¿Qué hace falta para ser feliz? Un poco de cielo azul encima de nuestras cabezas, un vientecillo tibio, la paz del espíritu.

No se puede ser feliz si las cosas que hacemos son distintas a las cosas en las que creemos.

Vivir felizmente es un poder que hay dentro del alma.

El mundo está lleno de pequeñas alegrías: el arte consiste en saber distinguirlas.

Toda persona debe decidir una vez en su vida si se lanza a triunfar, arriesgándolo todo, o se sienta a ver pasar a los triunfadores.

Para triunfar es necesario, más que nada, tener sentido común.

Para vivir en paz y tranquilidad, no se debe decir todo lo que se sabe ni juzgar todo lo que se ve.

Toma las cosas por el lado bueno.

Lo esencial para ser feliz en esta vida es tener algo que hacer, algo que amar y algo que esperar.

Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa.

Estaba furioso de no tener zapatos, entonces encontré a un hombre que no tenía pies, y me sentí contento de mí mismo.

La oportunidad de triunfar no llega a los que la esperan, sino a los que la buscan.

El secreto de mi felicidad está en no esforzarme por el placer, sino encontrar el placer en el esfuerzo.

La prueba más clara de la sabiduría es una alegría continua.

Nada es tan conveniente para la felicidad como sustituir las preocupaciones por las ocupaciones.

La felicidad no es una estación a la que se llega, es una forma de viajar.

La felicidad está en el placer de las cosas, no en las cosas.

Vida sin fiestas es como un largo camino sin posadas.