El Megatherium o "megaterio" era un enorme perezoso terrestre que habitaba en Sudamérica desde comienzos del Plioceno hasta finales del Pleistoceno. Los megaterios llegaban a medir 6 metros de longitud. Eran mamiferos, parecidos a los marsupiales, vivian solos casi todo el tiempo y se alimentaban de plantas y pequeños mamiferos. Eran animales terrestres, y por ser tan grandes no podian vivir en los arboles como sus parientes actuales mas cercanos, los perezosos o perezas. Se alimentaban en 2 patas, usando la cola para mantener el equilibrio.
La palabra megaterio significa gran bestia, y se refiere a un grupo de animales de diferentes familias, todos mamíferos, que vivieron hasta la edad de hielo, un poco más en ciertas regiones, hace alrededor de 20000 años y que desaparecieron más o menos al mismo tiempo.
Se dice que se extinguieron por, alguno de los siguientes motivos:
- los rápidos cambios climáticos
- Una mega enfermedad
- o la rápida expansión del homo-sapiens (el hombre) que encontró en ellos una fuente accesible de alimentación
- Una combinación de las causas anteriores.
Cualquiera que haya sido la causa, produjo la extinción de los megaterios debido a que al ser muy grandes su ciclo reproductivo seguramente era demasiado lento como para poder adaptarse y sobrevivir.
Entre algunos Megaterios que recuerdo en este momento están:
El Mamut
El perezoso gigante
Tigre colmillos de sable
Oambat gigantes
Canguros gigantes
Tigre de Tazmania...
Este conjunto de especies (megaterios) también es conocido como la mega-fauna
Se da el nombre común de megaterios a dos animales pertenecientes a los géneros Megatherium Megatherium americanum y Eremotherium Eremotherhium laurillardi Era un perezoso terrestre, antepasado del os actuales perezosos que habitó en Sudamérica desde comienzos del Plioceno hasta hace 8.000 años, bien entrado el Holoceno, como confirman los últimos allazgos en Argentina.
Varias docenas de fósiles de megaterios se han hallado en Sudamérica. El primer ejemplar encontrado fue encontrado por Fray Manuel de Torres en las inmediaciones del río Luján, en Argentina y fue enviado a España en 1789 por el gobernador de Buenos Aires, convirtiéndose en el primer esqueleto fósil exhibido montado en la posición que debía tener en vida del animal.
Los megaterios llegaban a medir 6 m de altura cuando se alzaban sobre sus patas traseras, sus cabezas eran relativamente pequeñas, sus patas traseras algo más largas y robustas que las delanteras y tenían grandes garras que utilizaban tanto para escarbar en busca de raíces y tubérculos como para defenderse. Al contrario que los actuales perezosos tenían colas largas y gruesas que alcanzaban los 50 cm de diámetro en la base. Sus fuertes mandíbulas constaban de 16 molares (8 en cada maxilar) carentes de esmalte.
Eran mamíferos poco sociables con hábitos vegetarianos, aunque actualmente no se descarta una omnivoría. Eran animales terrestres, sin duda por su tamaño se veían imposibilitados de ser arborícolas como sus parientes actuales. Se alimentaban en posición bípeda, usando su robusta cola para completar un trípode.
El megaterio (Megatherium americanum), cuyo nombre significa "bestia grande", fue un antepasado de los actuales perezosos que habitó en lo que hoy es Sudamérica entre comienzos del periodo Plioceno (hace 5,3 millones de años) hasta bien entrado el Holóceno (últimos 10.000 años). Se creía extinto hace más de 10.000 años, en el Pleistoceno, pero los últimos descubrimientos confirman su existencia hace menos de 9.000 años en Argentina. Los ejemplares adultos medían 6 metros de altura, pesaban varias toneladas ý poseían una cola que alcanzaba 50 centímetros de diámetro en la base. Su cabeza era pequeña en relación al tamaño del cuerpo. A cada lado de las mandíbulas poseían 4 molares (16 en total) desprovistos de esmalte y de crecimiento contínuo con los que se alimantaba de vegetales a menudo muy duros. Como los perezosos actuales, tenía grandes garras que le servían, no para trepar (pues si enorme tamaño lo hacía imposible) sino para excavar en busca de raíces o tubérculos y defenderse. Sus hábitos parecen haber sido solitarios.
