La esquizofrenia es un trastorno fundamental de la personalidad, una distorsión del pensamiento. Los que la padecen tienen frecuentemente el sentimiento de estar controlados por fuerzas extrañas. Poseen ideas delirantes que pueden ser extravagantes, con alteración de la percepción, afecto anormal sin relación con la situación y autismo entendido como aislamiento.
El deterioro de la función mental en estos enfermos ha alcanzado un grado tal que interfiere marcadamente con su capacidad para afrontar algunas de las demandas ordinarias de la vida o mantener un adecuado contacto con la realidad. El psicótico no vive en este mundo (disociación entre la realidad y su mundo), ya que existe una negación de la realidad de forma inconsciente. No es consciente de su enfermedad.
La actividad cognitiva del esquizofrénico no es normal, hay incoherencias, desconexiones y existe una gran repercusión en el lenguaje, pues no piensa ni razona de forma normal.
El comienzo de la enfermedad puede ser agudo, es decir, puede comenzar de un momento para otro con una crisis delirante, un estado maníaco, un cuadro depresivo con contenidos psicóticos o un estado confuso onírico. También puede surgir de manera insidiosa o progresiva.
La edad de inicio promedio es en los hombres entre los 15 y los 25 años, y en las mujeres entre los 25 y los 35 años. No obstante puede aparecer antes o después, aunque es poco frecuente que surja antes de los 10 años o después de los 50 años.
La prevalencia de esta enfermedad se sitúa entre el 0'3% y el 3'7% dependiendo de la zona del mundo donde estemos. Se ha observado una cierta prevalencia hereditaria, si uno de los padres padre padece esquizofrenia el hijo tiene un 12% de posibilidades de desarrollar dicho trastorno y si ambos son esquizofrénicos el niño tiene un 39% de probabilidades. Un niño con padres sanos tiene un 1% de posibilidades de padecer este trastorno, mientras que un niño con un hermano con este desorden tiene un 8% de probabilidades. Por tanto las causas de la esquizofrenia son tanto bioquímicas como ambientales.
La esquizofrenia se puede presentar principalmente asociada a los Trastornos Relacionados Sustancias. Del 30 al 40 % de los esquizofrénicos presenta problemas de abuso de alcohol; el 15-25 % problemas con el cannabis; del 5 al 10 % abusa o depende de la cocaína. También se incluye el abuso de nicotina, muy frecuente en estos pacientes. Las drogas y el alcohol permiten reducir los niveles de ansiedad y la depresión provocados por la esquizofrenia.
bueno michell te lo describire de una manera facil la esquizofrenia es una desviacion psicologica y bilogica del humano los sintomas son que las personas empiesan a escuhar y ver cosas q no existen
en realidad no se ah encontrado la cura para esta enfermedad ni tampoco se ha encontrado porq se origina!
La vida está hecha para disfrutar pero si tienes ansiedad seguro que has olvidad que es disfrutar de la vida así que toma medidas y cúrala con este método https://tr.im/trCKm . Yo ya puedo disfrutar de la vida gracias a este método, cuando nada parecía funcionar ha aparecido este método que ha sido como un milagro. Puedes hacer lo que quieres en tu vida incluso si sufres de ansiedad porque está, ahora se puede curar.
la esquizofrenia es algo que esta manipulado por que hay muchos genios que tenia esquizofrenia y descubrieron cosas importantes las personas con esquizofrenia tienen la capacidad de ver otra realidad.
Eso lo explica bien la fisica cuantica que dice que la realidad se comporta en forma de ondas en el experimento de la doble rendija
La anisada se puede curar, cierto, con este método https://tr.im/ZT2UU . Tengo una amiga que sufría de esta ansiedad, ya no salía de casa y había dejado el trabajo, el marido y todos sus amigos estaban muy preocupados, pero ahora todo esto paso, hemos descubierto este método que ha sido como un milagro, en poco tiempo ya se podía ver que estaba mejorando hasta que ahora vuelve a ser la amiga y la esposa que estaba antes de la enfermedad.
El término "esquizofrenia" denota una perturbación mental grave y prolongada que se manifiesta como una conducta alterada de amplio rango. A pesar de que se le ha analizado como una enfermedad, la esquizofrenia se considera más apropiadamente como un grupo de trastornos de causa incierta con cuadros clínicos similares, que incluyen de manera invariable perturbaciones de pensamiento en un sensorio claro y con frecuencia con síntomas característicos como alucinaciones, delirios, conducta aberrante y deterioro en el nivel general de funcionamiento. Por esta razón el encabezado del DSM-III-R es el de trastornos esquizofrénicos, aunque se usen ambos términos corrientemente. En el mundo industrializado, aproximadamente una de cada cien personas desarrolla esquizofrenia.
