A finales de 1937, los republicanos obtuvieron una gran victoria en Teruel, pero esta ciudad cayó en poder de los rebeldes en febrero del siguiente año. Entre marzo y julio de 1938, se llevó a cabo la operación Aragón—Mediterráneo, que constituyó un avance de las tropas "nacionales” hacia el mar y significó la partición del territorio republicano en dos zonas desiguales. En los siguientes meses de 1938 se llevó a cabo la batalla del Soldado, Ebro, que resultó ser una campaña de desgaste contra el ejército republicano, cuya derrota dejó despejada la ruta para que los sublevados pudieran avanzar hacia Cataluña, lo que significaba prácticamente el triunfo definitivo de las fuerzas rebeldes.
Ante la inminente derrota, en noviembre de 1938, Juan Negrín (jefe de gobierno desde mayo de 1937) buscó una paz negociada y emitió una propuesta de condiciones mínimas: garantía de independencia española, derecho del pueblo a escoger su propio gobierno y renuncia a las represalias. Sin embargo, estaba claro que era inútil cualquier intento de negociar con Franco una paz con condiciones, pues el caudillo pretendía la aniquilación total de la República.
El 28 de marzo, las tropas franquistas entraban en Madrid y tres días más tarde caían las últimas plazas leales al gobierno republicano. La guerra se dio por terminada el 1 de abril de 1939; la República se desmoronó y sus representantes huyeron al extranjero, estableciendo un gobierno republicano en el exilio. Pero el fin de la guerra civil no significó que España recuperara la paz. Al establecerse en todo el país el gobierno de Franco, dio comienzo una etapa de atroces represalias en contra de los vencidos; sólo quedaron a salvo de la represión los que marcharon al exilio y de éstos particularmente los que marcharon a América precedidos por los niños que durante la guerra habían sido enviados a México; los exiliados que se dirigieron a Francia se salvaron sólo de forma momentánea hasta que este país fue ocupado por los nazis.
Consecuencias.
La principal consecuencia de la Guerra Civil Española fue la gran cantidad de pérdidas humanas (casi un millón), no todas atribuibles a las acciones propiamente bélicas y sí muchas de ellas relacionadas con la violenta represión ejercida o consentida por ambos bandos, entre las que se pueden incluir las muertes producidas por los bombardeos sobre las poblaciones civiles.
En el aspecto político, el resultado fue el brusco cambio de un gobierno emanado de las urnas electorales a otro surgido de las armas; es decir, el final de la democracia para dar paso a una férrea dictadura que se prolongaría hasta la muerte de Franco en 1975.
Las principales consecuencias en el plano económico fueron: pérdida de reservas materiales y financieras, disminución de la población activa, destrucción de infraestructura, disminución dc la próducción y reducción en el nivel de ingresos .La mayoría de la población española padeció durante la contienda y por las siguientes dos décadas, los etectos del racionamiento y la privaticiòn de bienes de consumo. Ell Plan Marshall, que después de la Segunda Guerra Mundial ayudó en la recuperación económica de otros países europeos, no se hizo extensivo a España debido a que el régimen franquista debía su triunfo a la ayuda nazi—fascista. La Guerra Civil Española, con todas sus brutales implicaciones para la población y el desarrollo político y económico del país, parecía constituir el preámbulo de la nueva guerra total que amenazaba al mundo entero, un conflicto que colocaba a las naciones occidentales en la disyuntiva entre el terror rojo y la amenaza fascista, una guerra cuyo desarrollo y pavaoros desenlace final, fundamentarían los cimientos de la etapa històrica que hoy llamamos "mundo actual".
La Crisis de la Democracia
Por: Jean Paul Brenet y Michel Launay (1991)
En realidad, la democracia se vio trastornada por la Gran Guerra y después de ésta ya fiO pudo recuperar realmente su verdadero lugar en el concierto de las naciones. El desarrollo de las dictaduras nacionalistas precipitÓ su crisis, y la guerra de España es uno de los ejemplos que quizá lo ilustren más trágicamente.