Los Megaterios, unos de los mamíferos más grandes que existieron, habitó Junín hace 8000 años.
En el año 1785, un fraile llamado Manuel de Torres encontró huesos de un mamífero gigante a orillas del Río Luján. Como le pareció distinto a todos cuantos se conocían hasta ahora en este territorio dio aviso al virrey Don Nicolás del Campo, marqués de Loreto, que como tenía orden del Rey Carlos III, fundador del Museo de Historia Natural de Madrid, de expedir a ese museo cualquier ejemplar rara para ser colocado en su Real Gabinete, dispuso que se extrajeran con sumo cuidado esos huesos y se armara el animal para ser remitido a España.
El envío en 1789 de los restos fosilizados de este animal de dimensiones gigantescas al Gabinete de Historia Natural de Madrid ha sido considerado el punto inicial de los estudios paleontológicos en el Río de la Plata.
Tal tipo de envío era habitual en la época y formaba parte de las prácticas de la historia natural y de los viajes de exploración de los países europeos.
La llegada del animal embalado y con las representaciones del animal, produjo gran alboroto. Tal es así que el rey mandó una nota al marqués de Loreto encargándole que organizara batidas para poder conseguir un animal de esos, pero vivo, y si no lo podía enviar enjaulado, por su ferocidad, que lo matara e hiciera disecar y se lo enviara “empajado”.
Cuvier, le dio el nombre de megaterio –Megaterium americanum– al animal al cual pertenecieran esos huesos.
Megaterio quiere decir "bestia grande". El eminente anatomista descubrió que el corpulento animal tenía evidencias anatómicas que evidenciaban ciertas relaciones de parentesco con los perezosos arborícolas del Amazonas. El megaterio fue el primer mamífero fósil que se armó en un museo. La importancia del descubrimiento del megaterio fue más allá de lo mencionado en la cita de Cuvier. Marcó un hito en el estudio de los fósiles pues, por primera vez, se encontró un vertebrado extinguido de apariencia distinta a los componentes de la fauna viviente conocida, lo que indicó que en tiempos pasados existieron bestias desaparecidas desconocidas para el hombre. El megaterio, además, tuvo otro cometido importante en la historia natural: sirvió para demostrar la eficacia de la anatomía comparada de Cuvier como método para comprender e interpretar las características de los animales
Molares
Son varias las especies de megaterio procedentes del Pleistoceno, siendo la mejor conocida Megaterium americanum, la cual superó los 5 metros de longitud. Se supone que el Megaterio era un animal de movimientos lentos debido a su gran tamaño. No existe hoy un animal que se le parezca. Era tan robusto como un elefante, pero con rasgos de un perezoso. Sus dientes son prismáticos, cuadrangulares, altos y de base abierta, dispuestos en una serie continua con el último de menor tamaño que los precedentes. Esta estructura dentaria, reducida en números de piezas y tamaño, en comparación con la masa total, no es comparable a la de los grandes mamíferos pastadores actuales; sin embargo es análoga a la de los otros edentados xenartros extinguidos.
Sus miembros anteriores y posteriores terminaban en fuertes garras; poseía asimismo una cola con poderosas implantaciones musculares. Este último carácter avala ala hipótesis de que el animal se podía desplazar en posición erguida, utilizando la cola como elemento de apoyo auxiliar. Esta situación es confirmada por el hallazgo de pisadas fósiles (icnitas) HotwordStyle=BookDefault; que demostrarían su andar bípedo, al menos en determinadas circunstancias. Recientemente, algunos investigadores han formulado la provocativa hipótesis de que el Megatherium americanum pudo ser también carnívoro oportunista en lugar de un lento y apacible herbívoro. “Poseía las fuertes garras características de los perezosos lujanenses, pero desarrolladas al extremo. Se ha propuesto que le servían para descascarar árboles y comer su corteza, pero hipótesis recientes las asocian a usos más agresivos. De ser correcta esa hipótesis, sería el mamífero terrestre comedor de carne más grande que haya existido.” Los restos de esta especie se han hallado en la Argentina, en el sur del Brasil y en Bolivia. En el territorio argentino el Megatherium americanum está restringido al PleistocenoHotwordStyle=BookDefault; Tardío.
