El sonido onomatopéyico del perro y del gato son muy reconocibles. También el del toro que muge y la gallina que cacarea (no cacaraquea), pero hay otros que no lo son tanto. Por ejemplo: el jabalí rebudia, el cuervo grazna o también el cuervo crascita, el elefante barrita, el cerdo gruñe, la pantera himpla, el becerro berrea (y algunos niños demasiado consentidos también), el gamo ronca (y algunos esposos también, sobre todo cuando se les pasan las copas), el pato parpa, el carnero bala, la rana croa, el lobo aúlla y, contra todo lo que diga el fantástico Francisco Gabilondo Soler, el grillito no canta sino que chirría.
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El sonido onomatopéyico del perro y del gato son muy reconocibles. También el del toro que muge y la gallina que cacarea (no cacaraquea), pero hay otros que no lo son tanto. Por ejemplo: el jabalí rebudia, el cuervo grazna o también el cuervo crascita, el elefante barrita, el cerdo gruñe, la pantera himpla, el becerro berrea (y algunos niños demasiado consentidos también), el gamo ronca (y algunos esposos también, sobre todo cuando se les pasan las copas), el pato parpa, el carnero bala, la rana croa, el lobo aúlla y, contra todo lo que diga el fantástico Francisco Gabilondo Soler, el grillito no canta sino que chirría.
Gruñido
Tu lo haces ?
Saludos
gruñido