Shiva tiene tres ojos, uno de los cuales está en medio de su frente (denotando su capacidad de ver las tres divisiones del tiempo: pasado, presente y futuro), su piel es de color azul grisáceo (cubierta de cenizas). Una luna en cuarto creciente situada sobre su frente representa la división del tiempo en meses, una serpiente alrededor de su cuello representa la división en años y un collar de calaveras la sucesiva extinción y generación de las razas de la humanidad. Tiene varias serpientes enroscadas en sus brazos, su cabello está enredado en varias matas sobre su cabeza y forma un rodete en punta sobre la frente. Encima de este hueco se ve el rebote y la materialización del río Ganges (la madre Gangā, ‘la Rápida’ o literalmente ga-n-gā ‘va y va’), a quien él intercepta en su eterna caída invisible desde el cielo (en Gangotri, un glaciar de los montes Hima-alaya o ‘morada del hielo’) para evitar que hundiera la Tierra por su fuerza.
Cuando los dioses batieron el océano de leche para generar el néctar que los volvería inmortales, se generó también una cierta cantidad de veneno. Shiva se lo bebió para salvar a los devas, por eso su garganta adoptó un color azul. En una de sus cuatro manos sostiene un tri-shūla o tridente (también llamado Pināka). Los shivaístas creen que denota su combinación de los tres atributos de Creador, Destructor y Regenerador. También sostiene un tamborcito damaru (con forma de reloj de arena)
Divinidad femenina de la guerra y la destrucción en la mitología hindú, una de las manifestaciones de Parvati, cuyo nombre significa 'la Inaccesible'. La Diosa Durga es la hermana de Vishnú. Una vez un demonio llamado Mahisasura venció a los dioses en una batalla. Los dioses encolerizados acudieron a Shiva y a Vishnú por ayuda quienes combinaron sus poderes y de allí surgió Durga. Ella luchó durante nueve días y nueve noches y al décimo día venció a Mahisasura. Es por eso que todos los años en celebración de ésta victoria se celebra el festival de Navratri.En general se denominan durga todos los aspectos violentos de Parvati Se la representa como una hermosa mujer armada de color amarillo, con expresión feroz y amenazadora y el cabello negro suelto sobre los hombros, con mil brazos armados con arcos y flechas. Tiene tres ojos y va montada sobre un león o tigre.Su función dentro del panteón hindú es la de destruir al hombre y al mundo que le rodea; esta destrucción, sin embargo, no debe entenderse como demoníaca sino como un paso necesario para la regeneración del Universo
Mumbai es también conocido como el Las Vegas de la India. Descubre porque revistar esta ciudad con la ayuda de este sitio https://tr.im/1X4nD . Mumbai se conoce tanto por su vida de noche como por ser la ciudad más ocupada y económicamente próspera de la India y esto hace que esta ciudad sea un destino turístico maravilloso para cualquier asueto inolvidable. Esta ciudad representa la fascinación del séptimo arte de Bollywood, el críquet en los parques, los fines de semana, el bhelpuri que es la comida típica en la playa de Chowpatty, y los autobuses rojos de dos pisos. Un sitio digno de visitar en Mumbai es la Puerta de la India. Esta imponente construcción de basalto es el símbolo de Mumbai y la atracción turística más conocida de la ciudad. La Puerta de la India, de 26 metros de cumbre, fue construida en conmemoración de la encuentro del rey Jorge V de Inglaterra y la reina María en 1911 y se levantó en pleno paseo náutico, en la zona de Apollo Bunder, de forma que su silueta fuese lo primero que vieran los barcos desde el Mar Arábigo al aproximarse a la ciudad.
Para no estar ajeno a la corriente espiritual que nos invade en la forma de libros de autoayuda, programas televisivos de trasnoche y charlas de maestros orientalistas, decidí partir a la India a recoger de su propia fuente aquel conocimiento primigenio. Lamentablemente, algo me distrajo de mi objetivo (recuerdo que llevaba falda). Sin saber cómo, terminé en Goa, embobado por la gentil oferta de playa, comida india y música tecno, sumergido en el desenfreno de fiestas que sólo parecían ser la continuación de la del día anterior. Afortunadamente, pocas horas antes de emprender el regreso, en el aeropuerto internacional de Bombay (que ha sido rebautizada como Mumbai), dí con el librillo titulado "The Book of Hindu Imagery", el que acabo de terminar ahora, ya en casa. Fruto de esta lectura, ha sido tal mi encantamiento con la filosofía hindú, que decidí que sería muy sabio de mi parte, un día de estos, partir a la India a recoger de su propia fuente aquel conocimiento primigenio... siempre y cuando no se interpongan asuntos más importantes, claro está.
