La Biblia nos dice en Mateo 11:28 "VENID A MÍ todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar." y en Juan 14:6 nos dice "Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; NADIE VIENE AL PADRE, SINO POR MÍ."
Tenemos acceso directo a Jesús y con él al Padre, ¿Porqué en alguna Iglesias buscan otros "medios" (como santos, virgenes, etc) para llegar al Padre o al mísmo Cristo?
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Cristo (El Divino Maestro, el Verbo de Dios, el Hijo de Dios, el Amor de Dios) y el Padre, Uno son, son Dios mismo, en esencia, potencia y presencia, así que hemos de entregar la justa interpretación espiritual a la escritura espiritual, así:
"Nadie viene al Padre, sino por mí"
Obsérvese que Cristo a través de Jesús no dice "Nadie VA al Padre" cual si entre el Padre y sus hijos existiera separación alguna, sino que dice "Nadie VIENE al Padre" lo que denota pertenencia, ya que nada puede volver sin antes partir, la frase revela que partimos y regresaremos al Padre y ya que Cristo y el Padre, Uno son, la frase bien pudiera decir "Nadie viene a mí".
En otras palabras, lo que se nos está revelando es que entre el Padre y sus hijos no existe separación alguna y que el Padre Es en todos y cada uno de nosotros, en nuestro propio espíritu, en nuestra propia conciencia espiritual, ya que en esencia somos átomos del propio Espíritu Santo del Padre, Dios Todopoderoso.
Pero aunque todos brotamos del Seno Materno de Dios, aún no nos reconocemos como hermanos, ni celebramos a Cristo en nosotros, razón por la que no encontramos el camino de regreso a casa por nuestros propios medios, ya que nos encontramos ilusoriamente separados de Su Amor, de Cristo.
Ahora las palabras "sino por mí" son el propio llamado del Padre a sus hijos, para que en Su Verdad, en Su Luz, en Su Paz, en Su Ejemplo de vida a través de Jesús, venir al Cristo que en nosotros mismos Es y despertar del sueño de la separación divina espiritual, para adentrarnos conscientemente en Su Camino de Amor para en él encontrar nuestra propia divinidad para ponerla al servicio de los demás, tal como El mismo, nos enseñara.
La versión sinóptica de todo lo anterior sería: "Nadie viene al Amor, sino por el Amor".
Quiso decir que es el camino para llegar al Padre. (Juan 14:16)
Es el puente o medio para llegar al padre.
Por eso hay que orar como Jesús lo hizo al Padre
el no se oró así mismo
es la oración conocida como el Padre nuestro no el hijo nuestro
En estas palabras de Jesús se nota con claridad que la diferencia entre Jesús y Dios
a quien llama Padre
"el Padre es mayor que yo" (Juan 14:28)
Por qué el es el camino la verdad y la vida y por nuestros pecados estamos separados de Dios y de los santos eso no es verdad eso es mentira de Satán por que el no quiere ir sólo al infierno pero la Biblia dice la verdad que Satán tiene los sullos y Dios también ojalá y te sirva esto amigo
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"Nadie viene al Padre sino a través del Hijo"
El Hijo es la célula espiritual Dios que vive en uno
"El Templo de Dios esta en vosotros". Lucas 17:21
"Pero el hablaba del templo de su cuerpo". Juan 2:21
En el corazón existe el centro del amor, en donde se puede ubicar al Cristo interior. Ese corazón puede llenarse de amor incondicional. Ese amor incondicional es el Cristo interior. De tal manera que para llegar al Padre Eterno debemos desarrollar nuestro corazón, por ende, nuestro Cristo interior. Esto es lo que se llama iluminación o evolución al Padre Celestial. Entonces para ir al Padre, al Uno, al amor debemos desarrollar nuestro Cristo, lo cual se traduce en un inmenso amor que se siente en este órgano. La razón se desarrolla en el cerebro, y ahí está ubicado el ego, por lo cual tener la razón puede ser un asunto del ego o un asunto del corazón, dependiendo de si nuestra afirmación es egocéntrica o amor al prójimo. Por lo tanto desarrolla el Cristo interior para que sepas lo hermoso que es amar.
Cuando ores a Dios tienes que mencionar a su hijo, por ejemplo:
"En el nombre de Jesucristo, Dios te pido que me apartes a mis enemigos y me proteja de sus maldades".