La esquizofrenia (del griego, schizo: "división" o "escisión" y phrenos: "mente") es un diagnóstico de tipo crónico y severo que describe un grupo de síntomas y signos que están presentes en algunas personas. Se caracteriza por una mutación sostenida de varios aspectos del funcionamiento psíquico del individuo, principalmente de la conciencia de realidad, y una desorganización neuropsicológica más o menos compleja, en especial de las funciones ejecutivas, que lleva a una dificultad para mantener conductas motivadas y dirigidas a metas, y una significativa disfunción social.
Una persona con este diagnóstico por lo general va a mostrar un pensamiento desorganizado (laxitud asociativa), delirio, alteraciones perceptuales (alucinaciones), alteraciones afectivas (en el ánimo y emociones) y conductuales. Los síntomas de la esquizofrenia son muy variados, lo que sugiere que se trataría de varios trastornos, y no de uno solo. Ninguno de estos síntomas es patognomónico de esta condición, lo que dificulta el diagnóstico.
Existe un debate inacabado acerca de lo normal y lo anormal de esta enfermedad. Si a la alteración de las endorfinas y la dopamina en el cerebro le llamamos así como tal, tendríamos que llamar a esa enfermedad "insuficiencia dopaminérgica" o "insuficiencia endorfínica" crónica o aguda, según sea la duración y desarrollo de esa alteración. Como lo hace la medicina en general con la mayoría de los síntomas.
La esquizofrenia es considerada por algunos autores como "psicosis endógena", y a veces se la agrupa junto a la “psicosis maníaco depresiva”, también considerada “endógena”. El término “endógeno” fue originado como polaridad de lo “exógeno”, denominando esto último aquellas manifestaciones psíquicas originadas en trastornos corporales, como enfermedades cerebrales o sistémicas o producto de intoxicaciones con diversas sustancias (lo que hoy se conoce como delirium (se mantiene este término en latín para evitar la confusión con el delirio). El término "endógeno"[1] derivó de la idea de “degeneración” como “desviación malsana de un individuo”, surgida en el siglo XIX, asociándola fuertemente a la idea de predisposición hereditaria degenerada. Posteriormente lo “endógeno” fue modificándose hacia la idea de “disposición” (más que “degeneración”), y luego designó simplemente un origen desconocido,[2] [3] una psicosis sin base somática conocida (pero se deja entrever que probablemente la tenga).
Por último Tellenbach[4] [5] sugirió que existía un “endón” en el ser humano, un ámbito interno donde se verifican procesos rítmicos, de maduración, y que tienen un carácter globalizador, de conjunción cósmica-natural, de corte antropológico-existencial. Históricamente, por lo tanto, lo “endógeno” denominó una etiología, una psicopatología y por último, un adjetivo. Su intención es poner de manifiesto el hecho fundamental que los procesos psicopatológicos esenciales se desarrollan al interior del ser psíquico humano individual, y también el hecho de que no existe un origen biográfico u orgánico definido. Indica por otro lado un origen más o menos misterioso, que surge de la interioridad antropológica del ser humano (el “endón”). Sin embargo, la denominación ha tendido a perder vigor por el notable desarrollo en la comprensión de los factores que se vinculan al origen de la esquizofrenia. La misma denominación “psicosis” es controvertida, dado que el sufijo “osis” indica en medicina un trastorno degenerativo (como en “artrosis”), y existe actualmente un debate en torno a la consideración de la esquizofrenia como “enfermedad”. De ahí que suele preferirse hablar de “trastorno”, que tiene una connotación ligeramente más neutral.
Es un trastorno mental en el cual es difícil para la persona diferenciar entre experiencias reales e irreales, pensar de manera lógica, tener respuestas emocionales normales ante los demás y comportarse normalmente en situaciones sociales.
Causas, incidencia y factores de riesgo
La esquizofrenia es una enfermedad compleja y enigmática. Aún los expertos en el campo no están exactamente seguros de cuál es su causa y algunos médicos consideran que el cerebro puede ser incapaz de procesar la información de la manera correcta.
Los factores genéticos parecen jugar un papel importante, ya que las personas que tienen miembros de la familia con esquizofrenia pueden ser más propensas a presentar la enfermedad. Algunos investigadores creen que los sucesos en el ambiente de una persona pueden desencadenar la esquizofrenia; por ejemplo problemas durante el desarrollo intrauterino (infección) y el parto pueden aumentar el riesgo de sufrir esquizofrenia posteriormente en la vida.
