Esta frase se origina cuando los fariseos le preguntan a Jesús, con la intención de ponerlo en apuros: ¿Es lícito pagar el tributo al Cesar? A lo que Jesús contesta: Denle al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios. Bien, pues lo que Jesús quiso decir con esa frase era que, primeramente, él no estaba en contra de la autoridad romana, que debían de respetar a la autoridad de los hombres; lo que significa que los seres humanos deben de cumplir con la ley que en la tierra han impuesto las personas; y que también deben cumplir con la ley de Dios, dándole a cada cual su espacio por separado y siendo correctos(as) y justos(as) ante los Dios y ante los hombres, como Jesús también decía: Ama a Dios y a tu prójimo como a ti mismo y no hagas con los demás lo que no quieres que te hagan a ti.
que le demos dar cosas a las personas lo que les corresponde si a tu presidente le tienes que pagar impuestos lo haces y a dios dale alabanzas por que se le corresponde
Simple y llanamente que lo espiritual no se puede mezclar con lo mundanal.En las cosas espirituales solo Dios dispone, ya que ese terreno le pertenece a El. Paz y Gozo!!!
En el episodio que narra el evangelio habían preguntado a Jesús si era lícito pagar un impuesto llamado capitación. Jesús pidió una moneda y preguntó de quién era la imagen y de quién la inscripción. Cuando le dijeron que era del emperador, es decir del César, dijo las palabras citadas. Era una moneda acuñada por el César, por lo tanto, Jesús entendía que podía reclamarla cuando quisiera. Con esto estaba mencionando que un cristiano se sujetaría a las disposiciones de las autoridades. Pero al agregar "y a Dios lo que es de Dios", estaba mostrando que más allá de los bienes materiales representados por la moneda, uno debe obediencia a Dios. Debido a que es el Creador de la vida, puede decidir el modo en que espera que la vivamos. Y por supuesto que a veces las cosas de Dios pueden chocar con las cosas de César. En ese caso, habría que optar por obedecer al más importante, es decir a Dios.
Fue el problema que afrontaron los primeros cristianos ante la prohibición de practicar su religión, y es el problema que enfrentan en muchos países hoy los cristianos.
El apóstol Pablo vuelve sobre el tema de las autoridades en la carta a los Romanos, en el capítulo 13. Allí explica que las autoridades existen porque Dios las permite, y por lo tanto, la obediencia a las mismas es sujetarse a Dios. Se hace evidente que si Dios no quisiera que hubiera autoridades las borraría de un plumazo. Por lo tanto, si no lo hace, es por algo. Y el cristiano que confía en Dios, también confía en la promesa registrada en la profecía de Daniel cap. 2 vers. 44 acerca de que un día el Reino de Dios sustituirá a todos los gobiernos humanos. Pero mientras tanto, Dios permite que la humanidad se gobierne a sí misma, y pruebe distintas formas de gobierno: reyes, dictaduras, democracias, etc.
Por lo tanto, durante el tiempo que Dios les permita existir, los cristianos debemos procurar no interferir con sus decisiones (hecha la salvedad anterior acerca de que esto queda invalidado cuando esas autoridades ordenan cosas que van contra los principios de Dios establecidos en la Biblia).
Bajo contexto histórico: Qué la moneda que supuestamente debiera ser para Dios por el diezmo reynante en ese entonces y que también era necesaria para el tributo al César, para quien debiera ser destinada??? pues el ORO al CÉSAR y la DONACIÓN a DIOS.
y a los ojos de la Espiritualidad: Al Mundo todos los vicios del Mundo; a Dios su Amor y Servicio en plena y exclusiva entrega.
Los cristianos han tenido que asegurarse de no dar al César lo que pertenece a Dios en especial desde el año 1914, cuando Jehová Dios, el Altísimo, empezó a gobernar como rey mediante el Reino mesiánico de Cristo. (Revelación [Apocalipsis] 11:15, 17.) Hoy más que nunca, la ley de Dios pide a los cristianos ‘que no sean parte del mundo’. (Juan 17:16.) Estando dedicados a Dios, el Dador de la Vida, tienen que demostrar claramente que ya no se pertenecen a sí mismos. (Salmo 100:2, 3.)