Los restos de megaterio son frecuentes en sedimentos que evidencian condiciones climáticas áridas o semiáridas, tanto en el territorio de la provincia de Buenos Aires como en San Luis y La Pampa. Asimismo han sido hallados en la Región Patagónica, en localidades tan australes como Puerto Deseado en la provincia de Santa Cruz.
El megaterio coexistió con los antiguos habitantes humanos de la provincia de Buenos AiresHotwordStyle=BookDefault; , extinguiéndose unos 8.500 años antes del presente.
Este animal pertenece al grupo de los edentados o xenartros junto a los gliptodontes.
El megaterio y otros integrantes del orden de los tardígrados representaban a los gigantes característicos de la Edad Lujanense del Pleistoceno Tardío de la Argentina.
En Junín se hallaron varios restos pertenecientes a este animal: molares, vértebras, huesos de sus extremidades, costillas y lo más importante un cráneo de un ejemplar juvenil, único en el mundo, también hay mandíbulas de otras especies de megaterios y restos de otros perezosos gigantes emparentados con él.
Algunas otras especies de perezosos gigantes son:
Nombre común: Perezoso (milodonte)
Clasificación:
Orden Edentata
Familia Mylodontidae
Subfamilia Mylodontinae
Género Mylodon
Masa estimada: Alrededor de una tonelada.
Comentarios: Otro perezoso, una de cuyas especies, Mylodon darwini, fue nombrada en homenaje al gran Charles. Al Mylodon pertenece el cuero y las heces halladas en una cueva de la Patagonia austral. Incluidos en el cuero, se halló un gran número de huesecillos cutáneos. Antes de esto, siempre eran hallados asociados a sus restos, pero sin que hubiese explicaciones convincentes.
Nombre común: Perezoso (glosoterio)
Clasificación:
Orden Edentata
Familia Mylodontidae
Subfamilia Mylodontinae
Género Glossotherium
Masa estimada: Más de una tonelada.
Comentarios: Semejante al anterior, pero de talla algo mayor y rostro más corto y grueso. El primer material hallado de este género fue colectado por Darwin en el lecho del Arroyo Sarandí --¡vaya uno a saber exactamente cuál Arroyo Sarandí!-- en el Uruguay, y estudiado por Owen en 1840.
Nombre común: Perezoso (lestodonte)
Clasificación:
Orden Edentata
Familia Mylodontidae
Subfamilia Mylodontinae
Género Lestodon
Masa estimada: Unas tres toneladas.
Comentarios: Como se ve, los auténticos gigantes dicen presente entre los perezosos lujanenses. Si bien los Edentata carecen de caninos e incisivos, Lestodon tenía el primer molariforme muy desplazado hacia adelante, con forma de canino y proyectado hacia afuera, conformando una defensa, lo que debe de haber dado a su rostro una apariencia muy poco amigable.
Nombre común: Perezoso (megaterio)
Clasificación:
Orden Edentata
Familia Megatheriidae
Subfamilia Megatheriinae
Género Megatherium
Masa estimada: Entre 4 y 5 toneladas.
Comentarios: El campeón de los pesos completos entre los perezosos, y el mayor integrante de la megafauna junto con los mastodontes. También tiene el galardón de haber estado entre los mamíferos bípedos más grandes de todos los tiempos, como se sabe por las huellas que dejó. Poseía las fuertes garras características de los perezosos lujanenses, pero desarrolladas al extremo. Se ha propuesto que le servían para descascarar árboles y comer su corteza, pero hipótesis recientes las asocian a usos más agresivos. De ser correcta esa hipótesis, sería el mamífero terrestre comedor de carne más grande que haya existido. Dámaso Larrañaga le dedicó su atención.
La palabra megaterio proviene de dos voces griegas, aunque creada como un cultismo, las raíces son genuinamente helénicas: mega = grande y thírion = bestia, es decir "gran bestia". Esta palabra podría ser sinónimo de "guajolote", que en náhuatl es gran monstruo (o payaso viejo, según otras versiones). Fósiles de megaterios se encuentran en América del Sur, ya han sido extintos, lo mismo que los mastodontes, lamentablemente.