Los factores psicológicos y sociales también pueden jugar un papel importante en la aparición de esta afección. Sin embargo, el nivel de apoyo social y familiar parece influir sobre el curso de la enfermedad y puede ser protector contra la recaída.
Hay cinco tipos reconocidos de esquizofrenia: catatónica, paranoide, desorganizada, indiferenciada y residual. Las características de la esquizofrenia incluyen su inicio típico antes de los 45 años, la presencia continua de los síntomas durante 6 meses o más y el deterioro a partir de un nivel previo de funcionamiento social y ocupacional.
Las personas con esquizofrenia pueden tener una variedad de síntomas. Por lo general, la enfermedad se desarrolla lentamente durante meses e incluso años. Inicialmente, los síntomas pueden ser imperceptibles; por ejemplo la persona puede sentirse tensa, tener problemas para dormir o tener problemas de concentración. Las personas se vuelven aisladas y retraídas, no hacen ni conservan amistades. A medida que la enfermedad progresa se presentan síntomas psicóticos como:
Delirios: creencias o pensamientos falsos sin fundamento real
Alucinaciones: escuchar, ver o sentir cosas que no están presentes
Pensamiento desordenado: "saltos" de pensamiento entre tópicos totalmente inconexos; la persona puede hablar incoherencias
Comportamiento catatónico: comportamiento motor extraño marcado por una disminución de la reacción al entorno o hiperactividad que no guarda relación con el estímulo
Afecto plano: una apariencia o estado de ánimo que no refleja emoción alguna
No hay una característica única que esté presente en todos los tipos de esquizofrenia. Los factores de riesgo comprenden antecedentes familiares de esquizofrenia. Se cree que la esquizofrenia afecta alrededor del 1% de la población en el mundo y parece presentarse en promedios iguales entre hombre y mujeres, pero las mujeres tienen un inicio más tardío, por esta razón los hombres tienden a sumar más de la mitad de los pacientes en los servicios con una elevada proporción de adultos jóvenes. Aunque el inicio de la esquizofrenia clásicamente se presenta a principios de la adultez, se conocen casos del trastorno con inicio tardío (más de 45 años).
El inicio de la esquizofrenia en la niñez se presenta después de los 5 años y, en la mayoría de los casos, después de un desarrollo relativamente normal. La esquizofrenia en los niños es poco común y puede ser difícil diferenciarla de otros trastornos generalizados del desarrollo en la niñez como el autismo.
Síntomas
Tipo catatónico:
Trastornos motores
Estupor
Negativismo
Rigidez
Agitación
Incapacidad para cuidar de sus necesidades personales
Disminución de la sensibilidad al estímulo doloroso
Tipo paranoide:
Pensamientos delirantes de persecución o de grandiosidad
Ansiedad
Rabia
Violencia
Tendencia a refutar todo
Tipo desorganizado:
Incoherencia (no se le puede entender)
Comportamiento regresivo
Afecto plano
Delirios
Alucinaciones
Risa inapropiada
Manerismos repetitivos
Aislamiento social
Tipo indiferenciado: los pacientes pueden tener síntomas de más de un subtipo de esquizofrenia.
Tipo residual: los síntomas sobresalientes de la enfermedad han desaparecido pero aún pueden persistir ciertos rasgos, como las alucinaciones y el afecto plano
La esquizofrenia (del griego, schizo: "división" o "escisión" y phrenos: "mente") es un diagnóstico de tipo crónico y severo que describe un grupo de síntomas y signos que están presentes en algunas personas. Se caracteriza por una mutación sostenida de varios aspectos del funcionamiento psíquico del individuo, principalmente de la conciencia de realidad, y una desorganización neuropsicológica más o menos compleja, en especial de las funciones ejecutivas, que lleva a una dificultad para mantener conductas motivadas y dirigidas a metas, y una significativa disfunción social.
Una persona con este diagnóstico por lo general va a mostrar un pensamiento desorganizado (laxitud asociativa), delirio, alteraciones perceptuales (alucinaciones), alteraciones afectivas (en el ánimo y emociones) y conductuales. Los síntomas de la esquizofrenia son muy variados, lo que sugiere que se trataría de varios trastornos, y no de uno solo. Ninguno de estos síntomas es patognomónico de esta condición, lo que dificulta el diagnóstico.
