- El Caballero de la Carreta: Considerado por su destreza narrativa y finura en los análisis psicológicos como cenit de las letras francesas de su tiempo y precursor de la novela moderna, CHRÉTIEN DE TROYES iniciaría con EL CABALLERO DE LA CARRETA, roman finalmente concluido por su discípulo Godofredo de Leigni, la glorificación de los valientes caballeros de la Tabla Redonda conformando en la materia artúrica un modelo literario procedente tanto del elemento fabuloso de raíces célticas como del universo cortés en el que el autor lo inscribe. La edición y traducción de la obra para esta edición ha corrido a cargo de Luis Alberto de Cuenca y Carlos García Gual.
- Los Cuentos de Canterbury: los personajes están presentes en forma permanente; son descriptos en el prólogo general y también en los lukis o enlaces entre cuento y cuento. Estos enlaces narrativos, aparte de ensartar los cuentos con una secuencia determinada, constituyen el puente para dar una unidad a la obra dentro de la diversidad. Si bien es cierto que cada cuento tiene cierta autonomía, el motivo central conforma el todo literario. Esta ruptura aparente se recompone al establecerse la relación narrador–cuento, o bien, las irrupciones que el propio Chaucer incorpora con su solapada presencia. Los cuentos se dividen en diez secciones, y cada sección se subdivide en los prólogos, cuentos respectivos y, en su caso, un epílogo. Aunque denote cierto desorden, estéticamente es aceptable. Entre las historias se encuentran ejemplos de casi todas las historias medievales, aunque la genialidad del autor consistió, sobre todo, en la trama de unión que creó entre los cuentos y la historia. Así, después del relato cortés y filosófico sobre un amor noble que cuenta el Caballero, el molinero relata una deliciosa y picante historia de seducción dedicada al escudero. Éste contraataca con un cuento sobre la seducción y el engaño de la mujer y la hija de un molinero. De este modo, los cuentos van descubriendo las personalidades, disputas y diferentes opiniones de quienes los cuenta. Los prólogos y los cuentos de la comadre de Bath y del Bulero constituyen los puntos álgidos de toda la producción literaria de Chaucer. La comadre, una firme defensora de su género frente al tradicional antifeminismo de la Iglesia, inicia una serie de cuentos sobre el sexo, el matrimonio y la nobleza (gentilesse). El Bulero, en cambio, ofrece una escalofriante demostración de cómo la elocuencia en el púlpito convierte la esperanza en la salvación, en un perverso juego de excesos de confianza. Aunque, a su modo, el autor satiriza los abusos de la Iglesia, también incluye una serie de cuentos didácticos y religiosos, y concluye con el sermón del clérigo sobre el valor de la penitencia. En todos los casos, intervendrá como anfitrión el posadero, quien emitirá su juicio en relación con lo que escucha; no referirá ningún cuento, sino que ejercerá su papel de modo contundente o arbitrario, interrumpiendo al orador cuando sea necesario, en caso de que la narración sea triste, o bien aplaudirá a rabiar y aprobará elogiando el cuento cuando resulte conveniente. Su intervención estará marcando el rigor y la verosimilitud que realzan el realismo en esta peregrinación.
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- El Caballero de la Carreta: Considerado por su destreza narrativa y finura en los análisis psicológicos como cenit de las letras francesas de su tiempo y precursor de la novela moderna, CHRÉTIEN DE TROYES iniciaría con EL CABALLERO DE LA CARRETA, roman finalmente concluido por su discípulo Godofredo de Leigni, la glorificación de los valientes caballeros de la Tabla Redonda conformando en la materia artúrica un modelo literario procedente tanto del elemento fabuloso de raíces célticas como del universo cortés en el que el autor lo inscribe. La edición y traducción de la obra para esta edición ha corrido a cargo de Luis Alberto de Cuenca y Carlos García Gual.
- Los Cuentos de Canterbury: los personajes están presentes en forma permanente; son descriptos en el prólogo general y también en los lukis o enlaces entre cuento y cuento. Estos enlaces narrativos, aparte de ensartar los cuentos con una secuencia determinada, constituyen el puente para dar una unidad a la obra dentro de la diversidad. Si bien es cierto que cada cuento tiene cierta autonomía, el motivo central conforma el todo literario. Esta ruptura aparente se recompone al establecerse la relación narrador–cuento, o bien, las irrupciones que el propio Chaucer incorpora con su solapada presencia. Los cuentos se dividen en diez secciones, y cada sección se subdivide en los prólogos, cuentos respectivos y, en su caso, un epílogo. Aunque denote cierto desorden, estéticamente es aceptable. Entre las historias se encuentran ejemplos de casi todas las historias medievales, aunque la genialidad del autor consistió, sobre todo, en la trama de unión que creó entre los cuentos y la historia. Así, después del relato cortés y filosófico sobre un amor noble que cuenta el Caballero, el molinero relata una deliciosa y picante historia de seducción dedicada al escudero. Éste contraataca con un cuento sobre la seducción y el engaño de la mujer y la hija de un molinero. De este modo, los cuentos van descubriendo las personalidades, disputas y diferentes opiniones de quienes los cuenta. Los prólogos y los cuentos de la comadre de Bath y del Bulero constituyen los puntos álgidos de toda la producción literaria de Chaucer. La comadre, una firme defensora de su género frente al tradicional antifeminismo de la Iglesia, inicia una serie de cuentos sobre el sexo, el matrimonio y la nobleza (gentilesse). El Bulero, en cambio, ofrece una escalofriante demostración de cómo la elocuencia en el púlpito convierte la esperanza en la salvación, en un perverso juego de excesos de confianza. Aunque, a su modo, el autor satiriza los abusos de la Iglesia, también incluye una serie de cuentos didácticos y religiosos, y concluye con el sermón del clérigo sobre el valor de la penitencia. En todos los casos, intervendrá como anfitrión el posadero, quien emitirá su juicio en relación con lo que escucha; no referirá ningún cuento, sino que ejercerá su papel de modo contundente o arbitrario, interrumpiendo al orador cuando sea necesario, en caso de que la narración sea triste, o bien aplaudirá a rabiar y aprobará elogiando el cuento cuando resulte conveniente. Su intervención estará marcando el rigor y la verosimilitud que realzan el realismo en esta peregrinación.
http://es.wikipedia.org/wiki/Cuentos_de_Canterbury
- En Gargantúa y Pantagruel el humor se mezcla con la sátira social y política y la sabiduría pedagógica.
http://html.rincondelvago.com/gargantua-y-pantagru...
Muy bueno vuelve a la realidad.
Los cuentos de Canterbury esta conformado, precisamente por varios cuentos, no te pidieron uno en especial?