Aleix vive en Callosa d'en Sarrià, hijo de una madre montañera y un padre natural de Altea. En él confluyen la tradición agrícola y la tradición marinera. Pero desde pequeño sueña con las montañas, quiere estar arraigado en la tierra, no comprende el placer de la navegación marítima, goza de la cacería con su amigo del pueblo. Bien pronto, a una tierna edad, el padre de Aleix muere. Entonces su madre confía a don Macià la administración de las tierras de la familia. La esposa de don Macià, Pauleta, se ha casado siendo demasiado joven para él, por un problema económico. Al principio Aleix ve a Pauleta como una madre. Cuando está enfermo, Pauleta cuida de Aleix y aquí la ambigüedad del autor describe una transición portentosa entre un afecto aparentemente materno-filial hacia una pasión amorosa de igual a igual. Cuando pasan los años, y Aleix es un joven, las diferencias de edad entre Pauleta y él tienden a diluirse. Entonces va surgiendo pausadamente el amor que se convertirá en un adulterio que, en su origen, hubiera parecido casi incestuoso. Aleix es informado de qué tipo de persona es Don Macià a través de su capataz, Mingarro. Cuando se marcha a estudiar a Valencia, Aleix conoce a Lluïsa que pasará a ser su promesa, pero cuando ésta es convidada a pasar unos días a Callosa d'en Sarrià, entonces él nota que no tienen la misma pasión por las montañas. Sin embargo, cuando Aleix está en el pueblo, estima desesperadamente a Pauleta y cuando está en Valencia reanuda sus relaciones con Lluïsa. Pauleta en varios pasajes aparece cuidando la delicada salud de su marido. En la parte última de la novela, Aleix está acabando la carrera, pasa unos días en el pueblo por vacaciones y consuma su amor con Pauleta. Entonces, la pasión turbadora le hace tramar un plan para escaparse con ella, lejos de don Macià, una vez descartada definitivamente su relación sentimental con Lluïsa. Su amigo cazador le presta los dineros necesarios para la huida. Pero pronto, mientras está en Francia, recibe un telegrama anunciando la muerte liberadora del viejo marido burlado. La ambición llega a su culminación: Pauleta podrá pasar a ser la pareja permanente de Aleix.
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Aleix vive en Callosa d'en Sarrià, hijo de una madre montañera y un padre natural de Altea. En él confluyen la tradición agrícola y la tradición marinera. Pero desde pequeño sueña con las montañas, quiere estar arraigado en la tierra, no comprende el placer de la navegación marítima, goza de la cacería con su amigo del pueblo. Bien pronto, a una tierna edad, el padre de Aleix muere. Entonces su madre confía a don Macià la administración de las tierras de la familia. La esposa de don Macià, Pauleta, se ha casado siendo demasiado joven para él, por un problema económico. Al principio Aleix ve a Pauleta como una madre. Cuando está enfermo, Pauleta cuida de Aleix y aquí la ambigüedad del autor describe una transición portentosa entre un afecto aparentemente materno-filial hacia una pasión amorosa de igual a igual. Cuando pasan los años, y Aleix es un joven, las diferencias de edad entre Pauleta y él tienden a diluirse. Entonces va surgiendo pausadamente el amor que se convertirá en un adulterio que, en su origen, hubiera parecido casi incestuoso. Aleix es informado de qué tipo de persona es Don Macià a través de su capataz, Mingarro. Cuando se marcha a estudiar a Valencia, Aleix conoce a Lluïsa que pasará a ser su promesa, pero cuando ésta es convidada a pasar unos días a Callosa d'en Sarrià, entonces él nota que no tienen la misma pasión por las montañas. Sin embargo, cuando Aleix está en el pueblo, estima desesperadamente a Pauleta y cuando está en Valencia reanuda sus relaciones con Lluïsa. Pauleta en varios pasajes aparece cuidando la delicada salud de su marido. En la parte última de la novela, Aleix está acabando la carrera, pasa unos días en el pueblo por vacaciones y consuma su amor con Pauleta. Entonces, la pasión turbadora le hace tramar un plan para escaparse con ella, lejos de don Macià, una vez descartada definitivamente su relación sentimental con Lluïsa. Su amigo cazador le presta los dineros necesarios para la huida. Pero pronto, mientras está en Francia, recibe un telegrama anunciando la muerte liberadora del viejo marido burlado. La ambición llega a su culminación: Pauleta podrá pasar a ser la pareja permanente de Aleix.