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El Megatherium o "megaterio" era un enorme perezoso terrestre que habitaba en Sudamérica desde comienzos del Plioceno hasta finales del Pleistoceno. Los megaterios llegaban a medir 6 metros de longitud. Eran mamiferos, parecidos a los marsupiales, vivian solos casi todo el tiempo y se alimentaban de plantas y pequeños mamiferos. Eran animales terrestres, y por ser tan grandes no podian vivir en los arboles como sus parientes actuales mas cercanos, los perezosos o perezas. Se alimentaban en 2 patas, usando la cola para mantener el equilibrio.
Un peresozo gigantezco ya extinto
La palabra megaterio significa gran bestia, y se refiere a un grupo de animales de diferentes familias, todos mamíferos, que vivieron hasta la edad de hielo, un poco más en ciertas regiones, hace alrededor de 20000 años y que desaparecieron más o menos al mismo tiempo.
Se dice que se extinguieron por, alguno de los siguientes motivos:
- los rápidos cambios climáticos
- Una mega enfermedad
- o la rápida expansión del homo-sapiens (el hombre) que encontró en ellos una fuente accesible de alimentación
- Una combinación de las causas anteriores.
Cualquiera que haya sido la causa, produjo la extinción de los megaterios debido a que al ser muy grandes su ciclo reproductivo seguramente era demasiado lento como para poder adaptarse y sobrevivir.
Entre algunos Megaterios que recuerdo en este momento están:
El Mamut
El perezoso gigante
Tigre colmillos de sable
Oambat gigantes
Canguros gigantes
Tigre de Tazmania...
Este conjunto de especies (megaterios) también es conocido como la mega-fauna
Se da el nombre común de megaterios a dos animales pertenecientes a los géneros Megatherium Megatherium americanum y Eremotherium Eremotherhium laurillardi Era un perezoso terrestre, antepasado del os actuales perezosos que habitó en Sudamérica desde comienzos del Plioceno hasta hace 8.000 años, bien entrado el Holoceno, como confirman los últimos allazgos en Argentina.
Varias docenas de fósiles de megaterios se han hallado en Sudamérica. El primer ejemplar encontrado fue encontrado por Fray Manuel de Torres en las inmediaciones del río Luján, en Argentina y fue enviado a España en 1789 por el gobernador de Buenos Aires, convirtiéndose en el primer esqueleto fósil exhibido montado en la posición que debía tener en vida del animal.
Los megaterios llegaban a medir 6 m de altura cuando se alzaban sobre sus patas traseras, sus cabezas eran relativamente pequeñas, sus patas traseras algo más largas y robustas que las delanteras y tenían grandes garras que utilizaban tanto para escarbar en busca de raíces y tubérculos como para defenderse. Al contrario que los actuales perezosos tenían colas largas y gruesas que alcanzaban los 50 cm de diámetro en la base. Sus fuertes mandíbulas constaban de 16 molares (8 en cada maxilar) carentes de esmalte.
Eran mamíferos poco sociables con hábitos vegetarianos, aunque actualmente no se descarta una omnivoría. Eran animales terrestres, sin duda por su tamaño se veían imposibilitados de ser arborícolas como sus parientes actuales. Se alimentaban en posición bípeda, usando su robusta cola para completar un trípode.
El megaterio (Megatherium americanum), cuyo nombre significa "bestia grande", fue un antepasado de los actuales perezosos que habitó en lo que hoy es Sudamérica entre comienzos del periodo Plioceno (hace 5,3 millones de años) hasta bien entrado el Holóceno (últimos 10.000 años). Se creía extinto hace más de 10.000 años, en el Pleistoceno, pero los últimos descubrimientos confirman su existencia hace menos de 9.000 años en Argentina. Los ejemplares adultos medían 6 metros de altura, pesaban varias toneladas ý poseían una cola que alcanzaba 50 centímetros de diámetro en la base. Su cabeza era pequeña en relación al tamaño del cuerpo. A cada lado de las mandíbulas poseían 4 molares (16 en total) desprovistos de esmalte y de crecimiento contínuo con los que se alimantaba de vegetales a menudo muy duros. Como los perezosos actuales, tenía grandes garras que le servían, no para trepar (pues si enorme tamaño lo hacía imposible) sino para excavar en busca de raíces o tubérculos y defenderse. Sus hábitos parecen haber sido solitarios.
Megaterio (Megaterium Americanum)
Familia MEGATHERIDAE
Los Megaterios, unos de los mamíferos más grandes que existieron, habitó Junín hace 8000 años.
