NO NECESARIAMENTE, PARA EL CATOLICO ES IMPORTANTE, PERO PARA LOS DEMAS LO ES, AHORA NO DICEN QUE SI TE ARREPIENTES VAS AL CIELO, BUENO ARREPIENTETE DE NO AVERTE BAUTISADO Y LISTO
Yo no creo en eso porque el bautizo se usa para convertir a los nuevos miembros de una iglesia. A mi nunca me bautizaron, nunca fui a una iglesia y sin embargo yo leo la Biblia.
Arrepiéntete de tus pecados, pídele perdón a Jesucristo, y reconócelo como tu salvador, y luego no te apartes de Él. El bautismo en aguas lo dió Juan el Bautista, si puedes hazlo. Jesucristo te bautizará en fuego que es El Espíritu Santo
*** pe cap. 14 págs. 120-126 ¿Quiénes van al cielo, y por qué? ***
¿Quiénes van al cielo, y por qué?
MUCHAS PERSONAS dicen: ‘Todos los buenos van al cielo.’ Sin embargo, cuando se les pregunta por qué van al cielo, quizás digan: ‘Es para estar con Dios,’ o: ‘Es la recompensa que se les da por ser buenos.’ ¿Qué enseña la Biblia acerca de esto?
2 La Biblia muestra claramente que Jesús fue levantado de entre los muertos y que fue al cielo. Además, dice que otros humanos serían llevados allá. La noche antes de su muerte, Jesús dijo a sus apóstoles fieles: “En la casa de mi Padre hay muchas moradas. De otra manera, se lo hubiera dicho a ustedes, porque voy a preparar un lugar para ustedes. También, si prosigo mi camino y les preparo un lugar, vengo otra vez y los recibiré en casa a mí mismo, para que donde yo estoy también estén ustedes.”—Juan 14:1-3.
3 Está claro que Jesús estaba diciendo a sus apóstoles que a ellos se les llevaría al cielo para que estuvieran con él. El apóstol Pablo con frecuencia habló a los cristianos primitivos acerca de esa maravillosa esperanza. Por ejemplo, escribió: “En cuanto a nosotros, nuestra ciudadanía existe en los cielos, lugar de donde también esperamos con ansia a un salvador, el Señor Jesucristo.” (Filipenses 3:20, 21; Romanos 6:5; 2 Corintios 5:1, 2) Con tales promesas como base, millones de personas han puesto su esperanza en la vida celestial. Sin embargo, ¿irán al cielo todas las personas buenas?
¿VAN AL CIELO TODOS LOS BUENOS?
4 Poco después de la resurrección de Jesús, el apóstol Pedro dijo a una muchedumbre de judíos: “El cabeza de familia David . . . falleció y también fue sepultado y su tumba está entre nosotros hasta este día. De hecho David no ascendió a los cielos.” (Hechos 2:29, 34) Así que David, quien fue un hombre bueno, no fue al cielo. ¿Qué hay del justo Job?
5 Mientras sufría, Job oró a Dios: “¡Oh que en el Seol [el sepulcro] me ocultases, que me mantuvieses secreto hasta que tu cólera se volviera atrás, que me fijaras un límite de tiempo y te acordaras de mí!” Job esperaba que, al morir, llegaría a estar inconsciente en el sepulcro. Sabía que no iría al cielo. Pero tenía esperanza, como explicó: “Si un hombre físicamente capacitado muere, ¿puede volver a vivir? Todos los días de mi servicio obligatorio [el tiempo señalado en el sepulcro] esperaré, hasta que llegue mi relevo. Tú llamarás, y yo mismo te responderé.”—Job 14:13-15.
6 Juan, quien bautizó a Jesús, también fue un hombre bueno. No obstante, Jesús dijo: “El que sea de los menores en el reino de los cielos mayor es que él.” (Mateo 11:11) Esto se debe a que Juan el Bautizante no irá al cielo. Cuando Jesús estuvo en la Tierra, lo cual fue más de 4.000 años después de la rebelión de Adán y Eva, dijo: “Ningún hombre ha ascendido al cielo sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre.”—Juan 3:13.
