Al igual que con otros muchos inventos, la máquina de escribir no tiene un solo inventor, ya que fueron muchos quienes aportaron su granito de arena para idear un invento hoy en desuso, salvo excepciones, pero que tuvo una trascendental importancia para la comunicación en los siglos XIX y **.
La máquina de escribir permitió, por primera vez, escribir de forma mecánica, suplantando a los lentos copistas y dio carácter oficial a los escritos comerciales y políticos. La primera y rudimentaria máquina de este tipo fue puesta a la venta en 1865. Ideada por el danés Malling-Hansen, al nuevo invento se le llamó ‘bola de escribir’. Tuvo cierto éxito y fue el primer paso para la introducción de máquinas más modernas.
La primera máquina de escribir con verdadero éxito fue la comercializada por la firma Remington, que partió de la base de una máquina de escribir inventada por Christopher Sholes, Carlos Glidden y Samuel W. Soule, pero fue mejorada notablemente. Aún así, esta máquina no permitía ver lo que uno escribía hasta pasadas unas cuantas líneas. No sería hasta 1895 cuando se empezaron a comercializar las primeras máquinas de escribir que permitían ver al momento lo que uno escribía.
Desde entonces, la evolución ha continuado hasta llegar a los modernos teclados táctiles de los teléfonos móviles de hoy en día.
La mecanografía es el arte de escribir con máquinas. El primer dato que se tiene sobre las máquinas de escribir es la de Henry Mill, quién en 1714 obtuvo una patente de la reina Ana de Estuardo por una máquina que, según era descrita, se parece a una máquina de escribir.Pero la primera máquina de valor práctico para un rendimiento fructuoso se consiguió en 1872 con el modelo Remington.
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Al igual que con otros muchos inventos, la máquina de escribir no tiene un solo inventor, ya que fueron muchos quienes aportaron su granito de arena para idear un invento hoy en desuso, salvo excepciones, pero que tuvo una trascendental importancia para la comunicación en los siglos XIX y **.
La máquina de escribir permitió, por primera vez, escribir de forma mecánica, suplantando a los lentos copistas y dio carácter oficial a los escritos comerciales y políticos. La primera y rudimentaria máquina de este tipo fue puesta a la venta en 1865. Ideada por el danés Malling-Hansen, al nuevo invento se le llamó ‘bola de escribir’. Tuvo cierto éxito y fue el primer paso para la introducción de máquinas más modernas.
La primera máquina de escribir con verdadero éxito fue la comercializada por la firma Remington, que partió de la base de una máquina de escribir inventada por Christopher Sholes, Carlos Glidden y Samuel W. Soule, pero fue mejorada notablemente. Aún así, esta máquina no permitía ver lo que uno escribía hasta pasadas unas cuantas líneas. No sería hasta 1895 cuando se empezaron a comercializar las primeras máquinas de escribir que permitían ver al momento lo que uno escribía.
Desde entonces, la evolución ha continuado hasta llegar a los modernos teclados táctiles de los teléfonos móviles de hoy en día.
La mecanografía es el arte de escribir con máquinas. El primer dato que se tiene sobre las máquinas de escribir es la de Henry Mill, quién en 1714 obtuvo una patente de la reina Ana de Estuardo por una máquina que, según era descrita, se parece a una máquina de escribir.Pero la primera máquina de valor práctico para un rendimiento fructuoso se consiguió en 1872 con el modelo Remington.