Diagnóstico [editar]
El diagnóstico de la esquizofrenia se basa en la cuidadosa observación de signos y síntomas, en la exploración metódica de las vivencias de una persona, y en la acumulación de antecedentes desde todas las fuentes posibles (familia, amigos, vecinos, trabajo). No existen pruebas de laboratorio ni exámenes de imágenes que ayuden a establecer el diagnóstico, como no sea para descartar otras patologías.
Causas [editar]
Su causa es desconocida, y posiblemente no sea única. Lo más probable es que varios factores intervengan en su aparición, entre ellos la herencia genética, alteraciones de la migración de poblaciones celulares durante el desarrollo embrionario, patología del embarazo (como rotura prematura de membranas, infecciones maternas, en especial la toxoplasmosis, y la hipoxia perinatal), el estrés ambiental, y ciertas condiciones psicosociales. Las causas son también contradictorias y subjetivas si consideramos que la evaluación del nivel de estrés ambiental y las condiciones psicosociales dependen del criterio de quien examina. Aunque múltiples investigaciones apuntan a un origen orgánico del trastorno, todavía se carece de un modelo consensual que explique su variada clínica, por lo cual se clasifica dentro de los "trastornos funcionales" (y no "orgánicos", como el Alzheimer). Si consideramos que los síntomas positivos de la esquizofrenia son atenuados por los medicamentos, reconocemos implícitamente una base no sólo funcional, sino también neurológica del trastorno.
Los estudios sobre las causas de la esquizofrenia se topan en primer lugar con la dificultad de delimitar bien el trastorno, dado que muchos otros trastornos pueden presentar síntomas similares a la esquizofrenia, entre ellos el trastorno bipolar, la depresión, y otros síndromes delirantes. Aún con estas consideraciones, hay evidencia suficiente que sugiere que en la esquizofrenia existe una vulnerabilidad genética sobre la que actúan estresores ambientales para, finalmente, desencadenar la condición.[8]
Sin embargo, el peso relativo de cada uno de estos factores está lejos de ser precisado, y es objeto de acalorados debates. La esquizofrenia probablemente derive de un tipo de herencia bastante complejo. Varios genes que se han propuesto como candidatos probablemente interactúen entre sí, originando la vulnerabilidad para el trastorno, o posiblemente estén en la base de algunos de sus elementos que en conjunto permiten el diagnóstico.[9] El debate se extiende hacia los métodos de investigación y hacia la mejor manera de interpretar sus resultados, lo que provoca estimaciones diferentes acerca de cuál es la contribución específica de los factores genéticos.
Aspectos genéticos
Hay, sin embargo, evidencia sobre la heredabilidad del diagnóstico de esquizofrenia, que ha llegado a estimarse por sobre un 80% y hasta un 87%[10] (la heredabilidad es la proporción de la varianza fenotípica que es atribuible a la varianza genética). Aún así, la investigación actual estima que el ambiente juega un considerable rol en la expresión de los genes involucrados en el trastorno. Esto es, poseer una carga genética importante no significa que la condición vaya a desarrollarse necesariamente. La mejor prueba de ello son las tasas de concordancia que se han estimado en alrededor de un 48% para gemelos monocigotos y un 4% para gemelos dicigotos[11] (tasa de concordancia es la proporción de parejas de gemelos en que ambos tienen la condición). Esto es, en el 48% de las parejas de gemelos monocigotos ambos tienen el diagnóstico. Esto indica la alta heredabilidad de la esquizofrenia, pero también muestra la enorme influencia del ambiente, ya que el resto de las parejas sólo tienen un miembro con la condición, a pesar de que los gemelos monocigotos comparten la casi totalidad de sus genes. A esto hay que agregar que la mayoría de los estudios no han considerado los factores psicosociales involucrados. Los estudio
es un diagnóstico de tipo crónico y severo que describe un grupo de síntomas y signos que están presentes en algunas personas. Se caracteriza por una mutación sostenida de varios aspectos del funcionamiento psíquico del individuo, principalmente de la conciencia de realidad, y una desorganización neuropsicológica más o menos compleja, en especial de las funciones ejecutivas, que lleva a una dificultad para mantener conductas motivadas y dirigidas a metas, y una significativa disfunción social.
Una persona con este diagnóstico por lo general va a mostrar un pensamiento desorganizado (laxitud asociativa), delirio, alteraciones perceptuales (alucinaciones), alteraciones afectivas (en el ánimo y emociones) y conductuales. Los síntomas de la esquizofrenia son muy variados, lo que sugiere que se trataría de varios trastornos, y no de uno solo. Ninguno de estos síntomas es patognomónico de esta condición, lo que dificulta el diagnóstico.