7 Por lo tanto, de acuerdo con las propias palabras de Jesús, ningún hombre había ido al cielo durante todos aquellos 4.000 años de la historia humana hasta los días de él. David, Job y Juan el Bautizante recibirán una resurrección a la vida en la Tierra. De hecho, todos los hombres y mujeres fieles que murieron antes de la muerte de Jesús tenían la esperanza de vivir de nuevo en la Tierra, no en el cielo. Serán resucitados para que estén entre los súbditos terrestres del reino de Dios.—Salmo 72:7, 8; Hechos 17:31.
POR QUÉ ALGUNOS FIELES VAN AL CIELO
8 ¿Por qué fue Jesús al cielo? ¿Qué trabajo tiene que hacer allí? Es importante que sepamos estas cosas. Esto se debe a que los que van al cielo participarán con Jesús en Su trabajo u obra. Precisamente para eso van al cielo.
9 En capítulos anteriores hemos aprendido que Jesús gobernará sobre la nueva tierra paradisíaca como rey del gobierno celestial de Dios. Mucho antes de que Jesús viniera a la Tierra, el libro bíblico de Daniel predijo que al “hijo del hombre” se le ‘daría gobernación.’ El “Hijo del hombre” es Jesucristo. (Marcos 14:41, 62) Y Daniel pasa a decir: “Su gobernación es una gobernación indefinidamente duradera que no pasará, y su reino uno que no será reducido a ruinas.”—Daniel 7:13, 14.
10 Sin embargo, es importante que notemos aquí en el libro de Daniel que el “hijo del hombre” no ha de gobernar solo. La Biblia dice: “Y el reino y la gobernación . . . fueron dados al pueblo que son los santos del Supremo. Su reino [es decir: el reino de ellos] es un reino indefinidamente duradero.” (Daniel 7:27) Estas expresiones “el pueblo” y “su reino” nos dan a saber que otras personas gobernarán con Cristo en el gobierno de Dios.
11 En la última noche que Jesús pasó con sus 11 apóstoles fieles él mostró que ellos serían gobernantes con él en el reino de Dios. Les dijo: “Ustedes son los que con constancia han continuado conmigo en mis pruebas; y yo hago un pacto con ustedes, así como mi Padre ha hecho un pacto conmigo, para un reino.” (Lucas 22:28, 29) Más tarde, el apóstol Pablo y Timoteo fueron incluidos en este pacto, o acuerdo, para un reino. Por esa razón Pablo escribió a Timoteo: “Si seguimos aguantando, también gobernaremos juntos como reyes.” (2 Timoteo 2:12) Además, el apóstol Juan escribió acerca de los que han de “gobernar como reyes sobre la tierra” junto con Jesucristo.—Revelación 5:9, 10; 20:6.
12 Así que los que van al cielo van allí para servir como gobernantes junto con Cristo en el gobierno celestial de Dios. Aunque Jesús es la principal “descendencia” prometida, Dios escoge a otros de entre la humanidad para que gobiernen con Jesús en el reino. Así, éstos llegan a ser parte de la “descendencia,” como dice la Biblia: “Si pertenecen a Cristo, realmente son descendencia de Abrahán, herederos con respecto a una promesa.”—Gálatas 3:16, 29; Santiago 2:5.
¿CUÁNTOS VAN AL CIELO?
13 Puesto que han de gobernar sobre la Tierra, es obvio que los que van al cielo serán seguidores de Cristo que habrán sido examinados y probados para ello. Esto significa que no se llevará al cielo a infantes o niñitos, quienes no habrán sido sometidos a una prueba completa durante años de servicio cristiano. (Mateo 16:24) Sin embargo, esos jóvenes que mueren tienen la esperanza de que se les levante a la vida en la Tierra. (Juan 5:28, 29) De modo que la cantidad total de los que van al cielo será pequeña en comparación con los muchos que recibirán vida en la Tierra bajo la gobernación del Reino. Jesús dijo a sus discípulos: “No teman, rebaño pequeño, porque su Padre ha aprobado darles el reino.”—Lucas 12:32.
