Un científico que vivía preocupado con los problemas del mundo estaba decidido a encontrar los medios para aminorarlos. Pasaba días en su laboratorio en busca de respuestas para sus dudas. Cierto día su hijo de 7 años invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar. El científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lado. Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiese darle, con el objetivo de distraer su atención.
De repente se encontró con una revista en donde había un mapa mundi, justo lo que precisaba. Con unas tijeras recortó el mapa en varios pedazos y junto con un rollo de cinta se lo entregó a su hijo diciendo: Como te gustan los rompecabezas, te voy a dar el mundo todo roto para que lo repares sin ayuda de nadie. Entonces calculó que al pequeño le llevaría diez días componer el mapa, pero no fue así.
Pasadas algunas horas escuchó la voz del niño que lo llamaba calmadamente: Papá! papá! Ya hice todo, conseguí terminarlo. Al principio el padre no creyó en el niño. Pensó que sería imposible que a su edad hubiera conseguido recomponer un mapa que jamás había visto antes. Desconfiado el científico levantó la vista de sus anotaciones con la certeza de que vería el trabajo digno de un niño. Para su sorpresa el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus debidos lugares. Cómo era posible? Cómo el niño había sido capaz de hacerlo?
El padre preguntó con asombro a su hijo:
- Hijito, tú no sabías cómo era el mundo… cómo lo lograste?
- Papá, respondió el niño, yo no sabía como era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo vi que del otro lado estaba la figura de un hombre. Así que di vuelta los recortes y comencé a recomponer al hombre que sí sabía como era.
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Es un relato de García Márquez, llamado "Puzzle".
Te dejo un link con este mismo relato cantado por el cantautor chiclanero Miguel Rodríguez…http://youtu.be/O8s6JFy4548
Una hija se quejaba a su padre acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan difÃciles. No sabÃa cómo hacer para seguir adelante y creÃa que se darÃa por vencida. Estaba cansada de luchar. ParecÃa que cuando solucionaba un problema, aparecÃa otro.
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Hola Marcos este es muy bueno:
Un científico que vivía preocupado con los problemas del mundo estaba decidido a encontrar los medios para aminorarlos. Pasaba días en su laboratorio en busca de respuestas para sus dudas. Cierto día su hijo de 7 años invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar. El científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lado. Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiese darle, con el objetivo de distraer su atención.
De repente se encontró con una revista en donde había un mapa mundi, justo lo que precisaba. Con unas tijeras recortó el mapa en varios pedazos y junto con un rollo de cinta se lo entregó a su hijo diciendo: Como te gustan los rompecabezas, te voy a dar el mundo todo roto para que lo repares sin ayuda de nadie. Entonces calculó que al pequeño le llevaría diez días componer el mapa, pero no fue así.
Pasadas algunas horas escuchó la voz del niño que lo llamaba calmadamente: Papá! papá! Ya hice todo, conseguí terminarlo. Al principio el padre no creyó en el niño. Pensó que sería imposible que a su edad hubiera conseguido recomponer un mapa que jamás había visto antes. Desconfiado el científico levantó la vista de sus anotaciones con la certeza de que vería el trabajo digno de un niño. Para su sorpresa el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus debidos lugares. Cómo era posible? Cómo el niño había sido capaz de hacerlo?
El padre preguntó con asombro a su hijo:
- Hijito, tú no sabías cómo era el mundo… cómo lo lograste?
- Papá, respondió el niño, yo no sabía como era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo vi que del otro lado estaba la figura de un hombre. Así que di vuelta los recortes y comencé a recomponer al hombre que sí sabía como era.
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Es un relato de García Márquez, llamado "Puzzle".
Te dejo un link con este mismo relato cantado por el cantautor chiclanero Miguel Rodríguez…http://youtu.be/O8s6JFy4548
Saludos.
Este es uno que siempre me cuenta mi madre:
Una hija se quejaba a su padre acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan difÃciles. No sabÃa cómo hacer para seguir adelante y creÃa que se darÃa por vencida. Estaba cansada de luchar. ParecÃa que cuando solucionaba un problema, aparecÃa otro.
Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allà llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra. La hija esperó impacientemente, preguntándose qué estarÃa haciendo su padre.
A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un recipiente. Sacó los huevos y los colocó en otro. Coló el café y lo puso en un tercer recipiente. Mirando a su hija le dijo: "Querida, ¿qué ves?". "Zanahorias, huevos y café", fue su respuesta. La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Luego de sacarle la cáscara, observó el huevo duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.
Humildemente la hija preguntó: "¿Qué significa esto, padre?". Ãl le explicó que los tres elementos habÃan enfrentado la misma adversidad: ¡agua hirviendo!, pero habÃan reaccionado en forma diferente. La zanahoria llegó al agua siendo fuerte y dura. Pero después de pasar por el agua hirviendo se habÃa vuelto débil, fácil de deshacer.
El huevo habÃa llegado al agua siendo frágil. Su cáscara fina protegÃa su interior lÃquido. Pero después de estar en agua hirviendo, su interior se habÃa endurecido. Los granos de café sin embargo eran únicos. Después de estar en agua hirviendo, habÃan cambiado al agua.
"¿Cual eres tú?", le preguntó a su hija. "Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿cómo respondes?. ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?"
Cómo eres tú, mi querido amigo?. ¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza?. ¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable. PoseÃas un espÃritu fluido, pero después de una muerte, una separación, un divorcio o un despido te has vuelto duro y rÃgido?. Por fuera te ves igual, pero... ¿eres amargado y áspero, con un espÃritu y un corazón endurecido?. ¿O eres como un grano de café?. El café cambia al agua hirviente, el elemento que le causa dolor. ¡Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor!. Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor... ¡tú reaccionas mejor! y haces que las cosas a tu alrededor mejoren. ¿Cómo manejas la adversidad?. ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?.