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La esquizofrenia es un trastorno fundamental de la personalidad, una distorsión del pensamiento. Los que la padecen tienen frecuentemente el sentimiento de estar controlados por fuerzas extrañas. Poseen ideas delirantes que pueden ser extravagantes, con alteración de la percepción, afecto anormal sin relación con la situación y autismo entendido como aislamiento.
El deterioro de la función mental en estos enfermos ha alcanzado un grado tal que interfiere marcadamente con su capacidad para afrontar algunas de las demandas ordinarias de la vida o mantener un adecuado contacto con la realidad. El psicótico no vive en este mundo (disociación entre la realidad y su mundo), ya que existe una negación de la realidad de forma inconsciente. No es consciente de su enfermedad.
La actividad cognitiva del esquizofrénico no es normal, hay incoherencias, desconexiones y existe una gran repercusión en el lenguaje, pues no piensa ni razona de forma normal.
El comienzo de la enfermedad puede ser agudo, es decir, puede comenzar de un momento para otro con una crisis delirante, un estado maníaco, un cuadro depresivo con contenidos psicóticos o un estado confuso onírico. También puede surgir de manera insidiosa o progresiva.
La edad de inicio promedio es en los hombres entre los 15 y los 25 años, y en las mujeres entre los 25 y los 35 años. No obstante puede aparecer antes o después, aunque es poco frecuente que surja antes de los 10 años o después de los 50 años.
La prevalencia de esta enfermedad se sitúa entre el 0'3% y el 3'7% dependiendo de la zona del mundo donde estemos. Se ha observado una cierta prevalencia hereditaria, si uno de los padres padre padece esquizofrenia el hijo tiene un 12% de posibilidades de desarrollar dicho trastorno y si ambos son esquizofrénicos el niño tiene un 39% de probabilidades. Un niño con padres sanos tiene un 1% de posibilidades de padecer este trastorno, mientras que un niño con un hermano con este desorden tiene un 8% de probabilidades. Por tanto las causas de la esquizofrenia son tanto bioquímicas como ambientales.
La esquizofrenia se puede presentar principalmente asociada a los Trastornos Relacionados Sustancias. Del 30 al 40 % de los esquizofrénicos presenta problemas de abuso de alcohol; el 15-25 % problemas con el cannabis; del 5 al 10 % abusa o depende de la cocaína. También se incluye el abuso de nicotina, muy frecuente en estos pacientes. Las drogas y el alcohol permiten reducir los niveles de ansiedad y la depresión provocados por la esquizofrenia.
bueno michell te lo describire de una manera facil la esquizofrenia es una desviacion psicologica y bilogica del humano los sintomas son que las personas empiesan a escuhar y ver cosas q no existen
en realidad no se ah encontrado la cura para esta enfermedad ni tampoco se ha encontrado porq se origina!
La vida está hecha para disfrutar pero si tienes ansiedad seguro que has olvidad que es disfrutar de la vida así que toma medidas y cúrala con este método https://tr.im/trCKm . Yo ya puedo disfrutar de la vida gracias a este método, cuando nada parecía funcionar ha aparecido este método que ha sido como un milagro. Puedes hacer lo que quieres en tu vida incluso si sufres de ansiedad porque está, ahora se puede curar.
la esquizofrenia es algo que esta manipulado por que hay muchos genios que tenia esquizofrenia y descubrieron cosas importantes las personas con esquizofrenia tienen la capacidad de ver otra realidad.
Eso lo explica bien la fisica cuantica que dice que la realidad se comporta en forma de ondas en el experimento de la doble rendija
La anisada se puede curar, cierto, con este método https://tr.im/ZT2UU . Tengo una amiga que sufría de esta ansiedad, ya no salía de casa y había dejado el trabajo, el marido y todos sus amigos estaban muy preocupados, pero ahora todo esto paso, hemos descubierto este método que ha sido como un milagro, en poco tiempo ya se podía ver que estaba mejorando hasta que ahora vuelve a ser la amiga y la esposa que estaba antes de la enfermedad.
El término "esquizofrenia" denota una perturbación mental grave y prolongada que se manifiesta como una conducta alterada de amplio rango. A pesar de que se le ha analizado como una enfermedad, la esquizofrenia se considera más apropiadamente como un grupo de trastornos de causa incierta con cuadros clínicos similares, que incluyen de manera invariable perturbaciones de pensamiento en un sensorio claro y con frecuencia con síntomas característicos como alucinaciones, delirios, conducta aberrante y deterioro en el nivel general de funcionamiento. Por esta razón el encabezado del DSM-III-R es el de trastornos esquizofrénicos, aunque se usen ambos términos corrientemente. En el mundo industrializado, aproximadamente una de cada cien personas desarrolla esquizofrenia.