14 ¿Hasta qué grado será pequeña la cantidad de los que compondrán esa clase de los gobernantes del Reino? ¿Estarán en ella únicamente los apóstoles y otros primeros seguidores de Jesús? No; la Biblia muestra que en el “rebaño pequeño” habrá más personas. En Revelación 14:1, 3 la Biblia dice: “Y vi, y ¡miren! el Cordero [Jesucristo] de pie sobre el monte [celestial] Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil . . . que han sido comprados [o tomados] de la tierra.” Note que solo se ve a 144.000 personas con el Cordero, Jesucristo, sobre el monte Sión celestial. (Hebreos 12:22) Por eso, en vez de decir que todos los buenos van al cielo, la Biblia revela que solamente 144.000 personas fieles y probadas serán llevadas allá para gobernar con Cristo.
POR QUÉ SE LES ESCOGE DE LA TIERRA
15 Pero, ¿por qué escoge Dios de entre la humanidad a estos gobernantes? ¿Por qué no escoge a ángeles y hace que éstos gobiernen con Cristo? Pues bien, aquí en la Tierra fue donde se levantó el desafío al derecho de Jehová a gobernar. Aquí fue donde se pudo someter a prueba la fidelidad de los hombres a Dios bajo la oposición del Diablo. Aquí fue donde Jesús probó su plena lealtad a Dios bajo prueba y donde dio su vida como rescate para la humanidad. De modo que fue de la Tierra de donde Jehová hizo arreglos para tomar un “rebaño pequeño” de personas para que estén asociadas con su Hijo en el reino celestial. Estos son los que, por su fidelidad a Dios, han probado que la acusación del Diablo de que los hombres sirven a Dios solo por razones egoístas es falsa. Es apropiado, por tanto, el que Jehová use a estos humanos para gloria Suya.—Efesios 1:9-12.
16 Además, piense en lo maravilloso que será el tener como gobernantes a personas que han demostrado su fidelidad a Dios en la Tierra; sí, muchas de ellas hasta el grado de sacrificar la vida a favor del Reino. (Revelación 12:10, 11; 20:4) Los ángeles no se han enfrentado a pruebas como ésas. Tampoco han experimentado los problemas que son comunes a la humanidad. Por eso no entenderían completamente lo que es ser un humano pecaminoso y tener los problemas que nosotros los humanos tenemos. Pero los 144.000 entenderán porque han tenido estos mismísimos problemas. Algunos de ellos han tenido que vencer prácticas muy pecaminosas, y saben lo difícil que puede ser eso. (1 Corintios 6:9-11) Por tanto, desplegarán comprensión al tratar con sus súbditos terrestres.—Hebreos 2:17, 18.
LA CONGREGACIÓN DE DIOS
17 La Biblia nos dice que Cristo es el cabeza de la congregación de Dios, y que los miembros de ésta están sujetos a Jesús. (Efesios 5:23, 24) Por eso el término “iglesia,” o “congregación de Dios,” no se refiere a ningún edificio. Más bien, se refiere a un grupo de cristianos. (1 Corintios 15:9) Hoy quizás hablemos de la congregación de cristianos con la cual nos asociamos. Del mismo modo, leemos en la Biblia acerca de “la congregación de los laodicenses,” y, en la carta del apóstol Pablo a Filemón, acerca de “la congregación que [estaba en su] casa.”—Colosenses 4:16; Filemón 2.
18 No obstante, cuando la Biblia habla de “la congregación del Dios vivo,” se está refiriendo a un grupo particular de los seguidores de Cristo. (1 Timoteo 3:15) A éstos se les llama también “la congregación de los primogénitos que han sido matriculados en los cielos.” (Hebreos 12:23) De manera que esta “congregación de Dios” está compuesta de todos los cristianos que hay en la Tierra que tienen la esperanza de vivir en los cielos. En total, solo 144.000 personas finalmente componen la “congregación de Dios.” Hoy, todavía en la Tierra, solo quedan unos cuantos de éstos, un resto. Los cristianos que esperan vivir para siempre en la Tierra buscan guía espiritual de los miembros de esta “congregación del Dios vivo.” La Biblia también se refiere a esta congregación de 144.000 miembros mediante términos como “la novia, la esposa del Cordero,” “el cuerpo del Cristo,” “el templo de Dios,” “el Israel de Dios” y la “Nueva Jerusalén.”—Revelación 21:9; Efesios 4:12; 1 Corintios 3:17; Gálatas 6:16; Revelación 21:2.