Por todo lo dicho, me ha parecido interesante traer a esta tribuna parte de las cosas que pude aprender, y que podrían ser didácticas para el resto de la comunidad occidental. Me enteré, por ejemplo, de que el mundo entero es tan sólo una ilusión de los sentidos. De esta enseñanza hay que desprender, entonces, que no hay que tomarse tan en serio aquel problemilla económico que nos pudiese afligir, pues es tan sólo una ilusión de nuestros acreedores. También pude saber que estamos viviendo una época de confusión, la era de la diosa Kali (o Kali Yuga), que ha durado ya más de 5 mil años. De esto hay que tomar nota para que, la próxima vez que esté usted a punto de enfocar todas sus energías a una labor crítica (como cuando decide salir a protestar a la calle por un gobierno incompetente, cuando adopta una actitud ecológica demasiado radical, o cuando, sencillamente, dedica junto a sus amigos toda una velada a hablar de un tal Bush)... decía pues, que la próxima vez que quiera desperdiciar su vitalidad en oponerse al rumbo de las cosas, hará bien en apaciguarse y tomarse todo con más calma, pues al fin y al cabo no hay nada que podamos hacer: estamos aún bajo el influjo de Kali (y quedan un par de años más, pues cada Yuga dura exactamente 432.000 años). Sin embargo, hay otro tema, uno más de los que tuve la oportunidad de conocer gracias al espléndido libro que ya mencioné, al cual me gustaría dedicar más espacio: los dioses del hinduismo. Inauguraré así una sección que he querido llamar "Dioses hindúes de ayer, hoy y siempre". Y quién mejor para comenzar que el inconfundible Ganesha, el rey indiscutido de los dioses zoomorfos.
En la India, todo aquel que emprende un nuevo proyecto se encomienda a Ganesha (ya quedará claro por qué). Esto lo constituye en uno de los dioses más populares del subcontinente. Los primeros misioneros cristianos encontraron allí muy extendido el culto a "animales" (Hanumán, el simiesco amigo de Rama, es otro de los preferidos a la hora de la adoración). Así se explica que el hinduismo haya sido considerado en un principio como una religión muy primitiva, idea que subsiste en muchas personas hasta el día de hoy. Por ello, antes de empezar, habrá que aclarar el concepto de que los dioses hindúes son sólo arquetipos, en el sentido de "imágenes con valor simbólico que forman parte del inconsciente colectivo"; son símbolos y, como tales, extremadamente abstractos. Más de algún hindú creerá que por allí anda Ganesha, y que su mejor amigo es, efectivamente, un ratón. Igualmente, se podría decir, hay cristianos que creen que por recorrer cien kilómetros de rodillas tienen derecho, sin concursos ni sorteos, a ver cumplidos sus más íntimos deseos. Nada de esto forma parte de las enseñanzas del hijo del carpintero, quien sale así libre de reproche. Que lo mismo corra, entonces, para el hinduismo.
Primero, el mito: cómo consiguió Ganesha su cabeza de elefante. En cierta oportunidad Shiva, el más cool de los dioses hindúes, salió de paseo por los himalayas. Parvati, su temperamental consorte, dio a luz en su ausencia a un hijo, Ganesha. Los paseos de Shiva podían llegar a durar, en ocasiones, un buen par de miles de años. Por esto a veces se sugiere que Parvati habría creado unilateralmente a su hijo, a partir de un poco de su propia mugre, para que le hiciera guardia mientras tomaba un baño. Si fuese cierto, Ganesha no sería propiamente hijo de Shiva, pero los hindúes no cuestionan estos detalles civiles y, sea cual fuere la versión del mito, consideran a Ganesha como el legítimo hijo de sus dos padres. En cualquier caso, como queda claro, no le tocó nacer en el seno de una familia tradicional.
El día del baño de Parvati, ésta había encomendado a Ganesha la labor de resguardar la puerta de casa, sin dejar entrar absolutamente a nadie. Sucedió, como suele ocurrir en estas historias, que en ese momento hacía su retorno don Shiva, quien se encontró en la puerta de su propia casa con un mocoso, muy testarudo, que no lo quería dejar pasar. Era Ganesha, por supuesto. Su persistencia y firmeza para cumplir su labor le costó caro, pues Shiva, después de intentar hacerle entender quien era, decidió poner en práctica aquello de "por la razón o la fuerza", y degolló a quien era por entonces su único hijo. Cuando Parvati se enteró, se enojó mucho e hizo un escándalo de proporciones, que sirvió para rellenar cientos de páginas de literatura sagrada. Para aplacar su ira, Shiva ofreció reemplazar la cabeza de Ganesha con la del primer ser vivo que se asomara, pues la cabeza original, en el intertanto, se había perdido. En eso apareció un elefante. Shiva miró a Parvati inquisitivamente; ella le devolvió la mirada con aprobación; y lo que comenzó como una tragedia griega, terminó como una tragicomedia hindú.