Como escribió Pablo, “pertenecemos a Jehová”. (Romanos 14:8.
Se circunscriben las “cosas de César” solo al pago de impuestos? No. Pablo incluyó otras, como el temor y la honra.
Los cristianos deben ser equilibrados al examinar si pueden acceder a ciertas exigencias del César. Pablo aconsejó: “Den a todos [las autoridades superiores] lo que les es debido: al que pide impuesto, el impuesto; al que pide tributo, el tributo; al que pide temor, dicho temor”. (Romanos 13:7.) Este es un consejo directo en lo que respecta a gravámenes económicos. (Mateo 22:17-21.) Sin embargo, si el César dice que los ciudadanos deben dar de su tiempo y energía para limpiar las carreteras o llevar a cabo otras labores que a él le corresponden, cada cristiano debe decidir individualmente si lo hará. (Mateo 5:41.)
Algunos cristianos han pensado que servir de jurados es dar al César lo que es del César. (Lucas 20:25.) El deber del jurado es escuchar las pruebas y ofrecer una opinión sincera sobre unos hechos o un aspecto de la ley. Por ejemplo, en un gran jurado (o jurado de acusación), sus integrantes deciden si las pruebas exigen que se juzgue a alguien, pero ellos no determinan su culpabilidad. ¿Y qué se puede decir de un juicio típico? En un caso civil el jurado pudiera conceder compensaciones por daños y perjuicios. En un caso criminal deben decidir si las pruebas admiten un veredicto de culpabilidad. En algunas ocasiones recomiendan la sentencia estipulada por la ley que debe dictarse. Luego, el gobierno se vale de su autoridad “para expresar ira sobre el que practica lo que es malo”, o “para infligir castigo a los malhechores”. (1 Pedro 2:14.)
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Que los cristianos no son enemigos de la autoridad civil. Cristo dijo:"Mi reino no es de este mundo".
Tenemos deberes para con la sociedad civil. Y tenemos deberes para con Dios.
Esta frase se origina cuando los fariseos le preguntan a Jesús, con la intención de ponerlo en apuros: ¿Es lícito pagar el tributo al Cesar? A lo que Jesús contesta: Denle al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios. Bien, pues lo que Jesús quiso decir con esa frase era que, primeramente, él no estaba en contra de la autoridad romana, que debían de respetar a la autoridad de los hombres; lo que significa que los seres humanos deben de cumplir con la ley que en la tierra han impuesto las personas; y que también deben cumplir con la ley de Dios, dándole a cada cual su espacio por separado y siendo correctos(as) y justos(as) ante los Dios y ante los hombres, como Jesús también decía: Ama a Dios y a tu prójimo como a ti mismo y no hagas con los demás lo que no quieres que te hagan a ti.
que le demos dar cosas a las personas lo que les corresponde si a tu presidente le tienes que pagar impuestos lo haces y a dios dale alabanzas por que se le corresponde
Simple y llanamente que lo espiritual no se puede mezclar con lo mundanal.En las cosas espirituales solo Dios dispone, ya que ese terreno le pertenece a El. Paz y Gozo!!!
En el episodio que narra el evangelio habían preguntado a Jesús si era lícito pagar un impuesto llamado capitación. Jesús pidió una moneda y preguntó de quién era la imagen y de quién la inscripción. Cuando le dijeron que era del emperador, es decir del César, dijo las palabras citadas. Era una moneda acuñada por el César, por lo tanto, Jesús entendía que podía reclamarla cuando quisiera. Con esto estaba mencionando que un cristiano se sujetaría a las disposiciones de las autoridades. Pero al agregar "y a Dios lo que es de Dios", estaba mostrando que más allá de los bienes materiales representados por la moneda, uno debe obediencia a Dios. Debido a que es el Creador de la vida, puede decidir el modo en que espera que la vivamos. Y por supuesto que a veces las cosas de Dios pueden chocar con las cosas de César. En ese caso, habría que optar por obedecer al más importante, es decir a Dios.
Fue el problema que afrontaron los primeros cristianos ante la prohibición de practicar su religión, y es el problema que enfrentan en muchos países hoy los cristianos.