LO NUEVO EN EL PROPÓSITO DE DIOS
19 Jehová Dios no cambió de propósito para la Tierra ni para la humanidad sobre ella después que Adán hubo puesto a la raza humana en la senda del pecado y la muerte. Si Dios hubiera hecho eso, ello habría significado que él no podía llevar a cabo su propósito original. Desde el principio su propósito fue tener por toda la Tierra un paraíso que estuviera lleno de gente feliz y saludable, y ese propósito sigue vigente. Lo único nuevo que Dios introdujo fue su arreglo de un nuevo gobierno que llevara a cabo su propósito. Como hemos visto, su Hijo, Jesucristo, es el gobernante principal en este gobierno, y 144.000 personas serán tomadas de entre la humanidad para gobernar en el cielo con él.—Revelación 7:4.
20 Estos gobernantes que estarán en el cielo constituirán los “nuevos cielos” del nuevo sistema de Dios. Sin embargo, está claro que si sobre la Tierra ha de haber tales gobernantes justos, entonces también ha de haber súbditos sobre los cuales ellos gobiernen. La Biblia llama a estas personas la “nueva tierra.” (2 Pedro 3:13; Revelación 21:1-4) Entre estas personas estarán Job, David y Juan el Bautizante... sí, todos los fieles que vivieron antes de que Cristo viniera a la Tierra. Pero habrá muchos más que serán parte de la “nueva tierra,” entre ellos personas que sobrevivan al fin de este inicuo sistema de cosas. ¿Se hallará usted entre estos sobrevivientes? ¿Quiere usted ser súbdito del gobierno de Dios? Si así es, hay requisitos que tiene que satisfacer.
mas que nada es de acuerdo a tus creencias, y pues recuerda que todo lo que hagas en esta vida ya sea malo o bueno lo tines que pagar viva no en el cielo ni en el infierno ok.. bye
Mira hay muchas especulaciones respecto a donde vamos despues que morimos, pues cuando muere no va a ningun lado, no hay conciencia, la misma biblia lo dice:
Eclesiastes 9:5 Porque los vivos tienen conciencia de que morirán; pero en cuanto a los muertos, ellos no tienen conciencia de nada en absoluto, ni tienen ya más salario, porque el recuerdo de ellos se ha olvidado.
Eclesiastes 9:10 Todo lo que tu mano halle que hacer, hazlo con tu mismo poder, porque no hay trabajo ni formación de proyectos ni conocimiento ni sabiduría en el Seol, el lugar adonde vas. (Seol significa sepultura comun de la humanidad)
Todo se ha apagado, hasta el dia en que seamos resusitados por Dios y nos de vida eterna en el nuevo paraiso; y estas palabras espreso jesus antes de morir:
lucas 23:43 Y él le dijo: “Verdaderamente te digo hoy: Estarás conmigo en el Paraíso”.
Con el bautizo dejamos de ser criaturas de Dios para convertirnos en hijos de Dios.
El santo Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el espíritu y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos. Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de DIOS, llegamos a ser miembros de CRISTO y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión.”
PERO YO CREO QUE, NO IMPORTA LA FORMA EN QUE CREAMOS EN DIOS, DIOS NOS AMA, Y SI REALMENTE EXISTE EL CIELO (COMO LO CONCIBE EL CRISTIANISMO), A DIOS NO LE VA A IMPORTAR EL BAUTISMO SINO TUS OBRAS. ESE ES EL DIOS EN EL QUE CREO.