Sobre el gran “lienzo” del Guernica, Picasso quiso reflejar su particular visión del horror de las guerras fratricidas al tiempo que el fracaso de la gran ilusión de la permanencia de la realidad democrática. ¿Por qué la democracia iba a ser eterna? Muchas personas se preguntaban unayotravez sino eran ya necesarios nuevos modelos políticos para este siglo de hierro. Ya, en 1919, en su obra La decadencia de Occidente, Oswald Spengler anunciaba la venida de los Césares y la desaparición de la democracia parlamentaria, a medida que aumentasen las masas populares. En 1934, Keyserling publica La revolución mundial y la Responsabilidad del Espíritu, libro prologado por Paul Valéry, y en el que su autor sostiene la necesidad de una intervención de lo irracional en las instituciones, afirmando que la democracia ya había cu
Guerra Civil española, conflicto bélico que dio comienzo en julio de 1936, a raíz de la sublevación de un sector del Ejército contra el gobierno de la II República española, y que concluyó el 1 de abril de 1939 con la victoria de los rebeldes. El triunfo de éstos permitió la instauración de un régimen dictatorial encabezado por el general Francisco Franco, principal dirigente militar y político de los sublevados, que sustituyó al sistema parlamentario republicano.
Si bien es cierto que la guerra comenzó como un conflicto interno 'nacido en suelo español y a la manera española' (en palabras de Salvador de Madariaga), no pudo mantenerse ajena al entorno internacional debido a sus propias raíces ideológicas. Ambos bandos reclamaron inmediatamente apoyos de otras potencias extranjeras, según el panorama existente en la alineación del mundo en la década de 1930, hasta el extremo de que algunos vieron en el conflicto un prólogo de un nuevo enfrentamiento mundial. Si no lo fue, al menos consiguió implicar a la mayoría de partidos políticos y potencias europeas. Hoy nadie pone en duda que la intervención extranjera contribuyó tanto a prolongar la contienda como al futuro del “Movimiento Nacional”. La primera fase de urgencia (julio-agosto de 1936) llevó, por un lado, al gabinete presidido por Giral a solicitar el auxilio del gobierno del Frente Popular francés (presidido por el socialista Léon Blum) y, por el otro, a los rebeldes a concretar el inicial apoyo prestado por Italia (gobernada por el fascista Benito Mussolini) y Alemania (con el nacionalsocialista Adolf Hitler en el poder).
¿Quieres un resumen de las batallas que hubo o algo?
Para 1938, la situación de los republicanos no era muy buena ya, ya que los franquistas habían avanzado imparablemente y tenían bastante éxito militar, además de que eran apoyados en muchos lugares de España. En este año, el gobierno republicano estaba ya muy inestable, y se cambió a Indalecio Prieto en la presidencia por Juan Negrín, y éste sigue intentando buscar una paz con los nacionales que estos rechazan.
Y en 1939:
1939
Comunicado emitido por el Cuartel General del Generalísimo anunciando el fin de la guerraSe precipitan los acontecimientos, cayendo Barcelona el 26 de enero y Gerona el 5 de febrero. En fechas sucesivas, las tropas nacionales avanzan hacia la frontera francesa y toman los pasos desde Puigcerdá hasta Portbou (Gerona).
Situación aproximada en febrero de 1939.En las últimas Cortes republicanas, las de Figueras, Negrín pide entre otras cosas que el pueblo pueda decidir sobre el futuro del régimen, pero ante la inminencia de la victoria los nacionales rechazan sus peticiones.
En Madrid, el Coronel Casado da un golpe de Estado anticomunista en marzo, creándose el Consejo Nacional de Defensa, mientras que Juan Negrín —siguiendo su criterio de mantener la resistencia— y buena parte del Gobierno se refugian en Elda y Petrer, en la llamada «Posición Yuste».
La nueva institución se hace con el control de Madrid tras un cruento enfrentamiento entre las mismas tropas republicanas e inicia las diligencias con el Gobierno de Burgos con el objetivo de acordar la paz. Fracasadas estas, el 26 de marzo cae la ciudad. Y el Gobierno republicano pierde rápidamente las últimas capitales de provincia que mantenía: el 29 de marzo Cuenca, Albacete, Ciudad Real, Jaén y Almería; el 30 de marzo Valencia y Alicante, y el 31 de marzo Murcia.
Es que la parte de las batallas, no suelo saberla muy bien, además de que mi profesora no se suele centrar en ellas y como me parecen menudencias (digo, saber cuantos murieron o así en una batalla), tampoco me ocupo de leerlas.
