Debido a que el romanticismo es una manera de sentir y concebir la naturaleza, la vida y al hombre mismo es que se presenta de manera distinta y particular en cada país donde se desarrolla; incluso dentro de una misma nación se desarrollan distintas tendencias proyectándose también en todas las artes.
Es propio de este movimiento:
Un gran aprecio de lo personal, un subjetivismo e individualismo absoluto, un culto al yo fundamental y al carácter nacional o Volksgeist, frente a la universalidad y sociabilidad de la Ilustración en el siglo XVIII; en ese sentido los héroes románticos son, con frecuencia, prototipos de rebeldía (Don Juan, el pirata, Prometeo) y los autores románticos quebrantan cualquier normativa o tradición cultural que ahogue su libertad, como por ejemplo las tres unidades aristotélicas (acción, tiempo y lugar) y la de estilo (mezclando prosa y verso y utilizando polimetría en el teatro), o revolucionando la métrica y volviendo a rimas más libres y populares como la asonante.
Igualmente, una renovación de temas y ambientes, y, por contraste al Siglo de las Luces (Renacimiento), prefieren los ambientes nocturnos y luctuosos, los lugares sórdidos y ruinosos (siniestrismo); venerando y buscando tanto las historias fantásticas como la superstición, que los ilustrados y neoclásicos ridiculizaban.
Gran parte de los movimientos libertarios y abolicionistas de finales del siglo XVIII y principios del XIX tienen su origen en conceptos de la filosofía romántica como pueden ser el deseo de liberarse de las convenciones y la tiranía, y el gran valor de los derechos y la dignidad del ser humano. Del mismo modo que los temas racionales, formales y convencionales característicos del neoclasicismo estaban abocados al rechazo, los regímenes autoritarios que favorecieron y auspiciaron este movimiento hubieron de enfrentarse inevitablemente a importantes revueltas populares. La política y los temas sociales fueron claves en la poesía y la prosa románticas en todo el mundo occidental, y fructificaron en documentos humanos, notables por su vigor y su vigencia en el mundo actual. El año de 1848 estuvo marcado en Europa por el estallido de graves revueltas políticas, y la corriente romántica fluyó con fuerza en Italia, España, Austria, Alemania y Francia.
En Guillermo Tell (1804), del dramaturgo alemán Friedrich von Schiller, un oscuro montañés medieval se convierte en símbolo inmortal de la lucha contra la tiranía y el gobierno extranjero. En la novela Los novios (1827), del escritor italiano Alessandro Manzoni, una pareja de campesinos derrota finalmente el feudalismo en el norte de Italia. Lord Byron y Percy Bysshe Shelley, que encarnan para los lectores de poesía inglesa la figura del poeta romántico por antonomasia (tanto en su estilo vital como en sus obras), protestaron airadamente contra los males políticos y sociales de la época y defendieron la causa de la libertad en Italia y Grecia. El poeta ruso Alexandr Serguéievich Pushkin, cuya admiración por las obras de Byron es manifiesta, alcanzó la fama con su 'Oda a la libertad' y como muchos autores románticos fue perseguido por subversión política y condenado al exilio.
El desencanto generalizado de los románticos con la organización social se plasmó a menudo en la crítica concreta de la sociedad urbana. La casa del pastor (1844), del poeta francés Alfred de Vigny, manifiesta la convicción de que una morada humilde posee más dignidad que un palacio. Anteriormente Rousseau había afirmado que las personas nacen libres, pero la civilización las encadena. Este sentimiento de opresión se expresó con frecuencia en la poesía, como revela la obra del visionario inglés William Blake, quien en su poema 'Milton' (c. 1808) habla de los 'oscuros molinos satánicos' que comenzaban a desfigurar la campiña inglesa; o el largo poema de Wordsworth El preludio (1850),
escribir bobadas, el romanticismo es para quen esta enamorado pues sucede que si escribes algo de eso a quien no lo esta simplemente eso va a parar a la papelera, jijiji
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Debido a que el romanticismo es una manera de sentir y concebir la naturaleza, la vida y al hombre mismo es que se presenta de manera distinta y particular en cada país donde se desarrolla; incluso dentro de una misma nación se desarrollan distintas tendencias proyectándose también en todas las artes.