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NO NECESARIAMENTE, PARA EL CATOLICO ES IMPORTANTE, PERO PARA LOS DEMAS LO ES, AHORA NO DICEN QUE SI TE ARREPIENTES VAS AL CIELO, BUENO ARREPIENTETE DE NO AVERTE BAUTISADO Y LISTO
El cielo está a tu disposicion. Solo basta con que quieras conocerlo. Al cielo no le preocupa si te bautizaron o no.
Yo no creo en eso porque el bautizo se usa para convertir a los nuevos miembros de una iglesia. A mi nunca me bautizaron, nunca fui a una iglesia y sin embargo yo leo la Biblia.
Arrepiéntete de tus pecados, pídele perdón a Jesucristo, y reconócelo como tu salvador, y luego no te apartes de Él. El bautismo en aguas lo dió Juan el Bautista, si puedes hazlo. Jesucristo te bautizará en fuego que es El Espíritu Santo
en general solo necesitas una identificacion, la fe de bautismo no es util para abordar ningun vuelo comercial.
No creas en cosas disenadas para venderte culpas que no tienes.
*** pe cap. 14 págs. 120-126 ¿Quiénes van al cielo, y por qué? ***
¿Quiénes van al cielo, y por qué?
MUCHAS PERSONAS dicen: ‘Todos los buenos van al cielo.’ Sin embargo, cuando se les pregunta por qué van al cielo, quizás digan: ‘Es para estar con Dios,’ o: ‘Es la recompensa que se les da por ser buenos.’ ¿Qué enseña la Biblia acerca de esto?
2 La Biblia muestra claramente que Jesús fue levantado de entre los muertos y que fue al cielo. Además, dice que otros humanos serían llevados allá. La noche antes de su muerte, Jesús dijo a sus apóstoles fieles: “En la casa de mi Padre hay muchas moradas. De otra manera, se lo hubiera dicho a ustedes, porque voy a preparar un lugar para ustedes. También, si prosigo mi camino y les preparo un lugar, vengo otra vez y los recibiré en casa a mí mismo, para que donde yo estoy también estén ustedes.”—Juan 14:1-3.
3 Está claro que Jesús estaba diciendo a sus apóstoles que a ellos se les llevaría al cielo para que estuvieran con él. El apóstol Pablo con frecuencia habló a los cristianos primitivos acerca de esa maravillosa esperanza. Por ejemplo, escribió: “En cuanto a nosotros, nuestra ciudadanía existe en los cielos, lugar de donde también esperamos con ansia a un salvador, el Señor Jesucristo.” (Filipenses 3:20, 21; Romanos 6:5; 2 Corintios 5:1, 2) Con tales promesas como base, millones de personas han puesto su esperanza en la vida celestial. Sin embargo, ¿irán al cielo todas las personas buenas?
¿VAN AL CIELO TODOS LOS BUENOS?
4 Poco después de la resurrección de Jesús, el apóstol Pedro dijo a una muchedumbre de judíos: “El cabeza de familia David . . . falleció y también fue sepultado y su tumba está entre nosotros hasta este día. De hecho David no ascendió a los cielos.” (Hechos 2:29, 34) Así que David, quien fue un hombre bueno, no fue al cielo. ¿Qué hay del justo Job?
5 Mientras sufría, Job oró a Dios: “¡Oh que en el Seol [el sepulcro] me ocultases, que me mantuvieses secreto hasta que tu cólera se volviera atrás, que me fijaras un límite de tiempo y te acordaras de mí!” Job esperaba que, al morir, llegaría a estar inconsciente en el sepulcro. Sabía que no iría al cielo. Pero tenía esperanza, como explicó: “Si un hombre físicamente capacitado muere, ¿puede volver a vivir? Todos los días de mi servicio obligatorio [el tiempo señalado en el sepulcro] esperaré, hasta que llegue mi relevo. Tú llamarás, y yo mismo te responderé.”—Job 14:13-15.
6 Juan, quien bautizó a Jesús, también fue un hombre bueno. No obstante, Jesús dijo: “El que sea de los menores en el reino de los cielos mayor es que él.” (Mateo 11:11) Esto se debe a que Juan el Bautizante no irá al cielo. Cuando Jesús estuvo en la Tierra, lo cual fue más de 4.000 años después de la rebelión de Adán y Eva, dijo: “Ningún hombre ha ascendido al cielo sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre.”—Juan 3:13.