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A finales de 1937, los republicanos obtuvieron una gran victoria en Teruel, pero esta ciudad cayó en poder de los rebeldes en febrero del siguiente año. Entre marzo y julio de 1938, se llevó a cabo la operación Aragón—Mediterráneo, que constituyó un avance de las tropas "nacionales” hacia el mar y significó la partición del territorio republicano en dos zonas desiguales. En los siguientes meses de 1938 se llevó a cabo la batalla del Soldado, Ebro, que resultó ser una campaña de desgaste contra el ejército republicano, cuya derrota dejó despejada la ruta para que los sublevados pudieran avanzar hacia Cataluña, lo que significaba prácticamente el triunfo definitivo de las fuerzas rebeldes.
Ante la inminente derrota, en noviembre de 1938, Juan Negrín (jefe de gobierno desde mayo de 1937) buscó una paz negociada y emitió una propuesta de condiciones mínimas: garantía de independencia española, derecho del pueblo a escoger su propio gobierno y renuncia a las represalias. Sin embargo, estaba claro que era inútil cualquier intento de negociar con Franco una paz con condiciones, pues el caudillo pretendía la aniquilación total de la República.
El 28 de marzo, las tropas franquistas entraban en Madrid y tres días más tarde caían las últimas plazas leales al gobierno republicano. La guerra se dio por terminada el 1 de abril de 1939; la República se desmoronó y sus representantes huyeron al extranjero, estableciendo un gobierno republicano en el exilio. Pero el fin de la guerra civil no significó que España recuperara la paz. Al establecerse en todo el país el gobierno de Franco, dio comienzo una etapa de atroces represalias en contra de los vencidos; sólo quedaron a salvo de la represión los que marcharon al exilio y de éstos particularmente los que marcharon a América precedidos por los niños que durante la guerra habían sido enviados a México; los exiliados que se dirigieron a Francia se salvaron sólo de forma momentánea hasta que este país fue ocupado por los nazis.
Consecuencias.
La principal consecuencia de la Guerra Civil Española fue la gran cantidad de pérdidas humanas (casi un millón), no todas atribuibles a las acciones propiamente bélicas y sí muchas de ellas relacionadas con la violenta represión ejercida o consentida por ambos bandos, entre las que se pueden incluir las muertes producidas por los bombardeos sobre las poblaciones civiles.
En el aspecto político, el resultado fue el brusco cambio de un gobierno emanado de las urnas electorales a otro surgido de las armas; es decir, el final de la democracia para dar paso a una férrea dictadura que se prolongaría hasta la muerte de Franco en 1975.
Las principales consecuencias en el plano económico fueron: pérdida de reservas materiales y financieras, disminución de la población activa, destrucción de infraestructura, disminución dc la próducción y reducción en el nivel de ingresos .La mayoría de la población española padeció durante la contienda y por las siguientes dos décadas, los etectos del racionamiento y la privaticiòn de bienes de consumo. Ell Plan Marshall, que después de la Segunda Guerra Mundial ayudó en la recuperación económica de otros países europeos, no se hizo extensivo a España debido a que el régimen franquista debía su triunfo a la ayuda nazi—fascista. La Guerra Civil Española, con todas sus brutales implicaciones para la población y el desarrollo político y económico del país, parecía constituir el preámbulo de la nueva guerra total que amenazaba al mundo entero, un conflicto que colocaba a las naciones occidentales en la disyuntiva entre el terror rojo y la amenaza fascista, una guerra cuyo desarrollo y pavaoros desenlace final, fundamentarían los cimientos de la etapa històrica que hoy llamamos "mundo actual".
La Crisis de la Democracia
Por: Jean Paul Brenet y Michel Launay (1991)
En realidad, la democracia se vio trastornada por la Gran Guerra y después de ésta ya fiO pudo recuperar realmente su verdadero lugar en el concierto de las naciones. El desarrollo de las dictaduras nacionalistas precipitÓ su crisis, y la guerra de España es uno de los ejemplos que quizá lo ilustren más trágicamente.