Ganesha es un niño; nunca dejará de serlo. Es como con Los Simpsons: siempre aparece Shiva, Parvati, y sus hijos, Ganesha y Skanda, todos de la misma edad. Ya está dicho: los dioses hindúes son un símbolo, un modelo de virtud. Las características de Ganesha se aprecian todas en su representación física. Como niño, es ingenuo e inocente. Su gran cabeza es evidencia de un intelecto superior. Sus ojos pequeños reflejan gran capacidad de concentración, mientras que sus orejas anchas, buena atención. Su amistad con un ratón (con quien siempre aparece acompañado), es muestra de la tolerancia que Ganesha manifiesta hacia todas las criaturas. Podrían ser mencionados otros detalles, como los objetos que sostiene en sus manos o los adornos de su atuendo, pero finalmente es la tenacidad su característica primordial. Por algo se le conoce también como Vigneshwara, o "eliminador de obstáculos". Con un poco de su persistencia, saben los hindúes inconscientemente, es posible sobrepasar cualquier valla y llevar a buen término cualquier tarea. Esto justifica que todos se encomienden a él a la hora de abordar un nuevo desafío. Porque la claridad de objetivos es la que nos conduce al éxito, o a cual fuere nuestro destino inicial, para así no quedar varados a medio camino, como por ejemplo en una playa, de fiesta en fiesta hasta el fin de los días. Por eso, para la próxima, me encomiendo sin falta a Sri Ganesha.
Om Tat Sat
Agni: Dios Védico cuyo elemento es la tierra y el fuego. Es el dios de la sabiduría. Junto con Indra y Surya conforman la "trinidad védica". Hijo de Dyaus y Prithivi. Una de sus tareas es la de ser mensajero entre los Dioses y los mortales. Protege a los hombres y a los hogares de los hombres. Tiene en su cabeza un millón de ojos.
Brahma: Dios Puránico de la creación. Es representado como un hombre de cuatro cabezas y cabalga sobre un ganso. Es una emanación de Brahm. Nació de un huevo de oro donde estuvo por un año encerrado, luego con la fuerza de su pensamiento lo rompió y lo dividió en dos mitades. Se rebeló contra Brahm y mantuvo relaciones incestuosas con su hermana Sarasuati por lo que fue castigado y condenado a reencarnar en sucesivas oportunidades hasta obtener el perdón.
Garuda: Era el rey de los pájaros. Fue vencido por Vishnu quien lo utiliza para viajar por el espacio.
Ganesha: Dios de la sabiduría y del destino. Era hijo de Shiva y Parvati. Se le representa con una cabeza de elefante y cabalgando sobre un ratón. Este último fue un demonio al que derrotó en una oportunidad y lo condenó a esa tarea.
Indra: Dios Védico, conocido también como Vayu. Su elemento es el aire. Es el dios de las tormentas. Aunque se le considera Rey de los Dioses, se dice que su gobierno solo dura cien años Divinos, al término del cual puede sucederlo otro Dios o hasta un hombre mortal. Es también el Dios de los guerreros. El hogar de Indra era denominado el "cielo de Indra". Allí era donde los hombres buenos deseaban llegar cuando muriesen, como premio a una vida santa. Claro que, la estadía en este cielo era corta por cuanto debían volver de nuevo a la Tierra. El cielo de Indra está ubicado en el monte Merú. Es una especie de Paraíso con hermosos jardines, casas para los visitantes, hermosas Apsaras (ninfas), música, etc.
Kamadeva: Dios del amor. Su esposa era Rati, la diosa de la primavera. Fue el que indujo a Brahma a cometer incesto con su hermana. Por ello Shiva lo castigó y lo mató junto con su esposa. Los demas Dioses se conmovieron y lo volvieron a resucitar.
Krisna: Octava encarnación de Visnu en la tierra. Gemelo con Balarama. Se le conoce también con los nombres de: Gopel, Gopinath y Mathuranath. Sobre su nacimiento se cuenta lo siguiente: Existió un rey llamado Kansa que había sido engendrado por un demonio. Este monarca era un tirano, cruel y criminal. Asesinaba a niños y no tenía ningún tipo de moral. Prohibió en sus dominios la adoración a Rama, y la sustituyó por Shiva. La situación llegó a ser tan insoportable que La Tierra tomando forma de vaca se dirigió a Indra para quejarse y pedirle permiso para abandonar el mundo. Indra pidió consejo a Brahma a Shiva y a Visnu, y éste último fue convencido para nacer de nuevo y enfrentar al temible Kansa. Visnu decidió que Devaki sería su madre terrenal.
Cierta vez, Kansa se hallaba acompañado de Vasudeva y de Devaki y de pronto surgió una voz del cielo que dijo: "Loco de ti, el octavo hijo de la dama que estás conduciendo te matará". Cuando Kansa escuchó esto quiso matar ahí mismo a Devaki, pero Vasudeva se lo impidió prometiendo entregarle cada uno de los hijos que tuviera ella.
