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Estimada Nayr, justamente la mayoría de los paros cardiorrespiratorios son de origen "no traumático" y la causa mayoritariamente de esos paro cardíacos no traumáticos son de origen cardiovascular. Si bien desconocemos mayores elementos para una aproximación diagnóstica, es posible que la causa de fallecimiento de su padre haya sido un problema cardiovascular y cuando decimos cardiovascular, nos estamos refiriendo sea a un problema cardíaco o a un problema cerebral.

Cuando nos adentramos en las causas de muertes repentinas o muertes súbitas o de muertes inesperadas, sabemos que se producen mayoritariamente por una obstrución brusca de una arteria coronaria del corazón o por un accidente cerebral vascular.

La vida de cualquier ser humano está asegurada por la función del corazón que es una bomba que trabaja las 24 horas de los 365 días del año, trabaja día y noche. El corazón nos da vida constantemente, y para que pueda funcionar, requiere que le llegue el combustible vital que es el oxígeno, que llega a través de las arterias coronarias. Cada arteria coronaria principal tiene un diámetro de 3 mm aprox. y esa luz es crucial para que se mantenga la función del corazón y la vida de cada uno de nosotros. Las arterias coronarias son las arterias de la vida, por eso es tan importante cuidarlas, cuidar de no agredirlas, cuidar de no acelerar la obstrucción de esas arterias tan nobles para la vida.

Cuando Ud. vea este vide que dura solamente 3 minutos podrá conocer cuán fácil es, presentar un infarto, el cual puede presentarse en un porcentaje de un 20 a 30% de las veces como una muerte súbita:

http://www.youtube.com/watch?v=5gHIt-kx50I&feature...

Hay un dato que Ud. aporta, que puede orientar a que su padre hubiera presentado inicialmente un accidente cerebro vascular, como causa desencadenante del paro cardíaco al día siguiente. Ese dato es el hecho de que una vez que lo llevaron en la ambulancia "ya solo miraba la pared y no respondía", y eso significa que en ese momento presentaba una injuria cerebral y estaba en estado de coma (aunque estuviera con los ojos abiertos).

La causa de estos procesos son en su gran mayoría de naturaleza vascular, cerebral (sea un infarto cerebral o una hemorragia cerebral.), porque un infarto cardíaco no produce un estado de coma, salvo que debutara con un paro cardíaco, que no fue lo que sucedió el primer día.

Es muy probable que una vez que entró en coma (o sea desde el momento que miraba la pared y ya no respondía), su padre ya no haya sufrido más, es decir que ya no tuviera percepciones conscientes de dolor o angusita o temores, porque estaba en coma, y por definición, el estado de coma implica una abolición de los estados de conciencia.

un paro cardiorespiratorio no traumatico, no traumatico fue un paro natural, cadiorespiratorio se dieron los dos paros al mismo tiempo.

Paro cardiorrespiratorio

Es la interrupción de la actividad mecánica cardíaca y la consiguiente supresión de la función respiratoria.

¿Cuál es su presentación clínica?

Paciente sin respuesta, en apnea, sin pulso. (En algunos casos puede persistir respiración agónica pocos minutos).

En ocasiones precedido por dolor de pecho, disnea, palpitaciones, Shock, y/o deterioro del sensorio.

Se puede decir que es una de las situaciones por excelencia para ser solucionada por personal del equipo de emergencias. De hecho, el manejo inicial, debería ser llevado a cabo adecuadamente por cualquier individuo.

La primera referencia que tenemos acerca de una resucitación cardiopulmonar (RCP), es en la Biblia, el antiguo testamento, segundo libro de los Reyes, donde encontramos al profeta Eliseo que reanimó al hijo de la mujer sunamita. Ya en estas líneas, se destaca, la premura que se debe tener en el acceso al sitio del hecho, cuando Eliseo da indicaciones a su servidor.

De aquí en adelante, ha corrido bastante agua en la historia de la resucitación cardiopulmonar hasta nuestros días.

Cuando nos encontramos en la vía pública, en un domicilio, en la ambulancia, en el servicio de emergencias, en sala de clínica médica o en terapia intensiva, con un paciente con diarrea, o con disuria, tenemos mucho tiempo para desenvolvernos, averiguar, consultar, reinterrogar, incluso podemos iniciar un tratamiento y luego modificarlo.

Ahora, en cada uno de estos lugares, cuando nos encontramos con un paciente en PCR, nuestro espacio se ajustó y el concepto general de "tiempo" desapareció. Menos minutos de los que somos capaces de contar con las manos es el tiempo en el que debe estar solucionada esta situación.