A los Daimones se les suele denominar "poder", "lo divino", "lo deforme", "el que reparte", "un dios", "genio" No. 2, "espíritu", "logoi spermatikoi". Con los peligros de simplificación que esto comporta, se han resumido en estos nueve términos, el significado de la palabra daimon en la religión y en la mitología griega:
Dáimones se refiere en una primera acepción a las divinidades primitivas, representadas como mitad bestias y mitad humanas, devoradores de los muertos.
El término se designa en segunda acepción a las almas «divinizadas» de antepasados humanos que desde su situación de perfección y bienaventuranza ejercen sobre el mundo de los hombres una función de protección.
El término designa en tercer lugar a seres divinos y semidivinos, intermediarios entre los dioses superiores, los hombres y mensajeros de los primeros. El Eros descrito en El Banquete de Platón seria uno de esos seres mediadores.
Aparece, en pocas ocasiones, como un término análogo al teísmo con que se designa a los dioses.
La idea de Dáimôn recibe un concepto generalizador que la acerca a la idea de Destino, teniendo al comienzo como significado "el que reparte".
Los Dáimones fueron espíritus de la condición humana: las personificaciones de estados diversos de existencia, emociones, acciones y la moralidad. Los Dáimones de moralidad estaban divididos en Agato (el Bien, las Virtudes) y Caco (el Mal, los Vicios). Dáimones de acción humana y condición fuera de modo semejante clasificado como Agatos (lo favorable, lo Bueno) o Cacos (lo perjudicial, lo Malo).
Con la palabra dáimôn se designan a veces energías interiores que actúan en el hombre como lo hace el dáimôn según Sócrates, ya se le entienda como una especie de voz de la conciencia o como la sumisión a la voluntad del dios que actúa en la vida del filósofo como contrapeso de otras inclinaciones o tendencias.
El dáimôn puede ser, en ocasiones, la personificación de una fuerza etónica de carácter benévolo.
Los dáimones designan a veces unas fuerzas que rigen los elementos naturales y hacen que el mundo humano sea un mundo «habitado» por lo sobrenatural. En este sentido dirá Heráclito que todo está lleno de ánimas y daimones y los pitagóricos que el aire está lleno de ánimas, eso que llamamos daimones, héroes, etc.
Para los antiguos griegos un daimon era un espíritu inferior a los dioses, pero superior a los humanos, que actuaba como mensajero entre unos y otros. Podía ser bueno o maligno.
LOS DAIMONES EN LA RELIGIÓN TRADICIONAL GRIEGA:En los inicios de la religión griega se refieren a seres de contornos bastante imprecisos. Comenzaron siendo identificados con el destino. Por ello el nombre griego daimon parece que comenzó teniendo el significado de "el que reparte".Más tarde,por ser recuerdo de dioses primitivos penetrados en Grecia desde los pueblo indoeuropeos se consideraron divinidades de rango inferior. Eran representados como mitad bestias y mitad humanos. A su vez, son dioses que luchan a favor de la oscuridad y las tinieblas, y que desearían que la humanidad viviese en ese mundo.Hay en la religión primitiva griega, y en relación con el culto a los daimones, una orientación, por tanto, en donde predomina la sangre de los sacrificios, las serpientes y dragones pegados al suelo, las cuevas misteriosas, las voces oraculares de adivinos ciegos pidiendo sacrificos humanos.Homero ya se rebela contra esta tradición y en tiempos de Sócrates había ya perdido su fuerza a favor de una racionalización,aunque todavía ambigüa,acerca de tales dioses.
LOS DAIMONES EN TIEMPOS DE SÓCRATES:En tiempos del Sócrates,el concepto de daimon se encuentra en una clara evolución pero "contaminado" todavía por muchos de los rasgos más primitivos e irracionales.En este sentido, es curiosa la representación pictórica que hace Polignoto (contemporaneo de Sócrates) del Daimon: Se come la carne de los muertos y deja sólo sus huesos.su color es entre negro y azul,lo mismo que la mosca de carne,enseña los dientes y está sentado sobre la piel de un lince.Por otro lado, para el mismo Platón (siguiendo al Hesiodo de los Trabajos y los días) los Daimones representan las almas de los muertos más sabios por lo que merecen un lugar de privilegio en el otro mundo.Por su parte, para los Pitagóricos, representan las almas de los muertos que revolotean por los aires. Son algo intermedio entre los dioses y los humanos y sirven tambien de lazo de unión entre los hombres y los dioses.