Así se hizo, y al pasar del tiempo, fueron asesinados los niños que nacían del vientre de Devaki. El octavo hijo corrió otra suerte. Cuando Kansa lo soltó contra las rocas para asesinarlo vilmente, el niño no llegó a tocar el suelo, sino que se elevó al cielo y se hizo muy grande, y le salieron ocho brazos y con una sonrisa dijo: "De qué te sirve haberme arrojado a las roca, ya ha nacido quien ha de matarte,el más poderso de los dioses". A partir de ese momento Kansa vivió en una sola angustia. Mandó a matar a todo niño que tuviera dotes de mando o de valentía. Krisna fue escondido por un tiempo, y creció y se hizo fuerte tanto física como espiritualmente. Vivió muchas aventuras y enfrentó muchos peligros. Al final se enfrentó con el maligno Kansa. Éste lo había invitado a unos eventos deportivos donde pensaba matarlo traicioneramente. Pero Krisna fue más astuto, pudo superar el peligro y terminó con la vida de su mortal enemigo.
Lakmi: Era la esposa de Vishnu. Diosa del amor. Nació en un lago de leche. Su belleza era comparable a una flor de loto.
Prajapati: Dios Védico creador de todas las cosas. Padre de los asuras (demonios) y devas (dioses).
Surya: Dios Védico cuyo elemento es el cielo. Es una Divinidad solar. Su esposa es Ushas, el alba. Conduce una carroza tirada por radiantes caballos de pies blancos. De sus dorados brazos surge toda la luz y energía que necesitan todos los seres vivos. Guía a las almas de los muertos para que lleguen a la morada de los justos.
Shiva: Conocido como el destructor o el renovador. Era el que regía el Universo, dictaba leyes, impartía justicia y administraba las venganzas divinas. Era representado como un bienhechor en su aspecto de Renovador y como un tirano en su aspecto de Destructor. Conformaba junto con Brahma y Vishnu la trinidad Hindú. Su esposa Parvati era a la vez su hermana, su hija y su madre.
Vishnu: Denominado como el Conservador, es uno de los Dioses de la trinidad hindú. Su poder es tan grande que algunos lo colocan como mas poderosos que Brahma incluso que fue creado antes que él. Tuvo varias encarnaciones en La Tierra. La primera fue como un pez, luego como una tortuga, la tercera como un jabalí y la cuarta como un león. La quinta encarnación fue como un enano, la sexta como Vishnu-Brahma, la séptima como Rama y la octava como Krisna, quien tenía una especie de hermano gemelo llamado Balarama. Estas dos últimas encarnaciones fueron muy importantes para la tradición hindú. Para algunos hinduistas y, obviamente, para los budistas, Buda fue la novena encarnación de Vishnu. Se espera todavía una siguiente encarnación que se llamará Kalké quien se supone cabalgará por La Tierra y castigará a los malos. A Vishnu se le conoce por muchos nombres, tales como: Ananta, Hari, Madhava, Mukonda, Narayana, Svayambhu, etc.
En el budismo se dice que cuando un ser humano tiene una existencia ética, compasiva, generosa y sabia puede alcanzar la iluminación, que es un estado en el cual se trasciende todo sufrimiento. Este estado de gozo y de paz es llamado Nirvana y el que la alcanza es un buda. Sin embargo, algunos seres, al estar a punto de alcanzar la iluminación, renuncian a ella y hacen el voto de llevar a todos los seres primeramente a la iluminación. A estos seres se les llama bodhisatvas.
El más famoso de ellos es Avalokiteshvara, que en sánscrito, lengua clásica de la India, significa "El que contempla desde lo alto con compasión". Avalokiteshvara fue un discípulo mítico de Siddarta Gautama, el buda. Este discípulo por sus logros estuvo a punto de alcanzar la iluminación y acceder al Nirvana. Cuando iba a ingresar, escuchó múltiples llantos y desde lo alto vió a multitud de seres (personas, animales, demonios, fantasmas, dioses,...) que gemian y sufrian. Entonces Avalokiteshvara renunció al estado de Buda, postergando su ingreso al Nirvana, para renacer en multiples tiempos y mundos y enseñar a los seres sufrientes como liberarse del sufrimiento. En ocasiones se le representa con seis brazos, que simbolizan las seis direcciones del mundo (adelante, atras, izquierda, derecha, arriba y abajo) ú ocho brazos (las ocho condicones que llevan a la iluminación). Hay imágenes con mil brazos, porque Avalokiteshvara los necesita para salvar a la multitud de seres sufrientes.
Avalokiteshvara es invocado con un mantra, una frase que se repite numerosas veces mientras se medita. Esta frase calma la mente y confiere serenidad. El mantra es "Om Mani Padme Hum", "Saludo a la joya en el loto".
En china Avalokiteshvara es representado como una bella y misericordiosa joven llamada Kuan Yin. En Japón es llamado Kanon.
Avalokiteshvara es el protector del Kung Fu Shao Lin.
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Se lla Vishnu, es la diosa de la protección y tiene cuatro brazos.