7 Por lo tanto, de acuerdo con las propias palabras de Jesús, ningún hombre había ido al cielo durante todos aquellos 4.000 años de la historia humana hasta los días de él. David, Job y Juan el Bautizante recibirán una resurrección a la vida en la Tierra. De hecho, todos los hombres y mujeres fieles que murieron antes de la muerte de Jesús tenían la esperanza de vivir de nuevo en la Tierra, no en el cielo. Serán resucitados para que estén entre los súbditos terrestres del reino de Dios.—Salmo 72:7, 8; Hechos 17:31.
POR QUÉ ALGUNOS FIELES VAN AL CIELO
8 ¿Por qué fue Jesús al cielo? ¿Qué trabajo tiene que hacer allí? Es importante que sepamos estas cosas. Esto se debe a que los que van al cielo participarán con Jesús en Su trabajo u obra. Precisamente para eso van al cielo.
9 En capítulos anteriores hemos aprendido que Jesús gobernará sobre la nueva tierra paradisíaca como rey del gobierno celestial de Dios. Mucho antes de que Jesús viniera a la Tierra, el libro bíblico de Daniel predijo que al “hijo del hombre” se le ‘daría gobernación.’ El “Hijo del hombre” es Jesucristo. (Marcos 14:41, 62) Y Daniel pasa a decir: “Su gobernación es una gobernación indefinidamente duradera que no pasará, y su reino uno que no será reducido a ruinas.”—Daniel 7:13, 14.
10 Sin embargo, es importante que notemos aquí en el libro de Daniel que el “hijo del hombre” no ha de gobernar solo. La Biblia dice: “Y el reino y la gobernación . . . fueron dados al pueblo que son los santos del Supremo. Su reino [es decir: el reino de ellos] es un reino indefinidamente duradero.” (Daniel 7:27) Estas expresiones “el pueblo” y “su reino” nos dan a saber que otras personas gobernarán con Cristo en el gobierno de Dios.
11 En la última noche que Jesús pasó con sus 11 apóstoles fieles él mostró que ellos serían gobernantes con él en el reino de Dios. Les dijo: “Ustedes son los que con constancia han continuado conmigo en mis pruebas; y yo hago un pacto con ustedes, así como mi Padre ha hecho un pacto conmigo, para un reino.” (Lucas 22:28, 29) Más tarde, el apóstol Pablo y Timoteo fueron incluidos en este pacto, o acuerdo, para un reino. Por esa razón Pablo escribió a Timoteo: “Si seguimos aguantando, también gobernaremos juntos como reyes.” (2 Timoteo 2:12) Además, el apóstol Juan escribió acerca de los que han de “gobernar como reyes sobre la tierra” junto con Jesucristo.—Revelación 5:9, 10; 20:6.
12 Así que los que van al cielo van allí para servir como gobernantes junto con Cristo en el gobierno celestial de Dios. Aunque Jesús es la principal “descendencia” prometida, Dios escoge a otros de entre la humanidad para que gobiernen con Jesús en el reino. Así, éstos llegan a ser parte de la “descendencia,” como dice la Biblia: “Si pertenecen a Cristo, realmente son descendencia de Abrahán, herederos con respecto a una promesa.”—Gálatas 3:16, 29; Santiago 2:5.
¿CUÁNTOS VAN AL CIELO?
13 Puesto que han de gobernar sobre la Tierra, es obvio que los que van al cielo serán seguidores de Cristo que habrán sido examinados y probados para ello. Esto significa que no se llevará al cielo a infantes o niñitos, quienes no habrán sido sometidos a una prueba completa durante años de servicio cristiano. (Mateo 16:24) Sin embargo, esos jóvenes que mueren tienen la esperanza de que se les levante a la vida en la Tierra. (Juan 5:28, 29) De modo que la cantidad total de los que van al cielo será pequeña en comparación con los muchos que recibirán vida en la Tierra bajo la gobernación del Reino. Jesús dijo a sus discípulos: “No teman, rebaño pequeño, porque su Padre ha aprobado darles el reino.”—Lucas 12:32.