Es propio de este movimiento:
Un gran aprecio de lo personal, un subjetivismo e individualismo absoluto, un culto al yo fundamental y al carácter nacional o Volksgeist, frente a la universalidad y sociabilidad de la Ilustración en el siglo XVIII; en ese sentido los héroes románticos son, con frecuencia, prototipos de rebeldía (Don Juan, el pirata, Prometeo) y los autores románticos quebrantan cualquier normativa o tradición cultural que ahogue su libertad, como por ejemplo las tres unidades aristotélicas (acción, tiempo y lugar) y la de estilo (mezclando prosa y verso y utilizando polimetría en el teatro), o revolucionando la métrica y volviendo a rimas más libres y populares como la asonante.
Igualmente, una renovación de temas y ambientes, y, por contraste al Siglo de las Luces (Renacimiento), prefieren los ambientes nocturnos y luctuosos, los lugares sórdidos y ruinosos (siniestrismo); venerando y buscando tanto las historias fantásticas como la superstición, que los ilustrados y neoclásicos ridiculizaban.
Gran parte de los movimientos libertarios y abolicionistas de finales del siglo XVIII y principios del XIX tienen su origen en conceptos de la filosofía romántica como pueden ser el deseo de liberarse de las convenciones y la tiranía, y el gran valor de los derechos y la dignidad del ser humano. Del mismo modo que los temas racionales, formales y convencionales característicos del neoclasicismo estaban abocados al rechazo, los regímenes autoritarios que favorecieron y auspiciaron este movimiento hubieron de enfrentarse inevitablemente a importantes revueltas populares. La política y los temas sociales fueron claves en la poesía y la prosa románticas en todo el mundo occidental, y fructificaron en documentos humanos, notables por su vigor y su vigencia en el mundo actual. El año de 1848 estuvo marcado en Europa por el estallido de graves revueltas políticas, y la corriente romántica fluyó con fuerza en Italia, España, Austria, Alemania y Francia.
En Guillermo Tell (1804), del dramaturgo alemán Friedrich von Schiller, un oscuro montañés medieval se convierte en símbolo inmortal de la lucha contra la tiranía y el gobierno extranjero. En la novela Los novios (1827), del escritor italiano Alessandro Manzoni, una pareja de campesinos derrota finalmente el feudalismo en el norte de Italia. Lord Byron y Percy Bysshe Shelley, que encarnan para los lectores de poesía inglesa la figura del poeta romántico por antonomasia (tanto en su estilo vital como en sus obras), protestaron airadamente contra los males políticos y sociales de la época y defendieron la causa de la libertad en Italia y Grecia. El poeta ruso Alexandr Serguéievich Pushkin, cuya admiración por las obras de Byron es manifiesta, alcanzó la fama con su 'Oda a la libertad' y como muchos autores románticos fue perseguido por subversión política y condenado al exilio.
El desencanto generalizado de los románticos con la organización social se plasmó a menudo en la crítica concreta de la sociedad urbana. La casa del pastor (1844), del poeta francés Alfred de Vigny, manifiesta la convicción de que una morada humilde posee más dignidad que un palacio. Anteriormente Rousseau había afirmado que las personas nacen libres, pero la civilización las encadena. Este sentimiento de opresión se expresó con frecuencia en la poesía, como revela la obra del visionario inglés William Blake, quien en su poema 'Milton' (c. 1808) habla de los 'oscuros molinos satánicos' que comenzaban a desfigurar la campiña inglesa; o el largo poema de Wordsworth El preludio (1850),
escribir bobadas, el romanticismo es para quen esta enamorado pues sucede que si escribes algo de eso a quien no lo esta simplemente eso va a parar a la papelera, jijiji