Shiva tiene tres ojos, uno de los cuales está en medio de su frente (denotando su capacidad de ver las tres divisiones del tiempo: pasado, presente y futuro), su piel es de color azul grisáceo (cubierta de cenizas). Una luna en cuarto creciente situada sobre su frente representa la división del tiempo en meses, una serpiente alrededor de su cuello representa la división en años y un collar de calaveras la sucesiva extinción y generación de las razas de la humanidad. Tiene varias serpientes enroscadas en sus brazos, su cabello está enredado en varias matas sobre su cabeza y forma un rodete en punta sobre la frente. Encima de este hueco se ve el rebote y la materialización del río Ganges (la madre Gangā, ‘la Rápida’ o literalmente ga-n-gā ‘va y va’), a quien él intercepta en su eterna caída invisible desde el cielo (en Gangotri, un glaciar de los montes Hima-alaya o ‘morada del hielo’) para evitar que hundiera la Tierra por su fuerza.
Cuando los dioses batieron el océano de leche para generar el néctar que los volvería inmortales, se generó también una cierta cantidad de veneno. Shiva se lo bebió para salvar a los devas, por eso su garganta adoptó un color azul. En una de sus cuatro manos sostiene un tri-shūla o tridente (también llamado Pināka). Los shivaístas creen que denota su combinación de los tres atributos de Creador, Destructor y Regenerador. También sostiene un tamborcito damaru (con forma de reloj de arena)
espero te sirva ,un saludo
Durga
Divinidad femenina de la guerra y la destrucción en la mitología hindú, una de las manifestaciones de Parvati, cuyo nombre significa 'la Inaccesible'. La Diosa Durga es la hermana de Vishnú. Una vez un demonio llamado Mahisasura venció a los dioses en una batalla. Los dioses encolerizados acudieron a Shiva y a Vishnú por ayuda quienes combinaron sus poderes y de allí surgió Durga. Ella luchó durante nueve días y nueve noches y al décimo día venció a Mahisasura. Es por eso que todos los años en celebración de ésta victoria se celebra el festival de Navratri.En general se denominan durga todos los aspectos violentos de Parvati Se la representa como una hermosa mujer armada de color amarillo, con expresión feroz y amenazadora y el cabello negro suelto sobre los hombros, con mil brazos armados con arcos y flechas. Tiene tres ojos y va montada sobre un león o tigre.Su función dentro del panteón hindú es la de destruir al hombre y al mundo que le rodea; esta destrucción, sin embargo, no debe entenderse como demoníaca sino como un paso necesario para la regeneración del Universo
Mumbai es también conocido como el Las Vegas de la India. Descubre porque revistar esta ciudad con la ayuda de este sitio https://tr.im/1X4nD . Mumbai se conoce tanto por su vida de noche como por ser la ciudad más ocupada y económicamente próspera de la India y esto hace que esta ciudad sea un destino turístico maravilloso para cualquier asueto inolvidable. Esta ciudad representa la fascinación del séptimo arte de Bollywood, el críquet en los parques, los fines de semana, el bhelpuri que es la comida típica en la playa de Chowpatty, y los autobuses rojos de dos pisos. Un sitio digno de visitar en Mumbai es la Puerta de la India. Esta imponente construcción de basalto es el símbolo de Mumbai y la atracción turística más conocida de la ciudad. La Puerta de la India, de 26 metros de cumbre, fue construida en conmemoración de la encuentro del rey Jorge V de Inglaterra y la reina María en 1911 y se levantó en pleno paseo náutico, en la zona de Apollo Bunder, de forma que su silueta fuese lo primero que vieran los barcos desde el Mar Arábigo al aproximarse a la ciudad.
lashmi
La diosa Kali
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Vritra
Vyasa
Yama
Dioses hindúes de ayer, hoy y siempre
Para no estar ajeno a la corriente espiritual que nos invade en la forma de libros de autoayuda, programas televisivos de trasnoche y charlas de maestros orientalistas, decidí partir a la India a recoger de su propia fuente aquel conocimiento primigenio. Lamentablemente, algo me distrajo de mi objetivo (recuerdo que llevaba falda). Sin saber cómo, terminé en Goa, embobado por la gentil oferta de playa, comida india y música tecno, sumergido en el desenfreno de fiestas que sólo parecían ser la continuación de la del día anterior. Afortunadamente, pocas horas antes de emprender el regreso, en el aeropuerto internacional de Bombay (que ha sido rebautizada como Mumbai), dí con el librillo titulado "The Book of Hindu Imagery", el que acabo de terminar ahora, ya en casa. Fruto de esta lectura, ha sido tal mi encantamiento con la filosofía hindú, que decidí que sería muy sabio de mi parte, un día de estos, partir a la India a recoger de su propia fuente aquel conocimiento primigenio... siempre y cuando no se interpongan asuntos más importantes, claro está.