La esquizofrenia (del griego, schizo: "división" o "escisión" y phrenos: "mente") es un diagnóstico de tipo crónico y severo que describe un grupo de síntomas y signos que están presentes en algunas personas. Se caracteriza por una mutación sostenida de varios aspectos del funcionamiento psíquico del individuo, principalmente de la conciencia de realidad, y una desorganización neuropsicológica más o menos compleja, en especial de las funciones ejecutivas, que lleva a una dificultad para mantener conductas motivadas y dirigidas a metas, y una significativa disfunción social.
Una persona con este diagnóstico por lo general va a mostrar un pensamiento desorganizado (laxitud asociativa), delirio, alteraciones perceptuales (alucinaciones), alteraciones afectivas (en el ánimo y emociones) y conductuales. Los síntomas de la esquizofrenia son muy variados, lo que sugiere que se trataría de varios trastornos, y no de uno solo. Ninguno de estos síntomas es patognomónico de esta condición, lo que dificulta el diagnóstico.
Existe un debate inacabado acerca de lo normal y lo anormal de esta enfermedad. Si a la alteración de las endorfinas y la dopamina en el cerebro le llamamos así como tal, tendríamos que llamar a esa enfermedad "insuficiencia dopaminérgica" o "insuficiencia endorfínica" crónica o aguda, según sea la duración y desarrollo de esa alteración. Como lo hace la medicina en general con la mayoría de los síntomas.
La esquizofrenia es considerada por algunos autores como "psicosis endógena", y a veces se la agrupa junto a la “psicosis maníaco depresiva”, también considerada “endógena”. El término “endógeno” fue originado como polaridad de lo “exógeno”, denominando esto último aquellas manifestaciones psíquicas originadas en trastornos corporales, como enfermedades cerebrales o sistémicas o producto de intoxicaciones con diversas sustancias (lo que hoy se conoce como delirium (se mantiene este término en latín para evitar la confusión con el delirio). El término "endógeno"[1] derivó de la idea de “degeneración” como “desviación malsana de un individuo”, surgida en el siglo XIX, asociándola fuertemente a la idea de predisposición hereditaria degenerada. Posteriormente lo “endógeno” fue modificándose hacia la idea de “disposición” (más que “degeneración”), y luego designó simplemente un origen desconocido,[2] [3] una psicosis sin base somática conocida (pero se deja entrever que probablemente la tenga).
Por último Tellenbach[4] [5] sugirió que existía un “endón” en el ser humano, un ámbito interno donde se verifican procesos rítmicos, de maduración, y que tienen un carácter globalizador, de conjunción cósmica-natural, de corte antropológico-existencial. Históricamente, por lo tanto, lo “endógeno” denominó una etiología, una psicopatología y por último, un adjetivo. Su intención es poner de manifiesto el hecho fundamental que los procesos psicopatológicos esenciales se desarrollan al interior del ser psíquico humano individual, y también el hecho de que no existe un origen biográfico u orgánico definido. Indica por otro lado un origen más o menos misterioso, que surge de la interioridad antropológica del ser humano (el “endón”). Sin embargo, la denominación ha tendido a perder vigor por el notable desarrollo en la comprensión de los factores que se vinculan al origen de la esquizofrenia. La misma denominación “psicosis” es controvertida, dado que el sufijo “osis” indica en medicina un trastorno degenerativo (como en “artrosis”), y existe actualmente un debate en torno a la consideración de la esquizofrenia como “enfermedad”. De ahí que suele preferirse hablar de “trastorno”, que tiene una connotación ligeramente más neutral.
anda a esta página hay mas informacion:
http://es.wikipedia.org/wiki/Esquizofrenia
Es un trastorno mental en el cual es difícil para la persona diferenciar entre experiencias reales e irreales, pensar de manera lógica, tener respuestas emocionales normales ante los demás y comportarse normalmente en situaciones sociales.
Causas, incidencia y factores de riesgo
La esquizofrenia es una enfermedad compleja y enigmática. Aún los expertos en el campo no están exactamente seguros de cuál es su causa y algunos médicos consideran que el cerebro puede ser incapaz de procesar la información de la manera correcta.
Los factores genéticos parecen jugar un papel importante, ya que las personas que tienen miembros de la familia con esquizofrenia pueden ser más propensas a presentar la enfermedad. Algunos investigadores creen que los sucesos en el ambiente de una persona pueden desencadenar la esquizofrenia; por ejemplo problemas durante el desarrollo intrauterino (infección) y el parto pueden aumentar el riesgo de sufrir esquizofrenia posteriormente en la vida.