En el año 1785, un fraile llamado Manuel de Torres encontró huesos de un mamífero gigante a orillas del Río Luján. Como le pareció distinto a todos cuantos se conocían hasta ahora en este territorio dio aviso al virrey Don Nicolás del Campo, marqués de Loreto, que como tenía orden del Rey Carlos III, fundador del Museo de Historia Natural de Madrid, de expedir a ese museo cualquier ejemplar rara para ser colocado en su Real Gabinete, dispuso que se extrajeran con sumo cuidado esos huesos y se armara el animal para ser remitido a España.
El envío en 1789 de los restos fosilizados de este animal de dimensiones gigantescas al Gabinete de Historia Natural de Madrid ha sido considerado el punto inicial de los estudios paleontológicos en el Río de la Plata.
Tal tipo de envío era habitual en la época y formaba parte de las prácticas de la historia natural y de los viajes de exploración de los países europeos.
La llegada del animal embalado y con las representaciones del animal, produjo gran alboroto. Tal es así que el rey mandó una nota al marqués de Loreto encargándole que organizara batidas para poder conseguir un animal de esos, pero vivo, y si no lo podía enviar enjaulado, por su ferocidad, que lo matara e hiciera disecar y se lo enviara “empajado”.
Cuvier, le dio el nombre de megaterio –Megaterium americanum– al animal al cual pertenecieran esos huesos.
Megaterio quiere decir "bestia grande". El eminente anatomista descubrió que el corpulento animal tenía evidencias anatómicas que evidenciaban ciertas relaciones de parentesco con los perezosos arborícolas del Amazonas. El megaterio fue el primer mamífero fósil que se armó en un museo. La importancia del descubrimiento del megaterio fue más allá de lo mencionado en la cita de Cuvier. Marcó un hito en el estudio de los fósiles pues, por primera vez, se encontró un vertebrado extinguido de apariencia distinta a los componentes de la fauna viviente conocida, lo que indicó que en tiempos pasados existieron bestias desaparecidas desconocidas para el hombre. El megaterio, además, tuvo otro cometido importante en la historia natural: sirvió para demostrar la eficacia de la anatomía comparada de Cuvier como método para comprender e interpretar las características de los animales
Molares
Son varias las especies de megaterio procedentes del Pleistoceno, siendo la mejor conocida Megaterium americanum, la cual superó los 5 metros de longitud. Se supone que el Megaterio era un animal de movimientos lentos debido a su gran tamaño. No existe hoy un animal que se le parezca. Era tan robusto como un elefante, pero con rasgos de un perezoso. Sus dientes son prismáticos, cuadrangulares, altos y de base abierta, dispuestos en una serie continua con el último de menor tamaño que los precedentes. Esta estructura dentaria, reducida en números de piezas y tamaño, en comparación con la masa total, no es comparable a la de los grandes mamíferos pastadores actuales; sin embargo es análoga a la de los otros edentados xenartros extinguidos.
Sus miembros anteriores y posteriores terminaban en fuertes garras; poseía asimismo una cola con poderosas implantaciones musculares. Este último carácter avala ala hipótesis de que el animal se podía desplazar en posición erguida, utilizando la cola como elemento de apoyo auxiliar. Esta situación es confirmada por el hallazgo de pisadas fósiles (icnitas) HotwordStyle=BookDefault; que demostrarían su andar bípedo, al menos en determinadas circunstancias. Recientemente, algunos investigadores han formulado la provocativa hipótesis de que el Megatherium americanum pudo ser también carnívoro oportunista en lugar de un lento y apacible herbívoro. “Poseía las fuertes garras características de los perezosos lujanenses, pero desarrolladas al extremo. Se ha propuesto que le servían para descascarar árboles y comer su corteza, pero hipótesis recientes las asocian a usos más agresivos. De ser correcta esa hipótesis, sería el mamífero terrestre comedor de carne más grande que haya existido.” Los restos de esta especie se han hallado en la Argentina, en el sur del Brasil y en Bolivia. En el territorio argentino el Megatherium americanum está restringido al PleistocenoHotwordStyle=BookDefault; Tardío.