Por todo lo dicho, me ha parecido interesante traer a esta tribuna parte de las cosas que pude aprender, y que podrían ser didácticas para el resto de la comunidad occidental. Me enteré, por ejemplo, de que el mundo entero es tan sólo una ilusión de los sentidos. De esta enseñanza hay que desprender, entonces, que no hay que tomarse tan en serio aquel problemilla económico que nos pudiese afligir, pues es tan sólo una ilusión de nuestros acreedores. También pude saber que estamos viviendo una época de confusión, la era de la diosa Kali (o Kali Yuga), que ha durado ya más de 5 mil años. De esto hay que tomar nota para que, la próxima vez que esté usted a punto de enfocar todas sus energías a una labor crítica (como cuando decide salir a protestar a la calle por un gobierno incompetente, cuando adopta una actitud ecológica demasiado radical, o cuando, sencillamente, dedica junto a sus amigos toda una velada a hablar de un tal Bush)... decía pues, que la próxima vez que quiera desperdiciar su vitalidad en oponerse al rumbo de las cosas, hará bien en apaciguarse y tomarse todo con más calma, pues al fin y al cabo no hay nada que podamos hacer: estamos aún bajo el influjo de Kali (y quedan un par de años más, pues cada Yuga dura exactamente 432.000 años). Sin embargo, hay otro tema, uno más de los que tuve la oportunidad de conocer gracias al espléndido libro que ya mencioné, al cual me gustaría dedicar más espacio: los dioses del hinduismo. Inauguraré así una sección que he querido llamar "Dioses hindúes de ayer, hoy y siempre". Y quién mejor para comenzar que el inconfundible Ganesha, el rey indiscutido de los dioses zoomorfos.
En la India, todo aquel que emprende un nuevo proyecto se encomienda a Ganesha (ya quedará claro por qué). Esto lo constituye en uno de los dioses más populares del subcontinente. Los primeros misioneros cristianos encontraron allí muy extendido el culto a "animales" (Hanumán, el simiesco amigo de Rama, es otro de los preferidos a la hora de la adoración). Así se explica que el hinduismo haya sido considerado en un principio como una religión muy primitiva, idea que subsiste en muchas personas hasta el día de hoy. Por ello, antes de empezar, habrá que aclarar el concepto de que los dioses hindúes son sólo arquetipos, en el sentido de "imágenes con valor simbólico que forman parte del inconsciente colectivo"; son símbolos y, como tales, extremadamente abstractos. Más de algún hindú creerá que por allí anda Ganesha, y que su mejor amigo es, efectivamente, un ratón. Igualmente, se podría decir, hay cristianos que creen que por recorrer cien kilómetros de rodillas tienen derecho, sin concursos ni sorteos, a ver cumplidos sus más íntimos deseos. Nada de esto forma parte de las enseñanzas del hijo del carpintero, quien sale así libre de reproche. Que lo mismo corra, entonces, para el hinduismo.
Primero, el mito: cómo consiguió Ganesha su cabeza de elefante. En cierta oportunidad Shiva, el más cool de los dioses hindúes, salió de paseo por los himalayas. Parvati, su temperamental consorte, dio a luz en su ausencia a un hijo, Ganesha. Los paseos de Shiva podían llegar a durar, en ocasiones, un buen par de miles de años. Por esto a veces se sugiere que Parvati habría creado unilateralmente a su hijo, a partir de un poco de su propia mugre, para que le hiciera guardia mientras tomaba un baño. Si fuese cierto, Ganesha no sería propiamente hijo de Shiva, pero los hindúes no cuestionan estos detalles civiles y, sea cual fuere la versión del mito, consideran a Ganesha como el legítimo hijo de sus dos padres. En cualquier caso, como queda claro, no le tocó nacer en el seno de una familia tradicional.
El día del baño de Parvati, ésta había encomendado a Ganesha la labor de resguardar la puerta de casa, sin dejar entrar absolutamente a nadie. Sucedió, como suele ocurrir en estas historias, que en ese momento hacía su retorno don Shiva, quien se encontró en la puerta de su propia casa con un mocoso, muy testarudo, que no lo quería dejar pasar. Era Ganesha, por supuesto. Su persistencia y firmeza para cumplir su labor le costó caro, pues Shiva, después de intentar hacerle entender quien era, decidió poner en práctica aquello de "por la razón o la fuerza", y degolló a quien era por entonces su único hijo. Cuando Parvati se enteró, se enojó mucho e hizo un escándalo de proporciones, que sirvió para rellenar cientos de páginas de literatura sagrada. Para aplacar su ira, Shiva ofreció reemplazar la cabeza de Ganesha con la del primer ser vivo que se asomara, pues la cabeza original, en el intertanto, se había perdido. En eso apareció un elefante. Shiva miró a Parvati inquisitivamente; ella le devolvió la mirada con aprobación; y lo que comenzó como una tragedia griega, terminó como una tragicomedia hindú.