Los factores psicológicos y sociales también pueden jugar un papel importante en la aparición de esta afección. Sin embargo, el nivel de apoyo social y familiar parece influir sobre el curso de la enfermedad y puede ser protector contra la recaída.
Hay cinco tipos reconocidos de esquizofrenia: catatónica, paranoide, desorganizada, indiferenciada y residual. Las características de la esquizofrenia incluyen su inicio típico antes de los 45 años, la presencia continua de los síntomas durante 6 meses o más y el deterioro a partir de un nivel previo de funcionamiento social y ocupacional.
Las personas con esquizofrenia pueden tener una variedad de síntomas. Por lo general, la enfermedad se desarrolla lentamente durante meses e incluso años. Inicialmente, los síntomas pueden ser imperceptibles; por ejemplo la persona puede sentirse tensa, tener problemas para dormir o tener problemas de concentración. Las personas se vuelven aisladas y retraídas, no hacen ni conservan amistades. A medida que la enfermedad progresa se presentan síntomas psicóticos como:
Delirios: creencias o pensamientos falsos sin fundamento real
Alucinaciones: escuchar, ver o sentir cosas que no están presentes
Pensamiento desordenado: "saltos" de pensamiento entre tópicos totalmente inconexos; la persona puede hablar incoherencias
Comportamiento catatónico: comportamiento motor extraño marcado por una disminución de la reacción al entorno o hiperactividad que no guarda relación con el estímulo
Afecto plano: una apariencia o estado de ánimo que no refleja emoción alguna
No hay una característica única que esté presente en todos los tipos de esquizofrenia. Los factores de riesgo comprenden antecedentes familiares de esquizofrenia. Se cree que la esquizofrenia afecta alrededor del 1% de la población en el mundo y parece presentarse en promedios iguales entre hombre y mujeres, pero las mujeres tienen un inicio más tardío, por esta razón los hombres tienden a sumar más de la mitad de los pacientes en los servicios con una elevada proporción de adultos jóvenes. Aunque el inicio de la esquizofrenia clásicamente se presenta a principios de la adultez, se conocen casos del trastorno con inicio tardío (más de 45 años).
El inicio de la esquizofrenia en la niñez se presenta después de los 5 años y, en la mayoría de los casos, después de un desarrollo relativamente normal. La esquizofrenia en los niños es poco común y puede ser difícil diferenciarla de otros trastornos generalizados del desarrollo en la niñez como el autismo.
Síntomas
Tipo catatónico:
Trastornos motores
Estupor
Negativismo
Rigidez
Agitación
Incapacidad para cuidar de sus necesidades personales
Disminución de la sensibilidad al estímulo doloroso
Tipo paranoide:
Pensamientos delirantes de persecución o de grandiosidad
Ansiedad
Rabia
Violencia
Tendencia a refutar todo
Tipo desorganizado:
Incoherencia (no se le puede entender)
Comportamiento regresivo
Afecto plano
Delirios
Alucinaciones
Risa inapropiada
Manerismos repetitivos
Aislamiento social
Tipo indiferenciado: los pacientes pueden tener síntomas de más de un subtipo de esquizofrenia.
Tipo residual: los síntomas sobresalientes de la enfermedad han desaparecido pero aún pueden persistir ciertos rasgos, como las alucinaciones y el afecto plano
La esquizofrenia (del griego, schizo: "división" o "escisión" y phrenos: "mente") es un diagnóstico de tipo crónico y severo que describe un grupo de síntomas y signos que están presentes en algunas personas. Se caracteriza por una mutación sostenida de varios aspectos del funcionamiento psíquico del individuo, principalmente de la conciencia de realidad, y una desorganización neuropsicológica más o menos compleja, en especial de las funciones ejecutivas, que lleva a una dificultad para mantener conductas motivadas y dirigidas a metas, y una significativa disfunción social.
Una persona con este diagnóstico por lo general va a mostrar un pensamiento desorganizado (laxitud asociativa), delirio, alteraciones perceptuales (alucinaciones), alteraciones afectivas (en el ánimo y emociones) y conductuales. Los síntomas de la esquizofrenia son muy variados, lo que sugiere que se trataría de varios trastornos, y no de uno solo. Ninguno de estos síntomas es patognomónico de esta condición, lo que dificulta el diagnóstico.
