El joven Anthony Marston, el matrimonio de criados Rogers, la señora Emily Brent, el general MacArthur, el juez Lawrence Wargrave, el doctor Armstrong, el detective William Blore, el aventurero Phillip Lombard y la joven Vera Claythorne son invitados a La isla del Negro, una isla privada llamada así porque, de perfil, parece la cabeza de un Negro. Una vez allí, y después de una cena en la que el anfitrión no ha aparecido todavía, una cinta les acusa a todos de un crimen. Lo que parece broma macabra acaba por convertirse en una espantosa realidad cuando uno de ellos muere. Entonces, uno a uno empiezan a ser asesinados siguiendo las ingeniosas instrucciones de una canción de cuna:
"Diez negritos salieron a cenar; Uno se asfixió y entonces quedaron Nueve.
Nueve negritos estuvieron despiertos hasta muy tarde; Uno se quedó dormido y entonces quedaron Ocho.
Ocho negritos viajaron por Devon. Uno dijo que se quedaría allí y entonces quedaron Siete.
Siete negritos cortaron leña; Uno de ellos se cortó en dos mitades y entonces quedaron Seis.
Seis negritos jugaron con una colmena; Una abeja picó a uno de ellos y entonces quedaron Cinco.
Cinco negritos hicieron la carrera de Leyes; Uno se hizo magistrado y entonces quedaron Cuatro.
Cuatro negritos fueron al mar; Un arenque rojo se tragó a uno y entonces quedaron Tres.
Tres negritos se pasearon por el zoo; Un gran oso mató a uno de ellos y entonces quedaron Dos.
Dos negritos se sentaron al sol; Uno de ellos se tostó y sólo quedó Uno.
Un negrito quedó sólo. Se ahorcó y no quedó...
¡Ninguno!".
Tal como dice la canción, tras la muerte de todos en forma similar a las circunstancias descritas en la canción, el lector queda perplejo (correcto... todos mueren y el último se suicida ahorcándose en extraña circunstancia ya que sorpresivamente es inocente), por lo que el sorprendente desenlace se explica, Deus ex machina en un papel dentro de una botella encontrada en alta mar.
Answers & Comments
Verified answer
El joven Anthony Marston, el matrimonio de criados Rogers, la señora Emily Brent, el general MacArthur, el juez Lawrence Wargrave, el doctor Armstrong, el detective William Blore, el aventurero Phillip Lombard y la joven Vera Claythorne son invitados a La isla del Negro, una isla privada llamada así porque, de perfil, parece la cabeza de un Negro. Una vez allí, y después de una cena en la que el anfitrión no ha aparecido todavía, una cinta les acusa a todos de un crimen. Lo que parece broma macabra acaba por convertirse en una espantosa realidad cuando uno de ellos muere. Entonces, uno a uno empiezan a ser asesinados siguiendo las ingeniosas instrucciones de una canción de cuna:
"Diez negritos salieron a cenar; Uno se asfixió y entonces quedaron Nueve.
Nueve negritos estuvieron despiertos hasta muy tarde; Uno se quedó dormido y entonces quedaron Ocho.
Ocho negritos viajaron por Devon. Uno dijo que se quedaría allí y entonces quedaron Siete.
Siete negritos cortaron leña; Uno de ellos se cortó en dos mitades y entonces quedaron Seis.
Seis negritos jugaron con una colmena; Una abeja picó a uno de ellos y entonces quedaron Cinco.
Cinco negritos hicieron la carrera de Leyes; Uno se hizo magistrado y entonces quedaron Cuatro.
Cuatro negritos fueron al mar; Un arenque rojo se tragó a uno y entonces quedaron Tres.
Tres negritos se pasearon por el zoo; Un gran oso mató a uno de ellos y entonces quedaron Dos.
Dos negritos se sentaron al sol; Uno de ellos se tostó y sólo quedó Uno.
Un negrito quedó sólo. Se ahorcó y no quedó...
¡Ninguno!".
Tal como dice la canción, tras la muerte de todos en forma similar a las circunstancias descritas en la canción, el lector queda perplejo (correcto... todos mueren y el último se suicida ahorcándose en extraña circunstancia ya que sorpresivamente es inocente), por lo que el sorprendente desenlace se explica, Deus ex machina en un papel dentro de una botella encontrada en alta mar.
n____________n