Ganesha es un niño; nunca dejará de serlo. Es como con Los Simpsons: siempre aparece Shiva, Parvati, y sus hijos, Ganesha y Skanda, todos de la misma edad. Ya está dicho: los dioses hindúes son un símbolo, un modelo de virtud. Las características de Ganesha se aprecian todas en su representación física. Como niño, es ingenuo e inocente. Su gran cabeza es evidencia de un intelecto superior. Sus ojos pequeños reflejan gran capacidad de concentración, mientras que sus orejas anchas, buena atención. Su amistad con un ratón (con quien siempre aparece acompañado), es muestra de la tolerancia que Ganesha manifiesta hacia todas las criaturas. Podrían ser mencionados otros detalles, como los objetos que sostiene en sus manos o los adornos de su atuendo, pero finalmente es la tenacidad su característica primordial. Por algo se le conoce también como Vigneshwara, o "eliminador de obstáculos". Con un poco de su persistencia, saben los hindúes inconscientemente, es posible sobrepasar cualquier valla y llevar a buen término cualquier tarea. Esto justifica que todos se encomienden a él a la hora de abordar un nuevo desafío. Porque la claridad de objetivos es la que nos conduce al éxito, o a cual fuere nuestro destino inicial, para así no quedar varados a medio camino, como por ejemplo en una playa, de fiesta en fiesta hasta el fin de los días. Por eso, para la próxima, me encomiendo sin falta a Sri Ganesha.
Om Tat Sat
Agni: Dios Védico cuyo elemento es la tierra y el fuego. Es el dios de la sabiduría. Junto con Indra y Surya conforman la "trinidad védica". Hijo de Dyaus y Prithivi. Una de sus tareas es la de ser mensajero entre los Dioses y los mortales. Protege a los hombres y a los hogares de los hombres. Tiene en su cabeza un millón de ojos.
Brahma: Dios Puránico de la creación. Es representado como un hombre de cuatro cabezas y cabalga sobre un ganso. Es una emanación de Brahm. Nació de un huevo de oro donde estuvo por un año encerrado, luego con la fuerza de su pensamiento lo rompió y lo dividió en dos mitades. Se rebeló contra Brahm y mantuvo relaciones incestuosas con su hermana Sarasuati por lo que fue castigado y condenado a reencarnar en sucesivas oportunidades hasta obtener el perdón.
Garuda: Era el rey de los pájaros. Fue vencido por Vishnu quien lo utiliza para viajar por el espacio.
Ganesha: Dios de la sabiduría y del destino. Era hijo de Shiva y Parvati. Se le representa con una cabeza de elefante y cabalgando sobre un ratón. Este último fue un demonio al que derrotó en una oportunidad y lo condenó a esa tarea.
Indra: Dios Védico, conocido también como Vayu. Su elemento es el aire. Es el dios de las tormentas. Aunque se le considera Rey de los Dioses, se dice que su gobierno solo dura cien años Divinos, al término del cual puede sucederlo otro Dios o hasta un hombre mortal. Es también el Dios de los guerreros. El hogar de Indra era denominado el "cielo de Indra". Allí era donde los hombres buenos deseaban llegar cuando muriesen, como premio a una vida santa. Claro que, la estadía en este cielo era corta por cuanto debían volver de nuevo a la Tierra. El cielo de Indra está ubicado en el monte Merú. Es una especie de Paraíso con hermosos jardines, casas para los visitantes, hermosas Apsaras (ninfas), música, etc.
Kamadeva: Dios del amor. Su esposa era Rati, la diosa de la primavera. Fue el que indujo a Brahma a cometer incesto con su hermana. Por ello Shiva lo castigó y lo mató junto con su esposa. Los demas Dioses se conmovieron y lo volvieron a resucitar.
Krisna: Octava encarnación de Visnu en la tierra. Gemelo con Balarama. Se le conoce también con los nombres de: Gopel, Gopinath y Mathuranath. Sobre su nacimiento se cuenta lo siguiente: Existió un rey llamado Kansa que había sido engendrado por un demonio. Este monarca era un tirano, cruel y criminal. Asesinaba a niños y no tenía ningún tipo de moral. Prohibió en sus dominios la adoración a Rama, y la sustituyó por Shiva. La situación llegó a ser tan insoportable que La Tierra tomando forma de vaca se dirigió a Indra para quejarse y pedirle permiso para abandonar el mundo. Indra pidió consejo a Brahma a Shiva y a Visnu, y éste último fue convencido para nacer de nuevo y enfrentar al temible Kansa. Visnu decidió que Devaki sería su madre terrenal.
Cierta vez, Kansa se hallaba acompañado de Vasudeva y de Devaki y de pronto surgió una voz del cielo que dijo: "Loco de ti, el octavo hijo de la dama que estás conduciendo te matará". Cuando Kansa escuchó esto quiso matar ahí mismo a Devaki, pero Vasudeva se lo impidió prometiendo entregarle cada uno de los hijos que tuviera ella.