14 ¿Hasta qué grado será pequeña la cantidad de los que compondrán esa clase de los gobernantes del Reino? ¿Estarán en ella únicamente los apóstoles y otros primeros seguidores de Jesús? No; la Biblia muestra que en el “rebaño pequeño” habrá más personas. En Revelación 14:1, 3 la Biblia dice: “Y vi, y ¡miren! el Cordero [Jesucristo] de pie sobre el monte [celestial] Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil . . . que han sido comprados [o tomados] de la tierra.” Note que solo se ve a 144.000 personas con el Cordero, Jesucristo, sobre el monte Sión celestial. (Hebreos 12:22) Por eso, en vez de decir que todos los buenos van al cielo, la Biblia revela que solamente 144.000 personas fieles y probadas serán llevadas allá para gobernar con Cristo.
POR QUÉ SE LES ESCOGE DE LA TIERRA
15 Pero, ¿por qué escoge Dios de entre la humanidad a estos gobernantes? ¿Por qué no escoge a ángeles y hace que éstos gobiernen con Cristo? Pues bien, aquí en la Tierra fue donde se levantó el desafío al derecho de Jehová a gobernar. Aquí fue donde se pudo someter a prueba la fidelidad de los hombres a Dios bajo la oposición del Diablo. Aquí fue donde Jesús probó su plena lealtad a Dios bajo prueba y donde dio su vida como rescate para la humanidad. De modo que fue de la Tierra de donde Jehová hizo arreglos para tomar un “rebaño pequeño” de personas para que estén asociadas con su Hijo en el reino celestial. Estos son los que, por su fidelidad a Dios, han probado que la acusación del Diablo de que los hombres sirven a Dios solo por razones egoístas es falsa. Es apropiado, por tanto, el que Jehová use a estos humanos para gloria Suya.—Efesios 1:9-12.
16 Además, piense en lo maravilloso que será el tener como gobernantes a personas que han demostrado su fidelidad a Dios en la Tierra; sí, muchas de ellas hasta el grado de sacrificar la vida a favor del Reino. (Revelación 12:10, 11; 20:4) Los ángeles no se han enfrentado a pruebas como ésas. Tampoco han experimentado los problemas que son comunes a la humanidad. Por eso no entenderían completamente lo que es ser un humano pecaminoso y tener los problemas que nosotros los humanos tenemos. Pero los 144.000 entenderán porque han tenido estos mismísimos problemas. Algunos de ellos han tenido que vencer prácticas muy pecaminosas, y saben lo difícil que puede ser eso. (1 Corintios 6:9-11) Por tanto, desplegarán comprensión al tratar con sus súbditos terrestres.—Hebreos 2:17, 18.
LA CONGREGACIÓN DE DIOS
17 La Biblia nos dice que Cristo es el cabeza de la congregación de Dios, y que los miembros de ésta están sujetos a Jesús. (Efesios 5:23, 24) Por eso el término “iglesia,” o “congregación de Dios,” no se refiere a ningún edificio. Más bien, se refiere a un grupo de cristianos. (1 Corintios 15:9) Hoy quizás hablemos de la congregación de cristianos con la cual nos asociamos. Del mismo modo, leemos en la Biblia acerca de “la congregación de los laodicenses,” y, en la carta del apóstol Pablo a Filemón, acerca de “la congregación que [estaba en su] casa.”—Colosenses 4:16; Filemón 2.
18 No obstante, cuando la Biblia habla de “la congregación del Dios vivo,” se está refiriendo a un grupo particular de los seguidores de Cristo. (1 Timoteo 3:15) A éstos se les llama también “la congregación de los primogénitos que han sido matriculados en los cielos.” (Hebreos 12:23) De manera que esta “congregación de Dios” está compuesta de todos los cristianos que hay en la Tierra que tienen la esperanza de vivir en los cielos. En total, solo 144.000 personas finalmente componen la “congregación de Dios.” Hoy, todavía en la Tierra, solo quedan unos cuantos de éstos, un resto. Los cristianos que esperan vivir para siempre en la Tierra buscan guía espiritual de los miembros de esta “congregación del Dios vivo.” La Biblia también se refiere a esta congregación de 144.000 miembros mediante términos como “la novia, la esposa del Cordero,” “el cuerpo del Cristo,” “el templo de Dios,” “el Israel de Dios” y la “Nueva Jerusalén.”—Revelación 21:9; Efesios 4:12; 1 Corintios 3:17; Gálatas 6:16; Revelación 21:2.