Estimado KTRO, es una buena pregunta, nota por favor lo que aclara sobre esto la Biblia (Traducción N/M)
Jesús es el único camino que lleva a la salvación
Otra importantísima razón por la que debemos seguir a Cristo la encontramos en la conversación que él tuvo con sus apóstoles fieles unas horas antes de morir. Una de las cosas que les dijo fue que tenía que marcharse a fin de preparar un lugar para ellos. Entonces Tomás le preguntó a qué se refería, y Jesús le contestó: “Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14:1-6). Pero aunque esas palabras iban dirigidas a sus once apóstoles fieles —a quienes les prometió un lugar en el cielo—, también son relevantes para quienes esperan vivir para siempre en la Tierra (Rev. 7:9, 10; 21:1-4). ¿Por qué decimos eso?
Continua en Enlace bajo:
Jehová Dios tuvo a bien hacer que su Hijo primogénito fuese la figura central o clave en el cumplimiento de todos sus propósitos (Jn 1:14-18; Col 1:18-20; 2:8, 9), la persona en la que convergería la luz de todas las profecías y desde la que se irradiaría esta luz (1Pe 1:10-12; Rev 19:10; Jn 1:3-9), la solución a todos los problemas que había ocasionado la rebelión de Satanás (Heb 2:5-9, 14, 15; 1Jn 3:8) y el fundamento sobre el que Dios edificaría todos sus preparativos futuros para el bien eterno de su familia universal en el cielo y en la Tierra. (Ef 1:8-10; 2:20; 1Pe 2:4-8.) Debido a la función vital que desempeña en el propósito de Dios, Jesús pudo decir apropiadamente y sin exageración: “Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí”. (Jn 14:6.)
Las Escrituras no aprueban el uso de imágenes como un medio de dirigirse a Dios en oración. Esta práctica va en contra del principio que dice que aquellos que buscan a Jehová deben adorarle con espíritu y con verdad. (Jn 4:24; 2Co 4:18; 5:6, 7.) Él no tolera que se mezclen prácticas idolátricas con la adoración verdadera, como lo ilustra el hecho de que condenase la adoración del becerro, a pesar de que los israelitas lo habían relacionado con Su nombre. (Éx 32:3-10.) Jehová no comparte su gloria con imágenes esculpidas. (Isa 42:8.)
No hay ni una sola ocasión en las Escrituras en la que los siervos fieles de Jehová hayan recurrido al uso de ayudas visuales para orar a Dios ni que hayan practicado alguna forma de adoración relativa. Es cierto que según la traducción católica Scío de San Miguel, Hebreos 11:21 dice: “Por fe Jacob, estando para morir, bendijo a cada uno de los hijos de Joseph: y adoró la altura de su vara”. Sin embargo, en una nota al pie de la página, la traducción católica Bover-Cantera comenta lo siguiente sobre este texto: “El sentido más obvio es: (Jacob) inclinado adoró (a Dios) (apoyándose) sobre la extremidad de su (propio) báculo”. Esta última forma de traducir el texto, y otras con pequeñas variaciones, demuestra que este versículo de ningún modo apoya la adoración relativa. Además, está en armonía con el sentido del texto hebreo de Génesis 47:31, y así lo han traducido casi todas las versiones católicas.
. En numerosas ocasiones las Escrituras dejan bien claro cuán tonto es confiar en dioses de madera, piedra o metal. Isaías describe la fabricación de ídolos y muestra lo estúpido que es el que alguien use parte de la madera de un árbol para cocinar su alimento y para calentarse, y luego con el resto se haga un dios al que dirigirse por ayuda. (Isa 44:9-20.) Este mismo profeta escribió que en el día de la furia de Jehová los adoradores falsos arrojarán sus ídolos, que nada valen, a las musarañas y a los murciélagos. (Isa 2:19-21.) “Ay del que dice al pedazo de leña: ‘¡Oh, sí, despierta!’, a una piedra muda: ‘¡Oh, despierta!’.” (Hab 2:19.) Los que hacen ídolos mudos llegarán a ser como ellos, es decir, inanimados. (Sl 115:4-8; 135:15-18; véase Rev 9:20.)
Que nadie es salvo si no acepta al Cristo primero