Así se hizo, y al pasar del tiempo, fueron asesinados los niños que nacían del vientre de Devaki. El octavo hijo corrió otra suerte. Cuando Kansa lo soltó contra las rocas para asesinarlo vilmente, el niño no llegó a tocar el suelo, sino que se elevó al cielo y se hizo muy grande, y le salieron ocho brazos y con una sonrisa dijo: "De qué te sirve haberme arrojado a las roca, ya ha nacido quien ha de matarte,el más poderso de los dioses". A partir de ese momento Kansa vivió en una sola angustia. Mandó a matar a todo niño que tuviera dotes de mando o de valentía. Krisna fue escondido por un tiempo, y creció y se hizo fuerte tanto física como espiritualmente. Vivió muchas aventuras y enfrentó muchos peligros. Al final se enfrentó con el maligno Kansa. Éste lo había invitado a unos eventos deportivos donde pensaba matarlo traicioneramente. Pero Krisna fue más astuto, pudo superar el peligro y terminó con la vida de su mortal enemigo.
Lakmi: Era la esposa de Vishnu. Diosa del amor. Nació en un lago de leche. Su belleza era comparable a una flor de loto.
Prajapati: Dios Védico creador de todas las cosas. Padre de los asuras (demonios) y devas (dioses).
Surya: Dios Védico cuyo elemento es el cielo. Es una Divinidad solar. Su esposa es Ushas, el alba. Conduce una carroza tirada por radiantes caballos de pies blancos. De sus dorados brazos surge toda la luz y energía que necesitan todos los seres vivos. Guía a las almas de los muertos para que lleguen a la morada de los justos.
Shiva: Conocido como el destructor o el renovador. Era el que regía el Universo, dictaba leyes, impartía justicia y administraba las venganzas divinas. Era representado como un bienhechor en su aspecto de Renovador y como un tirano en su aspecto de Destructor. Conformaba junto con Brahma y Vishnu la trinidad Hindú. Su esposa Parvati era a la vez su hermana, su hija y su madre.
Vishnu: Denominado como el Conservador, es uno de los Dioses de la trinidad hindú. Su poder es tan grande que algunos lo colocan como mas poderosos que Brahma incluso que fue creado antes que él. Tuvo varias encarnaciones en La Tierra. La primera fue como un pez, luego como una tortuga, la tercera como un jabalí y la cuarta como un león. La quinta encarnación fue como un enano, la sexta como Vishnu-Brahma, la séptima como Rama y la octava como Krisna, quien tenía una especie de hermano gemelo llamado Balarama. Estas dos últimas encarnaciones fueron muy importantes para la tradición hindú. Para algunos hinduistas y, obviamente, para los budistas, Buda fue la novena encarnación de Vishnu. Se espera todavía una siguiente encarnación que se llamará Kalké quien se supone cabalgará por La Tierra y castigará a los malos. A Vishnu se le conoce por muchos nombres, tales como: Ananta, Hari, Madhava, Mukonda, Narayana, Svayambhu, etc.
En el budismo se dice que cuando un ser humano tiene una existencia ética, compasiva, generosa y sabia puede alcanzar la iluminación, que es un estado en el cual se trasciende todo sufrimiento. Este estado de gozo y de paz es llamado Nirvana y el que la alcanza es un buda. Sin embargo, algunos seres, al estar a punto de alcanzar la iluminación, renuncian a ella y hacen el voto de llevar a todos los seres primeramente a la iluminación. A estos seres se les llama bodhisatvas.
El más famoso de ellos es Avalokiteshvara, que en sánscrito, lengua clásica de la India, significa "El que contempla desde lo alto con compasión". Avalokiteshvara fue un discípulo mítico de Siddarta Gautama, el buda. Este discípulo por sus logros estuvo a punto de alcanzar la iluminación y acceder al Nirvana. Cuando iba a ingresar, escuchó múltiples llantos y desde lo alto vió a multitud de seres (personas, animales, demonios, fantasmas, dioses,...) que gemian y sufrian. Entonces Avalokiteshvara renunció al estado de Buda, postergando su ingreso al Nirvana, para renacer en multiples tiempos y mundos y enseñar a los seres sufrientes como liberarse del sufrimiento. En ocasiones se le representa con seis brazos, que simbolizan las seis direcciones del mundo (adelante, atras, izquierda, derecha, arriba y abajo) ú ocho brazos (las ocho condicones que llevan a la iluminación). Hay imágenes con mil brazos, porque Avalokiteshvara los necesita para salvar a la multitud de seres sufrientes.
Avalokiteshvara es invocado con un mantra, una frase que se repite numerosas veces mientras se medita. Esta frase calma la mente y confiere serenidad. El mantra es "Om Mani Padme Hum", "Saludo a la joya en el loto".
En china Avalokiteshvara es representado como una bella y misericordiosa joven llamada Kuan Yin. En Japón es llamado Kanon.
Avalokiteshvara es el protector del Kung Fu Shao Lin.
la diosa kali y tiene seis brazos kaliman y solin las conocen no te acuerdas
se llama bishnu y tiene 6 brazos
Saludos