Sobre el gran “lienzo” del Guernica, Picasso quiso reflejar su particular visión del horror de las guerras fratricidas al tiempo que el fracaso de la gran ilusión de la permanencia de la realidad democrática. ¿Por qué la democracia iba a ser eterna? Muchas personas se preguntaban unayotravez sino eran ya necesarios nuevos modelos políticos para este siglo de hierro. Ya, en 1919, en su obra La decadencia de Occidente, Oswald Spengler anunciaba la venida de los Césares y la desaparición de la democracia parlamentaria, a medida que aumentasen las masas populares. En 1934, Keyserling publica La revolución mundial y la Responsabilidad del Espíritu, libro prologado por Paul Valéry, y en el que su autor sostiene la necesidad de una intervención de lo irracional en las instituciones, afirmando que la democracia ya había cu
Guerra Civil española, conflicto bélico que dio comienzo en julio de 1936, a raíz de la sublevación de un sector del Ejército contra el gobierno de la II República española, y que concluyó el 1 de abril de 1939 con la victoria de los rebeldes. El triunfo de éstos permitió la instauración de un régimen dictatorial encabezado por el general Francisco Franco, principal dirigente militar y político de los sublevados, que sustituyó al sistema parlamentario republicano.
Si bien es cierto que la guerra comenzó como un conflicto interno 'nacido en suelo español y a la manera española' (en palabras de Salvador de Madariaga), no pudo mantenerse ajena al entorno internacional debido a sus propias raíces ideológicas. Ambos bandos reclamaron inmediatamente apoyos de otras potencias extranjeras, según el panorama existente en la alineación del mundo en la década de 1930, hasta el extremo de que algunos vieron en el conflicto un prólogo de un nuevo enfrentamiento mundial. Si no lo fue, al menos consiguió implicar a la mayoría de partidos políticos y potencias europeas. Hoy nadie pone en duda que la intervención extranjera contribuyó tanto a prolongar la contienda como al futuro del “Movimiento Nacional”. La primera fase de urgencia (julio-agosto de 1936) llevó, por un lado, al gabinete presidido por Giral a solicitar el auxilio del gobierno del Frente Popular francés (presidido por el socialista Léon Blum) y, por el otro, a los rebeldes a concretar el inicial apoyo prestado por Italia (gobernada por el fascista Benito Mussolini) y Alemania (con el nacionalsocialista Adolf Hitler en el poder).
A ver, resumen.
¿Quieres un resumen de las batallas que hubo o algo?
Para 1938, la situación de los republicanos no era muy buena ya, ya que los franquistas habían avanzado imparablemente y tenían bastante éxito militar, además de que eran apoyados en muchos lugares de España. En este año, el gobierno republicano estaba ya muy inestable, y se cambió a Indalecio Prieto en la presidencia por Juan Negrín, y éste sigue intentando buscar una paz con los nacionales que estos rechazan.
Y en 1939:
1939
Comunicado emitido por el Cuartel General del Generalísimo anunciando el fin de la guerraSe precipitan los acontecimientos, cayendo Barcelona el 26 de enero y Gerona el 5 de febrero. En fechas sucesivas, las tropas nacionales avanzan hacia la frontera francesa y toman los pasos desde Puigcerdá hasta Portbou (Gerona).
Situación aproximada en febrero de 1939.En las últimas Cortes republicanas, las de Figueras, Negrín pide entre otras cosas que el pueblo pueda decidir sobre el futuro del régimen, pero ante la inminencia de la victoria los nacionales rechazan sus peticiones.
En Madrid, el Coronel Casado da un golpe de Estado anticomunista en marzo, creándose el Consejo Nacional de Defensa, mientras que Juan Negrín —siguiendo su criterio de mantener la resistencia— y buena parte del Gobierno se refugian en Elda y Petrer, en la llamada «Posición Yuste».
La nueva institución se hace con el control de Madrid tras un cruento enfrentamiento entre las mismas tropas republicanas e inicia las diligencias con el Gobierno de Burgos con el objetivo de acordar la paz. Fracasadas estas, el 26 de marzo cae la ciudad. Y el Gobierno republicano pierde rápidamente las últimas capitales de provincia que mantenía: el 29 de marzo Cuenca, Albacete, Ciudad Real, Jaén y Almería; el 30 de marzo Valencia y Alicante, y el 31 de marzo Murcia.
Es que la parte de las batallas, no suelo saberla muy bien, además de que mi profesora no se suele centrar en ellas y como me parecen menudencias (digo, saber cuantos murieron o así en una batalla), tampoco me ocupo de leerlas.