Diagnóstico [editar]
El diagnóstico de la esquizofrenia se basa en la cuidadosa observación de signos y síntomas, en la exploración metódica de las vivencias de una persona, y en la acumulación de antecedentes desde todas las fuentes posibles (familia, amigos, vecinos, trabajo). No existen pruebas de laboratorio ni exámenes de imágenes que ayuden a establecer el diagnóstico, como no sea para descartar otras patologías.
Causas [editar]
Su causa es desconocida, y posiblemente no sea única. Lo más probable es que varios factores intervengan en su aparición, entre ellos la herencia genética, alteraciones de la migración de poblaciones celulares durante el desarrollo embrionario, patología del embarazo (como rotura prematura de membranas, infecciones maternas, en especial la toxoplasmosis, y la hipoxia perinatal), el estrés ambiental, y ciertas condiciones psicosociales. Las causas son también contradictorias y subjetivas si consideramos que la evaluación del nivel de estrés ambiental y las condiciones psicosociales dependen del criterio de quien examina. Aunque múltiples investigaciones apuntan a un origen orgánico del trastorno, todavía se carece de un modelo consensual que explique su variada clínica, por lo cual se clasifica dentro de los "trastornos funcionales" (y no "orgánicos", como el Alzheimer). Si consideramos que los síntomas positivos de la esquizofrenia son atenuados por los medicamentos, reconocemos implícitamente una base no sólo funcional, sino también neurológica del trastorno.
Los estudios sobre las causas de la esquizofrenia se topan en primer lugar con la dificultad de delimitar bien el trastorno, dado que muchos otros trastornos pueden presentar síntomas similares a la esquizofrenia, entre ellos el trastorno bipolar, la depresión, y otros síndromes delirantes. Aún con estas consideraciones, hay evidencia suficiente que sugiere que en la esquizofrenia existe una vulnerabilidad genética sobre la que actúan estresores ambientales para, finalmente, desencadenar la condición.[8]
Sin embargo, el peso relativo de cada uno de estos factores está lejos de ser precisado, y es objeto de acalorados debates. La esquizofrenia probablemente derive de un tipo de herencia bastante complejo. Varios genes que se han propuesto como candidatos probablemente interactúen entre sí, originando la vulnerabilidad para el trastorno, o posiblemente estén en la base de algunos de sus elementos que en conjunto permiten el diagnóstico.[9] El debate se extiende hacia los métodos de investigación y hacia la mejor manera de interpretar sus resultados, lo que provoca estimaciones diferentes acerca de cuál es la contribución específica de los factores genéticos.
Aspectos genéticos
Hay, sin embargo, evidencia sobre la heredabilidad del diagnóstico de esquizofrenia, que ha llegado a estimarse por sobre un 80% y hasta un 87%[10] (la heredabilidad es la proporción de la varianza fenotípica que es atribuible a la varianza genética). Aún así, la investigación actual estima que el ambiente juega un considerable rol en la expresión de los genes involucrados en el trastorno. Esto es, poseer una carga genética importante no significa que la condición vaya a desarrollarse necesariamente. La mejor prueba de ello son las tasas de concordancia que se han estimado en alrededor de un 48% para gemelos monocigotos y un 4% para gemelos dicigotos[11] (tasa de concordancia es la proporción de parejas de gemelos en que ambos tienen la condición). Esto es, en el 48% de las parejas de gemelos monocigotos ambos tienen el diagnóstico. Esto indica la alta heredabilidad de la esquizofrenia, pero también muestra la enorme influencia del ambiente, ya que el resto de las parejas sólo tienen un miembro con la condición, a pesar de que los gemelos monocigotos comparten la casi totalidad de sus genes. A esto hay que agregar que la mayoría de los estudios no han considerado los factores psicosociales involucrados. Los estudio
es un diagnóstico de tipo crónico y severo que describe un grupo de síntomas y signos que están presentes en algunas personas. Se caracteriza por una mutación sostenida de varios aspectos del funcionamiento psíquico del individuo, principalmente de la conciencia de realidad, y una desorganización neuropsicológica más o menos compleja, en especial de las funciones ejecutivas, que lleva a una dificultad para mantener conductas motivadas y dirigidas a metas, y una significativa disfunción social.
Una persona con este diagnóstico por lo general va a mostrar un pensamiento desorganizado (laxitud asociativa), delirio, alteraciones perceptuales (alucinaciones), alteraciones afectivas (en el ánimo y emociones) y conductuales. Los síntomas de la esquizofrenia son muy variados, lo que sugiere que se trataría de varios trastornos, y no de uno solo. Ninguno de estos síntomas es patognomónico de esta condición, lo que dificulta el diagnóstico.