Verified answer

no definitivamente no...ser huevon si... a ver si no me quitan puntos como alguna respuesta anterior.

siempre y cuando no pongas el dinero como tu dios....no, no va contra la voluntad de Dios!!

La única voluntad de Dios es lo que sucede, aquí y ahora, si no fuera así, no ocurriría. Si hay ricos es porque Dios así lo permite.

Dios te ama.

no, pero el dinero transforma a la gente, ademas ponte a ver que el dinero solo es papel con la imagen de un heroe, y tambien son numeros en una cuenta bancaria, en otro planeta carece de valor

Como asi??? Quien dijo eso????

Nada q ver!!!...Dios nos quiere prósperos, en victoria, gozosos, con nuestras necesidades satisfechas, disfrutando de sus bendiciones y dándole la Gloria a El.

Somos PRINCIPES y PRINCESAS....nuestro Padre es el REY DE REYES!!!

Dios no existe, lo que existe es la moral y los principios. Si ese dinero se ha ganado honradamente, no estas afectando a nadie, pero si lo estas ganado vendiendo cosas de manera fraudulenta, o ilegal, entonces va en contra de la sociedad y la convivencia humana. Hay que ser justos. No hagas a los demos lo que no te gusta que te hagan a ti y a tus seres queridos.

Tener dinero no es pecado ni va en contra de la voluntad de Dios. El problema es en que empleas el dinero, si lo empleas para ayudar a los demas y a ti mismo, si hacerle daño a nadie o si lo ganas a costa de la explotación de otros, sin importarte a quien te lleves por delante.

Yo por mi parte, creo que mientras mas ayudo, Dios mas me da oportunidades y me pone dinero en el camino, lo que me genera felicidad.

al contrario porque esa es la excusa que utilizan en las iglesias para quitarte tu dinero

“En todo esto no pecó Job ni atribuyó a Dios despropósito alguno.” (Job 1:22)

Cuando Dios llama a Job, su condición era bastante buena. Observa: “Su hacienda era de siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas y muchísimos criados. Era el hombre más importante de todos los orientales.” (Job 1:3). Job, cuyo nombre significa integridad bajo fuego, él tenía 10 hijos, y en aquella época los hijos representaban la posición de las personas, tenencias extensas de la tierra, criados y abundancia increíble. ¿Cómo alguien podría perder todo esto sin estar resentido por ello? Pero a pesar de ello Job se mantuvo fiel a Dios: “En todo esto no pecó Job ni atribuyó a Dios despropósito alguno.” (Job 1:22). Y en lugar de ello el dijo; “Él le dijo: Como suele hablar cualquier mujer insensata, así has hablado. ¿Pues qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.” (Job 2:10). ¿Cuál fue su secreto?

Hay 3 posibilidades:

(1) Él reconoció el derecho de Dios de controlar los acontecimientos en su vida: cuando las cosas se ponían difíciles él dijo: “Aunque él me mate, en él esperaré. Ciertamente defenderé delante de él mis caminos” (Job 13:15). Él entendió que todo aquello que Dios permitía era para bendición. Así que él dijo: “Yo reconozco que todo lo puedes y que no hay pensamiento que te sea oculto.” (Job 42:2) .

(2) Él buscó sabiduría en la adversidad: Observa: “Y que después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios. Lo veré por mí mismo; mis ojos lo verán, no los de otro. Pero ahora mi corazón se consume dentro de mí.” (Job 19:26-27). La mirada de Job, estaba puesta en un futuro sin dolor ni sufrimiento, el no estaba mirando su desgracia momentánea, el tenía la certeza de un mañana de bendición.

(3) Reconoció sus limitaciones En vez de estar buscando una respuesta y un porqué a las cosas que le sucedían, Job le dijo a Dios: “¿Quién es el que, falto de entendimiento, oscurece el consejo? Así hablaba yo, y nada entendía; eran cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía. Escucha, te ruego, y hablaré. Te preguntaré y tú me enseñarás. De oídas te conocía, mas ahora mis ojos te ven.” (Job 42:3-5). Él podía ver a Dios en todo aquello que le sucedía ¿Puedes tu hacer lo mismo?

No, no lo es. Solo lo es si eres Avaro. Si eres rico puedes hacer obras humanitarias con el dinero que no usas y Dios te premiara.