El apóstol Pablo vuelve sobre el tema de las autoridades en la carta a los Romanos, en el capítulo 13. Allí explica que las autoridades existen porque Dios las permite, y por lo tanto, la obediencia a las mismas es sujetarse a Dios. Se hace evidente que si Dios no quisiera que hubiera autoridades las borraría de un plumazo. Por lo tanto, si no lo hace, es por algo. Y el cristiano que confía en Dios, también confía en la promesa registrada en la profecía de Daniel cap. 2 vers. 44 acerca de que un día el Reino de Dios sustituirá a todos los gobiernos humanos. Pero mientras tanto, Dios permite que la humanidad se gobierne a sí misma, y pruebe distintas formas de gobierno: reyes, dictaduras, democracias, etc.
Por lo tanto, durante el tiempo que Dios les permita existir, los cristianos debemos procurar no interferir con sus decisiones (hecha la salvedad anterior acerca de que esto queda invalidado cuando esas autoridades ordenan cosas que van contra los principios de Dios establecidos en la Biblia).
Habla sobre el saber distinguir lo terrenal y lo relativo a DIOS y su Reino.
Saludos.
que den lo que le corresponde a cada uno. salu2
Bajo contexto histórico: Qué la moneda que supuestamente debiera ser para Dios por el diezmo reynante en ese entonces y que también era necesaria para el tributo al César, para quien debiera ser destinada??? pues el ORO al CÉSAR y la DONACIÓN a DIOS.
y a los ojos de la Espiritualidad: Al Mundo todos los vicios del Mundo; a Dios su Amor y Servicio en plena y exclusiva entrega.
Los cristianos han tenido que asegurarse de no dar al César lo que pertenece a Dios en especial desde el año 1914, cuando Jehová Dios, el Altísimo, empezó a gobernar como rey mediante el Reino mesiánico de Cristo. (Revelación [Apocalipsis] 11:15, 17.) Hoy más que nunca, la ley de Dios pide a los cristianos ‘que no sean parte del mundo’. (Juan 17:16.) Estando dedicados a Dios, el Dador de la Vida, tienen que demostrar claramente que ya no se pertenecen a sí mismos. (Salmo 100:2, 3.)
Como escribió Pablo, “pertenecemos a Jehová”. (Romanos 14:8.
Se circunscriben las “cosas de César” solo al pago de impuestos? No. Pablo incluyó otras, como el temor y la honra.
Los cristianos deben ser equilibrados al examinar si pueden acceder a ciertas exigencias del César. Pablo aconsejó: “Den a todos [las autoridades superiores] lo que les es debido: al que pide impuesto, el impuesto; al que pide tributo, el tributo; al que pide temor, dicho temor”. (Romanos 13:7.) Este es un consejo directo en lo que respecta a gravámenes económicos. (Mateo 22:17-21.) Sin embargo, si el César dice que los ciudadanos deben dar de su tiempo y energía para limpiar las carreteras o llevar a cabo otras labores que a él le corresponden, cada cristiano debe decidir individualmente si lo hará. (Mateo 5:41.)
Algunos cristianos han pensado que servir de jurados es dar al César lo que es del César. (Lucas 20:25.) El deber del jurado es escuchar las pruebas y ofrecer una opinión sincera sobre unos hechos o un aspecto de la ley. Por ejemplo, en un gran jurado (o jurado de acusación), sus integrantes deciden si las pruebas exigen que se juzgue a alguien, pero ellos no determinan su culpabilidad. ¿Y qué se puede decir de un juicio típico? En un caso civil el jurado pudiera conceder compensaciones por daños y perjuicios. En un caso criminal deben decidir si las pruebas admiten un veredicto de culpabilidad. En algunas ocasiones recomiendan la sentencia estipulada por la ley que debe dictarse. Luego, el gobierno se vale de su autoridad “para expresar ira sobre el que practica lo que es malo”, o “para infligir castigo a los malhechores”. (1 Pedro 2:14.)
Cumplir con las 2 leyes que te rigen, la ley terrenal y la Espiritual asi de simple
Hasta sin saber de religión eso es facil de entender