Todo lo dicho demuestra que, en tiempos de Sócrates,la idea que los griegos tenían del Daimon era todavía ambigüa y poco precisa en su valoración.RACIONALIZACION DEL DAIMON:En Grecia se acabará produciendo una progresiva evolución del concepto del daimon primitivo.Tal evolución llevará a identificar tal daimon con el genio que cada persona, a nivel individual, parece poseer. En este contexto, uno puede hablar de mi daimon como sinónimo de mi caracter propio y distinto del de los demás.El Daimon comienza, por lo tanto, a identificarse con el genio que cada uno de nosotros lleva dentro. El caracter es el daimon del hombre, señala Heráclito, y como tal, puede ser bueno o malo.Según Demócrito, el alma es la residencia del genio, del destino, bien feliz o bien infeliz. Para Platón,en el Timeo, siguiendo esta misma linea, afirma que el daimon, que habita dentro de cada uno, es la facultad suprema y directiva de su animo
EL DAIMON SOCRÁTICO:El Daimon socrático refleja una especie de síntesis de todas las representaciones,anteriormente señaladas, sobre los Daimones griegos.Sócrates se atribuye a sí mismo un daimon propio, aunque no lo llega identificar con su caracter personal, sino que mantiene en él su cariz religioso, afirmando que tal daimon era independiente del propio caracter socrático y que poseía poderes sobrenaturales.De todos modos, afirma,el Daimon no es un dios nuevo, inventado por él, sino que lo identifica con los dioses al que acuden los adivinos cuando profetizan, al modo de la Pitonisa del Oráculo de Delfos.Sócrates situaba al Daimon en su interior, lo que permitía ponerse en contacto individual con la divinidad; y de una manera totalmente nueva, frente a toda la tradición anterior sobre los daimones,defiende el caracter religioso de esta nueva fuerza interna.
Esta fuerza religiosa interior, aunque tiene características irracionales, se encuentra domesticada por la razón.De ahi la actitud, tambien novedosa de Sócrates, frente al Daimon: no niega la fuerza ni la divinidad del Daimon pero tampoco la adora servilmente. Ni la ignora ni se entrega a ella sin más. El Daimon representa para él una síntesis entre la religión popular y la racionalización de los filósofos.Sócrates entiende el Daimon como algo esencialmente negativo. Ello no quiere decir que lo niegue sino que el Daimon es alguien que siempre le disuade pero nunca le da órdenes.Esto le alejaba del fanatismo y el intento de hallarse ante la posesión de la verdad absoluta y lo sitúaba en el ámbito de la busqueda individualizada y personal de la verdad.
En definitiva, la relación de Sócrates con su Daimon refleja tanto el caracter racional del filósofo como su respeto hacia lo irracional presente en los misterios religiosos de la cultura griega. Tales misterios, Sócrates, los respeta y comprende aunque no se entrega a ellos de modo pleno. A través del Daimon, Sócrates parece que estaba convencido que le hablaba la experiencia religiosa más antigüa, oscura y profunda de la tradición gri
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NO es un digimon.
Es esto:
A los Daimones se les suele denominar "poder", "lo divino", "lo deforme", "el que reparte", "un dios", "genio" No. 2, "espíritu", "logoi spermatikoi". Con los peligros de simplificación que esto comporta, se han resumido en estos nueve términos, el significado de la palabra daimon en la religión y en la mitología griega:
Dáimones se refiere en una primera acepción a las divinidades primitivas, representadas como mitad bestias y mitad humanas, devoradores de los muertos.
El término se designa en segunda acepción a las almas «divinizadas» de antepasados humanos que desde su situación de perfección y bienaventuranza ejercen sobre el mundo de los hombres una función de protección.
El término designa en tercer lugar a seres divinos y semidivinos, intermediarios entre los dioses superiores, los hombres y mensajeros de los primeros. El Eros descrito en El Banquete de Platón seria uno de esos seres mediadores.
Aparece, en pocas ocasiones, como un término análogo al teísmo con que se designa a los dioses.
La idea de Dáimôn recibe un concepto generalizador que la acerca a la idea de Destino, teniendo al comienzo como significado "el que reparte".
Los Dáimones fueron espíritus de la condición humana: las personificaciones de estados diversos de existencia, emociones, acciones y la moralidad. Los Dáimones de moralidad estaban divididos en Agato (el Bien, las Virtudes) y Caco (el Mal, los Vicios). Dáimones de acción humana y condición fuera de modo semejante clasificado como Agatos (lo favorable, lo Bueno) o Cacos (lo perjudicial, lo Malo).
Con la palabra dáimôn se designan a veces energías interiores que actúan en el hombre como lo hace el dáimôn según Sócrates, ya se le entienda como una especie de voz de la conciencia o como la sumisión a la voluntad del dios que actúa en la vida del filósofo como contrapeso de otras inclinaciones o tendencias.
El dáimôn puede ser, en ocasiones, la personificación de una fuerza etónica de carácter benévolo.
Los dáimones designan a veces unas fuerzas que rigen los elementos naturales y hacen que el mundo humano sea un mundo «habitado» por lo sobrenatural. En este sentido dirá Heráclito que todo está lleno de ánimas y daimones y los pitagóricos que el aire está lleno de ánimas, eso que llamamos daimones, héroes, etc.
Para los antiguos griegos un daimon era un espíritu inferior a los dioses, pero superior a los humanos, que actuaba como mensajero entre unos y otros. Podía ser bueno o maligno.