LO NUEVO EN EL PROPÓSITO DE DIOS
19 Jehová Dios no cambió de propósito para la Tierra ni para la humanidad sobre ella después que Adán hubo puesto a la raza humana en la senda del pecado y la muerte. Si Dios hubiera hecho eso, ello habría significado que él no podía llevar a cabo su propósito original. Desde el principio su propósito fue tener por toda la Tierra un paraíso que estuviera lleno de gente feliz y saludable, y ese propósito sigue vigente. Lo único nuevo que Dios introdujo fue su arreglo de un nuevo gobierno que llevara a cabo su propósito. Como hemos visto, su Hijo, Jesucristo, es el gobernante principal en este gobierno, y 144.000 personas serán tomadas de entre la humanidad para gobernar en el cielo con él.—Revelación 7:4.
20 Estos gobernantes que estarán en el cielo constituirán los “nuevos cielos” del nuevo sistema de Dios. Sin embargo, está claro que si sobre la Tierra ha de haber tales gobernantes justos, entonces también ha de haber súbditos sobre los cuales ellos gobiernen. La Biblia llama a estas personas la “nueva tierra.” (2 Pedro 3:13; Revelación 21:1-4) Entre estas personas estarán Job, David y Juan el Bautizante... sí, todos los fieles que vivieron antes de que Cristo viniera a la Tierra. Pero habrá muchos más que serán parte de la “nueva tierra,” entre ellos personas que sobrevivan al fin de este inicuo sistema de cosas. ¿Se hallará usted entre estos sobrevivientes? ¿Quiere usted ser súbdito del gobierno de Dios? Si así es, hay requisitos que tiene que satisfacer.
mas que nada es de acuerdo a tus creencias, y pues recuerda que todo lo que hagas en esta vida ya sea malo o bueno lo tines que pagar viva no en el cielo ni en el infierno ok.. bye
Mira hay muchas especulaciones respecto a donde vamos despues que morimos, pues cuando muere no va a ningun lado, no hay conciencia, la misma biblia lo dice:
Eclesiastes 9:5 Porque los vivos tienen conciencia de que morirán; pero en cuanto a los muertos, ellos no tienen conciencia de nada en absoluto, ni tienen ya más salario, porque el recuerdo de ellos se ha olvidado.
Eclesiastes 9:10 Todo lo que tu mano halle que hacer, hazlo con tu mismo poder, porque no hay trabajo ni formación de proyectos ni conocimiento ni sabiduría en el Seol, el lugar adonde vas. (Seol significa sepultura comun de la humanidad)
Todo se ha apagado, hasta el dia en que seamos resusitados por Dios y nos de vida eterna en el nuevo paraiso; y estas palabras espreso jesus antes de morir:
lucas 23:43 Y él le dijo: “Verdaderamente te digo hoy: Estarás conmigo en el Paraíso”.
SI EN LA MAYORIA DE LOS CASOS
Con el bautizo dejamos de ser criaturas de Dios para convertirnos en hijos de Dios.
El santo Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el espíritu y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos. Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de DIOS, llegamos a ser miembros de CRISTO y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión.”
PARA EL CATOLICISMO SUPONGO QUE SÍ.
PERO YO CREO QUE, NO IMPORTA LA FORMA EN QUE CREAMOS EN DIOS, DIOS NOS AMA, Y SI REALMENTE EXISTE EL CIELO (COMO LO CONCIBE EL CRISTIANISMO), A DIOS NO LE VA A IMPORTAR EL BAUTISMO SINO TUS OBRAS. ESE ES EL DIOS EN EL QUE CREO.