipulación y algún fin oculto y poco virtuoso.
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Sócrates, filósofo de la antigüedad ateniense y maestro de Platón -entre otros distinguidos discípulos- era conocido como el "tábano de Atenas" por su habilidad para hacer decir a la persona con la que estaba discutiendo cosas que esta no quería, hacerlos caer en la contradicción y dejar en evidencia su ignorancia sobre los temas que discutían, y por supuesto, sobre los que se afirmaban conocedores. Como estas discusiones tenían lugar en el ágora (el mercado, el espacio publico por excelencia en la antigua Atenas) cualquier ciudadano podía encontrarse siendo víctima de Sócrates. Esta característica, junto con el gran número de personas que lo seguían como maestro pero, sobre todo, los rencores políticos que despertaba en un momento especialmente delicado de la historia política de Atenas resultaron en la acusación y condena bajo los cargos de "corrupción de los jóvenes e impiedad".
Alguien con reputación socrática es quien habla a los jóvenes, de manera persuasiva y convincente, sobre cosas que el público considera inapropiadas. Quien lleva los jóvenes por caminos dudosos. Se sugiere del carácter de alguien así el carisma, cierto gusto por la manipulación y algún fin oculto y poco virtuoso.