LOS DAIMONES EN LA RELIGIÓN TRADICIONAL GRIEGA:En los inicios de la religión griega se refieren a seres de contornos bastante imprecisos. Comenzaron siendo identificados con el destino. Por ello el nombre griego daimon parece que comenzó teniendo el significado de "el que reparte".Más tarde,por ser recuerdo de dioses primitivos penetrados en Grecia desde los pueblo indoeuropeos se consideraron divinidades de rango inferior. Eran representados como mitad bestias y mitad humanos. A su vez, son dioses que luchan a favor de la oscuridad y las tinieblas, y que desearían que la humanidad viviese en ese mundo.Hay en la religión primitiva griega, y en relación con el culto a los daimones, una orientación, por tanto, en donde predomina la sangre de los sacrificios, las serpientes y dragones pegados al suelo, las cuevas misteriosas, las voces oraculares de adivinos ciegos pidiendo sacrificos humanos.Homero ya se rebela contra esta tradición y en tiempos de Sócrates había ya perdido su fuerza a favor de una racionalización,aunque todavía ambigüa,acerca de tales dioses.
LOS DAIMONES EN TIEMPOS DE SÓCRATES:En tiempos del Sócrates,el concepto de daimon se encuentra en una clara evolución pero "contaminado" todavía por muchos de los rasgos más primitivos e irracionales.En este sentido, es curiosa la representación pictórica que hace Polignoto (contemporaneo de Sócrates) del Daimon: Se come la carne de los muertos y deja sólo sus huesos.su color es entre negro y azul,lo mismo que la mosca de carne,enseña los dientes y está sentado sobre la piel de un lince.Por otro lado, para el mismo Platón (siguiendo al Hesiodo de los Trabajos y los días) los Daimones representan las almas de los muertos más sabios por lo que merecen un lugar de privilegio en el otro mundo.Por su parte, para los Pitagóricos, representan las almas de los muertos que revolotean por los aires. Son algo intermedio entre los dioses y los humanos y sirven tambien de lazo de unión entre los hombres y los dioses.
Todo lo dicho demuestra que, en tiempos de Sócrates,la idea que los griegos tenían del Daimon era todavía ambigüa y poco precisa en su valoración.RACIONALIZACION DEL DAIMON:En Grecia se acabará produciendo una progresiva evolución del concepto del daimon primitivo.Tal evolución llevará a identificar tal daimon con el genio que cada persona, a nivel individual, parece poseer. En este contexto, uno puede hablar de mi daimon como sinónimo de mi caracter propio y distinto del de los demás.El Daimon comienza, por lo tanto, a identificarse con el genio que cada uno de nosotros lleva dentro. El caracter es el daimon del hombre, señala Heráclito, y como tal, puede ser bueno o malo.Según Demócrito, el alma es la residencia del genio, del destino, bien feliz o bien infeliz. Para Platón,en el Timeo, siguiendo esta misma linea, afirma que el daimon, que habita dentro de cada uno, es la facultad suprema y directiva de su animo
EL DAIMON SOCRÁTICO:El Daimon socrático refleja una especie de síntesis de todas las representaciones,anteriormente señaladas, sobre los Daimones griegos.Sócrates se atribuye a sí mismo un daimon propio, aunque no lo llega identificar con su caracter personal, sino que mantiene en él su cariz religioso, afirmando que tal daimon era independiente del propio caracter socrático y que poseía poderes sobrenaturales.De todos modos, afirma,el Daimon no es un dios nuevo, inventado por él, sino que lo identifica con los dioses al que acuden los adivinos cuando profetizan, al modo de la Pitonisa del Oráculo de Delfos.Sócrates situaba al Daimon en su interior, lo que permitía ponerse en contacto individual con la divinidad; y de una manera totalmente nueva, frente a toda la tradición anterior sobre los daimones,defiende el caracter religioso de esta nueva fuerza interna.
Esta fuerza religiosa interior, aunque tiene características irracionales, se encuentra domesticada por la razón.De ahi la actitud, tambien novedosa de Sócrates, frente al Daimon: no niega la fuerza ni la divinidad del Daimon pero tampoco la adora servilmente. Ni la ignora ni se entrega a ella sin más. El Daimon representa para él una síntesis entre la religión popular y la racionalización de los filósofos.Sócrates entiende el Daimon como algo esencialmente negativo. Ello no quiere decir que lo niegue sino que el Daimon es alguien que siempre le disuade pero nunca le da órdenes.Esto le alejaba del fanatismo y el intento de hallarse ante la posesión de la verdad absoluta y lo sitúaba en el ámbito de la busqueda individualizada y personal de la verdad.
En definitiva, la relación de Sócrates con su Daimon refleja tanto el caracter racional del filósofo como su respeto hacia lo irracional presente en los misterios religiosos de la cultura griega. Tales misterios, Sócrates, los respeta y comprende aunque no se entrega a ellos de modo pleno. A través del Daimon, Sócrates parece que estaba convencido que le hablaba la experiencia religiosa más antigüa, oscura y profunda de la tradición gri
Es un Digimon