Los restos de megaterio son frecuentes en sedimentos que evidencian condiciones climáticas áridas o semiáridas, tanto en el territorio de la provincia de Buenos Aires como en San Luis y La Pampa. Asimismo han sido hallados en la Región Patagónica, en localidades tan australes como Puerto Deseado en la provincia de Santa Cruz.
El megaterio coexistió con los antiguos habitantes humanos de la provincia de Buenos AiresHotwordStyle=BookDefault; , extinguiéndose unos 8.500 años antes del presente.
Este animal pertenece al grupo de los edentados o xenartros junto a los gliptodontes.
El megaterio y otros integrantes del orden de los tardígrados representaban a los gigantes característicos de la Edad Lujanense del Pleistoceno Tardío de la Argentina.
En Junín se hallaron varios restos pertenecientes a este animal: molares, vértebras, huesos de sus extremidades, costillas y lo más importante un cráneo de un ejemplar juvenil, único en el mundo, también hay mandíbulas de otras especies de megaterios y restos de otros perezosos gigantes emparentados con él.
Algunas otras especies de perezosos gigantes son:
Nombre común: Perezoso (milodonte)
Clasificación:
Orden Edentata
Familia Mylodontidae
Subfamilia Mylodontinae
Género Mylodon
Masa estimada: Alrededor de una tonelada.
Comentarios: Otro perezoso, una de cuyas especies, Mylodon darwini, fue nombrada en homenaje al gran Charles. Al Mylodon pertenece el cuero y las heces halladas en una cueva de la Patagonia austral. Incluidos en el cuero, se halló un gran número de huesecillos cutáneos. Antes de esto, siempre eran hallados asociados a sus restos, pero sin que hubiese explicaciones convincentes.
Nombre común: Perezoso (glosoterio)
Clasificación:
Orden Edentata
Familia Mylodontidae
Subfamilia Mylodontinae
Género Glossotherium
Masa estimada: Más de una tonelada.
Comentarios: Semejante al anterior, pero de talla algo mayor y rostro más corto y grueso. El primer material hallado de este género fue colectado por Darwin en el lecho del Arroyo Sarandí --¡vaya uno a saber exactamente cuál Arroyo Sarandí!-- en el Uruguay, y estudiado por Owen en 1840.
Nombre común: Perezoso (lestodonte)
Clasificación:
Orden Edentata
Familia Mylodontidae
Subfamilia Mylodontinae
Género Lestodon
Masa estimada: Unas tres toneladas.
Comentarios: Como se ve, los auténticos gigantes dicen presente entre los perezosos lujanenses. Si bien los Edentata carecen de caninos e incisivos, Lestodon tenía el primer molariforme muy desplazado hacia adelante, con forma de canino y proyectado hacia afuera, conformando una defensa, lo que debe de haber dado a su rostro una apariencia muy poco amigable.
Nombre común: Perezoso (megaterio)
Clasificación:
Orden Edentata
Familia Megatheriidae
Subfamilia Megatheriinae
Género Megatherium
Masa estimada: Entre 4 y 5 toneladas.
Comentarios: El campeón de los pesos completos entre los perezosos, y el mayor integrante de la megafauna junto con los mastodontes. También tiene el galardón de haber estado entre los mamíferos bípedos más grandes de todos los tiempos, como se sabe por las huellas que dejó. Poseía las fuertes garras características de los perezosos lujanenses, pero desarrolladas al extremo. Se ha propuesto que le servían para descascarar árboles y comer su corteza, pero hipótesis recientes las asocian a usos más agresivos. De ser correcta esa hipótesis, sería el mamífero terrestre comedor de carne más grande que haya existido. Dámaso Larrañaga le dedicó su atención.
Creo que fue un animal antidiluviano, predecesor del oso.
ES UN ANIMAL TERRESTRE ,POCO SOCIABLE,CON HÁBITO VEJETARIANOS. LOS CUALES LLEGABAN A MEDIR 6M DE ALTURA CUANDO SE ALZABAN SOBRE SUS PATAS
La palabra megaterio proviene de dos voces griegas, aunque creada como un cultismo, las raíces son genuinamente helénicas: mega = grande y thírion = bestia, es decir "gran bestia". Esta palabra podría ser sinónimo de "guajolote", que en náhuatl es gran monstruo (o payaso viejo, según otras versiones). Fósiles de megaterios se encuentran en América del Sur, ya han sido extintos, lo mismo que los mastodontes, lamentablemente.